La revista XL entrevista a los hermanos Fuster, ambos Profesores en Universidades de EEUU desde hace 4 décadas...
Joaquín Fuster Neuropsiquiatra de la UCLA y Valentín Fuster Cardiólogo y Director Médico del Mount Sinai Hospital de Nueva York.
Revista XL. ¿Lograremos desarrollar ‘vacunas’ contra el infarto?.
Dr. Valentín Fuster: No pasará porque la enfermedad cardiaca es multifactorial. La mejor vacuna es tener unos hábitos de vida saludables. No falla: si comes sano, bebes con moderación, no fumas, haces ejercicio y te haces chequeos rutinarios, tienes tu salud cardiaca bajo control. Esa es la vacuna más efectiva.
¿Cuál es el gran desafío de la investigación cardiovascular?
V.F. Creo que la tendencia será estudiar los sistemas de defensa de nuestro sistema cardiovascular y, una vez estudiados, potenciarlos.
Nosotros tenemos una gran incidencia en poder elegir en realidad cuantos años más queremos vivir y con que calidad de vida.
Y lo decidimos día a día. .por acción u omisión.
Cada día de nuestra vida, estamos construyendo o colaborando para mantener nuestra salud, o estamos contribuyendo a alimentar nuestras futuras enfermedades.
"Todos sabemos cuales son los factores de riesgo, no necesitamos estar repitiéndolos, el problema está en que no nos sentimos vulnerables, hasta que la enfermedad nos visita, y aún cuando esto sucede, con un evento mayor como un infarto de miocardio o la necesidad de una revascularización, al año solamente un 30% del total de los pacientes, está cumpliendo con el 100% del tratamiento.
¿Como podemos hacer para cambiar el curso de las enfermedades cardiovasculares más prevalentes?
La primer respuesta está en nuestro cerebro, debemos tomar conciencia de si queremos o no queremos tener buena salud.
El impacto de la sociedad actual sobre la conducta humana, es impredecible, y está actuando en general negativamente.
Una sociedad donde se promueve el sedentarismao más que el movimiento.
Una sociedad donde se come rápido y se come mal.
Y lo decidimos día a día. .por acción u omisión.
Cada día de nuestra vida, estamos construyendo o colaborando para mantener nuestra salud, o estamos contribuyendo a alimentar nuestras futuras enfermedades.
"Todos sabemos cuales son los factores de riesgo, no necesitamos estar repitiéndolos, el problema está en que no nos sentimos vulnerables, hasta que la enfermedad nos visita, y aún cuando esto sucede, con un evento mayor como un infarto de miocardio o la necesidad de una revascularización, al año solamente un 30% del total de los pacientes, está cumpliendo con el 100% del tratamiento.
¿Como podemos hacer para cambiar el curso de las enfermedades cardiovasculares más prevalentes?
La primer respuesta está en nuestro cerebro, debemos tomar conciencia de si queremos o no queremos tener buena salud.
El impacto de la sociedad actual sobre la conducta humana, es impredecible, y está actuando en general negativamente.
Una sociedad donde se promueve el sedentarismao más que el movimiento.
Una sociedad donde se come rápido y se come mal.
Una sociedad que está hiperacelerada y con mucho estrés, y mucha gente toma el camino no saludable de incorporar sustancias tóxicas, para "pretendidam, ente calmar ese estrés", y el problema en lugar de solucionarse o aplacarse, se multiplica.
Pero lo fundamental está en trabajar con los niños desde la más temprana edad, enseñándoles la importancia de construir salud, más que prevenir enfermedad.
La importancia del ejercicio.
La importancia de aprender a decir NO al consumo de sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, marihuana, cocaína).. y como hacerlo en la etapa de la adolescencia y la importancia de aprender a lidiar con las emociones, porque de esta forma, educando a los niños y jóvenes a reconocer y poder manejar las emociones, seleccionando las constructivas y debilitando las emociones destructivas, podrán alcanzar una vida más equilibrada menos tormentosa que la que actualmente llevamos, entre un 25 y un 50% de los pacientes que van a una consulta por un problema cardíaca en realidad no tienen un problema relacionado con el corazón, sino que tienen un problema relacionado con las emociones, con el estrés, con la ansiedad que la propia sociedad y la vida le genera.
Una persona feliz, y con "paz de espíritu", es más propensa a cuidar de su cuerpo y de su salud que una persona pesimista o contrariada con su vida.
Una persona feliz, y con "paz de espíritu", es más propensa a cuidar de su cuerpo y de su salud que una persona pesimista o contrariada con su vida.
Tiene sentido vivir más si uno puede seguir siendo útil a la sociedad, si puedes aportar algo. Ese algo puede ser sabiduría y amor.
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