26/5/12
La rigidez mental como generadora de violencia y estrés - Dr. Walter Riso
Walter Riso: "La mejor mente es la que sabe que no es perfecta: "Entre un 20 y un 30%de la gente que te rodea tiene una mente rígida
La mente es un universo fascinante que, en ocasiones, se escapa a la propia lógica. Sin embargo, en este mundo existen mentes abiertas a la duda y mentes deshidratadas por la indigestión de creer que prevalecen sobre las demás. El futuro de las últimas parece que no será muy bueno. Con esta idea, la de mostrar los diferentes tipos de mentalidades que reinan en el universo humano, Walter Riso nos presenta 'El arte de ser flexible' (Planeta/Zenit), un libro que nos abre a la experiencia del análisis y la reflexión de uno mismo. ¿Y tú, tienes una mente rígida o una mente flexible?
Leyendo el libro, una de las tesis que podemos sacar es que los extremos siempre son malos. En temas de la mente no podemos ser radicales, ¿no es cierto? Sí, es cierto. Por un lado tenemos la mente rígida, que es aquélla que tiene un tipo de conocimiento y se aferra a él y no es capaz de cambiarlo y que no soporta la contradicción. El otro extremo sería la mente líquida, que sería aquélla que es indolente, que no tiene sustancia ni consistencia, una mente posmoderna que no toma compromisos. Por eso siempre se evitan los extremos en todos los sentidos, de hecho, el camino del medio parece ser la salida más inteligente, o por lo menos la que han aceptado todas las tradiciones espirituales y científicas: Confucio, Aristóteles… Digamos que esa percepción que haces es cierta, pero yo me voy más contra las mentes rígidas que contra las líquidas.
Usted dice que “el amor es una obra de arte en la que hay que trabajar todos los días”, ¿pasa lo mismo con la mente?
Claro, porque ser flexible no es un estado, no es que tú digas "buenas tardes, soy un ser flexible y de aquí en adelante seré flexible". Es un reinventarse, crecer, actualizarse, revisarse… Es una tarea dinámica de autoconocimiento donde ves que vas hacia un extremo o el otro y te vas acomodando. Los antiguos la llamaban la "virtud correctiva", porque si la lógica y la vivencia te demuestran que estás equivocado, lo ideal es cambiar. Esa no resistencia al cambio se tiene que llevar siempre a un estado móvil de autoperfeccionamiento.
¿Existe una mente perfecta, o una mente perfecta es aquélla que es consciente de sus limitaciones?
La palabra perfecta no me gusta, prefiero la "buena mente", una mente adaptativa. La mejor mente posible es aquélla que se da cuenta de que no es buena, de que no es perfecta. Precisamente, esa capacidad de dudar de sí misma, de ser capaz de modificarse sin sufrir traumas la hace buena. Es como la teoría del bambú, que se inclina con el viento pero no se quiebra. Lo principal de todo esto es no tomarse muy en serio a uno mismo. Hay gente que se empacha con la trascendencia y que se indigestan con la idea de que ellos son muy importantes. Yo creo que uno debe tomarse el pelo a uno mismo, y la mente flexible es la que sufre el humor permanentemente.
"La negación de ver las cosas como son", algo muy típico de los políticos…Los políticos son los que se ven, pero también pueden ser profesores universitarios o la señora que vende empanadas en la esquina. Puede ser cualquiera. Una mujer que te diga: "No dudo de que mis empanadas son las mejores", y acto seguido añade, "me niego a revisar la receta". Esta mujer es "fundamentalista" con la empanada. Si después te dice, "no quiero actualizarme y ver cómo se hace una empanada nueva", entonces tenemos una vendedora de empanada "retardataria, dogmática, fundamentalista y prudentista". Si uno se pone a pensar se da cuenta de que entre un 20 y un 30 por ciento de la gente que le rodea tiene una mente rígida. El problema de la rigidez en las personas es que genera violencia y estrés a su alrededor. Por ejemplo, un jefe rígido es una persona que no te escucha y está solidificada en su creencia.
Siempre podemos encontrar excepciones, ¿no?
Si vamos a buscar la excepción de la regla, no digo que no haya que tener principios, sino que, además de tenerlos, hay que estar dispuesto a revisarlos si la cuestión, la evidencia va para otro lado.
¿Por qué le cuesta tanto al ser humano rectificar?
