El extraño caso del Dr. House - El héroe cínico - Por Daniel Guebel - LA NACION
Representa la consagración de una nueva heroicidad y habla mucho del descreído mundo en el que vivimos.
Dr. House está lejos de ser una típica serie médica al estilo de las que veíamos en nuestra infancia. Es un policial inglés que ha renovado las reglas del género. Dr. House, es claro, supone una reacción contra la novela negra, y sólo podía surgir, paradójicamente, en una sociedad cuya preocupación por la salud alcanza niveles demenciales mientras que a su sistema de salud sólo pueden recurrir los afortunados. Pero volviendo al punto no más interesante de esta renovación es que ahora el nombre del asesino ya no importa. Sabemos de antemano que la enfermedad es el criminal por antonomasia y House, el Sherlock Holmes que investiga su etiología (su modus operandi ) como si se tratara de una conspiración que hay que detectar y combatir con el propósito de restituir el orden perdido.
Si la enfermedad es el criminal, en Dr. House el paciente es su cómplice. "Todos mienten", afirma siempre el protagonista. Es su regla, su máxima, la afirmación que define el objeto de su oficio. Y su labor es descubrir cómo se urde y prospera esa mentira que obstaculiza la eficacia de su diagnóstico clínico. Dr. House, en el fondo, es una versión aggiornata de la obra teatral que introduce al primer detective de la historia de Occidente: Hamlet. Apoyándose sobre su bastón de opereta para deslizarse sobre la superficie de ese universo (Universal Channel) demencial y caótico, este príncipe de los médicos con dolor de piernas sabe que hay una verdad que sacar a la luz, siempre.
En cualquier hospital de la realidad, House y su equipo habrían sido despedidos de inmediato, porque su acierto con el diagnóstico ocurre luego de una sucesión de extravíos en un laberinto de acertijos, y la cura, tras una serie de diagnósticos disparatados, ocurre milagrosamente cuando ya no queda nada más que esperar de la ciencia. No está mal que al comienzo de cada capítulo se advierta que el programa es una ficción y que no responde a la lógica médica: la revelación médica en House es siempre una epifanía. El saber, como la alada poesía, como las moscas, el manjar de los perros, "baja" hacia su mente luego de un suceso casual o de un episodio asociativo, preferentemente luego de un diálogo con Wilson, el segundón ideal para el lucimiento del protagonista, el Watson de Holmes, el Portales de Olmedo. Y allí, entonces, House clava el bastón sobre el mal reticente a la cura, como Hamlet clavó la espada sobre los cuerpos de Laertes, Polonio, Claudio.
Si la enfermedad es el criminal, en Dr. House el paciente es su cómplice. "Todos mienten", afirma siempre el protagonista. Es su regla, su máxima, la afirmación que define el objeto de su oficio. Y su labor es descubrir cómo se urde y prospera esa mentira que obstaculiza la eficacia de su diagnóstico clínico. Dr. House, en el fondo, es una versión aggiornata de la obra teatral que introduce al primer detective de la historia de Occidente: Hamlet. Apoyándose sobre su bastón de opereta para deslizarse sobre la superficie de ese universo (Universal Channel) demencial y caótico, este príncipe de los médicos con dolor de piernas sabe que hay una verdad que sacar a la luz, siempre.
En cualquier hospital de la realidad, House y su equipo habrían sido despedidos de inmediato, porque su acierto con el diagnóstico ocurre luego de una sucesión de extravíos en un laberinto de acertijos, y la cura, tras una serie de diagnósticos disparatados, ocurre milagrosamente cuando ya no queda nada más que esperar de la ciencia. No está mal que al comienzo de cada capítulo se advierta que el programa es una ficción y que no responde a la lógica médica: la revelación médica en House es siempre una epifanía. El saber, como la alada poesía, como las moscas, el manjar de los perros, "baja" hacia su mente luego de un suceso casual o de un episodio asociativo, preferentemente luego de un diálogo con Wilson, el segundón ideal para el lucimiento del protagonista, el Watson de Holmes, el Portales de Olmedo. Y allí, entonces, House clava el bastón sobre el mal reticente a la cura, como Hamlet clavó la espada sobre los cuerpos de Laertes, Polonio, Claudio.
