SOCIEDAD DE LA OPULENCIA Y OFERTA DE ALIMENTOS: Nuestra genética no está diseñada para la abundancia de comida
Somos hijos de la escasez de alimentos: Estamos en medio de una verdadera epidemia de obesidad, y el problema es muy grave y su solución es muy compleja, porque como lo ha afirmado el Dr.Valentín Fuster..”estamos fracasando en la prevención porque en el fondo es una falla de la conducta humana en una sociedad de consumo que está completamente fuera de control”.
La gravedad de esta epidemia de obesidad deriva de los procesos fisiopatológicos que la acompañan y que han pasado a constituir uno de los mayores riesgos para la salud general de la población mundial, que amenaza también la supervivencia de los sistemas de salud, estos procesos que acompañan a la obesidad son:
- Resistencia a la insulina.
- Síndrome metabólico.
- Diabetes tipo 2
- Alteraciones en los niveles de lípidos en sangre
- Hipertensión arterial
La relación entre nutrición, obesidad y enfermedades asociadas nos lleva planificar nuevos enfoques terapeúticos y preventivos para enfrentar este flagelo, porque hasta ahora los recursos medicamentosos para combatir la obesidad no han sido tan efectivos como si lo son una adecuada alimentación y la práctica de ejercicio físico.
ALIMENTACIÓN ADECUADA: ¿Cuál sería una alimentación adecuada?:
- Síndrome metabólico.
- Diabetes tipo 2
- Alteraciones en los niveles de lípidos en sangre
- Hipertensión arterial
La relación entre nutrición, obesidad y enfermedades asociadas nos lleva planificar nuevos enfoques terapeúticos y preventivos para enfrentar este flagelo, porque hasta ahora los recursos medicamentosos para combatir la obesidad no han sido tan efectivos como si lo son una adecuada alimentación y la práctica de ejercicio físico.
ALIMENTACIÓN ADECUADA: ¿Cuál sería una alimentación adecuada?:
"Si bien es importante limitar algún tipo de alimentos, es posible que el impacto mayor esté en el limitar la cantidad de lo que comemos, ya que las dietas hipocalóri
cas (sumado a la actividad física regular), son los elementos que han demostrado una relación directa con la longevidad".
LA NUTRICION ES UN COMPONENTE CONTROLABLE DEL RIESGO DE OBESIDAD LA GENETICA NO:
En Japón donde se ostentan los mayores índices de longevidad se practica el “hara hachi bu” una técnica milenaria de alimentarse al 80% de la saciedad y cuando nos sirven la comida en los aviones se practica (quizás por otras razones que no son precisamente las de cuidarnos la salud), la misma técnica.
No solamente interesa la cantidad de lo que comemos sino que también interesa la calidad, por lo que debemos tener en cuenta siempre la pirámide de la alimentación saludable, y cuales alimentos integran la base (de consumo habitual) y cuales alimentos integran el vértice (consumo no deseado), pero si tenemos que hacer un repaso que los principales aliados de la salud cuyo consumo debe ser regular, estarían:
- Las frutas, las verduras, las legumbres.
- Productos ricos en Omega 3
- Frutos secos naturales (sin azúcar, y sin sal).
La idea es reducir el número de calorías que consumimos, adecuar la dieta al estilo de vida de cada uno y realizar actividad física en forma regular.
La evolución no nos ha preparado para la abundancia de alimentos, y estamos en una coyuntura histórica en la cual un quinto de la población mundial vive en la privación y en la escasez de alimentos y aproximadamente dos quintos viven en la sociedad de la opulencia que incluye también el exceso de comida.
Si bien cada País tiene su idiosincrasia, y existen sociedades donde la obesidad mórbida (IMC>40%) está mucho más extendida como el caso de Estados Unidos, ninguno debe sentirse alejado de esta amenaza, y en el Rio de la Plata (Argentina y Uruguay), las principales amenazas lo representan el exceso de harinas refinadas, el exceso de dulces y la tradición hacia la ingesta de achuras, embutidos, picadas, fiambres, quesos grasos como acompañante de nuestro tradicional asado, con el agravante aún de que lo acompañamos de bebidas cola (no dietéticas ni light) y consumo abundante de alcohol.
DESDE EL CONSUMO DE GRASA E HIDRATOS DE CARBONO SIMPLES A LA OBESIDAD Y LA DIABETES:
El problema comienza con la ingesta de grasas saturadas e hidratos de carbono simples en cantidades superiores a las cuales el organismo las puede manejar, lo cual termina en la acumulación de grasa abdominal (son células adiposas derivadas de los monocitos terminan fagocitando la grasa y formando estos adipocitos). El problema continúa con los malos hábitos de alimentación, especialmente de aquellas personas que se saltean alguna de los cuatro platos principales, especialmente el desayuno y además de hacerlo como rutina, "se jactan de ello", como que fuera una demostración de poder o de control sobre el cuerpo. Es bueno recordar que el saltearse en forma regular alguna de las comidas principales, especialmente el desayuno o el almuerzo, representa uno de los caminos más seguros hacia la obesidad.
