31/10/12

Venimos al mundo para ser felices y pensamos conseguirlo a través de un hiperconsumo, que lo único que logra es agredir cada vez más y más al planeta - José Mujica



Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. Presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias también, a la buena fe que han manifestado todos los oradores que me precedieron.
Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de apoyar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta.
Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas?. ¿El modelo de desarrollo y de consumo que queremos es el actual de las sociedades ricas?
Me hago estas preguntas:

- ¿Qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes?
- ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro:

- ¿Tiene el mundo los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Sería eso posible?
- ¿O tendremos que darnos otro tipo de discusión?
Hemos creado esta civilización en la que hoy estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo.

LA ECONOMIA DE MERCADO HA CREADO SOCIEDADES DE MERCADO:
Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, cuya mirada alcanza a todo el planeta.
- ¿Estamos gobernando esta globalización o ella nos gobierna a nosotros?
- ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía que basada en la competencia despiadada?

- ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis que tenemos no es ecológica, es política.

EL HOMBRE NO GOBIERNA HOY A LAS FUERZAS QUE HA DESATADO, SINO QUE LAS FUERZAS QUE HA DESATADO GOBIERNAN AL HOMBRE:
El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida.
No venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Esto es lo elemental.
Pero la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor de esto. Porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.
Pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta.
Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no, no se pueden hacer; porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político.

ES HORA DE EMPEZAR A PENSAR EN OTRA CULTURA:
Nos están indicando que es hora de empezar a pensar en otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”.

Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político.

Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca y también los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Y desea más y más.
Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hagan. Y lo voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo "rechinan". Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cosas: la moto, el auto, cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo al que se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?
Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor a la tierra, del cuidado a los hijos, junto a los amigos. Y tener, sí, lo elemental.
Precisamente, porque es el tesoro más importante que tenemos. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana."

30/10/12

Autoestima y la fuerza del optimismo son claves para alcanzar nuestra felicidad: Dr.Luis Rojas Marcos

Luis Rojas Marcos nació en Sevilla en 1943, de madre del Valle de Liendo (Cantabria) y padre sevillano y cursó sus estudios iniciales en el colegio de los jesuitas de Portaceli (Sevilla) y luego en el colegio laico El Santo Ángel, donde completó los estudios de bachillerato.
Dotado de talento natural para la música, aprendió de pequeño a tocar el piano, la guitarra y, posteriormente, la batería, el instrumento ideal para un niño hiperactivo.
En 1958 fundó con un grupo de amigos el Cuarteto Yungay (nombre de un pequeño pueblo de Perú), el primer conjunto musical andaluz, en el que tocaba la batería. Durante los próximos cinco años combinó los estudios de bachillerato con las actuaciones del popular cuarteto en salas de fiesta y programas locales de radio.
Desde muy joven tuvo fuerte vocación de médico. En 1968, a los veinticuatro años y recién licenciado en Medicina por la Universidad de Sevilla, emigró a Nueva York, donde reside desde entonces y se dedica a la medicina, la psiquiatría y la salud pública.
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Bilbao (1975) y en Ciencias Médicas por la Universidad del Estado de Nueva York (1977), se especializó en psiquiatría en el Hospital Bellevue y la Universidad de Nueva York (1969-1972). Una vez finalizada la especialidad Rojas Marcos trabajó principalmente en el campo académico.
EFECTOS DE LA BARRERA DEL LENGUAJE EN INMIGRANTES CON PATOLOGIA MENTAL: En 1972 fue premiado por el Instituto Nacional de Salud Mental estadounidense con una beca de tres años para investigar los efectos de la barrera del lenguaje en inmigrantes enfermos mentales que tenían dificultad en expresarse en la lengua inglesa.
Sus estudios pioneros fueron publicados en las revistas científicas más prestigiosas de Estados Unidos. (ver publicaciones cientificas) En 1981, fue nombrado por el alcalde de Nueva York, Edward Koch, Director de los Servicios Psiquiátricos de la red de hospitales públicos de la ciudad.
CREACION DEL PRIMER SERVICIO MEDICO MOVIL PARA ATENDER Y HOSPITALIZAR ENFERMOS MENTALES GRAVES DESAMPARADOS:
La contribución más reconocida de Rojas Marcos en este cargo fue la creación de Project HELP (Homeless Emergency Liaison Project), el primer servicio médico móvil para atender y hospitalizar a enfermos mentales graves desamparados sin techo. Un programa que todavía sirve de modelo para centros urbanos tanto estadounidenses como de otros países.

DIRECTOR DE SERVICIOS DE SALUD MENTAL, ALCOHOLISMO Y DROGAS DE NUEVA YORK:
En 1992 el entonces alcalde de la ciudad, David Dinkins, designó a Rojas Marcos Commissioner of Mental Health o máximo responsable de los servicios municipales de salud mental, alcoholismo y drogas. En este puesto se distinguió especialmente por crear y financiar los primeros programas de salud mental específicos para las comunidades inmigrantes hispanoamericana, china, rusa y caribeña de la ciudad.

PROGRAMA PARA LA PREVENCION DE LA VIOLENCIA EN LOS COLEGIOS PUBLICOS DE NUEVA YORK:
También desarrolló el reconocido programa Choose to de-fuse para la prevención de violencia en los colegios públicos de la ciudad. En 1995 fue elegido por el alcalde Rudolph Giuliani para el cargo de presidente ejecutivo del Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos de Nueva York (The New York City Health and Hospitals Corporation).
Su área de competencia incluía los dieciséis hospitales municipales y la red de ambulatorios de la ciudad. El Sistema cuenta con una plantilla de cuarenta y tres mil empleados y un presupuesto anual de cinco mil millones de dólares.
Durante los seis años y medio que duró su mandato -el más largo en la historia del Sistema- la calidad de los servicios alcanzó niveles sin precedentes, y por primera vez se cerraron los años fiscales con superavit, lo que hizo innecesarias las subvenciones estatales. Un hecho insólito que fue reconocido a nivel nacional. Como responsable de los hospitales públicos de Nueva York y miembro del Consejo de Control de Emergencias de la ciudad, Rojas Marcos vivió muy de cerca los devastadores ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

MAS ALLA DEL 11 DE SETIEMBRE: COMO SUPERAR EL TRAUMA:
Posteriormente plasmó su experiencia personal durante estos sucesos en la obra: 'Más allá del 11 de septiembre: La superación del trauma'. En la actualidad, Rojas Marcos es Profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York.
Es también miembro de la Academia de Medicina de la misma ciudad, de la Asociación Americana de Psiquiatría (miembro distinguido vitalicio) y de la Academia Americana de Medicina Paliativa. En 2005 fue nombrado por la legislatura del Estado de Nueva York miembro del Consejo de Medicina del Estado (New York State Board of Medicine), el organismo oficial que regula la profesión médica en dicho estado.
Y en Marzo 2008 fue designado por la misma legislatura miembro del Consejo para Educación en Cuidados Paliativos.
SU ACTIVIDAD EN ESPAÑA:En España, Rojas Marcos ha sido patrono de la Fundación “la Caixa” (2000-2010), es patrono de honor de la Fundación ADANA (Ayuda Déficit Atención Niños, Adolescentes y Adultos), y asesora y apoya a instituciones preocupadas por temas sociales y de salud pública. En 2010 el Gobierno español le concedió La Medalla de la Orden de las Artes y las Letras de España.
PUBLICACIONES:
Es autor de numerosos artículos de opinión y de varios libros, entre los que destacan - 'La ciudad y sus desafíos',
- 'La pareja rota',
- 'Las semillas de la violencia' (Premio Espasa Ensayo 1995),
- 'Nuestra felicidad',
- 'Más allá del 11 de septiembre',
- 'La fuerza del optimismo' ,
- 'La autoestima',
- 'Corazón y mente' (obra conjunta con el cardiólogo Valentín Fuster) y
- 'Superar la adversidad'.
Padre de cuatro hijos (Laura, Bruno, Joseph y Carolena), Luis Rojas Marcos es aficionado a la música, a escribir ensayos y a hacer footing (lleva corriendo el maratón de Nueva York 19 años consecutivos).
Sitio web del Dr.Luis Rojas Marcos: http://www.luisrojasmarcos.com/bio.htm

Factores protectores de la felicidad - Dr.Luis Rojas Marcos

PROTECTORES DE LA FELICIDAD: Hablar, hacer ejercicio físico, cuidar la autoestima, ser positivo, mostrar capacidad de adaptación ante los cambios, controlar las situaciones y estar de buen humor son los principales protectores de la felicidad, según ha señalado el psiquiatra Luis Rojas Marcos durante su ponencia en la jornada inaugural del II Congreso Internacional sobre la Felicidad. En el acto, que ha tenido lugar en Madrid en abril 2012, Rojas Marcos ha afirmado que "la sensación de satisfacción es algo genético" y añade que "si la gente lucha por vivir más es porque hay motivos para ser feliz". Por ello, ha enumerado ante cientos de asistentes los 'protectores de la felicidad', entre los que destaca la importancia de hablar. "La traducción de sentimientos en palabras es algo que nos ayuda a afrontar las situaciones más complicadas", ha apostillado. En este sentido, ha apuntado que "la mujer española, como el hombre, vive tanto porque habla mucho", algo que, además, potencia las conexiones afectivas con otras personas. Por otra parte, ha calificado la depresión como "una enfermedad terrible", al entender que afecta a uno de los aspectos que más ayuda a ser felices, la esperanza. Explicaba el doctor, que la felicidad es un sentimiento de satisfacción con la vida en general, que no depende de un momento, ni tampoco de un hecho determinado, sino que es un estado de ánimo, que va acompañado de una perspectiva positiva de la vida y de la idea de que merece la pena vivir.

Hay mucha gente que tiene todo para ser feliz y no lo es - La felicidad es una capacidad que hay que ejercitar: Matthieu Ricard

La felicidad es una capacidad personal que hay que ejercitar Un monje budista, una monja de clausura, y el fundador de una ONG han coincidido en que la felicidad es una capacidad personal que hay que ejercitar todos los días y que se alcanza de forma plena al darse a los demás de manera altruista. "Prueba de ello es que podemos estar en un paraíso y ser desgraciados, que hay mucha gente que lo tiene todo para ser feliz y no lo es", ha subrayado el monje budista Matthieu Ricard, oficialmente "el hombre más feliz del mundo". "Si se busca demasiado lo superfluo llega un momento en el que el sistema ya no funciona. Está fundado en el individualismo y se abre una brecha creciente entre ricos y pobres". El amor altruista Matthieu Ricard, la religiosa Lucía Caram y el fundador de la ONG "Sonrisas de Bombay", Jaume Sanllorente, han detallado las claves de la felicidad. Doctor en genética celular por el Instituto Pasteur de París, Ricard lo dejó todo para hacerse monje budista y, tras casi 30 años en el Himalaya, es actualmente asesor y traductor del Dalai Lama. Durante varios años, fue sometido a un extenso estudio neurológico por parte del laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin que lo declaró el "hombre más feliz de la tierra". Según él mismo ha explicado en el congreso, la felicidad es un estado mental, una forma de ser y ver la vida, que debe ser trabajada y practicada y que "no funciona si nos preocupamos sólo de nuestra propia felicidad; cumplir el amor altruista es el camino a la felicidad". "Veinte minutos de meditación diaria producen la transformación interior". Regalar una vida Una idea similar ha sido la desarrollada por Sanllorente, un periodista catalán que tras un viaje en la India fundó una ONG en favor de los niños de los arrabales de Bombay. "Ser feliz es más fácil de lo que pensamos y mucho mejor de lo que nos lo pintan", ha asegurado.