Palabras, palabras, palabras. No escuché a nadie que criticara abiertamente Dr. House; nadie objeta su sabiduría narrativa, la densidad y comicidad de los episodios, la optimista prevalencia de casos de cura por sobre los de entierro. Pero sí me ha tocado en suerte advertir un cierto disgusto por un presunto uso y abuso de los poderes del lenguaje. La serie está sobrescrita, se dice. Desde luego que lo está si se la compara con las mendicantes telenovelas de la tarde, orgías de la emoción que postulan la atonía de la inteligencia porque dan por hecho que en toda mujer se esconde una idiota en acto.
House, el personaje, es un verdadero maestro en eso de proponerse como un enigma, esto es, como el objeto perfecto para la manía ajena por la interpretación. ¿Quién es House? ¿Por qué es como es? House es la máquina humana que todos quieren corregir, un aparato intelectualmente brillante al que colegas y amigos le reclaman la concesión de la afectividad. House tiene todas las condiciones, pero prefiere vivir una vida miserable, drogarse, tener una vida sexual furtiva y mercenaria (cuando cualquiera de las bellísimas médicas que lo rodean daría todo por conquistarlo, y nosotros por estar en la misma situación y aceptar). Además de hosco, es tacaño y tramposo. Tiene algo de matón, de ladino y de homosexual cuya represión es asumida cómicamente. La enumeración es infinita, pero la serie tiene la astucia de proponerla siempre como una trampa: la de un "trauma originario", desconocido tanto por el espectador como por sus compañeros de trabajo, que explicaría cada vez cada uno de sus comportamientos. Sobre esa presunción groseramente psicologista, House arma su fiesta antisentimental. Satisfecho de ocupar el lugar del héroe solitario, deja caer muestras eventuales de sus fisuras personales, sólo para después denunciarlas como falsas, como parte de su burla de los frágiles convencionalismos de la especie humana.
Sus sucios hábitos son acordes a la verdad del que prefiere la compañía de los perros porque, curados de su enfermedad, los seres humanos se vuelven aburridos. Como un extraordinario escritor argentino que dice que sólo le interesan las personas cuando vienen en forma de libros, como un gourmet de las sustancias asquerosas (ni Marlow ni Marlowe: Marley), House, un desterrado del universo afectivo, únicamente halla consuelo en el reino de las patologías.Despierte Dr. House, he venido a matarlo...
¿Cómo piensan los médicos?
¿Por qué a la gente le fascina el comportamiento del Dr House?
Comentarios de los lectores de IntraMED:
Dr. Jorge de Paula : El papel representado por Dr.House en la serial No representa la realidad médica por lo menos en los entornos médicos en los cuales me desempeño, y tampoco en los entornos médicos con los cuales tengo contacto en los congresos Panamericanos o Regionales del Cono Sur. Podrá representar la "realidad" de EEUU pero personalmente me resulta nefasta como imagen o como mensaje que se debe dar a la población en general de lo que debería ser y de lo que es en general el accionar médico y del personal de salud en los centros asistenciales.El personaje del Dr.House representa en su comportamiento humano, LA ANTÍTESIS DE LO QUE DEBERÍA SER UN MEDICO, y la antítesis de lo que debe sostener y fortalecer la relación médico paciente, es decir la confianza mutua, el respeto y hasta la veneración que tanto el médico como el paciente deben sentir por la profesión médica.
Este siniestro personaje envía mensajes muy negativos sobre la realidad de nuestro quehacer médico:
- No se muestra compasivo con sus pacientes ni se muestra respetuoso con su pares.
- No tiene buenos modales
- No es aseado en su vida personal
- Su posición de Jefe y una supuesta "intuición clínica" supranormal, lo llevan a un nivel de narcisismo extremadamente patológico, lo que lo convierte en un ser deplorable.