El problema continúa con la acumulación de millones de adipocitos que en un momento determinado al no poder seguir acumulando más grasa, terminan suicidándose y liberando al torrente sanguíneo unas sustancias inflamatorias llamadas citoquinas. Estas citoquinas tienen acciones muy deletéreas, muy nocivas para el metabolismo humano, ya que generan hipertensión arterial al tener acciones vasoconstrictoras. También bloquean al receptor de la insulina de manera que la insulina no puede ejercer normalmente su función y se produce además de esta insulino-resistencia una hiperinsulinemia compensadora. De continuar por unos años este proceso, la diabetes será una consecuencia natural de esto fenómenos.
Por último estas citoquinas inflamatorias liberadas por los adipocitos del abdomen que se autodestruyeron producen también una alteración en el metabolismo de los lípidos, disminuyendo el HDL (colesterol bueno) y aumentado los Triglicéridos.
El problema es extremadamente complejo porque afecta a una de las funciones primigenias de cualquier especie que es la supervivencia.
Como integrantes de cualquier especie sobre la tierra tenemos dos mandatos supremos: 1) sobrevivir y 2) Asegurar la perpetuación de la especie.
LA NUTRICION ES UN COMPONENTE CONTROLABLE DEL RIESGO DE OBESIDAD LA GENETICA NO:
En Japón donde se ostentan los mayores índices de longevidad se practica el “hara hachi bu” una técnica milenaria de alimentarse al 80% de la saciedad y cuando nos sirven la comida en los aviones se practica (quizás por otras razones que no son precisamente las de cuidarnos la salud), la misma técnica.
No solamente interesa la cantidad de lo que comemos sino que también interesa la calidad, por lo que debemos tener en cuenta siempre la pirámide de la alimentación saludable, y cuales alimentos integran la base (de consumo habitual) y cuales alimentos integran el vértice (consumo no deseado), pero si tenemos que hacer un repaso que los principales aliados de la salud cuyo consumo debe ser regular, estarían:
- Las frutas, las verduras, las legumbres.
- Productos ricos en Omega 3
- Frutos secos naturales (sin azúcar, y sin sal).
La idea es reducir el número de calorías que consumimos, adecuar la dieta al estilo de vida de cada uno y realizar actividad física en forma regular.
La evolución no nos ha preparado para la abundancia de alimentos, y estamos en una coyuntura histórica en la cual un quinto de la población mundial vive en la privación y en la escasez de alimentos y aproximadamente dos quintos viven en la sociedad de la opulencia que incluye también el exceso de comida.
Si bien cada País tiene su idiosincrasia, y existen sociedades donde la obesidad mórbida (IMC>40%) está mucho más extendida como el caso de Estados Unidos, ninguno debe sentirse alejado de esta amenaza, y en el Rio de la Plata (Argentina y Uruguay), las principales amenazas lo representan el exceso de harinas refinadas, el exceso de dulces y la tradición hacia la ingesta de achuras, embutidos, picadas, fiambres, quesos grasos como acompañante de nuestro tradicional asado, con el agravante aún de que lo acompañamos de bebidas cola (no dietéticas ni light) y consumo abundante de alcohol.
DESDE EL CONSUMO DE GRASA E HIDRATOS DE CARBONO SIMPLES A LA OBESIDAD Y LA DIABETES:
El problema comienza con la ingesta de grasas saturadas e hidratos de carbono simples en cantidades superiores a las cuales el organismo las puede manejar, lo cual termina en la acumulación de grasa abdominal (son células adiposas derivadas de los monocitos terminan fagocitando la grasa y formando estos adipocitos). El problema continúa con los malos hábitos de alimentación, especialmente de aquellas personas que se saltean alguna de los cuatro platos principales, especialmente el desayuno y además de hacerlo como rutina, "se jactan de ello", como que fuera una demostración de poder o de control sobre el cuerpo. Es bueno recordar que el saltearse en forma regular alguna de las comidas principales, especialmente el desayuno o el almuerzo, representa uno de los caminos más seguros hacia la obesidad.
El problema continúa con la acumulación de millones de adipocitos que en un momento determinado al no poder seguir acumulando más grasa, terminan suicidándose y liberando al torrente sanguíneo unas sustancias inflamatorias llamadas citoquinas. Estas citoquinas tienen acciones muy deletéreas, muy nocivas para el metabolismo humano, ya que generan hipertensión arterial al tener acciones vasoconstrictoras. También bloquean al receptor de la insulina de manera que la insulina no puede ejercer normalmente su función y se produce además de esta insulino-resistencia una hiperinsulinemia compensadora. De continuar por unos años este proceso, la diabetes será una consecuencia natural de esto fenómenos.
Por último estas citoquinas inflamatorias liberadas por los adipocitos del abdomen que se autodestruyeron producen también una alteración en el metabolismo de los lípidos, disminuyendo el HDL (colesterol bueno) y aumentado los Triglicéridos.
El problema es extremadamente complejo porque afecta a una de las funciones primigenias de cualquier especie que es la supervivencia.
Como integrantes de cualquier especie sobre la tierra tenemos dos mandatos supremos: 1) sobrevivir y 2) Asegurar la perpetuación de la especie.
Las funciones que nos llevan a cumplir con estos dos mandatos supremos son necesariamente “placenteras”. Para sobrevivir debemos alimentarnos por lo que la alimentación es una fenómeno placentero y he ahí entonces una de las principales dificultades para controlar este flagelo.
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