La felicidad es más felicidad si se comparte - II Congreso Internacional de la Felicidad

El II Congreso Internacional de la Felicidad concluyó con la certeza que es necesario el amor altruista y compartir para ser feliz, porque "la felicidad está en todas partes, sólo hay que eliminar las barreras". ● El secreto de la felicidad El mismo día que todos los medios de comunicación hablaban de la polémica desatada sobre la sostenibilidad o no de nuestro Sistema Sanitario, se celebraba en Madrid el II Congreso Internacional sobre la Felicidad, promovido por el Instituto Coca-Cola. Este Congreso, que lleva por título 'La felicidad es más si se comparte', ha reunido en la capital a expertos nacionales e internacionales que han abordado la felicidad desde un punto de vista multidisciplinar. LA FELICIDAD ES MAS SI SE COMPARTE: Este Congreso, que lleva por título 'La felicidad es más si se comparte' ha reunido en la capital a expertos nacionales e internacionales que han abordado la felicidad desde un punto de vista multidisciplinar. El escritor y divulgador científico Eduardo Punset fue el encargado de presentar la gala, un momento que ha aprovechado para afirmar que "la felicidad es la ausencia de miedo". Punset, ha recordado que "hay vida antes de la muerte", a la vez que celebraba el aumento de la esperanza de vida, que crece 2,5 años en cada década. "Algo fantástico que no ocurre en ninguna otra especie", ha puntualizado. Asimismo, ha destacado la importancia de manejar las emociones para darse cuenta de que "las razones verdaderas de la felicidad están en todas partes". SER FELICES PESE A LA CRISIS: Por otra parte, el presidente del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, Carlos Chaguaceda, ha valorado las campañas llevadas a cabo por la compañía desde sus comienzos, en 1886, en las que se pone de manifiesto que "hay razones para creer en un mundo mejor" y ha señalado que, "aunque la crisis se adueñe del día a día, hay que luchar por seguir siendo felices". Según un estudio realizado por ese Instituto, el año pasado dos de cada tres españoles fueron felices, a pesar la crisis, y lo que más dicha provocó fue y por este orden:el trabajo, la salud y la familia. Además, dentro de esas prioridades, los momentos de mayor gozo fueron las vacaciones con los seres queridos, seguido de las oportunidades laborales. Pero más allá de lo que apunten las estadísticas, hay un factor el del AMOR en el que casi todos los expertos coinciden: la satisfacción que proporciona querer y ser querido. DESEAR COSAS POSIBLES:Durante el Congreso también ha tenido lugar la ponencia del científico de la Universidad de Harvard Mario Alonso Puig y del catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Carmelo Vazquez, además de la mesa redonda 'La felicidad en los medios', dirigida por la psicóloga Alejandra Vallejo-Nágera. El paleontólogo Juan Luis Arsuaga, que dirige el equipo de investigación de Atapuerca, centra en la naturaleza las claves de la felicidad: "Mi secreto para ser feliz es vivir en armonía con las demás especies. El expolio que observamos a diario contra la naturaleza le quita la estabilidad emocional". "Deberíamos pasar por este mundo y dejarlo, por lo menos, igual que como nos lo encontramos", dijo. Para eso cree que el secreto está en el conocimiento. "Es una fuente inagotable de felicidad. Sólo cuando dejamos de querer saber más es cuando estamos muertos", puntualizó. Su receta para la felicidad es muy sencilla: "La esencia del ser humano es desear cosas, podemos ser felices si deseamos cosas posibles". Por último, merece mención la aportación de Mario Alonso Puig, científico de la Universidad de Harvard, que definió la felicidad como un misterio y dejó claro que "los misterios se desvelan, no se descubren" y que, por tanto, "tenemos que ponernos en unas condiciones adecuadas para que la felicidad se desvele ante nosotros. La faceta emocional y biológica son una unidad". Para Sanllorente, "un porcentaje importante de nuestras angustias son cárceles que hemos construido nosotros mismos, y somos nosotros los que podemos encontrar la llave para salir de ellas". Finalmente, Caram, monja contemplativa del convento de las Dominicas de Manresa (Barcelona) que ha puesto en marcha una ONG para atender a los niños en la región argentina de Tucumán también ha argumentado que "el secreto de la felicidad está más en dar que en recibir". "El secreto está en amar la vida y en compartirla cada día, en vivir sin retener. La crisis es una oportunidad para valorar lo que queremos. No podemos seguir ignorando lo que le pasa al de al lado y destrozando el planeta. De esta crisis vamos a salir más humanos". El creador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, recordó la importancia de los trasplantes para el bienestar de una sociedad. "España es líder en trasplantes desde hace 20 años y eso ha generado una especie de orgullo patrio. No hay nada que genere más felicidad que regalar una vida". El músico, Carlos Jean, ha sido el encargado de clausurar este congreso, apostando por una cita de Hen Robinson: "Ama lo que haces".

25/10/12

LAS TRES DIMENSIONES DEL AMOR: Amores tóxicos y dependencias afectivas

TRES DIMENSIONES DEL AMOR:
1) EROS: AMOR EROTICO;
2) PHILIA: AMOR DE LA AMISTAD , DE LA CONSANGUINIDAD , DEL COMPAÑERISMO;
3) AGAPE: AMOR ESPIRITUAL.

1) EROS: AMOR EROTICO: 
El amor no es racional, es instantáneo y fulminante.
Es un destino muchas veces fatal. Está ligado a lo sexual       
Es un vínculo relacionado con la Idealización de la juventud y la belleza física.
El enamorado no es responsable, está como poseído.
  
2) PHILIA: (del amor loco al amor sabio)
A diferencia del Eros, la philia es el amor de la amistad. También es el amor que existe entre hermanos y familiares consanguíneos. Es el amor de la  locura transformado en gratitud, alegría, confianza, y felicidad. La felicidad de estar juntos y compartir la amistad.
Este amor no se relaciona con el sufrimiento  ni la desdicha.
  
3) AGAPÉ: (Es el amor incondicional)
AMOR ESPIRITUAL: Dualismo platónico: descalificación del amor del cuerpo a favor del amor del alma o del amor espiritual.
El deseo como ausencia.
Es el amor del que da, el amor de la compasión.
La compasión es la emoción que nos hace más humanos.
Es un amor desinteresado. De entrega. Es un amor generoso,altruísta y empático con el dolor del otro.

LOS 3 COMPONENTES DEL AMOR: (R.Sternberg)
Pasión: Deseo, atracción física
Intimidad: Deseo de conexión, de cercanía y de unión.
Compromiso: Decisión de mantener el amor.
 
SIETE FORMAS DE AMAR:
Cariño: hay cercanía, pero no pasión ni compromiso.
Encaprichamiento: Pasión sin intimidad, ni compromiso.
Amor vacío: solo subsiste por compromiso.
Amor romántico: Tiene pasión e intimidad.
Amor compañero: intimidad y compromiso.
Amor fatuo: Pasión y compromiso.
Amor consumado: Intimidad, pasión y compromiso.
 

