30/9/16

Un poderoso derrame de iluminación: Dra. Jill Bolte Taylor

Tres grandes males de la sociedad actual: La competitividad sin ética, la envidia y la lucha por el poder - Dres. Valentín Fuster y Joaquín Fuster

Periodista: Asústenme sobre algún hábito muy extendido que, sin que lo advirtamos, está ya resultando nocivo para nuestra salud. ¿Hay algún mal ‘tapado’?
Dr.Joaquin Fuster: Pues vaya susto voy a darle: ¡leer demasiado la prensa diaria y mirar demasiada tele! Ambas venden malas noticias y se callan las buenas; además, te quitan tiempo para hacer cosas más útiles, como son la ciencia, el deporte, el arte y la filantropía. 
Claro que hay que estar al tanto de lo que pasa por el mundo, pero has de elegir cuidadosamente tu periódico. 
Queremos información fiable y opinión equilibrada. Lo demás noticias sensacionalistas que solo nos llevan a vivir en modalidad supervivencia con la descarga automática de las homronas del estrés que terminan siendo muy nocivas para el organismo. Curiosamente, cuando algo va mejor en este mundo, tenemos que adivinarlo, porque el periódico y la televisió hablan menos de ello, ya que lamentablemente el Bien no tiene marketing ni genera rating en los medios de comunicación.
Valentín Fuster: Sí, en nuestra sociedad abundan, además, el estrés, la ansiedad y la soledad, y la mala alimentación, el tabaquismo y la vida sedentaria nos empujan a la enfermedad cardiaca. 
Periodista:  ¿Hay más depresión, ansiedad, estrés y complicaciones cardiovasculares en países desarrollados que en naciones del Tercer Mundo?. ¿La falta de necesidad genera más ansiedad y angustia que la falta de satisfacción?
Joaquín Fuster: Muchas ‘necesidades’ y ‘satisfacciones’ las inventa la sociedad, y los medios se encargan de difundirlas. Factores contribuyentes no faltan: envidia, percepción de injusticia, afán de posesiones más o menos superfluas, y siempre el dinero, dinero y más dinero. 
Hay muy pocos millonarios verdaderamente felices (y muchos miserables idílicamente felices en sociedades primitivas, sobre todo rurales). 
En última instancia está la quimera, repetidamente defraudada, de que el Gobierno nos resolverá los problemas y nos igualará a todos. De todo esto salen el estrés, la depresión, la ansiedad y las arterias enfermas del país desarrollado. Con menos medios, otros son más felices y tienen las arterias más lisas. Mucho de eso lo trajo la revolución industrial y, con ella, el consumismo del que habla mi hermano.
Valentín Fuster: Yo creo que no se puede hacer claramente la distinción a las que usted se refiere; tampoco generalizar. 
Vivimos en un mundo muy complejo. Los seres humanos son esencialmente idénticos en todas partes. Las grandes lacras de la sociedad –ahora y antes, en un país y en el otro– son la lucha por el poder, la competitividad y la envidia. 
Viviríamos en una sociedad más sana y feliz si nos percatásemos de que vivimos cuatro días y que vale la pena colaborar con nuestros compañeros de vida y asumir un compromiso social. 
Es importante que la sociedad tienda hacia un modelo más igualitario y que las personas con poder se integren en un equipo y escuchen a los demás. 
Curiosamente, la estrategia de investigación biológica dirigida a defender y promover la salud avanza mucho más rápidamente que la estrategia para establecer la paz entre los humanos.

J.F. Justamente, y ese modelo igualitario del que hablas no puede dictarlo ningún gobierno, sino que tiene que venir de abajo, con educación ciudadana, tolerancia y auténtica humildad, aprendiendo de nuestros errores. 

Todas las crisis económicas tienen algo de positivo en este sentido. Me atrevo a predecir que la presente llevará al resurgimiento de dos virtudes sociales que hoy escasean en el mundo civilizado, donde la codicia abunda: el ahorro y la generosidad. Ambas vienen de abajo, del hogar, de la familia y de la buena escuela.

