13/4/09

El "empacho" desde la óptica académica - ¿Que efecto tiene "tirar el cuerito" - Dr.Roberto Campos-Navarro

¿Sirve para algo tirar el cuerito? - Dr. Roberto Campos-Navarro
La comunidad científica analiza el empacho y otras prácticas milenarias:
http://www.intramed.net/actualidad/contenidover.asp?contenidoID=59251
El Dr.Roberto Campos –Navarro coordinó una investigación del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la UNAM, para conocer más a fondo estas prácticas milenarias: Medir con una cinta (preferentemente roja) para confirmar el empacho y “tirar el cuerito” para “quebrarlo” o curarlo.
“La gente no es tonta ni ignorante, como suele achacar la medicina tradicional. Si este tipo de rituales y terapias ancestrales no funcionaran, seguramente desaparecerían. Pero cuando la población los usa durante siglos, los va incorporando en su cultura y los transmite de generación a generación", es porque algo hay en ello. Para su estudio el investigador compartió creencias y costumbres populares sobre distintas dolencias, como el mal de ojo, el susto, la caída de mollera o el mal aire, además del empacho.
La realidad en Argentina indica que siete de cada 10 personas creen en que tirar el cuerito cura el empacho.
En otro estudio el 90% de las madres de un hospital materno infantil público, habían llevado a sus hijos a “tirarse el cuerito”, y el 76% de esas madres no le mencionaban nada al pediatra para no recibir el desprecio del profesional. Ese tipo de actitudes termina lesionando la relación médico-paciente, ya que, como contaron muchas personas, el médico puede hasta burlarse del uso de la palabra empacho, que no es otra cosa que un problema digestivo, con el movimiento intestinal alterado y con algo detenido o asentado, que debe eliminarse."
Hasta ahora, la única práctica que tendría explicación lógica sería la de tirar el cuerito. Los pellizcos en la piel de la espalda a los costados de la columna vertebral no harían otra cosa que estimular inervaciones nerviosas para acelerar el movimiento estomacal y expulsar el bolo alimenticio "pegado" en el estómago.
La medición con la cinta, en cambio, no puede explicarse más allá de la convicción de quien la usa. "Evidentemente, salvo el ritual de la cinta, que seguirá siendo un enigma, lo demás tendría una explicación lógica".
A partir del siglo XIX, según el relevamiento realizado por el investigador mexicano, la medicina académica fue reemplazando la palabra empacho por otros nombres, como enterocolitis, dispepsia o gastroenteritis, según sus signos y síntomas.
Ese cambio de denominación comenzó a separar a la medicina folklórica de la académica. "Los doctores, con el afán de diferenciarse del vulgo, no negaron únicamente el nombre, sino que también en forma paulatina dejaron de pensar en la especificidad clínica de la enfermedad hasta el grado extremo de negar su existencia",
Pero mientras que para el investigador, que, como otros médicos que, no sólo les recomiendan a sus pacientes que se hagan curar el empacho, sino que también saben cómo hacerlo, otros aseguran que los efectos de esos procedimientos folklóricos se deben puramente a la sugestión.
"Es un efecto placebo. Pero no crea que sólo los usan personas de bajo nivel cultural. Hay personas con buen nivel educativo que creen más en esos rituales que en la medicina científica. Con el herpes zóster, por ejemplo, muchos pacientes se siguen pintando con tinta...", señaló el profesor Federico Pérgola, presidente del Ateneo de Humanidades Médicas del Instituto y Cátedra de Historia de la Medicina, en el que se presentará el estudio.
Para el experto, que es miembro correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, "la magia es muy difícil de separar de la medicina científica y no se va a eliminar tan fácilmente. Lo del empacho es más una cuestión de medicina doméstica. Los médicos fueron aclarando que es una inflamación del intestino delgado y que si se estimulan los nervios posteriores de la columna se da una mejora abdominal. Lo cierto es que la medicina lo describió como una enterocolitis, que puede ser de origen viral, alérgico o microbiano. Por eso, lo mejor es decir: «Consulte a su médico»".
Y en eso también, aunque más permisivo, coincide Campos-Navarro: "Los datos que nos da el empacho son simples, por lo que sus tratamientos también deben ser sencillos. Si tirar el cuerito no da resultado, entonces sí, hay que ir al médico, porque hay casos graves que necesitan medicamentos.