21/10/12

Vivencias degradantes, IGNOMINIA y su relación con el INFARTO - Dr. Luis Chiozza

LA INTIMIDAD DE UN ENFERMO
El hombre de mediana edad, de aspecto desaliñado y fatigado, que detiene su automóvil en doble fila frente a un hotel “de mala muerte”, contrasta notablemente con el clima bullicioso y superficialmente divertido que ofrece Villa Carlos Paz durante el mes de enero. No encuentra alojamiento desde hace, ya, dos horas. Un número inusitado de turistas ocupa todos los lugares. Acepta, para dormir, la cuarta cama de una habitación compartida con otros tres viajantes. Debe subirse él mismo las valijas hasta el tercer piso y, para colmo, ni siquiera existe un ascensor. Allí sufre el ataque; “una tremenda puntada en el pecho”, y piensa: “hay que ocuparse de estacionar el automóvil”. Es un infarto agudo de miocardio.
Había dejado a Beatriz por su mujer, había roto con ella suponiendo que era lo correcto.
Quería (¿o debía?) consagrarse a su familia, pero de pronto se encontró nuevamente solo, agotado, desganado, sintiendo que todos sus esfuerzos habían perdido progresivamente su sentido. Ya no tenía para qué ni para quién seguir luchando.
Cuando, a los 22 años, se enamoró de Lina, vio en ella a la mujer buena y cariñosa que podría mitigar esa soledad de niño pupilo que llevaba dentro del alma. Pero los desencuentros en la convivencia y en la sexualidad, sobre todo en la sexualidad, comenzaron con el casamiento mismo.
Lina se ocupaba permanentemente de los hijos, mientras que él, Guillermo, se esforzaba por afianzar la economía. Había forjado su vida bajo el lema del “deber ser”, y dedicó su esfuerzo a construirla siguiendo “un camino recto de honestidad y nobleza”. De este modo le era posible “pasar por encima” de los celos, las desilusiones, las ofensas y el resentimiento que, lentamente, lo iban invadiendo.
Beatriz no fue un encuentro ocasional. El vínculo de camaradería que mantenían posibilitó el comienzo de una relación afectiva que fue creciendo en importancia. Cuando el padre de ella murió, y Guillermo se acercó para confortarla, se convirtieron en amantes. “Beatriz es la clase de mujer que los hombres sueñan con tener”. Se comprenden, se aman. Guillermo descubre que la sexualidad con ella colma su vida con una nueva fuerza.
Pero es inútil; no puede, por más que lo desee, enfrentar los conflictos que el progreso de su amor le suscita. Han pasado tres años y todavía no se anima a desarmar a su familia. Beatriz nada le exige, pero Guillermo piensa que no es noble quitarle la oportunidad de organizar su propio hogar. Un día se decide y se despide de ella. Nunca más la verá. En ese entonces todavía no sabía... que nunca, jamás, logrará olvidarla.
Con el tiempo... ocurrieron otras cosas. Se fue sintiendo, cada vez más, un extraño en su familia. Sus hijos abrazaron ideales distintos de los suyos, sus socios respondieron mal a su confianza. Y luego... el viaje con Lina... un intento de “luna de miel” del cual ambos regresaron peor aún.
Algo muy doloroso, casi intolerable, adquirió la fuerza de un presentimiento... tal vez se ha equivocado. Tal vez ha elegido un sacrificio que le valió de nada. Pero, “¿quién tenía la culpa?”... ¿el carácter de Lina?... ¿la docilidad de Beatriz?... ¿o su propia indeterminación?.
Se siente desmoralizado. Debe encontrar, ineludiblemente, una solución para un conflicto acerca del cual siente que no existe solución alguna. Le parece imposible enfrentar ese fracaso. Recomponer su vida se le antoja un esfuerzo para el cual no se siente capaz.
Pocos días después del viaje con Lina parte, a la madrugada, desde una ciudad del interior. Viaja muchas horas… ya es de noche, y le faltan, todavía, doscientos kilómetros. Come un sándwich en el auto y decide seguir...
Su próximo destino es Carlos Paz. Ignora (¿o ya sabe?) que lo espera un degradante hotel “de mala muerte”, la humillación de una escalera dura, y una ignominia que su conciencia no logrará admitir.
LA HISTORIA QUE OCULTA  EL INFARTO:
Podemos comprender el significado del infarto de Guillermo contemplándolo como el desenlace de una historia cuyos elementos, dispersos en distintas épocas de su vida, confluyen en una trama inconsciente hacia un punto nodal.
Mientras Guillermo forjaba su vida bajo el signo del deber y asumía la nobleza como un valor rector y respetable, sentía que se convertía en acreedor de una deuda que algún día podría exigir. El “crédito” acumulado sostenía el sentimiento de que merecía ser tratado con la “debida” consideración.
La entrega de Guillermo a la devoción del deber fue creciendo en la medida en que la postergación de las satisfacciones colmaba su ánimo de anhelos incumplidos. Aquello que en un principio correspondía a la fantasía inconsciente de aumentar su capital de méritos para una dicha futura, se convirtió, paulatinamente, en una técnica mágica, cada vez más desesperada, para forzar al destino a cumplir con su deuda.
Luego de su renuncia al amor con Beatriz, cuando le ocurre que sus socios traicionan su confianza, sus hijos abrazan ideales distintos de los suyos y el intento de “luna de miel” con Lina fracasa, comienza a presentir que su futuro no cumplirá “como es debido”. Es algo más que una injusticia, es casi una estafa del destino experimentada como traición y engaño. A veces llega hasta el extremo de sentirlo como una burla cruel.
¿Pero por qué una burla? Nos burlamos de quienes creen ser más de lo que son, o merecer más de lo que obtienen. Guillermo sospecha que no es inocente en la pretendida injusticia del destino. Piensa que tal vez se ha equivocado, porque intuye que la verdadera nobleza no consiste en un crédito exigible. Pre-siente (“se palpita”) que no dispone de un “capital ahorrado”. Si el acto noble encuentra el premio en sí mismo, sin una deuda que perdure, la satisfacción que se posterga es una definitiva privación, ya que el futuro no depara jamás satisfacciones “dobles”. Es imposible dormir dos veces, hoy, por el insomnio de ayer. Sólo puede satisfacerse el apetito actual.
Sin embargo, pre-sentir no es lo mismo que sentir. Si lo que se presiente es doloroso, sentirlo puede a veces llegar a ser insoportable. Si Guillermo hubiera podido creer completamente en la injusticia habría luchado o se habría resignado sin “tomárselo a pecho”. Si, en cambio, se hubiera sentido completamente responsable habría procurado reparar el daño cambiando su rumbo. Vivía, por el contrario, atrapado en ese dilema insoluble, y además en la doble desmoralización de haber perdido el ánimo y la “ética” que hasta entonces gobernaba su vida. Debía, por lo tanto, evitar sentir lo que “no tiene nombre”. Esta “ignominia” se completa cuando la humillación, indecorosa y “pública”, de un hotel “de mala muerte”, añade la gota de agua que colma la copa y desencadena, como factor eficaz y específico, el infarto. La estenosis coronaria, al mismo tiempo que simboliza el estrangulamiento de un afecto pre-sentido como ignominia que no debe “nacer” en la conciencia, dramatiza la ofensa “tomándose a pecho” la injuria, que “se le clava” como si fuera un puñal o una espina, porque no puede distinguir entre la responsabilidad y los sentimientos de culpa.
Guillermo se lastima en un esfuerzo “corajudo y temerario”, en el colmo de la lástima que siente hacia sí mismo, y “se le parte el corazón” que al palpitar pre-siente.

¿QUÉ PODEMOS EXTRAER DE ESTA HISTORIA?
La historia de Guillermo nos recuerda una vez más el antiguo precepto de que es necesario escuchar al enfermo, pero es también necesario reconocer que las historias que ocultan las enfermedades graves configuran dramas reprimidos cuya significación afectiva el enfermo ignora o minimiza, de manera que, por más que lo escuchemos, habrá cosas importantes que no podrá, o no sabrá, decirnos. El escuchar no siempre es suficiente para aliviar a un enfermo que ha reprimido una parte importante de su drama. Muchas veces es necesario “intervenir” a los fines de conducir a la superficie el “nudo” constituido por los afectos ocultos. Agreguemos, además, que los dramas que se esconden en las enfermedades graves no suelen ser de solución sencilla. Sin duda sucede con la psicoterapia lo mismo que con la cirugía, ya que hay intervenciones quirúrgicas menores que el médico puede realizar en su consultorio, pero hay otras que requieren el setting de un quirófano y al especialista.

La intimidad del infarto de Guillermo, más allá de las vicisitudes singulares que la constituyen como un caso “único”, revela el drama típico oculto que es común a todos los enfermos de cardiopatía isquémica.
Pero la historia constituida por los “episodios biográficos” que describimos en unas pocas frases, no fue el producto “simple” de un relato espontáneo. Fue, por el contrario, el resultado de una pesquisa idónea sustanciada mediante muchas horas de un diálogo orientado hacia la búsqueda de los acontecimientos que hubieran configurado una ignominia consciente si Guillermo no los hubiera sometido a la “sustracción de importancia” que llamamos “represión”, “forzando” la descarga sustituta que es la “respuesta” patosomática específica frente a la imposibilidad de tolerar conscientemente la ignominia.
Precisamente el hecho de que cada enfermo de cardiopatía isquémica “construya” con acontecimientos distintos el significado oculto que es típico y específico de esa enfermedad, el hecho de que cada “patobiografía” de una angina de pecho o de un infarto es un caso de ignominia “único” particular y diferente, es lo que transforma a la pesquisa en una labor que requiere más idoneidad, esfuerzo y tiempo del que ha primera vista se sospecha. Se trata, sin embargo, de una tarea que merece ser emprendida, porque promete devolver con creces el esfuerzo que su ejecución requiere.
Comprender que la enfermedad del cuerpo es la vertiente física de un drama que transcurre en el alma, y conocer los lineamientos generales del drama particular que es propio de la cardiopatía isquémica, no sólo nos ayuda en la prevención del primer infarto o de los que se producen como recidivas de la enfermedad, también nos ayuda a obtener evoluciones mejores de los infartos “en curso”. Comprender es una de las formas de experimentar simpatía, y no cabe duda de que el médico que comprende y simpatiza (aunque no pronuncie una sola palabra acerca de lo que comprende) está en mejores condiciones para proteger a su paciente en las situaciones que, tal como sucede algunas veces, por ejemplo, durante la internación en terapia intensiva, suelen intensificar la ignominia inconsciente.
BIBLIOGRAFÍA
1. Chiozza L, Aizenberg S, Califano C, Fonzi A, Grus R, Obstfeld E, Sainz J, Scapusio J. (1983b [1982]) Las cardiopatías isquémicas. Patobiografía de un enfermo de ignominia. En: Chiozza L. Enfermedades y afectos. Buenos Aires: Ed. Alianza; 2001. p. 19-48.
2. Citado en Schwarz Oswald (1932). Psicogénesis y psicoterapia de los síntomas corporales. Barcelona: Ed. Labor; 1932.
3. El texto de este apartado pertenece al trabajo “Un infarto en lugar de una ignominia”, publicado en Chiozza L. (1986a). ¿Por qué enfermamos? Buenos Aires: Ed. Alianza; 1993.

15/10/12

La Tragedia de los Andes: el accidente, la supervivencia, la increíble hazaña de Fernando Parrado y Roberto Canessa .

