10/11/21

Lo que marca el fracaso del comunismo no es la caída del muro de Berlín en 1989 sino su construcción en 1961 - Jean Francois Revel

 “Lo que marca el fracaso del comunismo no es la caída del Muro de Berlín en 1989, sino su construcción en 1961”. (Jean-François Revel)

Quienes vivimos en vivo y directo lo que fue ese acontecimiento histórico mundial, nos alegramos enormemente por la recuperación de la libertad perdida por millones de alemanes, pero también porque parecía que luego de la Implosión de ese modelo fracasado, perverso, totalitario y antinatural, se iba a terminar definitivamente el delirio comunista.
Increíblemente han conseguido mantenerse en la línea de flotación sembrando falsas ilusiones, resentimiento social,
inconformidad, empobrecimiento de valores tradicionales y una continua confrontación social.
Lo están consiguiendo en base a ocultamientos de la verdad, cambios en los relatos, engaños y medias verdades, promesas que despiertan falsas e inalcanzables ilusiones, especialmente en personas que no han encontrado prosperidad económica dentro del sistema capitalista o en personas con determinados perfiles de personalidad entre otras.
Muchas 'necesidades' e 'insatisfacciones' las inventa la sociedad, y ciertas ideologías se encargan muy bien de agigantarlas, generando inconformismo, insatisfacción y desesperanza.
Factores contribuyentes no faltan: no tener un buen anclaje familiar, redes sociales de contención, la siembra del resentimiento social, la envidia, las injusticias sociales que persisten en mayor o menor medida en todos los países, el afán de poseer muchas veces, mucho más de lo que realmente se necesita y diversos factores de inequidad que el capitalismo debe continuar resolviendo, porque es bueno, es Justo y es necesario para el bien común de todos y porque deberíamos saber cuan sano es colaborar con nuestros compañeros de viaje de esta vida.
En última instancia está siempre esa quimera, repetidamente promovida y estimada por estas ideologías de que los Gobiernos nos tienen que resolver todos los problemas y que no queremos que igualar a todos.
En todo este contexto germinan los
grandes varones de la sociedad actual.
Viviríamos en una sociedad más sana y feliz si nos percatásemos de que vivimos cuatro días y que vale la pena colaborar con nuestros compañeros de vida y asumir un compromiso social.
Afortunadamente si bien en Uruguay son cientos de miles los orientales que estamos también vacunados contra estas perversas ideologías, nunca hay que bajar la guardia porque son como las metástasis que van infiltrando todos los rincones del entramado social, no tienen paz, nunca descansan y practican esa militancia fratricida que es desgastante para la mayoría de las psiquis más o menos normales.
Ver el video de Nino Bravo en: https://www.youtube.com/watch?v=Ts5YLPl8OXo

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