La falta de ejercicio fìsico lleva a la perdida de masa muscular, de fuerza fìsica y de ànimo.
Exactamente igual sucede con el cerebro, si no se ejercita pierde neuronas y conexiones, pierde capacidades y flexibilidad para reacciònar en su entorno.
Y si algo vamos al gimnasio a mantener la forma de nuestro cuerpo, pronto dedicaremos el mismo empeño para mantener nuestro cerebro activo y en buen estado.
No todos los recuerdos son permanentes.
El cerebro los potencia y los desecha en función de la importancia que tengan para nuestra supervivencia y día a día. Es el encargado de valorar qué datos podrán sernos de utilidad en el futuro y hacer hueco para las novedades y el aprendizaje
Carlos III fue un Rey Ilustrado que siempre vivió cerca de la naturaleza y en estrecho contacto con la atmósfera y el paisaje campestre.
Las cacerías eran un pretexto para la distracción y el esparcimiento de todas las cortes europeas, pero en el siglo XVIII estaban en apogeo las ideas de JJ Rousseau el filósofo francès que proclamaba el regreso a una vida más sencilla y en contacto con la naturaleza.
Según Rousseau "El bosque era el medio natural del hombre".
La observaciòn en detalle del paisaje y la búsqueda de la naturaleza humana eran más importantes que la cultura de las ciudades.
La contemplación de estos espacios, estimularía en el hombre la capacidad del análisis, en contraposición con el misticismo religioso de tiempos anteriores.
La exaltación de lo natural quedaba por encima de la piedad religiosa. El mundo concreto que el hombre habitaba pasó a ser más importante que los mundos que proponía la fé.
Describir y clasificar la naturaleza fueron las dos grandes actividades de los intelectuales de la época, tareas que respaldaron a su vez los reyes y gobernantes.
El Palacio Real de Caserta edificado por Carlos III en su reinado napolitano, se alzaba en medio de un inmenso valle artificial que era más importante que el propio edificio, cercados por enormes murallas de árboles que formaban avenidas de apariencia infinita. Carlos III fue un constructor de formas naturales un constructor de ideas tipicas de la ilustraciòn.
Para el y los filósofos del momento, la naturaleza era un telón de fondo indispensable para el desarrollo del espíritu humano.
En Italia y más tarde en su reinado español, Carlos III fue un impulsor de todas las formas de jardines, los salones de plantas, las pergolas, paisterres, cuadrantes, arboledas se desarrollaron dentro y fuera de sus residencias. En sus lugares de trabajo dispuso siempre de àreas verdes.
El agua era tambièn otro de los elementos bàsicos del pensamiento naturalista. El jardin paisajistico era una imitaciòn deliberada de un fragmento ideal sacado del campo, aquì el agua jugarìa un papel primordial como lago, arroyuelo o fuente.
Este era un teatro de la naturaleza, un escenario idòneo para acercarse a las ideas en boga y para huir de los ajetreos de las grandes ciudades que para para Rousseau ...eran los abismos de la raza humana.
El video original completo de TVE de 1988 se puede ver acá:
Discreto, austero, fiel y siempre preocupado por el bienestar del pueblo, Carlos III es considerado hasta hoy el mejor Monarca de toda la historia de España.
Quizá el haber asumido el trono con una experiencia de 25 años de reinado en Nápoles y contando ya con más de 40 años haya sido muy importante. Carlos III reinó un total de 54 años, 25 en Nápoles y 29 en España, y siempre le preocupó el bienestar del pueblo. Era austero y sencillo, además de un hombre fiel. Fue un gran rey reformista en España y América que evitó los despilfarros, un estadista que premiaba el mérito por encima de la herencia de sangre.
Supo rodearse siempre de los personajes más capaces de la época.
La austeridad que caracterizaba al cuarto Borbón que reinó en España despertaba simpatía: evitaba los despilfarros en la corte, apenas dejaba que le hicieran trajes, vestía siempre de forma sencilla, comía lo justo y casi siempre lo mismo y hacía largas caminatas todos los días, sea en los cotos de caza como en los jardines de los palacios.
“Llamaba mucho la atención el poco gusto que tenía de estrenar ropa. Basta con revisar los retratos que se le hicieron para ver que la ropa que llevaba era muy normal y tranquila.
Además, en las comidas era muy frugal. El único capricho que se daba consistía en beber chocolate y lo hacía siempre usando la misma taza.
