Caminos a la felicidad: Se habla mucho de la depresión y del estrés que provoca la vida moderna ¿Es cierto que en nuestra sociedad la gente está cada vez menos feliz?
Martin Seligman: Bueno, es distinto hablar de la felicidad y de la depresión. Tenemos estudios muy rigurosos desde hace sesenta años sobre el nivel de felicidad en los Estados Unidos y en algunos otros países, y lo que indican es que este nivel no ha variado en absoluto. Lo cual es sorprendente, dado que todos los indicadores económicos se han disparado en el mismo período.
EL DINERO LUEGO DE CIERTO NIVEL MINIMO, NO DA MAYOR FELICIDAD: Está muy comprobado que el dinero, a partir de un cierto nivel mínimo, no da la felicidad. Pero además en todos los países desarrollados se dan diez veces más casos de depresión hoy que en los años cincuenta, y han aumentado en menor medida otras patologías como la ansiedad.
¿Qué explicación le da a esto?
Martin Seligman: Nadie lo sabe a ciencia cierta, aunque yo tengo mi hipótesis. Creo que influyen varios factores. Uno es que la gente tiende a tomar atajos para conseguir el placer: esos atajos pueden ser las drogas, puede ser el sexo sin amor, puede ser la televisión, o las compras. Y no soy tan moralista como para sugerir que la gente no haga estas cosas, pero si alguien basa su vida exclusivamente en atajos y descuida los otros aspectos de su vida, como el desarrollo personal o el sentido que da a la vida, acabará sacrificando su felicidad a largo plazo. El problema es que cuando más rica sea una sociedad, más atajos existen. Otro es el tamaño relativo de la dimensión del yo frente a la dimensión del grupo.
Cada vez pesa más el individuo y menos las colectividades.
La familia cada vez es más pequeña, se desvanecen las ataduras a la nación, a la comunidad, al grupo religioso. Éstas eran las instituciones tradicionales nos apoyaban en los momentos difíciles, que a lo largo de la historia han sido las medidas antidepresivas más eficaces, y están desapareciendo
Y por otro lado las ciencias sociales nos han enseñado que somos víctimas de nuestro entorno, que lo importante no es el individuo quien está en control sino los factores externos que nos limitan y nos manipulan. Esto es una formula perfecta para la depresión.
¿Cuál, entonces, es su receta para la felicidad?
En realidad tengo tres, que se aplican a tres niveles que llamo la vida placentera, la vida buena y la vida con sentido.
1) VIDA PLACENTERA:Para la primera la receta es llenar la vida de todos los placeres posibles, y aprender una serie de métodos para saborearlos y disfrutarlos mejor. Por ejemplo compartirlos con los demás, aprender a describir y recordarlos, y también utilizar técnicas como la meditación para ser más conscientes de los placeres. Pero este es el nivel más superficial.
2) LA BUENA VIDA: el segundo nivel, el de la buena vida, se refiere a lo que Aristóteles llamaba eudaimonia, que ahora llamamos el estado de flujo. Para conseguir esto la formula es conocer las propias virtudes y talentos y reconstruir la vida para ponerlos en práctica lo más posible. Con esto se consigue no una sonrisa sino la sensación de que el tiempo se para, de total absorción en lo que uno hace. La buena vida no es esa vida pesada de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con la música vital.
1) VIDA PLACENTERA:Para la primera la receta es llenar la vida de todos los placeres posibles, y aprender una serie de métodos para saborearlos y disfrutarlos mejor. Por ejemplo compartirlos con los demás, aprender a describir y recordarlos, y también utilizar técnicas como la meditación para ser más conscientes de los placeres. Pero este es el nivel más superficial.
2) LA BUENA VIDA: el segundo nivel, el de la buena vida, se refiere a lo que Aristóteles llamaba eudaimonia, que ahora llamamos el estado de flujo. Para conseguir esto la formula es conocer las propias virtudes y talentos y reconstruir la vida para ponerlos en práctica lo más posible. Con esto se consigue no una sonrisa sino la sensación de que el tiempo se para, de total absorción en lo que uno hace. La buena vida no es esa vida pesada de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con la música vital.
3) LA VIDA CON SENTIDO: El tercer nivel consiste en poner tus virtudes y talentos al servicio de alguna causa que sientas como más grande que ti. De esta manera dotas de sentido a toda tu vida.
Leer: El camino a la felicidad no permite tomar "atajos"
muy bonita la pintura
ResponderEliminarExcelente el artículo, sobretodo la receta que da para la felicidad,
ResponderEliminarhay mucho que desmenuzar en esas palabras para poder vivirlas a plenitud
=D