COMENTARIO EN LA RED MÉDICA INTRAMED: Dr. Jorge de Paula:
He llegado a la conclusión que nuestra formación médica es cada vez extremadamente compleja, extensa, intensa y apasionante pero muy limitada al área somática y dentro de lo somático enfocada al individuo cuando está enfermo. De manera que somos especialistas en enfermedades (lo cual es muy importante y constituye de por sí un universo imposible de abarcar), pero en general no somos especialistas en salud. Y si tomamos en cuenta que un porcentaje muy importante de la población está sano o considera que lo está, estamos siendo muy reducionistas en nuestro campo operativo con la formación médica tradicional. Este reducionismo queda aún más en evidencia si tenemos en cuenta que no somos solamente cuerpo, sino que también somos seres mentales, pensantes, vivientes y sufrientes, y sufrimos por lo que nos pasa y sufrimos por lo que nos puede suceder, sea real o imaginario. Además de ello para volver más compleja la situación y evidenciar aún más nuestra limitación en el campo de las ciencias y el arte de curar, somos historia cultural, y todo esto coemergiendo en cada campo de bioinformación que es cada individuo. Y todos sabemos muy vien cuánto influye la cultura, para bien o para mal, para oprimir o para liberar, y la cultura actúa a veces para potenciar la salud o a veces para potenciar la enfermedad. Y sumado a esto somos alma y somos espíritu o por lo menos así lo pensamos muchas personas, y todo esto debería ser considerado en cada individuo, cosa que la medicina tradicional no lo toma en cuenta, pero por algo constituímos una especie diferente a todas las que existen en el mundo. Sobre las emociones y los sentimientos la ciencia poco había adelantado hasta hace poco tiempo, en virtud de que actualmente con nuevas técnicas imagenológicas y estudios funcionales, podemos estar conociendo el porqué y para qué estaban esas estructuras neuroanatómicas que solo la estudiábamos en anatomía y nunca supimos para que servián, me refiero a la amígdala, al hipocampo, y a los diferentes núcleos grises del cerebro.Desde que ha tomado fuerza la psiconeuroinmunología primero y luego PNIE y la psicología trascendente y la antropología médica, pasos importantes se han ido dando. Como nuestro cerebro siempre nos juega esa trampa de fragmentarnos, de dividirnos como dice Eduardo Punset, sea en blancos y negros, en derechas o izquierdas, en norte y sur, en ricos y pobres, también lo hará con medicina tradicional y medicina alternativa, y como nuestras universidades no nos han enseñado nada de homeopatía, ni de acupuntura, ni de quiropraxia, ni de tantas otras artes curativas que son milenarias, hemos dejado ese terreno libre para que expertos o charlatanes en estos campos puedan desarrollar su actividad con mayor o menor éxito y además con la ventaja de no tener que ser sometidos a los criterios científicos que validan toda nuestra práctica médica occidental, como muy bien lo ha referido el colega Gerardo Rodriguez.Lo cierto es que existe el efecto placebo, lo cierto es que el creer en algo ya ejerce un efecto curativo, y eso ha sido bien demostrado, por lo que entre otro material sugiero la consulta del libro del Dr. Bruce Lipton, La biología de la creencia, y es cierto que existen enfermedades psicoespirituales que tienen su secuencia muy bien definida y que podrán consultar leyendo la teoría biocognitiva del Dr.Mario Martinez. Cuando entramos en este abanico de opciones, vemos cuán limitada era nuestra formación médica inicial. El Dr.Abecasis de Rosario ha dado una entrevista magistral recientemente donde habla de la transferencia, de la contratransferencia, de la relación médico paciente y su efecto curativo-sanador de por sí, y de muchos otros conceptos que recomiendo su lectura para que una vez completada la misma, podamos analizar con nuevos elementos estas prácticas milenarias como la de tirar el cuerito y podremos explicarnos cuando y porqué funcionan.

1) La biología de la creencia – Dr. Bruce Lipton (comentario de Paco Traver http://pacotraver.wordpress.com/2009/01/25/la-biologia-de-la-creencia/
2) No linealidad e impredecibilidad de las enfermedades – Dr.Francisco Traver
http://blog.360.yahoo.com/blog-XNDBRus7f6PxkrRo9vns.cHI_CaUjEo-?cq=1&p=147
3) El Médico el paciente y la enfermedad - Dr. Michael Balint
http://drgeorgeyr.blogspot.com/
5) Enfermedades psicoespirituales, su explicación desde la teoría biocognitiva - Dr. Mario Martinez http://drgeorgeyr.blogspot.com/search?updated-max=2009-03-27T23%3A09%3A00-03%3A00&max-results=7

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