Carlos III era una persona dedicada enteramente al ejercicio del poder por lo que no tenía esa necesidad del boato y ostentación que sí tenía su padre.
A él le gustaba llevar una vida retirada nada rimbombante.
Dos años después de comenzar su reinado en España, Carlos III quedó viudo al morir María Amalia de Sajonia a consecuencia de una tuberculosis. “En 22 años de matrimonio, este es el primer disgusto serio que me da Amalia”, dijo entonces el monarca.
Nunca se le conocieron amantes y desde el fallecimiento de su esposa no volvió a casarse ni a estar con ninguna otra mujer.
Con María Amalia tuvo trece hijos de los que sobrevivieron solo siete.
Preservó la integridad del estado frente a intereses particulares
“Prefirió invertir el dinero en financiar expediciones geográficas y antropológicas por el resto del mundo en vez de en ampliar las colecciones reales. Desde luego, fue un defensor de los intereses generales frente a los intereses particulares”.
Todo esto subraya la imagen de Carlos III como un rey absolutista preocupado por el pueblo, el bien común y la modernización del país y se le elogió mucho por las expediciones botánicas que llevó a cabo en Nueva España y Nueva Granada, que dieron como resultado el “espléndido” Jardín Botánico de Madrid. “Fue un rey moderado y prudente. Logró muchísimas mejoras sin arriesgar más de la cuenta”
El “mejor alcalde de Madrid”
“Cuando Carlos III llegó al trono, Madrid era una ciudad muy pobre y poco atractiva. No daba la impresión de ser una capital. Pero su gran labor como ‘alcalde’ logró que pronto estuviera al nivel del resto de capitales europeas”.
Si algo destaca de su reinado es la cantidad de reformas públicas que llevó a cabo. El rey embelleció la ciudad con edificios públicos tan emblemáticos como la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado -que inicialmente estuvo planificado como un museo de historia natural-, el Banco de España, las fuentes de Cibeles y Neptuno y el ya mencionado Jardín Botánico. Estas reformas transformaron Madrid y marcaron el comienzo de la modernidad que tanto anhelaba el monarca.
También creó las Juntas de la caridad para prestar servicio a los más necesitados, el servicio de ambulancias y llevó a cabo la numeración de las casas y el alumbramiento de las calles. Además, mandó construir más de 2.000 kilómetros de carreteras y 600 puentes por toda España y fundó los Colegios de cirugía de Madrid y Barcelona.
Reinó durante un periodo de relativa normalidad
Hay circunstancias en el reinado de Carlos III que escapan a su buen hacer. Y es que se debe tener en cuenta que le tocó reinar sin excesivos sobresaltos. Fue un rey con una gran capacidad para entender aquello que necesitaba la sociedad. “Era un monarca absoluto que quería hacer más competitivo su país y estaba muy comprometido con la mejora social.
Al cumplir los 50, nuestro organismo empieza a sufrir muchos cambios,
estos son los consejos que deberíamos seguir para evitar acelerar el comienzo
de algunas dolencias. Será necesario cuidar la dieta, controlar el peso, movernos, dormir plácidamente, tener siempre planes, cuidar mucho la calidad de nuestros pensamientos y evitar las emociones destructivas.
-CAMBIOS EN EL METABOLISMO A PARTIR DE LOS
50 AÑOS:
-Uno de estos cambios
tiene que ver con el metabolismo, que se enlentece y hace que aumentemos de peso
y comencemos a perder masa muscular y tejido óseo.
-Todo esto eleva el
riesgo de sufrir caídas y fracturas. Además, cambia el funcionamiento del
sistema inmune, lo que nos coloca en cierta indefensión frente a posibles
embates de enfermedades infecciosas.
-Todos estos cambios
te vuelven predisponen a la aparición de la aterosclerosis, las enfermedades del
corazón, la diabetes, el cáncer, el alzheimer y el parkinson.
-A esta edad cambia no
solo el organismo, sino también los hábitos generales que seguimos.
-Una dieta saludable
ayudará a prevenir o aplazar el desarrollo de enfermedades crónicas, así como
aumentar nuestra esperanza de vida, y nuestra calidad de vida por más años.
¿Cuántas calorías necesitamos?
