5/12/09

Sin investigación no hay ciencia y sin ciencia no hay bienestar

LOS CAZADORES DE MICROBIOS - PAUL DE KRUIF: Hace más de trescientos años un hombre humilde, llamado Anthony Von Leeuwenhoek, se asomó por vez primera a un mundo nuevo y misterioso poblado por millares de diferentes especies de seres diminutos, algunos muy feroces y mortíferos, pero otros tan útiles y benéficos, que su hallazgo ha sido más importante para la Humanidad que el descubrimiento de cualquier continente o archipiélago.
Paul de Kruif nos cuenta en su apasionante libro, la vida y obra de los primeros cazadores de microbios, comenzando por Von Leeuwenhoek: Es la historia de la audacia y la tenacidad que le caracterizaron a él, y que son atributos de aquellos que movidos por una infatigable curiosidad de explorar y penetrar un mundo nuevo y maravilloso.
Estos cazadores, en su lucha por registrar este microcosmos no vacilan en jugarse la vida. Sus aventuras están llenas de intentos fallidos, de errores y falsas esperanzas.
Algunos de ellos, los más osados, perecieron víctimas de los mortíferos microorganismos que afanosamente estudiaban.
Para muchos la gloria lograda por sus esfuerzos fue vana o efímera, otros afortunadamente como el caso de Louis Pasteur siguen presentes en nuestro recuerdo.
LOS PROGRESOS DE LA CIENCIA EN LOS ULTIMOS DOS SIGLOS:
En aquellos tiempos, si un muchacho convalesciente de paperas preguntaba a su padre cuál era la causa de este mal, no cabe duda que el padre le contestaba: «El enfermo está poseído por el espíritu maligno de las paperas».
Esta explicación distaba de ser convincente, pero debía aceptarse sin mayores indagaciones, por temor a recibir un castigo o a ser arrojado de casa por el atrevimiento de poner en tela de juicio la ciencia paterna. El padre era la autoridad. Así era el mundo hace trescientos años, cuando nació Leeuwenhoek, y si bien ahora la ahora la vida de Von Leeuwenhoek ha vuelto ha ser casi tan desconocida como lo eran en su tiempo los fantásticamente diminutos animales y plantas que él descubrió, muchos le debemos a él y los demás científicos su legado de conocimientos.
Era aquel un mundo en el que la ciencia ensayaba sus primeros pasos; la ciencia, que no es otra cosa sino el intento de encontrar la verdad mediante la observación cuidadosa y el razonamiento claro. Atrás comenzaba a quedar un mundo de oscurantismo que entre otros había enviado a la hoguera al médico español Miguel Servet, por el abominable pecado de disecar un cuerpo humano, y condenado a Galileo Galileo a cadena perpetua por haber osado demostrar que la Tierra giraba alrededor del Sol.
LOS CAZADORES DE MICROBIOS - PAUL DE KRUIF
Cap.I: Anthony Von Leeuwenhoek - El primer cazador de microbios.
Cap.II: Lazzaro Spallanzani - Los microbios nacen de microbios.
Cap.III: Louis Pasteur - !Los microbios son una amenaza!
Cap.IV: Roberto Kock - El paladín contra la muerte.
Cap.V: Louis Pasteur y la vacuna contra la rabia.
Cap.VI: Roux y Emile Von Bering.
Cap.VII: Metchnikoff y las bases de la inmunología.
Cap.VIII: Theobald Smith
Cap.IX: David Bruce
Cap.X: Ross contra Grassi - El paludismo.
Cap.XI: Walter Reed - En interés de la ciencia y por la humanidad.
Cap.XII: Pablo Ehrlich - La bala mágica.

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