Tres grandes males de la sociedad actual: La competitividad sin ética, la envidia y la lucha por el poder - Dres. Valentín Fuster y Joaquín Fuster

Periodista: Asústenme sobre algún hábito muy extendido que, sin que lo advirtamos, está ya resultando nocivo para nuestra salud. ¿Hay algún mal ‘tapado’?
Dr.Joaquin Fuster: Pues vaya susto voy a darle: ¡leer demasiado la prensa diaria y mirar demasiada tele! Ambas venden malas noticias y se callan las buenas; además, te quitan tiempo para hacer cosas más útiles, como son la ciencia, el deporte, el arte y la filantropía. 
Claro que hay que estar al tanto de lo que pasa por el mundo, pero has de elegir cuidadosamente tu periódico. 
Queremos información fiable y opinión equilibrada. Lo demás noticias sensacionalistas que solo nos llevan a vivir en modalidad supervivencia con la descarga automática de las homronas del estrés que terminan siendo muy nocivas para el organismo. Curiosamente, cuando algo va mejor en este mundo, tenemos que adivinarlo, porque el periódico y la televisió hablan menos de ello, ya que lamentablemente el Bien no tiene marketing ni genera rating en los medios de comunicación.
Valentín Fuster: Sí, en nuestra sociedad abundan, además, el estrés, la ansiedad y la soledad, y la mala alimentación, el tabaquismo y la vida sedentaria nos empujan a la enfermedad cardiaca. 
Periodista:  ¿Hay más depresión, ansiedad, estrés y complicaciones cardiovasculares en países desarrollados que en naciones del Tercer Mundo?. ¿La falta de necesidad genera más ansiedad y angustia que la falta de satisfacción?
Joaquín Fuster: Muchas ‘necesidades’ y ‘satisfacciones’ las inventa la sociedad, y los medios se encargan de difundirlas. Factores contribuyentes no faltan: envidia, percepción de injusticia, afán de posesiones más o menos superfluas, y siempre el dinero, dinero y más dinero. 
Hay muy pocos millonarios verdaderamente felices (y muchos miserables idílicamente felices en sociedades primitivas, sobre todo rurales). 
En última instancia está la quimera, repetidamente defraudada, de que el Gobierno nos resolverá los problemas y nos igualará a todos. De todo esto salen el estrés, la depresión, la ansiedad y las arterias enfermas del país desarrollado. Con menos medios, otros son más felices y tienen las arterias más lisas. Mucho de eso lo trajo la revolución industrial y, con ella, el consumismo del que habla mi hermano.
Valentín Fuster: Yo creo que no se puede hacer claramente la distinción a las que usted se refiere; tampoco generalizar. 
Vivimos en un mundo muy complejo. Los seres humanos son esencialmente idénticos en todas partes. Las grandes lacras de la sociedad –ahora y antes, en un país y en el otro– son la lucha por el poder, la competitividad y la envidia. 
Viviríamos en una sociedad más sana y feliz si nos percatásemos de que vivimos cuatro días y que vale la pena colaborar con nuestros compañeros de vida y asumir un compromiso social. 
Es importante que la sociedad tienda hacia un modelo más igualitario y que las personas con poder se integren en un equipo y escuchen a los demás. 
Curiosamente, la estrategia de investigación biológica dirigida a defender y promover la salud avanza mucho más rápidamente que la estrategia para establecer la paz entre los humanos.

J.F. Justamente, y ese modelo igualitario del que hablas no puede dictarlo ningún gobierno, sino que tiene que venir de abajo, con educación ciudadana, tolerancia y auténtica humildad, aprendiendo de nuestros errores. 

Todas las crisis económicas tienen algo de positivo en este sentido. Me atrevo a predecir que la presente llevará al resurgimiento de dos virtudes sociales que hoy escasean en el mundo civilizado, donde la codicia abunda: el ahorro y la generosidad. Ambas vienen de abajo, del hogar, de la familia y de la buena escuela.