No solamente debemos tener en cuenta la CANTIDAD DE CALORIAS, sino la
calidad de los alimentos. Debemos seguir una dieta variada con un alto
contenido de nutrientes y una cantidad equilibrada de calorías.
Puesto que el metabolismo de nuestro cuerpo va más lento con la edad,
también debe disminuir el consumo calórico. Por lo tanto, en caso de tener un
trabajo sedentario y llevar una vida poco activa alcanzarìa para una persona de
60 Kg unas 1.600 calorías por día.
Si nos movemos mucho o incluso si hacemos deporte necesitaríamos 1800 o
incluso 2000 a 2200 calorías si practicamos deportes de intensidad.
No agreguemos estos alimentos a nuestra
dieta
No es aconsejable seguir dietas muy estrictas, por dos motivos, el
principal es que no todas pueden ayudar a adelgazar sin hacer daño a la salud y
en segundo lugar, porque las dietas extremas o fundamentalistas tienen alto
porcentaje de abandono.
Las dietas más peligrosas son las que se basan en un solo alimento, como
los huevos, las patatas, las fresas... O bien en alimentos crudos o infantiles.
Solo pueden causar graves problemas de salud.
Segundo, debemos disminuir el consumo de sodio, que provoca
retención de líquidos y aumenta la presión arterial.
Los chorizos, el jamón, el bacon,
las papas fritas, las conservas, las
salsas con sal y queso, así como el pescado salado o ahumado contienen mucho
cloruro sódico.
Tercero, debemos reducir el consumo de azúcar, las bebidas
azucaradas con gas, los jugos ya exprimidos y la pastelería.
Las barritas de cereales y las salsas también a veces contienen glucosa.
Evitemos en lo posible, los edulcorantes.
Finalmente evitemos consumir grasas saturadas. Abusar de ellas
puede elevar el riesgo de sufrir ateroesclerosis. Están presentes en la carne
alta en grasa, en los alimentos prefabricados, en la comida rápida, en la
margarina, en los dulces y en los platos asados.
Además, tenemos que limitar el consumo de alcohol y café.
Con la edad sus efectos negativos sobre el organismo aumentan. Además, las
bebidas alcohólicas contienen muchas calorías y azúcar, y afectan nuestra calidad
de sueño.
La norma diaria de cafeína no debe sobrepasar los 400 miligramos por día
o unas 3 o 4 tazas diarias..
Estas son las alternativas
La mejor dieta para esta categoría de personas es la mediterránea, ya que sus adeptos padecen
menos sobrepeso y menos enfermedades cardíacas y viven más tiempo.
Se basa en el consumo de trigo integral, verduras, legumbres, fruta,
nueces, semillas y especias.
Aquí el aceite de oliva es la principal fuente de grasa.
También se incluye con moderación el pescado, los mariscos, los
productos lácteos y la carne de ave. La carne roja y los dulces se comen solo una
o 2 veces por semana.
Lista de alimentos recomendables
Verduras: brócoli, coliflor, tomates, pepinos, cebollas, nabos,
zanahorias y calabacín;
Fruta: manzanas, peras, cítricos, fresa, uvas, dátiles e higos;
Nueces y semillas: nueces de nogal,
almendras, semillas de calabaza y semillas de girasol;
Legumbres: frijoles, guisantes, garbanzos y lentejas;
Cereales: avena integral, centeno, cebada, trigo sarraceno, arroz
integral y pan integral;
Pescados y mariscos: atún, salmón, trucha, caballa, ostras, camarones y
mejillones;
Aves: pollo, pavo y pato;
Huevos: de pollo y de codorniz;
Productos lácteos: queso quark bajo en grasa y yogur;
Especias: albahaca, menta, romero, ajo, cúrcuma, pimienta y canela;
Grasas: aceite de oliva virgen extra, aceitunas.
Beber suficiente agua, controlar la cantidad de calorìas, especialmente no cargar en la noche y moverse más.
Consumir 6 u 8 vasos de agua sin gas al día nos permitirá digerir como
toca los nutrientes y mantener la salud de las células.
Al mismo tiempo, no
basta solo con seguir una dieta equilibrada para cuidar de la salud si no llevamos
una vida activa.
Hacer ejercicio
mejora el funcionamiento del corazón, los vasos y todos los demás órganos,
incluso el cerebro.
Mantener una salud
cognitiva en la edad avanzada también se vincula directamente con la actividad
física.
