30/11/18

La hibris o desmesura es una señal del desconocimiento de los límites límites naturales

La hibris o hybris se entendía en griego antiguo como todo aquello que sobrepasaba los límites naturales y entraba en el terreno de la desmesura. 
Para los griegos se exigía un orden natural necesario, que regía la conducta y que debía ser mantenido y respetado.
La naturaleza (de la que dioses y humanos formaban parte) organizaba y regulaba el mundo, el cuerpo y el alma, mantenía un orden y no debia ser contrariado.
Pero al tener los humanos consciencia de la inmortalidad, había también conciencia de los propios límites,  había entonces posibilidad de la transgresión.
El problema es que la transgresión es señal del desconocimiento de los límites y de la propia condición de humanos, lo que significa equipararse a la condición de dioses mediante un ego narcisista.
La hibris es la palabra con la que esto último queda representado: es el estado de ausencia de mesura, que es asimismo el estado de la transgresión mayor, en el que ninguno de los seres humanos debería caer.
El deber de los humanos, contrario a esto, seria el de “conocerse a sí mismos”, y de lo qué significa conocer los propios límites, evitar así los excesos y conservar la moderación.
La hibris es el estado que rompe con la homogeneidad, trastoca el orden de cosmos y el orden social.
La hibris representa pues el atrevimiento y la desmesura, la escisión del cosmos y del orden social y cultural.
Es lo contrario a la prudencia, que está más cercana a la idea de la humildad humana e invita a pensarnos y vivirnos en el reconocimiento de los propios límites.
La hibris es el estado inspirado por las pasiones exageradas, las acciones irreflexivas.
Representa la obstinación, la fijación a las ideas preconcebidas, el rechazo a las ideas contrarias o ajenas, y se refleja en un trato prepotente y una conducta narcisista.
El Síndrome de Hybris a su vez refleja una desmesura que desorganiza y corrompe, pero que está bastante lejos del significado individual que atribuimos a “la locura” en nuestra época, precisamente cargada de hibris.
No obstante, la figura hibris ha sido utilizada para representar incluso en términos clínicos (como el de “síndrome”) las personalidades que se caracterizan por un ego excéntrico y desmedido que tiene por consecuencia el desestimar lo ajeno
Hay mucho de Hybris en esta tapa de la Revista Caras.
Quizá lo más hermoso y tierno sean las figuras de esos hermosos bebés ... pero
ya la desmesura de editor echa a perder la imagen. Y es propio de una una revista que apunta a la chulería y al más absoluto vacío en contenido.. en valores .. en sentido común y en mesura ... porque que necesidad había de poner “Los Bebés del Año”.
Porque es ahí donde uno puede preguntarse ... que méritos hicieron esos niños para merecer ese título. Quien lo determinó? .. Bajo qué parámetros?.
Con qué liviandad se escriben títulos rimbombantes y sensacionalistas sin pensar en aquellos miles de niños que la están peleando contra enfermedades limitantes.. (cualquiera de ellos pueden ser los bebés del año), o aquellos bebés que la lucha contra el cáncer o contra la violencia cotidiana instalada en sus viviendas (porque no los llamaría hogares) .. U Otros niños nacidos de madres que han pasado por una y mil viscisitudes para lograr su bebé ...
Pero una vez más repetimos lo de aquel título.. “El bien no tiene marketing .. ni genera rating en los medios de comunicación”.. .. y así seguimos con tanto periodismo y artistas .. condescendientes con la voz de lo “políticamente te correcto” que van imponiendo quienes ya sabemos quienes son.
La naturaleza (de la que dioses y humanos forman parte) organizaba y regulaba el mundo, el cuerpo y el alma, mantienia un orden que no debia ser contrariado. Pero al tener los humanos consciencia de la inmortalidad, había también conciencia de los propios límites, y habia entonces posibilidad de la transgresión. El problema es que la transgresión es señal del desconocimiento de los límites y de la propia condición de humano, lo que significa equipararse a la condición de dioses mediante un ego narcisista.La hibris es la palabra con la que esto último queda representado: es el estado de ausencia de mesura, que es asimismo el estado de la transgresión mayor, en el que ninguno de los seres humanos debería caer. El deber de los humanos, contrario a esto, seria el de “conocerse a sí mismos”, y de lo qué significa conocer los propios límites, evitar asi los excesos y conservar la moderación. La hibris es el estado que rompe con la homogeneidad, trastoca el orden de cosmos y el orden social.La hibris representa pues el atrevimiento y la desmesura, la escisión del cosmos y del orden social y cultural. Es lo contrario a la prudencia, que está más cercana a la idea de la humildad humana e invita a pensarnos y vivirnos en el reconocimiento de los propios límites. La hibris es el estado inspirado por las pasiones exageradas, las acciones irreflexivas. Representa la obstinación, la fijación a las ideas preconcebidas, el rechazo a las ideas contrarias o ajenas, y se refleja en un trato prepotente y una conducta narcisista.El Síndrome de Hybris a su vez refleja una desmesura que desorganiza y corrompe, pero que está bastante lejos del significado individual que atribuimos a “la locura” en nuestra época, precisamente cargada de hibris.No obstante, la figura hibris ha sido utilizada para representar incluso en términos clínicos (como el de “síndrome”) las personalidades que se caracterizan por un ego excéntrico y desmedido que tiene por consecuencia el desestimar lo ajenoHay mucho de Hybris en esta tapa de la Revista Caras.Quizá lo más hermoso y tierno sean las figuras de esos hermosos bebés ... pero ya la desmesura de editor echa a perder la imagen. Y es propio de una una revista que apunta a la chulería y al más absoluto vacío en contenido.. en valores .. en sentido común y en mesura ... porque que necesidad había de poner “Los Bebés del Año”.Porque es ahí donde uno puede preguntarse ... que méritos hicieron esos niños para merecer ese título. Quien lo determinó? .. Bajo qué parámetros?.Con qué liviandad se escriben títulos rimbombantes y sensacionalistas sin pensar en aquellos miles de niños que la están peleando contra enfermedades limitantes.. (cualquiera de ellos pueden ser los bebés del año), o aquellos bebés que la lucha contra el cáncer o contra la violencia cotidiana instalada en sus viviendas (porque no los llamaría hogares) .. U Otros niños nacidos de madres que han pasado por una y mil viscisitudes para lograr su bebé ...Pero una vez más repetimos lo de aquel título.. “El bien no tiene marketing .. ni genera rating en los medios de comunicación”.. .. y así seguimos con tanto periodismo y artistas .. condescendientes con la voz de lo “políticamente te correcto” que van imponiendo quienes ya sabemos quienes son.

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