COMO COMIENZA LA BUENA SALUD: COMO DICE MI ABUELO...
Estoy contento, dicen que para algunas personas es una etapa llena de problemas de salud, el paso de la infancia a la adolescencia.
En mi caso no. Claro que he sentido que voy dejando de ser niño poco a poco y que esto cambia muchas cosas. O mejor dicho, no son las cosas las que cambian sino uno, la mirada de uno hacia las cosas. Porque aunque uno es la misma persona al mismo tiempo no lo es. Creo que así es todo en la vida. Yo he tenido la experiencia de juguetear con animalitos, que son todos loquitos y alborotados y cuando crecen un poquito empiezan a volverse como más serios, toman otros gustos. Asimismo es uno. Los cachorros se vuelven animales hechos y derechos. La semilla recién germinada un día llega a árbol y hasta los ríos nacen chiquititos y crecen y cambian de comportamiento.
Confieso, antes de continuar, que les estoy hablando a mi manera de temas que he aprendido con el abuelo Jacobo quién me convenció con mucho cariño de que ser niño es lo más bello y nunca se olvida porque es el tiempo que uno tiene para aprender a vivir, para descubrir las cosas bellas y, aprender a quererlas y defenderlas, sobre todo, dice él, la alegría y la sencillez, la gratitud y la compasión.
Bueno aunque algunos cambios físicos me han asustado y sorprendido un poco, siempre he tenido quien me explique; no solo el abuelo, también papá y mamá, aunque el abuelito es más suelto, se encascara menos. En este momento no sé que vaya a ser cuando mayor porque me gustan muchas cosas pero seguiré el consejo del abuelo de no llegar a hacer lo que no pueda hacer con alegría..
¿Que si es que nunca me he enfermado?. Sí me he enfermado, hasta he caído en cama pero yo digo que tengo buena salud porque aunque en esos casos uno se aburre o sufre un poco siempre he podido volver a estar contento y con buena disposición para la vida. Así como dice mi abuelo yo también digo que la buena salud está en el corazón, en la capacidad de sentirse bien con todo y que la tristeza y la soledad son las enfermedades madres de todas las demás. Yo conozco la tristeza y también la soledad pero en este momento de mi vida tan importante no me siento triste ni solo. Siento mucha alegría, muchas ganas de vivir, muchas ganas de aprender, siento por eso que tengo buena salud.
En mi caso no. Claro que he sentido que voy dejando de ser niño poco a poco y que esto cambia muchas cosas. O mejor dicho, no son las cosas las que cambian sino uno, la mirada de uno hacia las cosas. Porque aunque uno es la misma persona al mismo tiempo no lo es. Creo que así es todo en la vida. Yo he tenido la experiencia de juguetear con animalitos, que son todos loquitos y alborotados y cuando crecen un poquito empiezan a volverse como más serios, toman otros gustos. Asimismo es uno. Los cachorros se vuelven animales hechos y derechos. La semilla recién germinada un día llega a árbol y hasta los ríos nacen chiquititos y crecen y cambian de comportamiento.
Confieso, antes de continuar, que les estoy hablando a mi manera de temas que he aprendido con el abuelo Jacobo quién me convenció con mucho cariño de que ser niño es lo más bello y nunca se olvida porque es el tiempo que uno tiene para aprender a vivir, para descubrir las cosas bellas y, aprender a quererlas y defenderlas, sobre todo, dice él, la alegría y la sencillez, la gratitud y la compasión.
Bueno aunque algunos cambios físicos me han asustado y sorprendido un poco, siempre he tenido quien me explique; no solo el abuelo, también papá y mamá, aunque el abuelito es más suelto, se encascara menos. En este momento no sé que vaya a ser cuando mayor porque me gustan muchas cosas pero seguiré el consejo del abuelo de no llegar a hacer lo que no pueda hacer con alegría..
¿Que si es que nunca me he enfermado?. Sí me he enfermado, hasta he caído en cama pero yo digo que tengo buena salud porque aunque en esos casos uno se aburre o sufre un poco siempre he podido volver a estar contento y con buena disposición para la vida. Así como dice mi abuelo yo también digo que la buena salud está en el corazón, en la capacidad de sentirse bien con todo y que la tristeza y la soledad son las enfermedades madres de todas las demás. Yo conozco la tristeza y también la soledad pero en este momento de mi vida tan importante no me siento triste ni solo. Siento mucha alegría, muchas ganas de vivir, muchas ganas de aprender, siento por eso que tengo buena salud.
Alejandro, 12 AÑOS Manual metodológico publicado por la Organización Panamericana de la Salud. Titulo: DICEN QUE ESTOY EN LA MITAD DEL CAMINO: Educación EN SALUD CON EL ADOLESCENTE
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