Por último un sueño
reparador es necesario como complemento de todas estas medidas. La calidad del
sueño depende mucho de la calidad de nuestro día anterior. Cuando llegamos a
los 50 años, es muy importante el suplemento de Melatonina entre 5 y 10 mg
antes de acostarnos, no solamente para mejorar el sueño, sino como
antioxidante, como antiinflamatorio y como protector de la función celular. La
melatonina es la sustancia antienvejecimiento por excelencia.
Marco Aurelio reinó como emperador romano desde el 161 al 180 EC, y es mejor conocido como el último de los Cinco Emperadores Buenos de Roma (después de Nerva, Trajano, Adriano y Antonino Pío) y como el autor de la obra filosófica Meditaciones.
Durante mucho tiempo ha sido respetado por encarnar el concepto platónico del rey filósofo tal como se articula en la República de Platón: un gobernante que no busca el poder para sí mismo, sino para ayudar a su pueblo.
Fue introducido a la filosofía a una edad temprana y sus Meditaciones, compuestas durante campaña en sus cincuentas, dejan claro que mantuvo una visión profundamente filosófica, específicamente estoica, a lo largo de su vida.
Su reinado, de hecho, está definido por la visión estoica y es referido como "el filósofo" por el historiador posterior Dion Casio (c. 155 - 235 EC) y el autor (o autores) de la Historia Augusta (siglo IV EC), una historia de los emperadores romanos. Su perspectiva estoica se expresa a lo largo de sus Meditaciones y su visión de la responsabilidad de uno con los demás se expresa en una línea del libro VIII.59: "Las personas existen por el bien de los demás; enséñales, entonces, o ten paciencia con ellos".
MARCO AURELIO CONSTANTEMENTE PONÍA LAS NECESIDADES DE LA GENTE ANTES QUE SUS PROPIOS DESEOS DE GLORIA Y TRABAJÓ POR EL BIEN COMÚN.
Vivió su filosofía tanto en su vida privada como pública, en la que constantemente ponía las necesidades de la gente antes que sus propios deseos o visión de gloria, y trabajó por el bien común. Sin embargo, es una de las ironías de la historia, ya que su reinado se caracteriza por la guerra incesante y la persecución de la nueva secta religiosa del cristianismo. Aun así, exitosamente llevó a cabo campañas en Germania y gestionó los asuntos del imperio de manera eficiente. Murió de causas naturales después de una enfermedad en el año 180 EC y fue deificado inmediatamente.
En la actualidad, probablemente sea más conocido por la popular película Gladiador (2000 EC) como el padre de Cómodo (r. 177 - 192 EC) cuya decisión de saltar a su hijo como sucesor sirve como el punto de partida para la trama de la película. Contrario a la representación en la película, Marco Aurelio no fue asesinado por Cómodo y, de hecho, cogobernaría junto a su padre desde el 177 al 180 EC y lo sucedió sin oposición; aunque demostraría ser uno de los peores gobernantes que Roma tendría que soportar y su reputación sufrió más en comparación con su padre
Las expresiones de los rostros son la máxima expresión de humanidad. La gestualidad ... la mirada y el contacto humano son funciones e interacciones que no pueden reemplazarse por ninguna pantalla ni ningún aparato electrónico.
En su libro MEDITACIONES el sabio Emperador Romano Marco Aurelio nos recuerda que: “la felicidad de la vida ... depende de la calidad de nuestros pensamientos”.
Debemos aprender a seleccionar los buenos, los mejores, ¿y cuáles son ellos, podrá algún despistado preguntarse?.
Aquellos que hacen bien a los demás. Aquellos que se hacen por imperativo de la conciencia. Aquellos que generan acciones que al llegar a tu casa, sabes que puedes contarlos con tal tranquilidad porque sabes que sea tu madre, tu esposa o hijos sentirán orgullo o satisfacción por esas acciones.
Y sabrás que es algo malo, porque de una manera u otra intentarás una justificación de esas malas
Acciones, y es porque a la conciencia no se la engaña ... (a la mente si).
Aprender a servir “dando lo mejor de nosotros es un imperativo de vida y de felicidad ... porque cuando logramos avanzar hacia un camino de armonía y mayor plenitud ... descubriremos que la felicidad de dar ...es tan o más grande que la de recibir.
Tan simple como eso.