Aunque yo no creo mucho en los pecados capitales, habría que irse a la soberbia, la arrogancia. El egocentrismo, la arrogancia y el no soportar la crítica. La gente tiene una autoestima que no suele ser muy fuerte. Creo que hay tres virtudes que cuando aparecen te hacen ser más fuertes: la capacidad de centrarte, la capacidad de ser humilde y la capacidad de auto crítica. Reconocer que uno se equivoca, la propia insuficiencia o los propios errores o, como decía Sócrates, “el maravilloso no sé”, te libera porque el mañana te la carga el pensar que si no gano empato. Esto sí que te quita mucha energía.
Lo que está claro es que nadie está en todo momento en posesión de la verdad absoluta…
Hay cosas que son relativamente estables. Si yo suelto una botella de agua y se cae al suelo eso es una verdad en este contexto, es algo real. Cuando ya vamos a verdades distintas, opiniones, a puntos de vista, a la visión del mundo que maneja cada uno, su ideología, su religión, etc., digamos que ahí sí podemos pensar que puede llegar una persona y mostrarnos una realidad distinta. Por eso, ser abierto, escuchar al otro, tener otro punto de vista es importante, pero quizás no para cambiar. Ser una persona flexible no implica que deba cambiar. Por ejemplo, si una persona no estuviera a favor del aborto y otra sí, la persona flexible no es que tenga que cambiar su opinión por la del otro y decir “yo ya creo en el aborto”. La flexibilidad está en poner mis ideas entre paréntesis durante un tiempo, abrir el frigorífico y meter mis ideas un rato y escuchar al otro, entender que es un interlocutor válido, ver sus argumentos y profundizar en ellos. Puede que al final te quedes en la misma posición, pero esa posición ha surgido de entender tu punto de vista, pudiéndolo reforzar o no. La gente con una mente flexible vive mucho mejor, más tranquila, porque no quiere imponer a la realidad un sistema binario de todo o nada.
¿El humor es algo fundamental verdad?
No puede haber flexibilidad sin humor. No puede haber sabiduría sin humor. No puede haber crecimiento personal sin humor. No puede haber felicidad sin humor… No sé qué molesta más, una persona rígida o una persona que se cree importante a sí misma. Una persona que carece de sentido del humor, que se lo toma todo muy en serio, que es solemne, que le tiene fobia a la alegría… Como dice Montaigne, “no importa lo que pienses ni cuán alto sea tu trono, siempre estarás sentado en tu culo”। El humor te permite distanciarte, ver otro punto de vista, jugar con los contrarios, mejora el sistema inmunológico… La ausencia de humor es una enfermedad que necesita tratamiento, lo que pasa es que no sabemos cómo hacerlo।
¿Todo esto es una cuestión de educación?
Yo diría que es aprendida, y se aprende por la familia. Familias autoritarias, estrictas en la educación que no le permiten al niño pensar no dan pie a la creatividad. Estas familias tienen hijos con mente rígida, no cabe duda. Sociedades y subculturas estrictas que generan miedo y no permiten el punto de vista personal, familias muy dictatoriales… generan niños rígidos que, obviamente, no es cualquier cosa. Una persona rígida sufre, se deprime, se estresa, molesta a los demás… Si tú acorralas a una persona dogmática se convierte en autoritaria, y de ahí a un dictador hay un pasito. Yo no hablo de personas políticamente conservadoras, sino de personas rígidas, porque puede ser tan rígido un conservador, como una persona de izquierdas. Es más, las investigaciones demuestran que muchas personas conservadoras desde este punto de vista pueden ser flexibles sin problema.
El “perfeccionamiento constante de la mente”, algo necesario para cualquier persona, ¿no?
Eso es determinante. Hay tres herramientas básicas para funcionar y para que la mente esté constantemente creciendo. Una es el pensamiento crítico, es decir, no quedarte con lo que te dan, dudar pero no como inseguridad, sino como una duda que progresa. El humor y la lúdica sería el segundo. El tercero es el inconformismo. No creo que las personas que se conforman vivan mejor. Hay que ser inconformista desde el punto de vista de un curioso, de explorar el mundo para matar la resistencia al cambio y mantener la mente ágil, viva y fresca
Tomado del blog de Carmenchu (Carmen Viejo Diaz) - Guadalajara - España
http://creciendoenlaentrega.blogspot.com
Walter Riso : el arte de la FLEXIBILIDAD
http://www.walter-riso.com/
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