A principios del siglo XX concibió un método para relajarse cuya finalidad era la de
provocar una tranquilidad mental al suprimir progresivamente todas las tensiones
musculares.
Se pretende un aprendizaje de la relajación paso a paso de todos los grupos musculares. Posteriormente Bernstein y Borkovee (1973/1983) realizaron una integración y sistematizaron el método para evitar toda la gama de variaciones que habían ido surgiendo.
Se pretende un aprendizaje de la relajación paso a paso de todos los grupos musculares. Posteriormente Bernstein y Borkovee (1973/1983) realizaron una integración y sistematizaron el método para evitar toda la gama de variaciones que habían ido surgiendo.
El objetivo
de este tipo de relajación es reducir los síntomas fisiológicos de la ansiedad.
La relajación actúa en el Sistema Nervioso Periférico de forma contraria al
estrés, por lo tanto no se puede estar relajado y ansioso a la vez. Es
importante que lo realices correctamente y todos los días, hasta conseguir
adquirir un dominio y relajarte cuando tú quieras y en cualquier
lugar.
T.Carnwath
y D.Miller propusieron un modelo en 3 fases. En la primera se utiliza de
respiración, la segunda está basada en la relajación progresiva, y en la tercera
una técnica de visualización.
Relajación antiestrés: Esta es una adaptación de la relajación progresiva de Jacobson, y de la de Bernstein y Borkovee, pero incorporaremos también las fases de respiración y visualización de Carnwath y Miller. Es decir, consideramos que para realizar estas relajaciones de forma adecuada requiere un entrenamiento dirigido, como se realiza en consulta, pero para conseguir que lo podáis efectuar en casa hemos acomodado y reducido para adecuarlo a este medio de autoadministración.
Cómo
prepararse: Piensa que
estás aprendiendo una habilidad, como ir en bicicleta, que luego te
ayudará.
Procura encontrar
un rincón tranquilo, sin demasiados ruidos que te distraigan.
Para facilitar la
relajación la habitación ha de tener una temperatura ni demasiado calurosa y
demasiado fría y tener una luz tenue.
La ropa ha de ser
cómoda, que no te apriete. Quítate las gafas, pulseras, etc.
Puedes
utilizar una cama y situar los brazos y las piernas ligeramente apartados del
cuerpo.
O bien en un sillón cómodo, a ser posible con brazos. Asegúrate de que el cuello, los hombros y la espalda quedan adecuadamente apoyados.
O bien en un sillón cómodo, a ser posible con brazos. Asegúrate de que el cuello, los hombros y la espalda quedan adecuadamente apoyados.
Si durante la
relajación te vienen a la mente escenas que te perturban o inquietan, no hagas
nada, déjalas pasar.
Cierra los
ojos Respiración
Respirar profundamente inhalando por la nariz 5 veces profundamente y expirando por la boca, hacia fuera y despacio.
Repítelo 5 veces.
Después de estas 5 respiraciones profundas continúa respirando de forma lenta y pausada, a un ritmo normal.
Desde ahora cada vez que inhales repite para ti mismo la palabra “quieto” y con cada exhalación la palabra “tranquilo” nota como al haber permitido que tu cuerpo se afloje, los músculos se relajan.
Sigue repitiendo “quieto” con cada inspiración y “tranquilo” con cada expiración, y con esta repetición de forma continuada las palabras aparecen de forma acompasada con el ritmo de tu respiración y la relajación se va haciendo más profunda.
La sensación de bienestar y calma profunda crece y se desarrolla… “quieto”… “tranquilo”…
Continúa relajándote de esta manera un poco más. Mantén los ojos cerrados pero, acompasados con cada inspiración y expiración continúa repitiendo las palabras “quieto” y “tranquilo”.
Ahora pasaremos a otra etapa de la relajación
Tensión y relajación
musculares
Intentaremos
estar atentos a las sensaciones de tensión / distensión de los
músculos. Ahora tensa con fuerza toda la musculatura de tu cuerpo cada músculo quedará tirante y tenso.
Tensa con fuerza los músculos de:
las piernas: tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
los muslos, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
las nalgas, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
la pelvis, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
el abdomen, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
la espalda, (requiere un poco más de tiempo): tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
el tórax, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
el cuello, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
la mandíbula, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
la frente, tensar firmemente… relajar de golpe. Respirar.
los hombros: todo bien tenso… relajar de golpe. Respirar.
Deja escapar la tensión y relájate completamente. Siente el bienestar inmediato. Esta será toda la tensión que efectuaremos. Ahora pasaremos a otro nivel de la relajación, un nivel mucho más profundo.
Visualización
Piensa en una
imagen agradable, una escena creada por ti mismo: una situación, un lugar.
Cualquiera que te resulte muy agradable y relajante.
Por ejemplo estar en una playa con el ruido del mar, o en un bosque…
Tómate el tiempo que te haga falta para encontrar la imagen, después utilizarás la misma para relajarte en cualquier lugar. Deja que tu mente divague entre recuerdos y escenas hasta encontrar la imagen.
Ahora imagina claramente la escena mientras continúas repitiendo las palabras “quieto” y “tranquilo” con cada inspiración y expiración. Realiza las dos cosas a la vez, y nota el efecto doblemente calmante que su ejecución te produce.
Ahora trasládate dentro de esta imagen, siéntete parte de ella, hazla tan tuya como te sea posible, y suelta todas las tensiones.
Después, debes permanecer quieto durante unos minutos, y poco a poco
abrir lentamente la conciencia a los sonidos de la habitación y a la sensación
del cuerpo, y empezar a incorporarte lentamente, sin ningún movimiento brusco
repentino.
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