No confundamos placer con felicidad: El hedonismo moderno es incompatible con la felicidad y el auténtico amor - Dr.Joaquín Fuster y Dr.Valentin Fuster

Periodista:. Las situaciones apremiantes de trabajo y las nuevas tecnologías nos llevan a vivir cada vez más aislados. Se tienen mil ‘contactos’, pero acaso menos ‘comunicación’. ¿Cómo reaccionar ante estos nuevos hábitos?.
Joaquín Fuster: Con educación, prudencia y sentido común. Vivimos tiempos interesantes y hay que sacarles jugo, sobre todo cuando el innegable progreso que hacemos nos sirve para ayudar de algún modo al prójimo. Aproveche ese progreso, siga su corriente sin hundirse en él. 
Deje la revolución de las masas para eso: "las masas". Y no se preocupe si le llaman "elitista", cada uno da lo que lleva en la mochila. Quién lleva una mochila cargada de odio, de ignorancia, de resentimiento, envidia, de rabia, de violencia o agresividad, encontrará a cada momento a quién darle su merecido con lo que carga en ella. No es sano para el cuerpo, ni para la mente, ni para el alma, ni para quienes nos rodean, ni para la sociedad, vivir en la violencia, en la hostilidad, en el odio, ni en la crítica destructiva e inconducente. 
Valentín Fuster: Yo creo que es importante potenciar las cuatro T: 
1) TIEMPO para reflexionar; 
2) TALENTO: (no utilizar nuestro talento nos lleva a la neurosis y a la frustración);
3) TRANSMITIR POSITIVIDAD: (conceptos, sentimientos, proyectos e ideas a los demás), el que da siempre recibe. 
4) TUTORIA:  Significa en las etapas más jóvenes de la vida, tener alguna persona que sea un referente, y significa durante toda la vida, estar motivado por aprender algo nuevo.  También involucrarse, ayudando y escuchando a las generaciones nuevas, ya que ellas son el futuro.  
ES IMPORTANTE EVITAR EL SOBREPESO FISICO, PERO TAMBIÉN HAY QUE EVITAR EL SOBREPESO MENTAL: 
Es importante incluir frutas y verduras en nuestra alimentación, sí, pero también respetar una dieta de felicidad para cuidar el alma: ser uno mismo, tener tiempo para uno mismo y para los demás, controlar nuestras vidas. Evitar el sobrepeso físico, pero también el mental.
Revista XL. La persona cardiovascular y cerebralmente saludable no fuma, bebe con moderación, practica deportes, habla idiomas, lleva una dieta equilibrada e hipocalórica, respeta unos horarios, evita situaciones de estrés y ansiedad... ¿Qué porcentaje aproximado de la humanidad puede vivir en estas condiciones?
J.F. Quizá, cero. Una cosa son los cánones y la otra, los fieles.
V.F. El perfeccionismo nos ata. No podemos convertirnos en prisioneros de la perfección. Si respetamos un plan de salud al 75 por ciento, podemos sentirnos satisfechos. Yo también me como una hamburguesa de vez en cuando.
Revista XL. Y así como existen los alimentos cardiosaludables, ¿hay pensamientos, ideas o hábitos neurosaludables?
V.F. Pensamientos positivos, creativos y solidarios. Y llevarlos a la práctica, sí.
Revista XL. Un corazón y un cerebro sanos, unos hábitos saludables, ¿acaban generando biológicamente felicidad?
J.F. Eso, eso. Probablemente generan cierta ‘felicidad’ por secreción de ciertos neurotransmisores. Pero más sana y genuina es la felicidad de hacer lo que está en nuestro poder para la felicidad de los demás. 
Esto último es, en buena parte, lo que le permitió a nuestra buena madre vivir felizmente 101 años. Y, además, en nuestra profesión es necesario cultivar una autocrítica implacable, huyendo de la adulación como del diablo. 
Por favor, no confunda el placer con la felicidad. El hedonismo moderno es antitético a la felicidad auténtica, como lo es al amor auténtico.
Valentín Fuster: La felicidad es dar, más que recibir. Tan simple como eso. Todas las demás felicidades son típicas de anuncios de televisión y promesas sintéticas. Ahora, el optimismo y la sensación de controlar nuestra vida tienen un impacto muy positivo en nuestra salud. También física, ya que por lo general la persona que tiene la sensación de control come mejor, encuentra tiempo para practicar ejercicio, se relaciona con los demás y tiene una autoestima más alta.