CULTURA DE LA OPULENCIA:
Quienes estamos alineados a la promoción de hábitos saludables y realizamos tareas en la comunidad en pro de la prevención de la principales enfermedades cardiovasculares que se han vuelto muy prevalentes, sabemos que las causas de estas nuevas epidemias sociales del siglo XXI son multifactoriales por lo que los abordajes terapeúticos deberán ser multidimensionales.
La vía principal para ser más exitosos en la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial, la diabetes II, las dislipemias, la enfermedad coronaria en etapas tempranas de la vida (menores de 55 años para el hombre y menores de 65 años para la mujer), la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo pasará un abordaje multidimensional que contemple los multiples factores que llevan a que estas situaciones estén fuera de control.
En lo referente al control de la obesidad (principal causa del aumento de las otras enfermedades), debemos comenzar por estrategias que contemplen:
1) Programas de educación nutricional, especialmente desde la infancia.
2) Conocimientos prácticos sobre la fisiología humana del hambre y de la saciedad.
3) Un aprendizaje en la gestión de nuestras emociones, aprendiendo a elegir aquellas que nos generan nos generan estados de bienestar y eliminando las que nos generan estados de malestar.
4) Programas de accesibilidad a alimentos cardiosaludables.
CULTURA DE LA OPULENCIA: Con respecto a la educación nutricional, varios factores conspiran contra la adopción y el mantenimiento de hábitos saludables de alimentación (sociales, culturales, de disponibilidad, de accesibilidad, económicos, etc).
La cultura de la opulencia y la tendencia a la exageración en las porciones que pretendemos hace que en los restaurants nos ofrezcan el doble de lo que necesitamos para una colación, y quién no lo hace, corre riesgo de que le reclamen una porción mayor.
Por lo que no solamente hay que hablar con la industria de la comida rápida, sino también educar a la población sobre aspectos tan importantes el conocer la diferencia entre "el hambre" y "las ganas de comer".
En nuestro actual estamos muy influenciados por la llamada "cultura de la opulencia", una cultura que invadiendo todos los órdenes de la vida humana, no excluye a la alimentación, por lo que en general se está expuesto no solamente a comer mal y a comer en exceso, sino a algo aún mucho peor que es "hacer ostentación de ello".
ACCESIBILIDAD A ALIMENTOS CARDIO-SALUDABLES:
Otro problema que es necesario solucionar, sería la accesibilidad y la disponibilidad a precios razonables, de la alimentación cardiosaludable, ya que no siempre una persona que quisiera comer sano, tiene a su disposición en el área de trabajo o circundante, ofertas que contemplen este aspecto.
El Dr.Valentín Fuster, pionero a nivel mundial en la lucha contra la obesidad, las dislipemias, la hipetensión arterial y todas aquellas enfermedades que devienen de lo que se conoce como "la cultura de la opulencia". El Dr. Fuster ha plublicado un libro: La ciencia de la salud, que es una verdadera joya para fomentar la prevención y para promocionar la salud.
En su última conferencia que está en youtube y que se puede acceder a ella desde el blog (donde dice "como perder peso y no volver a recuperarlo"), Fuster afirma que: el fracaso en la prevención de estas nuevas epidemias sociales del siglo XXI, está en que en el fondo es un fallo de la conducta humana en una sociedad de consumo que está fuera de control.
LA SALUD DEBE SER CONTAGIOSA: (Dr.Winston Abascal):
No existe promoción de salud efectiva y duradera, si no tenemos en cuenta los tres pilares fundamentales que la deben constituir: coordinación intersectorial, marketing social y empoderamiento de la sociedad civil.
1) Cooordinación intersectorial: que implica la participación de todos los actores sociales, porque la salud implica como la gente se desplaza en el tránsito, las condiciones de su vivienda, de alimentación, de su empleo, la posibilidad de hacer deportes, de hacer ejercicio, y vemos entonces que existen una cantidad de ministerios que tienen relación con el concepto moderno de salud. O sea que tienen que participar e involucrarse, todos los estamentos de la sociedad civil.
2) Elementos de información y educación para la salud, llevados a un nivel que se conoce como “marketing social”, es decir que así como existe un marketing comercial para generarnos una necesidad y vendernos por ejemplo un celular, tenemos que vender salud. Tenemos que formar organismos y personas entrenadas en promocionar salud, nosotros tenemos que tener esos equipo para vender salud, tenemos que vender elementos que hagan saludable a la población, y esto es una especialización dentro de la comunicación social, que se conoce como marketing social, es educación social, es marketing social y es comunicación social, porque sino la salud queda reducida a un ámbito muy restringido, debemos llegar a los medios de difusión, meternos en los eventos sociales y promocionar la salud, debemos tener impacto en nuestra comunidad y debemos ser inteligentes para poder lograr este noble objetivo. Y el tercer pilar o elemento es:
3) Participación de la sociedad civil, de la ciudadania, en el sentido que la población debe pasar a considerar a la salud como un valor imprescidible, y no como un "don del cielo", como sucede muy frecuentemente.
Sin estos tres elementos básicos, solamente quedaremos en los enunciados, en los deseos, en los buenos propósitos, pero no avanzaremos, y seguiremos perdiendo la batalla contra las grandes epidemias que el siglo XXI nos está presentando.
Solamente cuando logremos que la población se empodere con los conceptos de la salud, que la gente haga suyo estos conceptos, entonces solo ahí, estaremos comenzando a cambiar esta realidad, entonces ahí la misma gente va a trasmitir estos conceptos como muy valiosos, porque al igual que las enfermedades, la salud también es trasmisible.
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