Ni siquiera sus especiales dotes como "clínico" ameritan eximirlo de ese adjetivo tan duro con el cual lo he definido.Por supuesto que en todos los hospitales pueden verse situaciones de destrato entre profesores y alumnos o entre un jefe y un subordinado, y es especialmente en las especialidades quirúrgicas donde esas situaciones de maltrato pueden ser más comunes ya que se consideran como una tradición en ese proceso de aprendizaje, pero ello nunca puede justificarse.
Para quienes están encumbrados en ese pedestal como lo está el personaje que representa Dr.House, se le debería recordar esta frase:Ni siquiera sus especiales dotes como "clínico" ameritan eximirlo de ese adjetivo tan duro con el cual lo he definido.Por supuesto que en todos los hospitales pueden verse situaciones de destrato entre profesores y alumnos o entre un jefe y un subordinado, y es especialmente en las especialidades quirúrgicas donde esas situaciones de maltrato pueden ser más comunes ya que se consideran como una tradición en ese proceso de aprendizaje, pero ello nunca puede justificarse.
"DIJO EN LA CUMBRE MI ORGULLO, NADIE HA LLEGADO HASTA AQUÍ, DE REPENTE VI POSADO, UN MOSQUITO SOBRE MÍ...
Según nos han enseñado los griegos a quienes reconocemos como los "padres de la medicina occidental", para ser médico se requiere por un lado tener los conocimientos necesarios, pero además desarrollar la técnica o la habilidad para poner en práctica esos conocimientos, a eso se le denomina TEKNÊ y Platón ya afirmaba que tener habilidad, tener práctica constituía una de las cualidades imprescindibles que debía tener UN MEDICO. Pero hay otra cosa tan o más importante en un médico además de los conocimientos y la práctica o habilidad para aplicarlos, esa otra condición es conocida como MEDEOS. El medeos equivale a lo que hoy conocemos como "calidades humanas", e implica: la capacidad del médico de saber escuchar, de hablar adecuadamente, hablar correctamente (cosa que el Dr. House no hace), de hablar respetuosamente (cosa que el Dr. House no hace). Implicaría no hablar a los gritos, o utilizando epítetos soeces, ni de un forma torpe, vulgar y chabacana (como se lo he visto al personaje del Dr.House) y como veo que e está generalizando en muchos ámbitos profesionales. El medeos le exigiría al médico un porte aseado, un atuendo respetable y ser ordenado en su vida personal. Poseer o cultivar el don de la palabra, para trasmitir aliento y esperanza cuando estamos contribuyendo a la curación de un paciente y cuando curar no fuera posible para poder compadecer. !La compasión! justamente uno de los sentimientos más nobles y puros que nos convierten en seres humanos. El medeos equivale a poseer aquellas condicioines que en el entender popular se expresan como "ser una persona de bien" o "ser buena gente".Tekné + Medeos encierran el desideratum del médico, y quienes comprendemos esto, conocemos la llave para desarrollar una profesión que nos dará enormes satisfacciones y gratificaciones, que no se miden por lo económico. Sugiero la lectura del artículo EL MEDICO, EL PACIENTE Y LA ENFERMEDAD, donde el Dr.Abecasis realiza reflexiones que son extraordinarias sobre como se debería realizar el relacionamiento médico-paciente (cosa que el personaje del Dr. House incumple continuamente).
