30/9/21

El regreso a una vida más sencilla y en contacto con la naturaleza. sigue siendo un gran desafìo desde hace siglos.

Carlos III fue un Rey Ilustrado que siempre vivió cerca de la naturaleza y en estrecho contacto con la atmósfera y el paisaje campestre. 
Las cacerías eran un pretexto para la distracción y el esparcimiento de todas las cortes europeas, pero en el siglo XVIII estaban en apogeo las ideas de JJ Rousseau el filósofo francès que proclamaba el regreso a una vida más sencilla y en contacto con la naturaleza. 
Según Rousseau "El bosque era el medio natural del hombre". 
La observaciòn en detalle del paisaje y la búsqueda de  la naturaleza humana eran más importantes que la cultura de las ciudades.
La contemplación de estos espacios, estimularía en el hombre la capacidad del análisis, en contraposición con el misticismo religioso de tiempos anteriores.
La exaltación de lo natural quedaba por encima de la piedad religiosa.  El mundo concreto que el hombre habitaba pasó a ser más importante que los mundos que proponía la fé.
Describir y clasificar la naturaleza fueron las dos grandes actividades de los intelectuales de la época, tareas que respaldaron a su vez los reyes y gobernantes.
El Palacio Real de Caserta edificado por Carlos III en su reinado napolitano, se alzaba en medio de un inmenso valle artificial que era más importante que el propio edificio, cercados por enormes murallas de árboles que formaban avenidas de apariencia infinita. Carlos III fue un constructor de formas naturales un constructor de ideas tipicas de la ilustraciòn.
Para el y los filósofos del momento, la naturaleza era un telón de fondo indispensable para el desarrollo del espíritu humano. 
En Italia y más tarde en su reinado español, Carlos III fue un impulsor de todas las formas de jardines, los salones de plantas, las pergolas, paisterres, cuadrantes, arboledas se desarrollaron dentro y fuera de sus residencias. En sus lugares de trabajo dispuso siempre de àreas verdes. 
El agua era tambièn otro de los elementos bàsicos del pensamiento naturalista. El jardin paisajistico era una imitaciòn deliberada de un fragmento ideal sacado del campo, aquì el agua jugarìa un papel primordial como lago, arroyuelo o fuente. 
Este era un teatro de la naturaleza, un escenario idòneo para acercarse a las ideas en boga y para huir de los ajetreos de las grandes ciudades que para para Rousseau ...eran los abismos de la raza humana.

El video original completo de TVE de 1988 se puede ver acá:
https://www.youtube.com/watch?v=A5wsTgE1P4U&t=506s

Discreto, austero, fiel y siempre preocupado por el bienestar del pueblo, Carlos III es considerado hasta hoy el mejor Monarca de toda la historia de España. Quizá el haber asumido el trono con una experiencia de 25 años de reinado en Nápoles y contando ya con más de 40 años haya sido muy importante. Carlos III reinó un total de 54 años, 25 en Nápoles y 29 en España, y siempre le preocupó el bienestar del pueblo. Era austero y sencillo, además de un hombre fiel. Fue un gran rey reformista en España y América que evitó los despilfarros, un estadista que premiaba el mérito por encima de la herencia de sangre. Supo rodearse siempre de los personajes más capaces de la época. La austeridad que caracterizaba al cuarto Borbón que reinó en España despertaba simpatía: evitaba los despilfarros en la corte, apenas dejaba que le hicieran trajes, vestía siempre de forma sencilla, comía lo justo y casi siempre lo mismo y hacía largas caminatas todos los días, sea en los cotos de caza como en los jardines de los palacios. “Llamaba mucho la atención el poco gusto que tenía de estrenar ropa. Basta con revisar los retratos que se le hicieron para ver que la ropa que llevaba era muy normal y tranquila. Además, en las comidas era muy frugal. El único capricho que se daba consistía en beber chocolate y lo hacía siempre usando la misma taza. Carlos III era una persona dedicada enteramente al ejercicio del poder por lo que no tenía esa necesidad del boato y ostentación que sí tenía su padre. A él le gustaba llevar una vida retirada nada rimbombante. Dos años después de comenzar su reinado en España, Carlos III quedó viudo al morir María Amalia de Sajonia a consecuencia de una tuberculosis. “En 22 años de matrimonio, este es el primer disgusto serio que me da Amalia”, dijo entonces el monarca. Nunca se le conocieron amantes y desde el fallecimiento de su esposa no volvió a casarse ni a estar con ninguna otra mujer. Con María Amalia tuvo trece hijos de los que sobrevivieron solo siete. Preservó la integridad del estado frente a intereses particulares “Prefirió invertir el dinero en financiar expediciones geográficas y antropológicas por el resto del mundo en vez de en ampliar las colecciones reales. Desde luego, fue un defensor de los intereses generales frente a los intereses particulares”. Todo esto subraya la imagen de Carlos III como un rey absolutista preocupado por el pueblo, el bien común y la modernización del país y se le elogió mucho por las expediciones botánicas que llevó a cabo en Nueva España y Nueva Granada, que dieron como resultado el “espléndido” Jardín Botánico de Madrid. “Fue un rey moderado y prudente. Logró muchísimas mejoras sin arriesgar más de la cuenta” El “mejor alcalde de Madrid” “Cuando Carlos III llegó al trono, Madrid era una ciudad muy pobre y poco atractiva. No daba la impresión de ser una capital. Pero su gran labor como ‘alcalde’ logró que pronto estuviera al nivel del resto de capitales europeas”. Si algo destaca de su reinado es la cantidad de reformas públicas que llevó a cabo. El rey embelleció la ciudad con edificios públicos tan emblemáticos como la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado -que inicialmente estuvo planificado como un museo de historia natural-, el Banco de España, las fuentes de Cibeles y Neptuno y el ya mencionado Jardín Botánico. Estas reformas transformaron Madrid y marcaron el comienzo de la modernidad que tanto anhelaba el monarca. También creó las Juntas de la caridad para prestar servicio a los más necesitados, el servicio de ambulancias y llevó a cabo la numeración de las casas y el alumbramiento de las calles. Además, mandó construir más de 2.000 kilómetros de carreteras y 600 puentes por toda España y fundó los Colegios de cirugía de Madrid y Barcelona. Reinó durante un periodo de relativa normalidad Hay circunstancias en el reinado de Carlos III que escapan a su buen hacer. Y es que se debe tener en cuenta que le tocó reinar sin excesivos sobresaltos. Fue un rey con una gran capacidad para entender aquello que necesitaba la sociedad. “Era un monarca absoluto que quería hacer más competitivo su país y estaba muy comprometido con la mejora social.

 

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