22/4/18

Dormir bien enlentece el envejecimiento, mientras que la deuda de sueño y el insomnio lo aceleran




Para la mayoría de nosotros, dormir es una actividad muy placentera científicamente hablando, dormir, es una actividad donde influyen una serie de procesos físicos y químicos que necesitamos realizar a diario para sobrevivir.
Ya sea para para reponer energías y para prevenir enfermedades, dormir es un proceso que jamás debemos dejar de realizar.

Cuando descansamos, nuestro cerebro produce una sensación de liberar la carga acumulada del día, hace una especie de re programación donde mantiene la información más relevante del día anterior.
Sucede que si no dormimos las horas adecuada, podemos presentar una serie de cambios muy notables en el organismo.
El primero de estos sucede en nuestra piel y rostros, somos propensos a padecer una serie de arrugas y molestas señales que nos aceleran el envejecimiento prematuro.
La solución es simple, dormir una serie de horas adicionales es todo lo que hace falta.
No obstante, diversos factores pueden alterar el valioso sueño y es necesario evitarlos.
Tenemos algunas buenas razones para las personas que les encanta desvelarse sin razón aparente, pues se debe respetar el ritmo natural del organismo y ayudarlo a mantenerse sano.
La mejor forma para que las personas sean realmente productivas a lo largo del día, es tener un descanso de al menos 7 horas continuas, sin interrupciones.
A pesar de que hombres y mujeres se ven afectados por igual, hay unas pequeñas diferencias que se deben tener en cuenta.
La función cerebral de la biología femenina llega a ser muchísimo más compleja, en comparación al hombre. Las mujeres al no dormir, sufren altos niveles de estrés, se llenan de preocupaciones, incluso tienen mayor tendencia depresiva.
Es la complejidad de estas funciones cerebrales, la razón por la que las mueres requieren mucho más de 8 horas.
Si se hace una comparación entre hombres y mujeres, hay que destacar que ellas son mucho más ágiles en la realización de múltiples tareas continuas.
De modo que el tiempo de recuperación es mayor y lo logra mediante el sueño.
Los neurocientíficos afirman que es sano tomar siestas de 20 a 30 minutos diarios para reponer el cansancio mientras transcurre el día, además que la hora de dormir debe ser a las 22 hrs.
Así, el organismo y el rostro también estarán relajados Por más trabajo que requieras realizar, jamás duermas menos de las 7 horas.

Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia, dormir bien se está convirtiendo en toda una pesadilla.
En Francia, una de cada tres personas padece trastornos del sueño y uno de cada diez sufre insomnio severo.
Y esta falta de horas de sueño es directamente proporcional a la reducción de la esperanza de vida.
Los datos son preocupantes. En cincuenta años, el tiempo medio de sueño ha disminuido en una hora y media. Los ciclos de sueño-vigilia han perdido su sentido.
El acelerado ritmo de vida actual, las perturbaciones sonoras, las tabletas, los videojuegos y ordenadores han demostrado ser los mejores aliados del insomnio.
Desde hace más de una década, neurobiólogos, psiquiatras y médicos descifran los misterios de nuestro sueño y sus trastornos. El impacto social del insomnio es brutal.
Accidentes, obesidad, diabetes y hasta cáncer son sus consecuencias asociadas.
Se trata realmente de un auténtico problema de salud pública.



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