Nada vinculado al Medeos está representado en el personaje representado por Dr.House, sino todo lo contrario. Por eso que afirmo que la imagen que trasmite es nefasta y que el personaje en su comportamiento humano, resulta deplorable. Está demás decir que el personaje de Dr. House es una persona con una psicopatía evidente, con el agravante de que no existe un proceso de reflexión sobre los desvíos de conducta sino que por el contrario se elevan a la categoría de virtudes, esas conductas tan reñidas con las más elementales normas de respeto, cordialidad y humanismo.Es posible que mi opinión tenga el sesgo de alguien que solamente ha visto unos pocos capítulos porque me resultó tan repulsiva la actitud del personaje del Dr. House que decidí no mirar más esa serial y ocupar mi tiempo en actividades más productivas como esta comunicación que podemos tener acá en YR con miles de personas, actualizándome en esta página de Intrameds, o intercambiando opiniones en estos foros o leyendo a Eduard Punset o a Antonio Damasio o a Valentín Fuster, verdaderos sabios contemporáneos que prodigan su conocimiento a raudales, y que tienen además la humildad, la calidez y el buen trato hacia colegas, pacientes y familiares que ha caracterizado a los grandes médicos que han hecho de esta profesión, la más noble de todas las profesiones.
El Dr.Valentín Fuster sin proponérselo envía un mensaje muy claro para los personajes como el Dr. House en una entrevista que le realizaron hace pocos años, al afirmar: "Yo creo en la confianza mutua entre el médico y el paciente, no en la autoridad. El médico es un amigo del paciente y ha de estar al mismo nivel. Si el médico no muestra compasión o aparece altivo, está perdido".
También el Dr. Gregorio Marañón en una entrevista que tiene ya 50 años nos recuerda cuales son los pilares de nuestra vocación:
"En la vocación médica se entremezcla un gran amor al prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males, un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre".
Ver: Entrevista al Dr. Gregorio Marañon:También el Dr. Gregorio Marañón en una entrevista que tiene ya 50 años nos recuerda cuales son los pilares de nuestra vocación:
"En la vocación médica se entremezcla un gran amor al prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males, un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre".
http://blog.360.yahoo.com/blog-XNDBRus7f6PxkrRo9vns.cHI_CaUjEo-?cq=1&tag=am%C3%A9rica
Valentín Fuster: A corazón abierto -
http://www.diariomedico.com/foros/200902.html
Dr. Carlos Sabater Bueno el comentario sobre el Dr House y dado de que uno es un seguidor del mismo, no seria para nada despreciable si a nosotros los medicos nos hicieran el obsequio de las temporadas del mismo asi podriamos coleccionarlas y tener un elemento que es muy util en el analisis del trabajo medico tanto diagnostico como del tratamiento.
Srta. Andrea Patricia Nieva: Me encanta el Dr. House, me gusta ese poder que tiene sobre las personas de llevarlos al extremo y hacerlos ver lo que él esta pensando o por lo menos encaminarlos hacia donde quiere que vayan
Dr. Ivo Malach: Coincido con los comentarios del Dr Jorge de Paula. Ni por asomo es la realidad de la práctica médica en ningún lado del mundo. Ningún sistema pago médico o social podría soportar la forma de investigar de House y su equipo. Hay que atenerse a los comentarios de los creadores de la serie, un film policial con un Sherlock Holmes traspolado a la medicina. El valor de la serie para la población es la esperanza de que exista el médico que todo lo descubre, para otros la muy buena personificación del actor en papel lleno de cinismo e ironía. Pero nada más, la fantasía de la una medicina así practicada es solo fantasía.
