En tiempos convulsos y de polémica, ¿se puede mantener un discurso sereno y, a la vez, contundente, sin ofender a nadie?. Sí, se puede. Aquí Benigno Blanco nos da un ejemplo de sensatez, solidez y serenidad, reflexionando sobre temas muy urticantes.
En este momento concreto y con las leyes que se están aprobando, Se está creando un planteamiento de confrontación ideológica sobre si hay personas que son transexuales o no, y eso es un problema del simplismo de estas campañas.
Es evidente que los niños tienen pene y que las niñas tienen vulva, y es cierto que hay niños que tienen pene pero que se sienten niñas, y por el contrario hay niñas con vulva que se sienten varones.
Y esto es un problema humano muy serio que hay que tratarlo con delicadeza, fieles a la verdad y comprendiendo a las personas.
Las afirmaciones radicales sea en un sentido u otro sea de la campaña inicial afirmando que hay niñas con pene y que hay niños con vulva, lo que produce es un reacción visceral de enfrentamiento entre dos posiciones y hace que haya gente que se sienta ofendida de un lado y de otro.
Por tanto hay que ser muy prudentes, porque se trata de niños, y es verdad que hay niños que no se sienten morfologicamente ni psicologicamente identificados con su sexo biológico.
Yo no aconsejaría de inicio tratamientos hormonales con niños.
Cerca de un 90% de estos niños que tempranamente tienen estos conflictos de identificación al pasar la adolescencia vuelven a identificarse con su sexo biológico.
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