Una respuesta genial, ante una pregunta que no construye , que no suma. ¿Que hubo un error y una falta de coordinación ante la predicción de lluvia?... es evidente. Y que ello sirva para poder disponer de un lugar techado donde hacer la fila en próximo Dias de lluvia o frío intenso, sea en el ANTEL Arena o donde sea. (guardando distancias y cumpliendo protocolos). Hace un par de años cuando la pandemia no se imaginaba escribía un artículo que decía: “SI NO SUMA ...NO TE SUMES”, que en tiempos de pandemia tiene aún más importancia.
Lo que sucedió ayer en el ANTEL Arena con un retraso en la vacunación es una típica situación que puede despertar el malestar de quienes están allí, eso es natural y es comprensible, lo que no es normal, ni suma es la actitud de aquellos oportunistas que están esperando estas fallas dentro de un operativo vacunación que está funcionando en forma sensacional, para generar críticas, descontento y malestar.
Y es que cualquiera de nosotros en más o en menos o en algún momento podemos caer en esa tentación, de fomentar esa Cadena de dramatismo, de escándalo o de victimización que en estos días genera mucho rating, mucha prensa. Lo nefasto es cuando se apela a esas maniobras con fines político-partidarios como lamentablemente se está viendo desde hace unas semanas, donde en el peor momento de la pandemia, los orientales estamos empezando a desencontrar en vez de estar más unidos que nunca. Y eso gravísimo, porque si a la propagación incontrolada del virus, le agregamos la desunión entonces nos va a ir peor. Los países que han politizado la pandemia, les ha ido mucho peor que aquellos en los cuales la mayoría de la población piensa en el bien común y se compromete antes que nada a que el País salga adelante, con el menor daño y menor sufrimiento posible. 
La lista se está haciendo cada vez más larga y todos tenemos casos que nos han tocado muy de cerca, amigos, conocidos, colegas y compañeros de trabajo.
Además de NO POLITIZAR recordemos que tener RESILIENCIA será de gran importancia, y esto nos llevará a cada individuo a enfocar nuestro cuidado con una proyección comunitaria ... entendiendo y aceptando que esto no se va a ir de un día para otro.
El mostrar resiliencia nos permitirá afrontar con hidalguía, espíritu de sacrificio y solidaridad esta terrible situación, sin victimizarnos y sin buscar culpables donde no los hay, preparándonos mentalmente para defendernos y prevenir en lo posible que se expanda esta pesadilla. Y mientras esto siga evitemos las noticias fatalistas, tremendistas, desesperanzadoras o malintencionadas.
Lo que sucedió ayer en el ANTEL Arena con un retraso en la vacunación es una típica situación que puede despertar el malestar de quienes están allí, eso es natural y es comprensible, lo que no es normal, ni suma es la actitud de aquellos oportunistas que están esperando estas fallas dentro de un operativo vacunación que está funcionando en forma sensacional, para generar críticas, descontento y malestar.
Y es que cualquiera de nosotros en más o en menos o en algún momento podemos caer en esa tentación, de fomentar esa Cadena de dramatismo, de escándalo o de victimización que en estos días genera mucho rating, mucha prensa. Lo nefasto es cuando se apela a esas maniobras con fines político-partidarios como lamentablemente se está viendo desde hace unas semanas, donde en el peor momento de la pandemia, los orientales estamos empezando a desencontrar en vez de estar más unidos que nunca. Y eso gravísimo, porque si a la propagación incontrolada del virus, le agregamos la desunión entonces nos va a ir peor. Los países que han politizado la pandemia, les ha ido mucho peor que aquellos en los cuales la mayoría de la población piensa en el bien común y se compromete antes que nada a que el País salga adelante, con el menor daño y menor sufrimiento posible.
Este virus enferma y mata sin preguntar a qué partido político pertenece o simpatiza, sin importarle raza, sexo o clase social. Quienes tenemos que lidiar con la enfermedad y la muerte desde hace más de 35 años en los CTI nunca habíamos visto lo que estamos viendo ahora. Vemos morir el mismo día en el CTI un matrimonio de más de 50 años de casados y su hijo con COVID de 45 años no pudo verlos ni despedirlos. Otra señora de 79 años y su hijo de 43 muriendo también el día en el mismo centro.