Dr. Osmán de jesús Argüello S. 12/4/09 16:31 -->
Coincido con el Dr. Jorge de Paula tambien...es imposible decir que los mejores medicos sean los que hagan un diagnostico tipo detectives, que, aun siendolos en verdad, pierdan los valores humanos para serlos. Una tipica serie Gringa con visos de que los Medicos de alla, son los ultra medicos, y los de otras partes, no lo somos porque nos ponemos en el lugar de los pacientes, eso es irreal, para los latinos. Por eso alla en el norte, gustamos tanto, porque nuestra afabilidad, nuestra manera de atender a los pacientes se vuelve alga familiar, no seca y grotesca como muchos angloparlantes la practican, ellos deberian aprender de nosotros, eso, asi como nosotros si aprendemos de ellos la parte de conocimiento cientifico que producen. Siendo sinceros, me quedo con nuestra manera de ejercer la Medicina, siendo más calidos con nuestros pacientes y brindandoles apoyo, hasta donde podemos, creo que la parte humanistica de nuestro ejercicio, debe ser respetada y valorada como parte de el ejercicio integral de la profesion medica, no subestimada, como lo hacen en algunos paises, sobre todo los desarrollados, que parece que olvidaran que ellos tambien son seres humanos. Y lamentablemente muchos quieren seguir su ejemplo, ser cinicos y narcicistas, es una practica que se esta volviendo frecuente en muchos lugares y profesiones, y se esta perdiendo el sentido menos usado, el sentido comun para interpretar correctamente la vida, los narcisos y los cinicos solo tienen cabida en los bajos fondos de la gente de cuello blanco, o sea politicos y militares, que lo practican casi a diario. Es su forma de vida, y la manera como se mantienen en el poder...
Sra. Maria Carolina Curti 12/4/09 17:39 -->
Yo creo que es una muy buena FICCION. Hay que tomarlo como tal. Como estudiante, los casos me sirven para jugar a "ser detective" mientras miro el programa. Me incentiva a leer mas sobre cada enfermedad o sindrome que aparece en él. Y me encanta la personalidad de House porque "no le importa nada" y creo tiene razón cuando dice "todos mienten". Por supuesto respeto todas las opiniones hasta aqui leidas, coincido con el Dr Jorge de Paula en que seria un mal ejemplo para los medicos; pero insisto en que es una ficcion.Saludos!C.Curti
Sr. Ricardo Nieto Bernat 13/4/09 13:15 --> Este es el nuevo paradigma de la relación Medico-Enfermo, Enfermedad. De rondon o no tanto se introduce la idea central "el paciente siempre miente". Esta idea sustituye a "la historia clinica está bien hecha".Que conlleva el factor humano, con sus ventajas e inconvenientes.Se han hecho las preguntas adecuadas y en el momento y lugar adecuado.Las analiticas son correctas, son potencialmente mejorables.El tono histrionico permanente de las intervenciones permite relegar a las "personas" a comparsas de pruebas analiticas, como si lo Unico valido fueran éstas.En este nuevo entorno se hace más relevante que el centro hospitalario tenga lo ultimo en tecnologia, y toda ella a disposición de un profesional que solamente es regulado por una directora que interpreta cuando es razonable y posible legalmente hacer una intervención, como si la ley impidiera curar (librandose de la potencial-responsabilidad). Curioso: "El paciente siempre miente" o "¿se ha hecho CORRECTAMENTE la HISTORIA CLINICA?"
Dr. Carlos Sabater Bueno el comentario sobre el Dr House y dado de que uno es un seguidor del mismo, no seria para nada despreciable si a nosotros los medicos nos hicieran el obsequio de las temporadas del mismo asi podriamos coleccionarlas y tener un elemento que es muy util en el analisis del trabajo medico tanto diagnostico como del tratamiento.
Srta. Andrea Patricia Nieva: Me encanta el Dr. House, me gusta ese poder que tiene sobre las personas de llevarlos al extremo y hacerlos ver lo que él esta pensando o por lo menos encaminarlos hacia donde quiere que vayan
Dr. Ivo Malach: Coincido con los comentarios del Dr Jorge de Paula. Ni por asomo es la realidad de la práctica médica en ningún lado del mundo. Ningún sistema pago médico o social podría soportar la forma de investigar de House y su equipo. Hay que atenerse a los comentarios de los creadores de la serie, un film policial con un Sherlock Holmes traspolado a la medicina. El valor de la serie para la población es la esperanza de que exista el médico que todo lo descubre, para otros la muy buena personificación del actor en papel lleno de cinismo e ironía. Pero nada más, la fantasía de la una medicina así practicada es solo fantasía.