Y el optimismo ... la confianza y la sensación de que podemos controlar nuestra vida tienen un impacto muy positivo en nuestra salud.... tanto física como emocional ya que por lo general la persona que tiene la sensación de control come en una forma mas equilibrada... encuentra tiempo para practicar ejercicio, se relaciona con los demás y tiene una autoestima más alta.
La felicidad se alcanza cuando lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos está en perfecta armonía..
He ahí una de las recompensas de tener una visión y una proyección positiva y esperanzadora de la vida y del futuro .
Lo más importante no es lo que vemos sino lo que interpretamos ... visualizamos y proyectamos.
Porque: “La mitad de la belleza está en lo que se mira y la otra mitad en La mente del que está mirando”.
La Doctora en Neurociencia y Física teórica Nazareth Castellanos nos cuenta cómo en los últimos años la relación intestino-cerebro ha revolucionado la comunidad científica y el campo de la psiquiatría y psicología. Las bacterias del intestino (microbiota) producen el 90 % de la serotonina, el neurotransmisor del bienestar y la felicidad, y se ven afectadas por nuestro estilo de vida, como la dieta, el ejercicio, la contaminación, el cortisol Nazareth Castellanos (Madrid, 1977) se licenció en Física Teórica y se doctoró en Medicina por la Autónoma madrileña. Con másteres en Matemáticas, Neurociencia y Neurocirugía, dirige la primera cátedra de Meditación de España, trabaja en el Instituto IFISC de la Universitat y diserta en la librería Babel. —Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Cuántos días a la semana es feliz?" —Le hablo al cuerpo entero. El corazón percibe, el intestino siente —Le hablo al cuerpo entero. El corazón percibe, el intestino siente y el cerebro interpreta, integra más que suma. Hemos metido la caca en la neurociencia. —No sé usted, pero mi cerebro es un mentiroso compulsivo. —El tuyo y todos los demás. Los cerebros son mentirosos, narcisistas, y con una respuesta negativa fuerte. Cuando nos damos cuenta, esas características se diluyen. —Es más fácil creer en Dios que en el cerebro omnipotente. —Ambos están sobrevalorados y son lo mismo. Si sustituyes Dios por Naturaleza, no te perderás nada. Y es más fácil creer en el cerebro porque no ha acabado de evolucionar. —El cerebro grasiento vale, pero el corazón es una mera bomba hidráulica. —Eso es lo que pensábamos durante los últimos trescientos años, pero tiene un papel importante como sede de la mente, en el sistema cognitivo y emocional —¿Entonces los románticos tenían razón? —La tenían. Cuanto más se conecta al cerebro el corazón, que es una metáfora, más pensamos en nosotros mismos. Sigue tu corazón, pero si tu corazón sabe adónde va. —¿La felicidad depende de las bacterias del intestino? —Pues mucho, sí. La serotonina, el neurotransmisor más involucrado en el estado de ánimo, se produce en el intestino. Influyen la dieta, la contaminación, el estrés. —¿No estábamos en que el estrés era bueno? —Es bueno y nos hace evolucionar, salvo cuando es crónico. El estrés es mucho mayor en Madrid que aquí, nada más llegar noté que en Mallorca se caminaba más lento. —El paso siguiente es recomendar la oración. —Las religiones dejaron un hueco que todavía está por cubrir. No creo que haya que orar, porque hizo daño, pero se debería cumplir con un papel de acompañamiento. —Habla usted con las manos, eso en el papel no se ve. —La información que recibimos del cuerpo del otro prioriza a la palabra. La expresión corporal no miente, nada puede suplirla. Quien me mira, interpreta mi cuerpo. —¿Cómo es un cerebro femenino? —Diferente del masculino. Anatómicamente es más pequeño y con más conexiones neuronales. Al incorporar el cuerpo a la neurociencia, se observan nuevas diferencias. —Estamos llegando al punto en que ningún hombre puede satisfacer a una mujer. —Pues a mí sí me satisfacen. —Si me lo preguntan, más sexo y menos autoayuda. —Totalmente. Menos rumiar, porque el acto sexual involucra zonas del cerebro que desconectan partes del yo. Es liberador. —Cuesta juntar UIB y felicidad en una misma frase. —Mi receta es tener un pie dentro y otro