EL ACCIDENTE:
El 12 de octubre el avión Fairchild Hiller FH-227 perteneciente a la Fuerza Aérea Uruguaya partió del Aeropuerto Internacional de Carrasco transportando al equipo de rugby del club de ex alumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo, que se dirigía a jugar un partido contra el Old Boys de Santiago de Chile.
El mal tiempo les obligó a detenerse en el aeropuerto El Plumerillo, en la ciudad de Mendoza, Argentina, donde pasaron la noche. Al día siguiente, el frente persistía, pero debido a la premura del viaje y hechas las consultas pertinentes, se esperó sólo hasta la tarde, cuando amainaron levemente las condiciones de tormenta. El vuelo continuó por la tarde del 13 de octubre despegando a las 14:18 (hora local) con destino a Santiago de Chile.
EL ACCIDENTE:
Partió desde Mendoza y adoptó rumbo Sur, hacia Malargüe, en un trayecto que le insumiría unos 45 minutos de vuelo. Alcanzó su altitud de crucero de 15.000 pies y a las 15:08 hs. reportaron su posición a Malargüe, estimando El Planchón a las 15:21 hs. La ruta estaba cubierta por un manto nuboso compacto que impedía tomar contacto visual con cualquier referencia exterior. Tras esa comunicación el FH-227 viró hacia el noroeste directamente hacia la cordillera sobre la aerovía G17.
Puntualmente a las 15:21 toma contacto con Santiago de Chile, informa encontrarse sobre el Paso del Planchón y estimaban alcanzar Curicó un minuto más tarde.
A las 15:24 hrs nuevamente se comunican con Santiago informando que tenían a la vista Curicó y que adoptaban curso norte por lo cual se les autorizó el descenso a los 11.500 pies (3.500 metros) para iniciar el descenso gradual hasta el aeropuerto Pudahuel distante a unos 170 km (25 minutos de vuelo aproximadamente).
Sin embargo el FAU-571 se encontraba en una posición muy diferente a la reportada y al iniciar el descenso comenzó a acercarse a los principales picos montañosos de la zona sumándose a ello la existencia de turbulencia moderada a severa en dicho trayecto. Así la aeronave comenzó a perder altitud y según los testigos, el avión en un momento volaba dentro de un cañón montañoso bastante cerrado, observándose bastante proximidad de los extremos de las alas con la ladera de las montañas. Seguramente ésta visión no fue observada por los pilotos por cuanto en tales circunstancias deberían haber aplicado máxima potencia e iniciar un rápido ascenso. Todo indica entonces que la visibilidad hacia delante era nula pero al cabo de unos instantes se despejó y para sorpresa de los pilotos tenían directamente enfrente un murallón que unía dos picos. En una maniobra heroica el Comandante Ferradas le imprime máxima potencia y se intentó superar dicho obstáculo. El golpe de la nariz del avión contra el banco de nieve resultó fatal para los tripulantes de cabina. La fuerza del golpe hizo que el tren de aterrizaje delantero, todavía en su pozo, comprimiera fuertemente la cabina del avión hacia atrás, atrapando a sus ocupantes contra el panel de instrumentos. Lagurara quedó con su cabeza fuera de la ventanilla y con su pecho comprimido contra el fuselaje en el interior. Los pasajeros que quedaron dentro del fuselaje, por la inercia, fueron comprimidos en sus asientos hacia la parte frontal de éste, que se elevó hasta casi tocar el techo. Algunos de los fallecidos quedaron comprimidos entre asientos o atrapados por ellos mismos. Algunos pasajeros sufrieron traumatismo craneoencefálico (TCE), lo que provocó su muerte, mientras que otros quedaron atrapados en sus asientos sin posibilidad de zafarse.
Para el resto, el golpe fue amortiguado. Increíblemente, algunos pasajeros resultaron ilesos o con tan sólo heridas leves. Hubo otros pasajeros con heridas internas graves que fallecieron en horas posteriores.
De inmediato, Marcelo Pérez, el capitán del equipo de rugby, organizó a los ilesos para ayudar a liberar a los que seguían atrapados y a los heridos, despejando el fuselaje para prepararse para la noche.
Uno de los sobrevivientes salió por atrás del fuselaje y a tientas entre la nieve y el fuselaje se acercó al piloto agonizante.
Lagurara solicitó agua, a lo que el sobreviviente le acercó nieve a la boca. Entonces, empezó a decir: «Anota, estamos en Curicó, anota...».
 Entonces, Lagurara le pidió tomar el revólver de la cabina y que le disparara, cosa que no ocurrió. El piloto Julio Ferradas murió víctima de un Traumatismo Craneo Encefálico y el copiloto Dante Lagurara murió tras agonizar toda la noche, al amanecer del día siguiente.
SUPERVIVENCIA DE 72 DÍAS:De las 45 personas en el avión, trece murieron en el accidente o poco después (entre ellos 4 de los 5 miembros de la tripulación); otros cuatro habían fallecido a la mañana siguiente, y el octavo día, murió Susana Parrado debido a sus lesiones.
Los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a duras condiciones ambientales (-25 a -42 °C) de supervivencia en las montañas congeladas, aún en plena época de nevadas, en medio de la primavera austral.
Durante varios días las partidas de rescate intentaron localizar los restos del avión sin éxito. Incluso algunos aviones estuvieron cerca del lugar, pero muy alto para poder encontrarlos.
Muchos de los sobrevivientes habían sufrido diversas lesiones cortantes o moretones y carecían de calzado y ropa adecuada para el frío y la nieve. Se organizaron para resistir las duras condiciones imperantes.
A pesar de las condiciones y el grado de debilidad y aletargamiento, los sobrevivientes liderados por el estudiante de medicina, Roberto Canessa, quien propuso soluciones para todo, fabricó además elementos y utensilios ingeniosos tales como alambiques, guantes (con los forros de los asientos del avión, que se desprendían con facilidad), botas (con los cojines de los mismos) para evitar hundirse en la nieve al querer trasladarse, y anteojos (con el plástico tintado) para resistir el frío y el encandilamiento de la nieve.
La mayoría de los sobrevientes dormían con un par de pantalones, tres o cuatro suéteres, tres pares de calcetines, y algunos se tapaban la cabeza con una camisa para conservar el aliento. Para evitar la hipotermia, en las noches más frías, se daban masajes para reactivar la circulación e intentaban mantener la temperatura corporal en contacto entre sí.
Algunos preferían dormir descalzos para evitar golpear a alguien con sus zapatos. La búsqueda se suspendió ocho días después del accidente. En el undécimo día en la montaña los supervivientes escucharon por una radio de pilas, con consternación, que se había abandonado la búsqueda.
ALUD MORTAL LA NOCHE DEL 29 DE OCTUBRE: La noche del 29 de octubre, a 16 días ya de la caída, una nueva tragedia se cernió sobre el resto del avión y sus ocupantes.
En la noche, a eso de las 23:00 un alud se deslizó y sepultó los restos del Fairchild FH-227D, ingresando por el boquete de la parte posterior, arrasando el muro provisional y sepultando a quienes dormían en su interior, salvo a un joven, Roy Harley, quien desesperadamente comenzó a cavar en busca de los que yacían bajo la nieve. Pese a los desesperados intentos de rescate por sus compañeros, ocho personas murieron asfixiadas bajo la nieve, incluyendo al capitán del equipo Marcelo Pérez y al último pasajero de sexo femenino, Liliana Navarro de Methol.
No obstante, el enterramiento del fuselaje permitió al resto de los sobrevivientes no morir congelados más adelante. En esta nueva situación las condiciones de supervivencia se endurecieron aún más.
Apenas disponían de espacio en el interior, contando con menos de un metro hasta el techo solo en la parte delantera del fuselaje.
Se percataron suficientemente a tiempo de la carencia de oxígeno al ver que la llama de un mechero tendía a apagarse. Nando Parrado, localizó un vara con la que golpeó el techo del fuselaje hasta conseguir hacer un agujero, pero la capa de nieve por encima del fuselaje le obligó a seguir perforando hasta llegar a la superficie por donde finalmente pudo entrar el oxígeno que necesitaban. Podían sentir como en el exterior se estaba desarrollando un duro temporal del cual se protegerían en el interior del fuselaje, sin embargo carecían del alimento que almacenaban fuera del mismo. Esto les obligó a hacer uso de alguno de los cuerpos de sus compañeros fallecidos en el alud que se encontraban en el interior. Este hecho les condicionó en el modo en que posteriormente ubicarían a los cuerpos, tendiendo en cierta medida a dispersarlos pensando que así facilitarían más su disponibilidad ante situaciones inadvertidas.
A mediados de noviembre, fallecieron dos jóvenes más, (Arturo Nogueira y Rafael Echevarren), a causa de la infección de sus heridas, gangrena.
El 11 de diciembre, moriría la 29º y última víctima del accidente por la misma causa (Numa Turcatti). Los supervivientes disponían apenas de alimentos.
LA FALTA DE ALIMENTO Y EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA: A pesar de que durante los días posteriores al accidente racionaron la comida disponible, pronto se mostró insuficiente.
En el lugar donde se habían estrellado no había vegetación ni animales de los que pudieran alimentarse, el terreno era suelo desnudo de nieves perpetuas. El grupo pudo sobrevivir durante 72 días y no morir por inanición gracias a la decisión grupal de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos (práctica denominada antropofagia), quienes estaban enterrados en las afueras del fuselaje.
No fue una decisión fácil de tomar, y en un principio algunos rechazaron hacerlo, si bien pronto se demostró que era la única esperanza de sobrevivir, muchas consideraciones pasaron por el tema religioso católico. Pronto se impuso la regla (o exigencia), de no utilizar como alimento a ningún familiar cercano, ni tampoco a algún fallecido de sexo femenino, como el caso de las dos mujeres.
INTENTOS DE COMUNICARSE: En un primer momento quisieron utilizar la radio de la cabina para pedir auxilio, pero carecía de energía, pues la batería estaba en la cola que ellos habían creído divisar 2 km más arriba.
Varios de los supervivientes intentaron localizar la sección de cola que había sido arrancada a raíz del primer impacto, esperando poder recuperar las baterías que se encontraban en esa parte del avión.
Cuando por fin llegaron a la sección de cola, ubicada a la distancia que habían supuesto, vieron que las baterías resultaban excesivamente pesadas (cerca de 23 kg cada una), para trasportarlas hasta el fuselaje del avión, por lo que decidieron desmontar la radio de la cabina y llevarla hasta la cola del avión; la batería estaba en buen estado.
Además en algunas valijas hallaron chocolates y licores. A pesar de todos sus esfuerzos no lograron comunicarse con el exterior pues un cortocircuito originado debido al desconocimiento, dañó irreparablemente la radio. Junto con el hallazgo de la cola, también hallaron los cuerpos de dos pasajeros enterrados y aún unidos a sus asientos por los cinturones de seguridad.
El extremo frío de la alta montaña era el peor enemigo que debían afrontar los sobrevivientes, sin embargo, gracias a estas temperaturas se podía conservar adecuadamente la carne y se impedía por completo el desarrollo de las infecciones que podrían haber producido los microorganismos que estaban en ese momento ausentes debido a estas condiciones, aún ya habiendo comenzado el verano austral en la última etapa.
LA HEROICA TRAVESÍA DE FERNANDO PARRADO Y ROBERTO CANESSA CRUZANDO PICOS DE 5.500 metros DE LA CORDILLERA DE LOS ANDES:
Para comienzos de diciembre de 1972, el deshielo dejó al descubierto el fuselaje nuevamente y los sobrevivientes pudieron disfrutar de días soleados, bañados con los cálidos rayos del sol. Los supervivientes finalmente vieron que su única esperanza consistía en ir a buscar ayuda.
El 12 de diciembre de 1972, Nando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín parten en busca de ayuda.
Al creer en todo momento que se encontraban ya en territorio chileno, es decir, en el lado occidental de la cordillera andina, tomaron la errada decisión de caminar rumbo al poniente, teniendo que encarar el cruce del encadenamiento principal de los Andes sin medios, preparación, ni fuerzas adecuadas.
Si la marcha se hubiese efectuado hacia las pampas argentinas, el esfuerzo habría sido muy inferior, pues allí el terreno rápidamente desciende hacia el oriente, logrando arribar a los primeros criadores de cabras y ovejas en un recorrido mucho más acotado y asequible.
En particular a unos 21 kilómetros en línea recta se encuentra el Hotel Termas del Sosneado que en aquellos días albergaba víveres y se encontraba custodiado por una persona con ayuda de la cual probablemente les hubiera sido mucho más fácil encontrar la civilización. La gran altitud del cerro Sosneado y la ubicación errónea facilitada por el miembro de la tripulación moribundo en la cabina, les desorientó completamente.
El tercer día de marcha, Antonio resbala y se crea una lesión, por lo que deciden enviarlo de vuelta. También le pidieron dejar su ración de carne, ya que el trayecto sería más largo de lo calculado.
Diez días después de partir de los restos del fuselaje, y habiendo caminado unos 55 km aproximadamente, llegan a la precordillera curicana del sector de Los Maitenes. Recorren un río para vadearlo por casi día y medio y no pueden lograrlo por la crecida del deshielo. Canessa comienza a sentirse enfermo, por lo que Nando debe llevar las dos mochilas. La carne que llevaban consigo comenzó a descomponerse rápidamente debido al aumento significativo de la temperatura de la precordillera.
Al amanecer del día siguiente, ven en la otra orilla a un ARRIERO CHILENO que los observa. Nando intenta comunicarse con el pero el fragor del río no lo permite, entonces el arriero ata hojas de papel y un lápiz a una piedra y la lanza sobre el río, Nando a duras penas, por su debilidad, logra hacerle llegar el mensaje que recorrió el mundo entero:
"Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo.
Hace 10 días que estamos caminando.
Tengo un amigo herido arriba.
En el avión quedan 14 personas heridas.
Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo.
No tenemos comida. Estamos débiles.
¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?”
Al reverso, una última nota, con lápiz labial: ¿Cuándo viene?
El arriero quien resultó ser Sergio Catalán, entiende el mensaje, les lanza un poco de pan y queso y  se dirige al retén de Puente Negro a cargo de Carabineros de Chile con el capitán Courbis al mando, es el más próximo (a diez horas de marcha) y da la noticia. Luego de ello, una patrulla de Carabineros se dirige al sector y le brindan ayuda. En aquel día del 22 de diciembre, los pilotos chilenos Carlos García, Jorge Massa y Mario Ávila se preparaban para volar en un DC-6 a Punta Arenas entonces recibieron incrédulos la noticia de que habían aparecido sobrevivientes del avión uruguayo extraviado hace más de dos meses en la cordillera. Se habían realizado por parte de la FACH, hasta suspenderse la búsqueda, 66 misiones sin resultados. Carlos García, solicitó tres helicópteros Bell UH-1 e inmediatamente se trasladaron hacia el sector Los Maitenes de Curicó para organizar de inmediato el rescate. Había un gran inconveniente, se había levantado una densa niebla y eso en circunstancias normales habría frenado la tarea de rescate, pero se decidió proseguir a pesar de que la visibilidad no era mayor a 100 m. Una vez en Los Maitenes, los rescatistas interrogaron a Parrado y a Canessa. La niebla se levantó a eso de las 12:00 y Parrado sirvió de guía a los helicópteros, Parrado abordó el UH-89 con García al mando, y fue seguido por el UH-91 a cargo de Massa, con un equipo del SAR (Servicio Aéreo de Rescate). El tercer aparato quedó en reserva en el lugar que ya estaba siendo invadido por periodistas. El UH-89 y el UH-91 remontaron con gran dificultad las alturas debido a la escasez de corrientes cálidas y falta de aire suficiente para el correcto funcionamiento de los rotores.
Una vez a la vista el sitio del accidente, los pilotos chilenos comprendieron que el rescate iba a ser muy difícil debido a la pendiente del terreno, pero mientras los 14 sobrevivientes saltaban jubilosos y gritaban de alegría.
Cuando aterrizaron sobre un solo Skid para afirmarse en la nieve, los rescatistas del SAR descendieron mientras los sobrevivientes intentaban abordar los helicópteros, hubo instantes de angustia ya que el peso de los famélicos sobrevivientes excedía el peso de levante del diseño del UH-Bell, por lo que hubo que bajar a algunos llegando incluso a usarse la fuerza bruta para evitar un nuevo desastre en el lugar.
Se rescataron a siete de ellos en ambos aparatos, el resto se tuvo que quedar una noche más en compañía de los miembros del SAR. No pudieron ser transportados todos ellos debido a que el UH-Bell rescatista había llegado a su máximo peso, obligando a algunos supervivientes a pernoctar una vez más en la montaña.  Tras ser rescatados la totalidad por helicópteros son trasladados a Santiago para ser atendidos por médicos. Los rostros de los sobrevivientes muestran las penurias padecidas y un color amarillo-rosado extraño, con la piel pegada a los huesos.
Roberto Canessa describiría así el momento del impacto: -" Recuerdo un poco el impacto...Me golpeé la cabeza y además me quedó un ojo hinchado, el impacto no fue tan fuerte como debiera haber sido...el avión empezó a deslizarse y se fue frenando, así el golpe no fue tan intenso... Los supervivientes se vieron obligados a dar una conferencia de prensa para hablar del asunto. Agradecieron profundamente la comprensión de familiares de los fallecidos, quienes los apoyaron en todo momento: "Ellos (los familiares) dijeron que menos mal que había 45 para que podamos tener 16 hijos de vuelta. Nos quieren como hijos. Supongo que en su yo más íntimo cuando nos ven piensan por qué sobrevivimos nosotros y no sus hijos. Es un sentimiento humano lógico".
SEPULTURA DE LOS QUE NO VOLVIERON: 
Un mes más tarde, una expedición por tierra y aire llega al lugar del accidente. Los restos de los fallecidos fueron enterrados en un lugar situado a ochocientos metros del avión, sin riesgo de aludes. Sobre la tumba se colocó una cruz de hierro en honor de las víctimas.
Sobre ella, escrito en el metal, de un lado aún se puede leer: "El mundo a sus hermanos uruguayos", y por el otro: "Más cerca, oh Dios, de ti."
Supervivientes: 1) Pedro Algorta, 21 años al momento del rescate
Roberto Jorge Canessa Urta, 19
Alfredo Daniel "Pancho" Delgado Salaberri, 25, cumplidos en la cordillera
Daniel Fernández Strauch, 26
Roberto Fernando Jorge "Bobby" François Álvarez, 21, cumplidos en la cordillera
Roy Alex Harley Sánchez, 20
José Luis Nicolás "Coche" Inciarte Vázquez, 24
Álvaro Mangino Schmid, 19 Javier Alfredo Methol Abal, 38
Carlos Páez Rodríguez, 19, cumplidos en la cordillera
Fernando Seler "Nando" Parrado Dolgay, 23, cumplidos en la cordillera
Ramón Mario "Moncho" Sabella Barreiro, 21
Adolfo Luis "Fito" Strauch Urioste, 24
Eduardo José Strauch Urioste, 25
Antonio José "Tintin" Vizíntin Brandi, 19
Gustavo Zerbino Stajano, 19 
El recuerdo de los que no volvieron:
1) Francisco Domingo Abal Guerault, 21
Gastón Costemalle Jardi, 23
Rafael Echavarren Vázquez, 22
Coronel Julio César Ferradás Benítez, 39,
Guido José Magri Gelsi, 23 (Piloto)
Jorge Alexis Hounié Sere, 20
Teniente coronel Dante Héctor Lagurara Guiado, 41,
Felipe Horacio Maquirriain Ibarburu, 22
Graciela Obdulia Augusto Gumila de Mariani, 43
Julio Martínez Lamas, 24
Teniente Ramón Martínez Rezende, 30,
Daniel Agustín Maspons Rosso, 20
Juan Carlos Menéndez Villaseca, 22
Liliana Beatriz Navarro Petraglia de Methol, 34
Esther Horta Pérez de Nicola, 40 Francisco Nicola Brusco, 40
Gustavo Diego Nicolich Arocena, 20
Arturo Eduardo Nogueira Paullier, 21
Eugenia Dolgay Diedug de Parrado, 50
Susana Elena Alicia Parrado Dolgay, 20
Marcelo Pérez del Castillo Ferreira, 25
Enrique Platero Riet, 22
Sargento Ovidio Joaquín Ramírez Barreto, 26,
Sargento Carlos Roque González, 24,
Daniel Gonzalo Shaw Urioste, 24
Diego Storm Cornah, 20
Numa Turcatti Pesquera, 24
Carlos Alberto Valeta Vallendor, 18
Fernando Vásquez Nebel, 20
El recuerdo de los que no volvieron se centra en la obra fundada por sus madres, la "Biblioteca Nuestros Hijos" que tiene como lema: VALOR Y FE.
La Biblioteca surgió hace 39 años por iniciativa de las madres de los jóvenes que fallecieron en el accidente aéreo de Los Andes en 1972.
Estas 13 madres trabajaron en forma silenciosa y honoraria por la promoción de la lectura y la instrucción en Uruguay.
Trabajaron en nombre de sus hijos. De los jóvenes que no volvieron del accidente aéreo en la cordillera de Los Andes. El dolor por la pérdida de sus hijos las unió y su enorme generosidad las llevó a transformarlo en un motor para construir realidades positivas. Así fue como en 1973 decidieron fundar la Biblioteca Nuestros Hijos, con el objetivo de generar un espacio en el que todos tuvieran la oportunidad de acceder a la lectura.
FUNDADORAS DE LAS BIBLIOTECA NUESTROS HIJOS:
Sara Vázquez de Echavarren
María Susana Gelsi de Magri
Selva Ibarburu de Maquirriain
Nené Caubarrère de Martínez Lamas
Gladys Rosso de Maspons
Lita Petralgia de Navarro
Raquel Arocena de Nicolich
Raquel Paullier de Nogueira
Stella Ferreira de Pérez del Castillo
Hélida Riet de Platero
Bimba Cornah de Storm
Agnes Vallendor de Valeta
Ana María Nebel de Vázquez
Es una biblioteca que trabaja para promover la lectura, la formación académica y el desarrollo cultural de niños, adolescentes y adultos de Uruguay.
Cuenta con: •Club de la lectura para niños, jóvenes y adultos, quienes tienen acceso a más de 16 mil novelas en español, inglés y francés, biografías, libros infantiles, revistas especializadas y libros de arte. •Biblioteca estudiantil gratuita dirigida a escolares, liceales y universitarios.
•Becas estudiantiles anuales a adolescentes en situación de vulnerabilidad social.
La labor de la Biblioteca Nuestros Hijos se financia exclusivamente gracias a la cuota mensual que abonan nuestros socios y a las donaciones de empresas y particulares. "Para mantener vivo el recuerdo de los que no volvieron del accidente ocurrido el 13 de octubre de 1972 en la Cordillera de los Andes, sus madres fundamos esta biblioteca. Cada estudiante, cada lector, es recibido aquí, en nombre de nuestros hijos"