Dr. Osmán de jesús Argüello S. 12/4/09 16:31 -->
Coincido con el Dr. Jorge de Paula tambien...es imposible decir que los mejores medicos sean los que hagan un diagnostico tipo detectives, que, aun siendolos en verdad, pierdan los valores humanos para serlos. Una tipica serie Gringa con visos de que los Medicos de alla, son los ultra medicos, y los de otras partes, no lo somos porque nos ponemos en el lugar de los pacientes, eso es irreal, para los latinos. Por eso alla en el norte, gustamos tanto, porque nuestra afabilidad, nuestra manera de atender a los pacientes se vuelve alga familiar, no seca y grotesca como muchos angloparlantes la practican, ellos deberian aprender de nosotros, eso, asi como nosotros si aprendemos de ellos la parte de conocimiento cientifico que producen. Siendo sinceros, me quedo con nuestra manera de ejercer la Medicina, siendo más calidos con nuestros pacientes y brindandoles apoyo, hasta donde podemos, creo que la parte humanistica de nuestro ejercicio, debe ser respetada y valorada como parte de el ejercicio integral de la profesion medica, no subestimada, como lo hacen en algunos paises, sobre todo los desarrollados, que parece que olvidaran que ellos tambien son seres humanos. Y lamentablemente muchos quieren seguir su ejemplo, ser cinicos y narcicistas, es una practica que se esta volviendo frecuente en muchos lugares y profesiones, y se esta perdiendo el sentido menos usado, el sentido comun para interpretar correctamente la vida, los narcisos y los cinicos solo tienen cabida en los bajos fondos de la gente de cuello blanco, o sea politicos y militares, que lo practican casi a diario. Es su forma de vida, y la manera como se mantienen en el poder...
Sra. Maria Carolina Curti 12/4/09 17:39 -->
Yo creo que es una muy buena FICCION. Hay que tomarlo como tal. Como estudiante, los casos me sirven para jugar a "ser detective" mientras miro el programa. Me incentiva a leer mas sobre cada enfermedad o sindrome que aparece en él. Y me encanta la personalidad de House porque "no le importa nada" y creo tiene razón cuando dice "todos mienten". Por supuesto respeto todas las opiniones hasta aqui leidas, coincido con el Dr Jorge de Paula en que seria un mal ejemplo para los medicos; pero insisto en que es una ficcion.Saludos!C.Curti
Sr. Ricardo Nieto Bernat 13/4/09 13:15 --> Este es el nuevo paradigma de la relación Medico-Enfermo, Enfermedad. De rondon o no tanto se introduce la idea central "el paciente siempre miente". Esta idea sustituye a "la historia clinica está bien hecha".Que conlleva el factor humano, con sus ventajas e inconvenientes.Se han hecho las preguntas adecuadas y en el momento y lugar adecuado.Las analiticas son correctas, son potencialmente mejorables.El tono histrionico permanente de las intervenciones permite relegar a las "personas" a comparsas de pruebas analiticas, como si lo Unico valido fueran éstas.En este nuevo entorno se hace más relevante que el centro hospitalario tenga lo ultimo en tecnologia, y toda ella a disposición de un profesional que solamente es regulado por una directora que interpreta cuando es razonable y posible legalmente hacer una intervención, como si la ley impidiera curar (librandose de la potencial-responsabilidad). Curioso: "El paciente siempre miente" o "¿se ha hecho CORRECTAMENTE la HISTORIA CLINICA?"
Hola a todos: Soy albañil de profesión, pero me interesa la medicina por pura filantropia. En mi profana opinión, el Dr. House es un enfermo que trabaja entre enfermos; esa es la paradoja. Tal vez algunos psicoanalistas no dudarian en diagnosticarle un transtorno narcisista de la personalidad. Es un hombre arrogante que muestra una falta casi total de empatia con los demas, abusa de las drogas y el alcohol, es desordenado y algo sádido; pero cuando es seriamente criticado por las persona de su entorno, a las que en el fondo considera mejores que el, su auto-estima se ve seriamente dañada y trata de compensar esa situación con un acto narcisista dodavia mas cruel.¿Es posible?
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