fuera de la universidad en general. Empecé a disfrutar de la ciencia, plagada de tabús, cuando me asomé fuera y puede hablar de felicidad o bienestar. —¿En qué momento la cháchara deja de ser ciencia? —La cháchara es necesaria, porque nos planteamos temas que no podemos medir. Se vuelve a promover a filósofos a las neurociencias. —¿A sus actos va la gente que no cree en las vacunas? —No, tengo muchos médicos o psicólogos. Son gente curiosa y de nivel intelectual alto, con mucho respeto y que quieren aprender a conocerse. —Un algoritmo habría predicho que esta entrevista acabaría mal. —Seguro que no si hubiera conocido a los dos elementos, y además no somos algoritmos. —Pues el mundo está gobernado por algoritmos. —La ciencia no pone punto y final, no es una religión, lo que hoy damos por seguro será superado en cuarenta años por nuestros hijos. ¿No te gustaría conocer los avances científicos de aquí a tres siglos? —El ser humano se habrá extinguido para entonces, ¿todo esto es un juego para distraer a la muerte? —Jugamos a distraer a la vida, porque no nos damos cuenta de ella. Es el gran error, porque se debe disfrutar de cada paso y dar gracias. Hay que no distraerse de la vida. —Le hablo al cuerpo entero. El corazón percibe, el intestino siente y el cerebro interpreta, integra más que suma. Hemos metido la caca en la neurociencia. —No sé usted, pero mi cerebro es un mentiroso compulsivo. —El tuyo y todos los demás. Los cerebros son mentirosos, narcisistas, y con una respuesta negativa fuerte. Cuando nos damos cuenta, esas características se diluyen. —Es más fácil creer en Dios que en el cerebro omnipotente. —Ambos están sobrevalorados y son lo mismo. Si sustituyes Dios por Naturaleza, no te perderás nada. Y es más fácil creer en el cerebro porque no ha acabado de evolucionar. —El cerebro grasiento vale, pero el corazón es una mera bomba hidráulica. —Eso es lo que pensábamos durante los últimos trescientos años, pero tiene un papel importante como sede de la mente, en el sistema cognitivo y emocional —¿Entonces los románticos tenían razón? —La tenían. Cuanto más se conecta al cerebro el corazón, que es una metáfora, más pensamos en nosotros mismos. Sigue tu corazón, pero si tu corazón sabe adónde va. —¿La felicidad depende de las bacterias del intestino? —Pues mucho, sí. La serotonina, el neurotransmisor más involucrado en el estado de ánimo, se produce en el intestino. Influyen la dieta, la contaminación, el estrés. —¿No estábamos en que el estrés era bueno? —Es bueno y nos hace evolucionar, salvo cuando es crónico. El estrés es mucho mayor en Madrid que aquí, nada más llegar noté que en Mallorca se caminaba más lento. —El paso siguiente es recomendar la oración. —Las religiones dejaron un hueco que todavía está por cubrir. No creo que haya que orar, porque hizo daño, pero se debería cumplir con un papel de acompañamiento. —Habla usted con las manos, eso en el papel no se ve. —La información que recibimos del cuerpo del otro prioriza a la palabra. La expresión corporal no miente, nada puede suplirla. Quien me mira, interpreta mi cuerpo. —¿Cómo es un cerebro femenino? —Diferente del masculino. Anatómicamente es más pequeño y con más conexiones neuronales. Al incorporar el cuerpo a la neurociencia, se observan nuevas diferencias. —Estamos llegando al punto en que ningún hombre puede satisfacer a una mujer. —Pues a mí sí me satisfacen. —Si me lo preguntan, más sexo y menos autoayuda. —Totalmente. Menos rumiar, porque el acto sexual involucra zonas del cerebro que desconectan partes del yo. Es liberador. —Cuesta juntar UIB y felicidad en una misma frase. —Mi receta es tener un pie dentro y otro fuera de la universidad en general. Empecé a disfrutar de la ciencia, plagada de tabús, cuando me asomé fuera y puede hablar de felicidad o bienestar. —¿En qué momento la cháchara deja de ser ciencia? —La cháchara es necesaria, porque nos planteamos temas que no podemos medir. Se vuelve a promover a filósofos a las neurociencias. —¿A sus actos va la gente que no cree en las vacunas? —No, tengo muchos médicos o psicólogos. Son gente curiosa y de nivel intelectual alto, con mucho respeto y que quieren aprender a