Cuando uno comparte el dolor, el dolor es menos dolor, y la alegría compartida es más alegría: Carlitos Paez Rodríguez

"Lo más atractivo era morir. Lo más difícil era vivir": Por JUAN MANUEL GARI
Horas después de recibir en su casa a la cadena de televisión árabe Al Jazeera y a CNN Chile, Carlitos Páez, uno de los 16 sobrevivientes de los Andes, habló con EL PAÍS digital sobre la tragedia. Es uno de los personajes que ha cobrado más relevancia pública en los cuarenta años desde que cayó el avión Fairchild y se dedica a dar charlas motivacionales, que promociona a través de su web www.carlitospaez.com.

¿Se te siguen presentando en el día a día esos recuerdos de momentos o cosas concretas?: CP: Cuarenta años después son recuerdos bastante lejanos. Cuando doy una conferencia revivo algunos momentos. Pero cuarenta años es un buen tiempo para procesar una historia. Me emociono muchas veces cuando estoy dando una conferencia, pero no tengo un recuerdo permanente sobre lo que yo viví en los Andes. Alguna situación si me hace recordarlo. De repente un momento de sol, un momento de frío. Yo el frío lo tengo vinculado con el miedo, a mí el frío me da miedo. Me deprime un poco cuando empieza el invierno. Evidentemente es un vínculo con aquella situación.

¿Son momentos fugaces o son recuerdos que te cuesta dejar para seguir con lo que estás haciendo?: CP: No, es fugaz. Pero de la misma manera que yo siempre recuerdo cuando Roy Harley en los Andes abrió su valija y sintió el olor de su casa. Porque cada casa tiene un olor particular. De la misma manera hay cosas que me hacen acordar a la cordillera.

