Para dar un fundamento sólido a ese método, mostró la existencia de cuatro niveles positivos de realidad:
El Dr. Alfonso Lopez Quintás es doctor en Filosofía, catedrático emérito de Estética en la Universidad Complutense de Madrid y Académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Queridos amigos, para orientarnos bien en la vida y darle sentido a nuestra existencia debemos tener una idea muy clara de los distintos niveles de la realidad en los cuales podemos movernos.
De cuando en cuando ya hemos hecho referencia a los 4 niveles, pero ha llegado la hora de hablar "ex profeso" de los distintos niveles, hoy vamos a hablar de los 4 niveles positivos y en otra entrega hablaremos de los 4 niveles negativos, verán que es realmente muy sugestivo conocer esto.
Se cuenta que un niño iba por la calle y llevaba a otro niño más pequeño cargando en su espalda, y alguien le dijo: "como cargas la espalda con semejante peso" ... Y el niño le respondió: Es que no es un peso Señor .... es mi hermano ...
¿En qué nivel habló el señor que lo vió? y ¿en qué nivel le respondió el niño?...
El niño supo adivinar que cargar con afecto a un hermano a sus espaldas, implica sí cargar con un peso, pero no se reduce a ello. Ven que interesante como se integran los diferentes niveles. Es un peso (nivel 1), pero es mucho más que eso, porque es un hermano (nivel 2).
Hablemos ahora ya del nivel 1 pero veamos como se pasa de uno al otro, lo importante es la articulación de los niveles.
En la vida poseemos muchos objetos o cosas. Objeto es una realidad medible, mensurable, asible, poseíble, manejable, que podemos situar frente a nosotros porque no nos sentimos comprometidos con ella.
POr ejemplo un papel es un objeto, pero el lenguaje no es un objeto porque me compromete a mí que hablo.
Ahora una realidad que es un mero objeto la puedo poseer, la puedo manejar para mis fines. Por ejemplo puedo comprar o canjearlo, como por ejemplo un papel.
Pero Uds. imaginense que yo soy un músico compositor y yo escribo en ese papel unos signos musicales que expresan una obra, por ejemplo una sinfonía, una sonata, entonces ese papel sufre una transformación, deja de ser una realidad cerrada en sí, inexpresiva, para convertirse en una realidad abierta, una realidad expresiva, que se dirige a quienes entienden ese lenguaje musical y le revela una composición. POr haber sufrido esa transformación, esa hoja de papel recibe ya un nombre propio, ya no es un papel .... es una partitura.
Al estar abierta a quién pueda comprenderla, la partitura es una realidad abierta que abarca un cierto campo, y se parece más a un ámbito de realidad que a un objeto cerrado. Podemos llamarla sencillamente Ambito o Realidad abierta.
Estas realidades que son meros objetos son producidas por artesanos a lo largo de un proceso fabril.
Pero una partitura es creada por un artista a través de un proceso creador.
Nivel 1: Producir
Nivel 2: Crear
El interprete que compra esa partitura, la posee en cuanto a que es un fajo de papel, pero no la posee en cuánto a partitura. El puede unirse a la partitura, pero debe obedecer a lo que la partitura le indica, debe podemos decir, guardarle respeto a la partitura, porque no la posee en cuanto a que no es más un objeto de nivel 1, ha sido transformada.
Somos libres entonces para interpretar la partitura, pero interpretarla de modo obediente. y volver a crearla.
De manera que ya tenemos los dos primeros niveles.
El nivel 3, es el de los grandes valores: la unidad y el amor, el bien y la bondad, la justicia, la belleza, la verdad. El animal tiene instintos que le aseguran la sobrevivencia, no necesitan de los valores. Pero el ser humano es un ser de encuentro. El valor del encuentro depende del valor de las realidades con las que nos encontramos y la dimensión que le podemos dar a esas realidades.
nivel 4, el de las realidades religiosas, que fundamentan el cultivo incondicional de los valores.
López Quintás ha ido mostrando de modo aquilatado (sobre todo en las obras Inteligencia creativa, Descubrir la grandeza de la vida, La ética o es transfiguración o no es nada, La mirada profunda y la excelencia personal. Una Antropología dialógica que cada uno de los cuatro niveles se rige por una lógica propia, un modo singular de ser y de actuar. Por ejemplo, en el nivel 1 la libertad y las normas se oponen; en el nivel 2, por el contrario, se enriquecen y complementan.
Esta eficiencia y fecundidad se debe, en buena medida, al hecho de que dicho método se atiene en todo momento a la lógica propia de cada uno de los cuatro niveles y evita cuidadosamente analizar las realidades propias de los niveles 2, 3 y 4 con categorías propias del nivel 1. De este modo, evita una de las causas que provocan, hoy día, el caos intelectual y la confusión de la mente.
En los últimos tiempos se subraya la necesidad de potenciar la inteligencia, cambiar los esquemas mentales y la forma de pensar... López Quintás ha mostrado en sus dos últimas obras ‒amplias y de gran aliento‒ que esa mejora de la capacidad intelectiva del hombre se consigue con el mero seguir, nivel a nivel, el proceso ascendente de crecimiento personal que él diseña en ellas de modo extenso y con un punto de emoción.
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