conocerse. —Un algoritmo habría predicho que esta entrevista acabaría mal. —Seguro que no si hubiera conocido a los dos elementos, y además no somos algoritmos. —Pues el mundo está gobernado por algoritmos. —La ciencia no pone punto y final, no es una religión, lo que hoy damos por seguro será superado en cuarenta años por nuestros hijos. ¿No te gustaría conocer los avances científicos de aquí a tres siglos? —El ser humano se habrá extinguido para entonces, ¿todo esto es un juego para distraer a la muerte? —Jugamos a distraer a la vida, porque no nos damos cuenta de ella. Es el gran error, porque se debe disfrutar de cada paso y dar gracias. Hay que no distraerse de la vida.y el cerebro interpreta, integra más que suma. Hemos metido la caca en la neurociencia. —No sé usted, pero mi cerebro es un mentiroso compulsivo. —El tuyo y todos los demás. Los cerebros son mentirosos, narcisistas, y con una respuesta negativa fuerte. Cuando nos damos cuenta, esas características se diluyen. —Es más fácil creer en Dios que en el cerebro omnipotente. —Ambos están sobrevalorados y son lo mismo. Si sustituyes Dios por Naturaleza, no te perderás nada. Y es más fácil creer en el cerebro porque no ha acabado de evolucionar. —El cerebro grasiento vale, pero el corazón es una mera bomba hidráulica. —Eso es lo que pensábamos durante los últimos trescientos años, pero tiene un papel importante como sede de la mente, en el sistema cognitivo y emocional —¿Entonces los románticos tenían razón? —La tenían. Cuanto más se conecta al cerebro el corazón, que es una metáfora, más pensamos en nosotros mismos. Sigue tu corazón, pero si tu corazón sabe adónde va. —¿La felicidad depende de las bacterias del intestino? —Pues mucho, sí. La serotonina, el neurotransmisor más involucrado en el estado de ánimo, se produce en el intestino. Influyen la dieta, la contaminación, el estrés. —¿No estábamos en que el estrés era bueno? —Es bueno y nos hace evolucionar, salvo cuando es crónico. El estrés es mucho mayor en Madrid que aquí, nada más llegar noté que en Mallorca se caminaba más lento. —El paso siguiente es recomendar la oración. —Las religiones dejaron un hueco que todavía está por cubrir. No creo que haya que orar, porque hizo daño, pero se debería cumplir con un papel de acompañamiento. —Habla usted con las manos, eso en el papel no se ve. —La información que recibimos del cuerpo del otro prioriza a la palabra. La expresión corporal no miente, nada puede suplirla. Quien me mira, interpreta mi cuerpo. —¿Cómo es un cerebro femenino? —Diferente del masculino. Anatómicamente es más pequeño y con más conexiones neuronales. Al incorporar el cuerpo a la neurociencia, se observan nuevas diferencias. —Estamos llegando al punto en que ningún hombre puede satisfacer a una mujer. —Pues a mí sí me satisfacen. —Si me lo preguntan, más sexo y menos autoayuda. —Totalmente. Menos rumiar, porque el acto sexual involucra zonas del cerebro que desconectan partes del yo. Es liberador. —Cuesta juntar UIB y felicidad en una misma frase. —Mi receta es tener un pie dentro y otro fuera de la universidad en general. Empecé a disfrutar de la ciencia, plagada de tabús, cuando me asomé fuera y puede hablar de felicidad o bienestar. —¿En qué momento la cháchara deja de ser ciencia? —La cháchara es necesaria, porque nos planteamos temas que no podemos medir. Se vuelve a promover a filósofos a las neurociencias. —¿A sus actos va la gente que no cree en las vacunas? —No, tengo muchos médicos o psicólogos. Son gente curiosa y de nivel intelectual alto, con mucho respeto y que quieren aprender a conocerse. —Un algoritmo habría predicho que esta entrevista acabaría mal. —Seguro que no si hubiera conocido a los dos elementos, y además no somos algoritmos. —Pues el mundo está gobernado por algoritmos. —La ciencia no pone punto y final, no es una religión, lo que hoy damos por seguro será superado en cuarenta años por nuestros hijos. ¿No te gustaría conocer los avances científicos de aquí a tres siglos? —El ser humano se habrá extinguido para entonces, ¿todo esto es un juego para distraer a la muerte? —Jugamos a distraer a la vida, porque no nos damos cuenta de ella. Es el gran