¿Cómo han ido evolucionando con los años los recuerdos? Supongo que en los primeros días y años eran algo más intenso. CP: Las heridas se van curando y uno va procesando. Yo, porque hablo de los Andes permanentemente, porque la gente quiere saber, dos o tres veces en el día sale el tema de los Andes por alguna razón. Pero es un recuerdo bastante lejano.

¿Por qué crees que viviste una etapa en tu vida en la que te involucraste con las drogas y el alcohol? Yo supondría que tiene que ver con la experiencia de los Andes, pero, ¿vos creés que fue así?. CP: CP: Yo creo que mi etapa de alcohol y de drogas no tiene que ver directamente con la cordillera. Creo que si no hubiera vivido la cordillera igual hubiera tenido ese vínculo. Mi primer contacto con el alcohol fue a los cuatro años, mi padre coleccionaba botellitas de vermouth y de whisky chiquititas y un día con un amigo mío destapamos las botellitas y nos agarramos una borrachera brutal. Yo soy adicto de nacimiento. La cordillera me ayudó… La cordillera es una especie de pasaporte que encuentra justificaciones para cualquier cosa. Es como un pasaporte que te permite hacer cosas y que te perdonen por las cosas que vos hacés.

O sea que vos creés que tuvo que ver más con tu forma de ser que con el accidente. CP: Tiene que ver más con mi forma de ser. Lo que pudo ser la cordillera fue un acelerador, un tobogán, que me precipitó más a ese camino.

¿Cómo lo superaste?: CP: A superar todas esas historias me ayudó un grupo de Narcóticos Anónimos. Otra vez el grupo. Tanto en los Andes, como cuando dejé las drogas, aprendí que cuando uno comparte el dolor, el dolor es menos dolor, y la alegría compartida es más alegría. Eso lo aprendí en los Andes y lo ratifiqué después cuando me junté con esos grupos de ayuda, Narcóticos Anónimos y Alcohólicos Anónimos.

¿Cómo viviste el hecho de haber sido el más chico del grupo de sobrevivientes? ¿Te trataban de una forma diferente? ¿Vos sentías que tenías que hacer algo distinto?. CP: Mis cuatro amigos tenían un año y medio más que yo. Yo era más cachorro, evidentemente, me querían proteger. Pero a su vez, el hecho de ser el más joven te obliga a madurar más. A arrimarte más a los de arriba. Eso me potenció. Primero me protegieron pero después me di cuenta que yo empezaba a valer por mí mismo.

Sin embargo, vos has dicho que también "inmaduraste" en algunos sentidos. CP: Cuando te volvés famoso… Que nos volvimos famosos no por nuestros méritos sino por las circunstancias. Yo era un malcriado y un consentido desde antes, y eso te potencia el poder seguir siendo un malcriado. La cordillera es una experiencia que… El mundo entero te malcría. A dónde vas el presidente te quiere conocer. Las puertas se te abren. Yo, por ejemplo, soy un experto en no pagar ni una multa de tránsito porque les digo que estuve en la cordillera y te la perdonan. Uso la historia para esas cosas chicas. Te permite muchas cosas la historia. En ese sentido te vuelve más consentido, más niño. Pero te das cuenta que sos un tipo que podés servir para algo. Yo era un tipo que creía que no servía para nada. Te soy honesto. Yo era el malcriado, el consentido, el caprichoso. Desayuno en la cama, tenía niñera, esa era mi vida. Fijate el personaje que era yo.

Pero además de que fueras un consentido, ¿vos mismo pensabas que no servías para nada en ese momento?. CP: Yo estaba convencido que no servía para nada. Si de algo me sirvió la cordillera fue darme cuenta que podía ser un tipo útil. Cuando me tocó sacar la nieve de adentro del avión, por ejemplo. Ahí me di cuenta de que yo podía aportar algo. Hasta ese momento era totalmente un inútil.

¿Cómo fue tu cumpleaños debajo de la nieve? ¿Eras consciente de que era tu cumpleaños?. CP:
Fue bastante particular. Cumplí 19 años debajo de la nieve sepultado por una avalancha. Es una escena de la película, la de tres cumpleaños consecutivos debajo de la nieve. Fue duro, sobre todo por no estar con la familia, que era por lo que nosotros peleábamos. Yo no peleaba por Hollywood, ni por libros. Fijate que hay 18 libros escritos, tres películas, nueve documentales. Pero yo no peleaba por esas cosas. Yo peleaba por volver a casa con mi mamá, con mi papá y con mi perro. Esa era nuestra lucha.

¿Qué aportaste vos durante los 72 días? ¿Cumpliste algún rol específico?. CP: Cumplí varios roles en cuanto a trabajo. Hice un bolso de dormir, me encargaba de tapiar el avión, me tocó sacar la nieve de adentro del fuselaje. Pero creo que el rol que me caracterizó fue el rol de la buena onda. Yo le ponía mucho optimismo a la cosa. Era como el personaje de “La vida es bella” (se refiere a Roberto Benigni), que está en un campo de concentración y ve la situación casi inconscientemente con optimismo. Es más, creo que la única foto que hay de alguien sin camisa es una foto mía. Yo decía que tenía que llegar quemado a Punta del Este. Era por un lado frivola la escena, pero también era de esperanza. Una imagen de que iba a llegar a Punta del Este.

Roberto Canessa en una entrevista dice que uno de ustedes, que tenía las dos piernas rotas, les envidiaba poder caminar. Y ahí se dio cuenta que tenía que encarar la cordillera para buscar una salida. ¿En algún momento sentiste algo parecido? Comparando tu situación con la de alguno que estuviera peor. CP: Yo le rindo un homenaje permanente a (Fernando) Parrado y Canessa porque había que tener cojones para ir. Me iba a llegar el momento si no llegaban Parrado y Canessa, porque yo me había comprometido a salir. Pero no tenía ningunas ganas. Fue un acto realmente heroico.

Y vos… : CP: Yo la verdad que me desarmé. Había hecho una expedición, me puse a llorar porque no podía… Es un mérito que tienen ellos.

¿Ibas a salir después de ellos?. CP:  Sí, si pasaban unos días más. Yo había algo que tenía claro y era que no me iba a morir en el fuselaje. Me preocupó una vez que me afeité, justo un día antes de que llegaran Parrado y Canessa, porque dije, "Si me encuentran acá van a creer que me morí en el accidente. Y yo en realidad viví todo este tiempo". Por si me veían sin barba, fue por lo único que me preocupé. Yo quería que estuviera marcado que había vivido. Es más, había escrito unas cartas días después del accidente.

Te dijeron, cuando alguien se enteró que habían suspendido la búsqueda, que tenían una buena noticia para darte. ¿Una buena noticia?. CP:  Ese es el momento en que me protegían los mayores. Gustavo Nicolich, que era mi amigo, mayor que yo, de pronto entró y se dirigió a mí. Quizás porque era el más chico. Me dice, "Carlitos, tengo una buena noticia para darte". "¿Qué pasó, Coco?", le digo. "Acabo de escuchar una radio chilena y dicen que suspendieron la búsqueda nuestra y van a venir a buscar los restos en febrero cuando vengan los deshielos". Y yo le digo, "¡¿Cómo buena noticia, hijo de puta?!". Lo quería matar. Imaginate, al chico malcriado, consentido, caprichoso, le dicen como buena noticia que no lo buscan más. Entonces me agarró del cuello y me dijo, "Carlitos, ¿sabés por qué es buena noticia? Porque ahora dependemos de nosotros y no de los de afuera". Y tiene una gran razón. Ese día cambió nuestra historia. Yo escribí un libro, "Después del día diez", porque me parecía que tenía que quedar muy bien marcado el día diez. Porque fue el día que dejamos de sobrevivir y empezamos a vivir. A las empresas les encanta esta parte: es dejar de esperar que venga la ayuda del exterior para buscar la ayuda propia.

¿Asimilaste enseguida la noticia?:  No. No. Fue un golpe durísimo. Es una de las noticias que pocas personas han padecido en la vida que es la sensación de no existir más. Es horrible. Yo creo que fue un garrotazo enorme a la arrogancia. Todo el ser humano cree que cuando le pasa algo, el mundo se detiene. Y el mundo no se detiene. Mi libro se iba a llamar "Gira, gira", porque el mundo seguía girando. Eso me daba una rabia… Escuchar que en Montevideo se festejaba el día de la playa, o que se jugaba al fútbol, y uno ahí perdido. Pero fue un gran aprendizaje. Saber que la historia iba por uno, no por los de afuera.

¿Cómo se entretenían?. CP: No nos entreteníamos. Teníamos una lista larga de los restoranes de Montevideo y decíamos los platos que tenían. Era una especie de masoquismo diario. Era comer con la mente.

Con respecto a eso, el tema de la falta de oxígeno, ¿cómo les afectó la mente? Sumado a todo lo que estaban viviendo. CP: Ah, estábamos mal. Me doy cuenta ahora. En el momento no lo valorábamos, pero me tocó dar una conferencia en La Paz, a 4.200 metros de altura y en la mitad de la conferencia tuve que ir a darme cinco minutos de oxígeno porque no me venían ideas. La falta de oxígeno hace que la mente no funcione. Ningún libro habla de la altura y, sin embargo, la padecimos. De hecho, estuvimos ahí una vez con la gente de Discovery Channel y a la productora la tuvimos que bajar. Estábamos muy lentos. Nuestro razonamiento… Por ejemplo, nunca pensamos que esta historia iba a tener trascendencia. Yo pensé que íbamos a llegar a Chile e íbamos a llamar a casa por teléfono. Absurdo, pero era como pensábamos.

Lo que más resonancia tuvo fue que hubieran llegado a alimentarse con los cuerpos de quienes no sobrevivieron. ¿Alguna vez pensaste o se te pasa por la cabeza lo que fue eso? Lo digo más allá de cómo un medio de supervivencia, en su interpretación más literal. CP: Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer. No da para razonarlo mucho más. Ayudó mucho el hecho de ser católicos. Saber que hay una separación del alma y el cuerpo. Y que el cuerpo que queda es materia. De algo que me arrepiento es de haber tomado la decisión tan tarde. Si me pasara ahora, tomo la decisión mucho más rápido. Porque tampoco fue el gran tema de la historia. Fue muy publicitada por ese tema. Pero hablar de ese tema fue lo que posibilitó hablar de otros grandes temas como el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la tolerancia a la frustración. Es una historia ejemplar de trabajo en equipo. El libro nuestro es obligatorio en varias universidades norteamericanas. A mí no me contrata Cartier, o JP Morgan, o Meryll Lynch, o las grandes empresas para hablar de alimentación. Me contratan para hablar de esos temas. De la adaptación al cambio, de encontrar recursos desconocidos.

