29/1/13

Diferencia entre los sexos: cerebro masculino y femenino - Dra. Helen Cronin (Parte III)


Eduard Punset visita Helen Cronin, filósofa de la ciencia y experta en darwinismo de la London School of Economics en Londres, abril de 2008.
Vídeo del programa: http://www.smartplanet.es/redesblog/?p=65
La división de los sexos
Eduard Punset
Helen, yo siempre le digo a la gente, de broma, que la diferencia entre sexos es algo muy reciente, desde hace sólo unos 700 millones de años, pero no estoy seguro porque nunca lo he
visto escrito. ¿Son realmente 700 millones de años?
Helen Cronin:
Sí, yo siempre digo que fue hace unos 800 millones de años pero, ¿qué son 800 millones de años de diferencias evolutivas? Pero realmente es así de antiguo, hace mucho tiempo y desde entonces los machos se han diferenciado de las hembras, y las diferencias que vemos ahora a nuestro alrededor en cualquier especie que se reproduce sexualmente proceden de esa asimetría inicial, de esa diferencia inicial.
Eduard Punset:
Hace 800 millones de años...
Helen Cronin: Sí, 800 millones de años, sí.
Eduard Punset: Y aunque sé que algunos lo negarán, la diferencia era bastante grande, quiero decir, la diferencia entre un óvulo y un espermatozoide...
Helena Cronin:
Sí, incluso en aquel momento, al principio de la reproducción sexual, había una diferencia entre los dos tipos de células reproductivas, lo que hoy llamamos espermatozoides y óvulos.
Básicamente, si pensamos en el esfuerzo reproductivo total, se puede dividir entre competir por una pareja o preocuparse por la prole, y lo que se pone en un lado de la balanza no puede ponerse en el otro.
Eduard Punset: No puede ponerse en el otro.
Helena Cronin:
Y desde el principio se cree que el óvulo se implica mucho más en cuidar a la descendencia y se cree que los espermatozoides, que son más rápidos, que se mueven de un lado a otro, que son mucho más numerosos, compiten por una pareja. Y a partir de esta diferencia inicial, de generación en generación, entre las distintas especies, en su proliferación desde hace 800 millones de años hasta nuestros días, encontramos esta diferencia entre machos y hembras.
Eduard Punset: Desde entonces, y pasamos al mundo moderno, encontramos a mucha gente, no sólo feministas, que dicen que las diferencias son escasas. Pero tú dices, “cuidado, hay algunas
diferencias”. ¿Qué tipo de diferencias sigue habiendo?
Helen Cronin: Bien, yo pienso en ello de la manera siguiente: hay diferencias en cuanto a: - LAS APTITUDES; - EL GUSTO; - EL TEMPERAMENTO;  y - Los polos o "la cola"; 
Y lo voy a explicar muy brevemente.
- APTITUDES: Si pensamos en las diferencias principales en cuanto a las aptitudes, por ejemplo, los hombres son muy buenos en todo lo relativo a la rotación espacial tridimensional, son muy buenos en mecánica intuitiva, en ingeniería intuitiva.
Las mujeres son mucho mejores en lenguas. Esto en cuanto a las diferencias de talentos.
- GUSTOS: Las diferencias en cuanto a los gustos se basan fundamentalmente en que a los hombres les gustan las cosas y a las mujeres, las personas.
Ésta es la gran diferencia en cuanto a los gustos.
- TEMPERAMENTOS: La diferencia de temperamentos radica en
que los hombres son conscientes de su posición social, asumen riesgos, les gusta presumir, son perseverantes, oportunistas, son muy competitivos.
Las mujeres destacan mucho menos en todas estas cosas. Esto en lo que se refiere a las tres primeras diferencias.
- LOS OPUESTOS DE LAS CURVAS: La cuarta es muy
curiosa, y es la "cola de distribución".  Bueno, pues si uno mira la distribución de estas características en una curva, los hombres suelen ser así (gestos que señalan oscilación), hay hombres en los polos opuestos, “en las colas”, mientras que las mujeres son mucho más así (gesto que indica verticalidad).
Si pensamos en las diferencias para cualquier característica que nos interese, si pensamos en las diferencias entre lo máximo y lo mínimo, lo mejor y lo peor, para las mujeres viene a ser lo mismo, no hay grandes diferencias. En cambio, para los hombres las diferencias pueden ser enormes. Hay muchos hombres que se sitúan en lo peor para algunas características, y muchos en lo mejor para otras.
La forma en que yo veo todo esto es que entre los hombres hay más necios pero también más Premios Nobel y esto nos da una visión de lo distintos que son los hombres y las mujeres.
De modo que es muy importante darse cuenta de que cuando la gente dice -y esto vale tanto para la política, como para el mercado laboral o la educación- “pero si la diferencia media entre hombres y mujeres no es muy grande.
Las medias están muy cerca, las curvas también son muy parecidas, entonces, por qué son siempre hombres los que dirigen el mundo, los que están en los puestos más altos de las empresas, los que son directores generales, presidentes... y son los dueños de todo y las mujeres todavía no están ahí y las medias no son muy distintas...”.
Eduard Punset:  Y los peores criminales también...
Helena Cronin: Sí, obviamente, eso es, pero generalmente de esto no se habla cuando se critica que las mujeres no estén en los puestos más altos. Cuando las supuestas feministas se quejan de que los hombres están en los puestos más altos, y dicen que si los hombres están ahí es porque hay machismo, nunca explican por qué
también son los hombres los que están en la parte más baja del escalafón. Si lo entendemos como parte de la “distribución de las colas”, entonces entenderemos que no tiene nada que ver con el machismo sino que tiene que ver con esta gran diferencia entre hombres y mujeres, y cómo se distribuyen estadísticamente en todas esas áreas en las que hombres y mujeres son distintos.
Eduard Punset:
Es fácil, es fácil de imaginar. Hace 700, 800, 800 millones de años, la evolución se dividió en dos caminos.
Las células que llamamos reproductoras, lo que marca el sexo de hombres y mujeres, los óvulos y los espermatozoides nacieron. Es la diferencia de sexos, los unos fueron por aquí, y los otros, o las otras, fueron por el otro camino. Esto ha sido no un encuentro, un
descubrimiento de Darwin, pero esto sí le dio lugar a Darwin para explicar como nadie y por primera vez lo que es la selección sexual, las diferencias que la evolución ha ido imponiendo en cada sexo.
La otra gran contribución de Darwin, la mayor, fue la de decir: “yes”, “sí, es un diseño inteligente pero es un diseño inteligente natural.
No hace falta ningún creador para que perviva, para que se prolongue este diseño inteligente de los organismos con
los que nos encontramos a lo largo de la vida.

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