error, porque se debe disfrutar de cada paso y dar gracias. Hay que no distraerse de la vida. Thank you for watching —En Mallorca, siete días a la semana. En Madrid, seis y medio. Gracias al entusiasmo y la aceptación, el eje del budismo. Equivale a humildad sin predisposición, no esperar. —¿No será argentina? —¿Yo? No, ni argentina ni psicóloga. Comunico mucho porque, si mi madre no puede entender un artículo científico, no sirve de nada. Doy cursos para mí, no para los alumnos. —¿Le está hablando a mi cerebro? Le hablo al cuerpo entero. El corazón percibe, el intestino siente y el cerebro interpreta, integra más que suma. Hemos metido la caca en la neurociencia. —No sé usted, pero mi cerebro es un mentiroso compulsivo. —El tuyo y todos los demás. Los cerebros son mentirosos, narcisistas, y con una respuesta negativa fuerte. Cuando nos damos cuenta, esas características se diluyen. —Es más fácil creer en Dios que en el cerebro omnipotente. —Ambos están sobrevalorados y son lo mismo. Si sustituyes Dios por Naturaleza, no te perderás nada. Y es más fácil creer en el cerebro porque no ha acabado de evolucionar. —El cerebro grasiento vale, pero el corazón es una mera bomba hidráulica. —Eso es lo que pensábamos durante los últimos trescientos años, pero tiene un papel importante como sede de la mente, en el sistema cognitivo y emocional —¿Entonces los románticos tenían razón? —La tenían. Cuanto más se conecta al cerebro el corazón, que es una metáfora, más pensamos en nosotros mismos. Sigue tu corazón, pero si tu corazón sabe adónde va. —¿La felicidad depende de las bacterias del intestino? —Pues mucho, sí. La serotonina, el neurotransmisor más involucrado en el estado de ánimo, se produce en el intestino. Influyen la dieta, la contaminación, el estrés. —¿No estábamos en que el estrés era bueno? —Es bueno y nos hace evolucionar, salvo cuando es crónico. El estrés es mucho mayor en Madrid que aquí, nada más llegar noté que en Mallorca se caminaba más lento. —El paso siguiente es recomendar la oración. —Las religiones dejaron un hueco que todavía está por cubrir. No creo que haya que orar, porque hizo daño, pero se debería cumplir con un papel de acompañamiento. —Habla usted con las manos, eso en el papel no se ve. —La información que recibimos del cuerpo del otro prioriza a la palabra. La expresión corporal no miente, nada puede suplirla. Quien me mira, interpreta mi cuerpo. —¿Cómo es un cerebro femenino? —Diferente del masculino. Anatómicamente es más pequeño y con más conexiones neuronales. Al incorporar el cuerpo a la neurociencia, se observan nuevas diferencias. —Estamos llegando al punto en que ningún hombre puede satisfacer a una mujer. —Pues a mí sí me satisfacen. —Si me lo preguntan, más sexo y menos autoayuda. —Totalmente. Menos rumiar, porque el acto sexual involucra zonas del cerebro que desconectan partes del yo. Es liberador. —Cuesta juntar UIB y felicidad en una misma frase. —Mi receta es tener un pie dentro y otro fuera de la universidad en general. Empecé a disfrutar de la ciencia, plagada de tabús, cuando me asomé fuera y puede hablar de felicidad o bienestar. —¿En qué momento la cháchara deja de ser ciencia? —La cháchara es necesaria, porque nos planteamos temas que no podemos medir. Se vuelve a promover a filósofos a las neurociencias. —¿A sus actos va la gente que no cree en las vacunas? —No, tengo muchos médicos o psicólogos. Son gente curiosa y de nivel intelectual alto, con mucho respeto y que quieren aprender a conocerse. —Un algoritmo habría predicho que esta entrevista acabaría mal. —Seguro que no si hubiera conocido a los dos elementos, y además no somos algoritmos. —Pues el mundo está gobernado por algoritmos. —La ciencia no pone punto y final, no es una religión, lo que hoy damos por seguro será superado en cuarenta años por nuestros hijos. ¿No te gustaría conocer los avances científicos de aquí a tres siglos? —El ser humano se habrá extinguido para entonces, ¿todo esto es un juego para distraer a la muerte? —Jugamos a distraer a la vida, porque no nos damos cuenta de ella. Es el gran error, porque se debe disfrutar de cada paso y dar gracias. Hay que no distraerse de la vida.