¿Pasó por tu cabeza rendirte?. CP: Lo más atractivo era morir. Lo más difícil era vivir. El gran mérito en nuestra historia fue haberle dicho siempre que sí al no. Lo permanente en nuestra historia fue siempre el no. Y nosotros le dijimos que sí. Todo el tiempo fue el no: el accidente, la noticia de que no te buscan más, la decisión de alimentarte de tus compañeros muertos, la avalancha, después de la avalancha encontrar la cola y no poder hacer funcionar la radio. Fue una lucha totalmente nuestra. No me gusta comparar historias, pero la prensa de todo el mundo se empecinó en comparar nuestra historia con la de los mineros de Chile. Algún punto en común tienen, porque las dos historias fueron en Chile, duraron 70 días, ellos aparecieron el 13 de octubre, que fue el día que nosotros nos caímos. Pero la gran diferencia fue que en el día 14 el mundo se enteró que estaban vivos. Nosotros en el día diez nos enteramos que el mundo entero nos había abandonado. Nosotros fuimos los protagonistas de la historia, ellos, pobres, no podían hacer otra cosa que esperar que los rescataran.

¿Cómo era antes del accidente la relación con tu padre?:  CP: No es fácil ser hijo de un famoso. Siempre sos el "hijo de". Es complicado. Pero después, con el tiempo y mucha terapia, sé que voy por un carril y él va por otro. Ser el hijo de Páez Vilaró te abría muchas puertas. Pero ahora entendí que soy Carlitos Páez y funciono independiente. Pero lo padecí.

O sea que pasaste de la facilidad de ser "el hijo de", a la de ser un sobreviviente de la cordillera. CP: Sí, pero después me di cuenta que el camino es algo tuyo. Cuando dejé las drogas, dejé el alcohol, empecé un camino de recuperación maravilloso, doloroso, pero me di cuenta que el camino lo tiene que hacer uno mismo.

¿Cambió en algo la relación cuando te enteraste todo lo que hizo tu padre para encontrarte? CP:
Papá, por como es él, hizo lo que tenía que hacer. Yo no le podría pedir a un abogado que tiene un estudio, o a un empleado, que se dedicara a la búsqueda. Pero papá, que siempre se movió con el arte, también vivió su propia aventura, de alguna manera. Y yo no sé si él buscaba gente viva. Yo creo que buscaba una causa. Mi madre y mi abuela, la madre de mi madre, ellas no tenían ninguna duda de que yo estaba vivo. Mi madre lo impulsó mucho a mi padre a que nos buscara. Esa es la realidad. Pasa que después la prensa… El inconsciente colectivo te dice, "Ustedes se salvaron gracias a tu padre". Y la verdad que papá, pobre, buscó, buscó, pero nunca nos encontró. A mí sí me cambió la experiencia. Al principio no, pero con el tiempo sí. Es una historia que yo referencio siempre en mi vida. No me puedo quejar porque estoy con apagón, no me puedo quejar porque pinché la rueda del auto, no puedo porque miro para atrás y la historia misma no me lo permite.

¿Te aferraste a algo en especial? CP: Me aferré mucho al rezo. Al rezo y al buen humor.

¿Qué papel jugó para vos Dios?: CP:
Dios no nos sacó de ahí. Pero sí nos dio las herramientas. Nos ayudó a saber cómo sobrevivir.

Y hoy, ¿qué relación tenés con Dios?: CP: Y… Yo tengo una diferencia con vos, y es que yo sé dónde está Dios. Tengo que volver a encontrarlo. Yo lo vi. Y Dios no es lo que te enseñan en la escuela. No es lo mismo el Dios que se aprende que el Dios que se siente. Dios estaba ahí.

¿Hoy seguís rezando?: CP: Sí, rezo. Cuando las papas queman.

¿Pero crees que es necesario vivir una experiencia como la que viviste vos para encontrar a Dios?: CP: Lo mejor sería que no… Pero, por ejemplo, durante un viaje una vez estaba con un sacerdote y me arrimé a él después de una misa y le dije: "Padre, ¿no cree que para encontrar a Dios puede ser mejor un mal copiloto que un buen sacerdote?". Por suerte se río. Los obispos que estaban atrás me querían matar. A veces Dios aparece en caminos insospechados. Hay que tener el corazón abierto.

¿En algún momento sentiste culpa por haber sobrevivido? ¿O sentiste orgullo por haberlo logrado?: CP: No, no sentí culpa ni orgullo. En algún momento pensaba sí, "se murieron los mejores". Pero con el tiempo lo procesé, y no. ¿Por qué? Yo sobreviví y ¿por qué voy a ser peor por eso?

¿Cuándo viste que lo que te pasó, contarlo, podía servirte como un medio de vida?: CP: Creo que no hubo un momento en que me diera cuenta. Se fue dando. Me lo pidieron. Y además, no se trata de que esté yo arriba diciéndole a los que me escuchan "¡Tú puedes!". Es la historia la que lo dice.

¿Y qué opinión te merece la gente que ve mal que se dediquen a lucrar, como se dice por ahí, contando lo que les pasó?: CP: Y la verdad que me parece algo bastante de mediocre. Y de uruguayo. Esa envidia… Pero lo entiendo, porque conozco al Uruguay.
Hay algunos que han tenido una vida mucho más visible, con relación a la tragedia, y otros que lo han vivido como algo más personal, más ensimismados. ¿Crees que alguno de los que suelen hablar de lo que les pasó maquillan la historia, se adjudican roles que no tuvieron en la cordillera o agregan detalles que no existieron para darle más fuerza? Que ya de por sí la tiene de sobra…
No creo que nadie invente nada. Pero te cuento una anécdota. Durante un viaje en avión me leí todo el libro de Parrado ("Milagro en los Andes") y cuando llegué al destino le escribí un mail. Le escribí: "Gracias Nando por hacerme ver que al lado mío se estaba viviendo una historia diferente a la que viví yo". Es que es así. Cada uno vivió la cordillera a su manera. Cada uno tiene su historia.

¿Ha habido roces en el grupo de los sobrevivientes por cómo cada uno cuenta la historia?: CP: Tensiones hubo y hay. Pero igual se mantiene un buen grupo. Es como te decía, cada uno vivió la historia de un modo distinto. Si viene alguien y me dice que lo que yo cuento no es como pasó, y bueno. Conseguite una empresa que te pida que cuentes la historia y contá tu versión.

¿Cómo han ido cambiando los viajes que hacen a Chile cada dos años en estos cuarenta años?: CP: Y, estamos más viejos. Yo voy con mi nieta Justina, que digo que también es una sobreviviente de los Andes. Para mí Justina es el símbolo de lo que pasó en los Andes. El viaje que hacemos es un homenaje a la vida.

13/10/12

Así como vamos las generaciones futuras no serán mucho más saludables que las actuales - Dr.Víctor Penchaszadeh

"En el imaginario social, el ADN es una molécula mágica y todopoderosa" -

El doctor Víctor Penchaszadeh, (Ex Profesor de genética y salud pública de la Universidad de Columbia)  y actual Profesor en el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza, criticó la gran cantidad de artículos periodísticos sobre ciencia que otorgan a los genes un rol decisivo en conductas humanas que tienen sobre todo raíces sociales, culturales o históricas.
A menudo se escuchan comentarios o se leen notas que argumentan que la ideología, la criminalidad o la orientación sexual –entre otros rasgos– dependen de manera decisiva de los genes, excluyendo de este modo las causas históricas y los procesos sociales, culturales y económicos, entre otros, que dan lugar a esas características.
“Se ha sacralizado al ADN como una molécula mágica, todopoderosa”, afirmó el especialista quién además es miembro del Panel de Expertos en Genética Humana de la Organización Mundial de la Salud.
¿Por qué aparecen tantas notas en los medios sobre características comportamentales y sociales como producto de los genes?
Actualmente existe una tendencia a “explicar” la diversidad humana como producto de los genes. Esto incluye los procesos de salud-enfermedad (por ejemplo, susceptibilidad a enfermedades tales como cáncer, arteriosclerosis coronaria, diabetes, obesidad y afecciones mentales) y características de la conducta (agresividad, timidez, “tendencia a correr riesgos”, orientación sexual, entre otras).
Estas explicaciones reduccionistas ocurren en terreno abonado por la “sacralización” del ADN como molécula mágica todopoderosa, cosa que se ha asentado en el imaginario social. Esta asociación es una verdad a medias, lo que indica que es una falacia, y las razones de su popularidad son muy complejas: tienen que ver principalmente con el desconocimiento de estas cuestiones por parte de la población, y también con los factores económicos que se benefician con estas pseudo-explicaciones.
¿A qué tipo de factores económicos se refiere?
1) Por un lado, la industria farmacéutica, que piensa que por la vía de la genómica podrá producir y poner en el mercado nuevos fármacos para “controlar” esas enfermedades y “conductas anómalas”. 2) Otra es la industria de las pruebas genéticas “predictivas”, que busca convertir a la población sana en “enfermos que todavía no saben que están (o estarán) enfermos”, y convertirlos en consumidores de estilos de vida y fármacos que supuestamente reducirán su riesgo de enfermarse, sin base científica alguna.
3) En tercer lugar, la industria de los seguros médicos, que imagina encontrar en las pruebas genéticas maneras de “probar” que las enfermedades de sus asegurados (y que no quieren cubrir) son “preexistentes” por su condición genética.
4) También juegan los factores de poder político-económico, para quienes resulta más atractivo atribuir problemas sociales como los de la salud mental o la criminalidad a factores biológicos “genéticos”, a pesar que está absolutamente comprobado que están causados por determinantes sociales.
5) Y por último, los grandes medios de comunicación que son funcionales a las estructuras de poder político y económico.
Todos estos factores confluyen en responsabilizar a los individuos por su salud o sus “desviaciones” de conducta, y no a los modos disfuncionales de organización social y económica.
¿Quiénes se perjudican con el determinismo genético?
Toda la población, que está siendo engañada en cuanto a las causas de sus males, ya sean cáncer, obesidad, demencia o problemas de conducta.
Se le hace creer que su salud y enfermedad son producto de su biología individual y no de un sistema social, cultural y económico muy enfermante.
Se le niega o se le aumenta las primas de seguros médicos por enfermedades “preexistentes”.
Se la transforma en consumidora de tecnologías de dudosa o ninguna validez, eficacia y seguridad para “controlar” o “prevenir” males potenciales que pueden no ocurrirles nunca.
Estos enfoques reduccionistas, además, contribuyen a acrecentar la brecha de desigualdad e inequidad al aumentar los costos de la atención médica y al promover usos fútiles (inútiles) de la misma.
¿Por qué en muchos textos se dice que el ADN da órdenes o instrucciones?
Esto es parte de las metáforas que suelen acompañar al discurso científico en todas las disciplinas. Quizá la “madre” de las metáforas, sobre la cual se asienta toda la doctrina de la ciencia moderna, sea “el mundo como máquina” introducida por Descartes, y que tantos sesgos ha causado a nuestro conocimiento de la naturaleza.
Si bien no es fácil prescindir de las metáforas en el discurso y la práctica científica, el problema ocurre cuando se confunde la metáfora con el fenómeno real de interés.
La metáfora del ADN como una molécula que da “órdenes” o “instrucciones” a células y organismos perdura a pesar de que explica poco de la realidad, dado que es funcional a una concepción mecanicista de la vida centrada en la biología individual (mal entendida, por cierto).
Esa perspectiva soslaya la inclusión de factores medioambientales y sociales, que si bien son mucho más poderosos en su influencia sobre la salud y el bienestar de las personas, no son populares entre científicos, políticos y empresarios, pues exigen cuestionar el orden social y económico imperante y hacer algo para cambiarlo.
¿Qué promesas del Proyecto Genoma Humano (PGH) se han cumplido y cuáles no?
El objetivo del PGH fue secuenciar la totalidad del genoma del ser humano, y eso se cumplió en su casi totalidad.
Las “promesas” fueron parte de las campañas de relaciones públicas destinadas a convencer a los políticos y economistas de los países industrializados para que financiaran el proyecto (centenares de millones de dólares).
Entre esas promesas, se dijo, sin evidencias que lo sustentaran, que el conocimiento del genoma era fundamental para prevenir y curar enfermedades. Y que esas curas estaban a la vuelta de la esquina. La realidad es que a más de 10 años de finalizado el PGH, la salud de la gente no ha cambiado mucho con respecto a la situación previa.
¿La situación puede cambiar en el futuro?
La investigación genómica recién comienza y es imposible hacer predicciones con respecto a su efecto potencial sobre la salud y el bienestar de las personas. Lo que no cabe duda es que, a menos que se tomen en cuenta seriamente los determinantes sociales y ambientales de salud-enfermedad, las próximas generaciones no serán mucho más saludables que la actual.

1/10/12

ICTUS, ACV o ATAQUE CEREBRO VASCULAR Y SU RELACION CON LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y EL COLESTEROL - Dr.Conrado Estol y S.E.Neurología

EL ICTUS O ACV (ATAQUE CEREBRO VASCULAR),  representa un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que entregan la sangre al cerebro. Puede tratarse de una HEMORRAGIA CEREBRAL cuando uno de estos vasos se rompe o de un INFARTO cuando una arteria se obstruye por colesterol o un trombo y no permite a la sangre circular.
Lo importante que que se PUEDE PREVENIR en una inmensa proporcion de los casos, por lo que es necesario controlar los FACTORES DE RIESGO que llevan a su producción.
Si bien los ACV aumentan en proporción con las sucesivas décadas de la vida, su prevalencia está aumentando en personas menores de 55 años por el el descuido de los factores de riesgo, especialmente TABAQUISMO, COLESTEROL o MAL MANEJO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL, OBESIDAD O SEDENTARISMO.
Más de la mitad de los ACV son provocados por la hipertensión y en Argentina se registran entre 130.000 y 140.000 casos al año y un tercio son fatales. Según datos de la Asociación Cerebrovascular Argentina, cada año, entre 130.000 y 140.000 argentinos sufren un "stroke", también llamado ataque o accidente cerebrovascular (ACV). Esto equivale a un ataque cada cuatro minutos.
Y, hay que decirlo, un tercio de estas personas muere. Además, el ACV es la principal causa de discapacidad en el mundo y la segunda causa de muerte.

HIPERTENSION ARTERIAL: Es la causa de más de la mitad de los ataques por el daño arterial progresivo que lleva a la oclusión (infarto) o ruptura (hemorragia) de una arteria.
En Argentina, el 34% de la gente tiene hipertensión arterial y su principal complicación es justamente el ACV.
¿Cómo se puede evitar sufrir de hipertensión?:
"La mejor manera de evitarla es sabiendo que uno la tiene. El 50% de las personas con hipetensión ignora su enfermedad, con lo cual, también ignora que está expuesto a un derrame cerebral", así lo explica el Dr.Guillermo Fábregues, de la Sociedad Argentina de Cardiología, lamentablemente menos de un 25% de los hipertensos está controlado.  "El tratamiento es de por vida. Esto es importante, porque otro problema es que la gente abandona la medicación.

UNA COSA ES TENER HIPERTENSIÓN NO CONTROLADA Y OTRA MUY DISTINTA ES NO TRATARLA CORRECTAMENTE.
Una persona controlada, aunque sea hipertensa, tiene un riesgo muy bajo de sufrir un ataque cerebrovascular".
El resto de los ACV están vinculados con el colesterol, el cigarrillo, y la edad, en general se da en los hombres mayores de 55 años y en las mujeres de más de 65.
En la actualidad en la práctica diaria se ven más casos de ACV en personas de 50 años, cuando hace una década la mayoría de los pacientes eran mayores de 70. Esto se debe a que hay nuevos factores de riesgo, como el consumo de drogas, sobre todo cocaína y otras sustancias pesadas que provocan artritis, inflamación de las arterias". Además hay que sumarle los malos hábitos de aliementación.
"En cuanto a la comida, se come cada vez peor, y no por carencia de alimentos sino por exceso de ellos. En países que han mejorado su nivel de ingreso económico, la bonanza económica se acompaña de abundancia alimentaria, y tanto una como otra situación, no van de la mano de la buena salud ni de la longevidad.
En el mundo, hay 15 millones de casos de ACV por año, y 5,7 millones terminan con la muerte de los pacientes pero algo tan grave como esta altísima mortalidad es la discapacidad que produce, de tal manera que el ACV es la primera causa de discapacidad en el planeta, incluidos los discapacitados por accidentes.
"La hipertensión explica el 54% de los casos de ACV y el 47% de los infartos de miocardio.
En los países de bajos ingresos o en desarrollo, como es el caso de los países latinoamericanos, la enfermedad ocurre UNA DECADA ANTES  que en los países de altos ingresos: el ACV que se registra a los 60 años en Canadá ocurre a los 50 en Perú o en la Argentina.
Si bien la cantidad de personas afectadas aquí es menor que en los países desarrollados, la mortalidad es más alta porque la medicina es peor y porque se controlan menos los factores de riesgo.
La difusión está atrasada 20 años respecto de la enfermedad coronaria. Hace dos décadas era prácticamente desconocido el término stroke, enfermedad o evento cerebrovascular.
El Dr.Conrado Estol aclara que no le gusta hablar de "accidente" porque en el accidente está implícito que es inevitable, cuando estos eventos pueden reducirse con actitudes más saludables.
Un estudio realizado en los Estados Unidos en 2008 demostró que el 58% de quienes sufrían un ataque no pensaban que fuera eso lo que les estaba sucediendo.

CLAVES PARA LA PREVENCIÓN: Más ejercicio y menos sal , las claves de la prevención
Los médicos recomiendan comer mejor y llevar una vida saludable.
Los especialistas prefieren no hablar de ACCIDENTE cardiovascular sino de ataque. Y eso es así porque justamente el accidente no se puede evitar, y el ataque sí.
Es decir, existe la prevención incluso para estos casos. Una de las mejores maneras de prevenir un ACV es controlar la hipertensión, ya que las complicaciones de la hipertensión pueden ser mortales. Una enorme proporción de pacientes no tienen diagnóstico a pesar de tener hipertensión. Además, tan grave como esto es que la gran mayoría de pacientes diagnosticados y tratados no están controlados. "Acabamos de terminar un trabajo en nuestro centro neurológico donde evaluamos la presión en 1500 pacientes.
De los 508 que tenían diagnóstico previo de hipertensión, sólo el 15% la tenían dentro del rango normal (130/80 mm de mercurio).
De los 955 "supuestamente" no hipertensos, 577 sí lo eran y no tenían diagnóstico. Esto es especialmente sorprendente al pensar que estos eran pacientes evaluados por epilepsia, memoria, migraña.

La pérdida de memoria es una de las causas más frecuentes de consulta en neurología y algo importante a, dolor de espalda y otros diagnósticos neurológicos pero no específicamente por tema vascular...".
ESTILO DE VIDA SALUDABLES ES FUNDAMENTAL.
EJERCICIO: "Por cada 300 personas que hacen ejercicio semanal durante un año, se previene una muerte vascular". Este valor sugiere alta efectividad del ejercicio.
ALIMENTACIÓN: Con respecto a la comida, no sólo se debe evitar la sal sino que se debe evitar el sobrepeso. La sugerencia: "quedarse con un poco de hambre".
DIETA: Sobre la dieta, se sugiere comer "colores" (verduras y frutas). Evitar grasas (cremas, leche entera, postres) y comer pescados y aceite de oliva con poca carne", dice Estol.
"La Organización mundial de la salud ha calculado que con sólo aplicar los datos de tratamiento que conocemos hoy, se podría disminuir en un 80% la mortalidad cardiovascular...".

CUANDO EL ACV NO MATA ES LA PRINCIPAL CAUSA DE PERDIDA DE MEMORIA:
Es importante saber que TODOS PERDEMOS UN POCO LA MEMORIA CON LOS AÑOS, igual que a los 50 o 60 años sin tener ninguna enfermedad, corremos menos que cuando tenemos 30 años. Entonces es normal que perdamos algo de memoria, algo de fluídez en el lenguaje, un poco en la capacidad de concentración simplemente porque uno cumple 50 o 60 o 70 años. Ahora esto es muy distinto que cuando una persona por ahí consulta más preocupada por haber cometido algunos olvidos o errores o cosas que le llaman la atención en la vida diaria, pero cuidado esto también puede ser muy común y no implica necesariamente enfermedades muy graves, porque puede corresponder a lo que conocemos como alteración cognitiva mínima. Esto podría corresponder a un !me olvidé de las llaves y nos las encuentro! o llegué a un cuarto y me pregunto: ¿para qué vine acá?, en general puede ser procesos estables que durante años pueden permanecer con el mismo tipo de compromiso, ahora la diferencia y lo que a todos preocupan es la alteración que todos hemos visto en personas mayores que sí tienen que ver con una alteración en el funcionamiento de la vida diaria. Las formas más benignas las nota la persona y la familia también las puede notar. En general cuando la enfermedad es más severa, por ejemplo en la Enf. De Alzheimer la enfermedad se caracteriza porque al principio la persona puede darse cuenta que ha perdido algo de memoria pero después ya no es consciente o no es plenamente consciente de lo que le está pasando y de hecho muchas veces el paciente quiere seguir manejando, argumentando que "nunca ha tenido un accidente" o quiere seguir yendo a su trabajo usual, y es claro y obvio tanto para la familia como para el neurólogo que la persona ya no puede hacer ese tipo de actividades.
Algunas personas pueden decir alteración cognitiva porque no solo es la memoria lo que se afecta, (lo que más se nota es la memoria), pero hay otras funciones como el lenguaje, la orientación, lo que se conoce como las funciones ejecutivas que (que es la capacidad de hacer cosas), están afectadas. ya sea la persona que lo nota o la familia que lo nota, hay que consultar porque el neurólogo con estudios especializados que miden objetivamente las funciones cognitivas (la memoria entre ellas) puede decir exactamente si hay un problema o si no lo hay y que grado de problema puede haber.