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27/9/21

Altas dosis de melatonina: una estrategia para enlentecer el envejecimiento: Dr.Darìo Acuña

 Que esta hormona tiene un papel fundamental en nuestro reloj biológico es algo de lo que tenemos constancia científica desde hace mucho tiempo. Pero también podría estar jugando un papel más que destacado en las mitocondrias de cada célula.

Actualmente, el cambio poblacional se caracteriza por un aumento de longevidad y disminución de la natalidad. Mayor longevidad significa más enfermedades crónicas, mayor dependencia, y mayor gasto sanitario. De ahí que el envejecimiento deba enfrentarse bajo dos principales desafíos, mejorar la calidad de vida mediante hábitos saludables y encontrar remedios frente a las patologías que acompañan al aumento de la edad.

El envejecimiento en sí, que como proceso fisiológico lleva a un deterioro por la pérdida lenta y progresiva de facultades físicas y cognitivas, constituye el punto de partida sobre el que hay ya consensos de lo que debemos empezar a hacer. Hay que tener en cuenta que este deterioro ligado al envejecimiento es la base sobre la que descansan el resto de enfermedades que, como las metabólicascardiovascularesneurodegenerativas cáncer, entre otras, empeoran la calidad de vida reduciendo las perspectivas del estado de salud de la persona mayor.

La edad se acompaña de alteraciones de los ritmos biológicos, y la pérdida de sueño o, mejor dicho, del ritmo sueño/vigilia, no es un síntoma solamente, sino que refleja la alteración de las estructuras que controlan los ritmos circadianos. Por eso no debemos considerar la alteración del sueño como una entidad nosológica independiente, sino el reflejo de la alteración del reloj biológico central, que afecta a muchos otros ritmos, incluyendo los ritmos metabólicos, endocrinos, de neurotransmisores cerebrales, etc. Es decir, si el envejecimiento conlleva la alteración del reloj biológico, repararlo es una de las medidas que debemos tomar desde la medicina antienvejecimiento.

¿Qué es el reloj biológico? Se trata de una estructura que comprende unas 20.000 neuronas localizada en el hipotálamo, cuya función está regulada por el fotoperiodo (alternancia de luz y oscuridad) y que se encarga de poner en marcha los ritmos biológicos del organismo. Considerando que todas las especies vivas estamos sometidas a cambios cíclicos diarios, llamados ritmos circadianos, el reloj biológico es fundamental para la supervivencia. Además de los ritmos antes comentados, el reloj biológico regula también otros fundamentales para la defensa del organismo frente a las agresiones externas e internas; hablamos del ritmo de la defensa antioxidante, que nos protege frente al daño oxidativo producido por los radicales libres, del ritmo de la actividad de la inmunidad innata, que nos protege frente a infecciones; del ritmo de la división celular, que nos protege frente al cáncer, etc. Y, además, el reloj biológico regula la producción de melatonina por la glándula pineal, localizada aproximadamente en el centro del cerebro, que produce la melatonina por la noche y se libera a la sangre y líquido cefalorraquídeo, alcanzando su máximo o acrofase entre las 2 y 4 de la madrugada. Este pico de melatonina, que se repite cada 24 horas, es el mediador de la oscuridad del reloj biológico, que sincroniza entre sí todos los ritmos circadianos que este había puesto en marcha. Esta es la forma en la que el organismo funciona correctamente, nunca mejor dicho como un reloj.

 Pero este reloj se estropea con la edad por múltiples causas. Entre ellas, el propio desgaste de unas células especializas de la retina que son las que le informan de cuándo es de día o de noche; la contaminación lumínica, que hace que llegue más luz de la adecuada al reloj en las últimas horas de la tarde y noche alterando su ritmo normal; la contaminación electromagnética, que altera la expresión de los genes y proteínas del propio reloj, afectando su capacidad de poner en marcha los ritmos biológicos; muchos medicamentos, como alfa y beta bloqueantes, barbitúricos, hipnóticos, antagonistas del calcio, antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos, etc. Todos ellos usados ampliamente en la clínica sin tener en cuenta estos efectos secundarios tan agresivos para el organismo. Lo más importante, los hipnóticos usados para regular el sueño, entre otras indicaciones, que lo que hacen es estropearlo más

¿Cómo arreglamos el reloj roto? Lo lógico es restablecer su función mediante una serie de medidas dirigidas a resincronizarlo: mantenerse en un fotoperiodo adecuado, usando luces blancas durante el día (o mejor exposición a luz solar) y luces cálidas desde el atardecer hasta acostarnos; evitar el wifi por la noche; comer no más tarde de las 14 horas y cenar no más tarde de las 20 horasejercicio en horas de luz solar, nunca más tarde de las 7 de la tarde. Y, por supuesto, podemos usar la melatonina que va a resincronizar el reloj biológico central. Ya existen varios consensos internacionales para reducir las benzodiazepinas y para el uso de la melatonina como primera medida frente a un trastorno de sueño, tanto el que aparece con la edad como en niños.

 

Estas propiedades de la melatonina son debidas a su actividad como cronobiótico, es decir, regulador de los ritmos biológicos. La melatonina actúa sobre el propio reloj biológico, regulando y poniendo en fase (en hora) la expresión de los genes y proteínas reloj, lo que permite restaurar el sistema circadiano del organismo. Por eso, en cualquier trastorno del ritmo y no solo en el caso del sueño, la melatonina es altamente eficaz. Así, por ejemplo, para el jet-lag, que no es más que la alteración del reloj biológico en vuelos transoceánicos, debemos tomar melatonina 3-4 días antes de salir de viaje y continuar en destino otros 3-4 días. El caso del síndrome afectivo estacional, un estado de depresión y euforia que se asocia a cambios estacionales, es típicamente un desarreglo del reloj biológico que responde muy bien al tratamiento con melatonina.

 Las situaciones anteriores dependen de una alteración del reloj y, por tanto, de la producción de melatonina en la glándula pineal, en bajas concentraciones por la noche. De ahí que los efectos cronobióticos de la melatonina se alcancen con dosis bajas de esta hormona, normalmente inferiores a 10 mg.

Sin embargo, sabemos desde hace un tiempo que todos los órganos y tejidos del organismo producen también melatonina; es la llamada melatonina extrapineal que producen todas las células en cantidades mucho más elevadas que la que encontramos en sangre, y la usan las propias células para defenderse frente al estrés oxidativo que se produce durante su actividad metabólica. En efecto, la célula usa el oxígeno que respiramos, que es necesario para la vida, pero es muy tóxico, ya que se transforma en radicales libres durante el metabolismo. Estos radicales libres se van acumulando con la edad y son causa del envejecimiento. A su vez, el aumento de radicales libres daña y destruye las células, activando la inmunidad innata generando un estado crónico de inflamación que subyace al propio envejecimiento. Radicales libres e inflamación convergen dañando la función de las mitocondrias, unos orgánulos del interior de la célula responsables de la producción de energía para que esta funcione. La degradación de las mitocondrias lleva a la muerte celular, estableciendo así un círculo vicioso que nos acompaña durante el envejecimiento. Estrés oxidativo, inflamación y daño mitocondrial son acusa del envejecimiento y favorecen la aparición de las patologías asociadas a la edad.

Precisamente la melatonina extrapineal se produce en las células para combatir esos tres condicionantes del daño celular. La melatonina es un potente antioxidante, el más potente que tiene el organismo, un potente antiinflamatorio, y un estimulador de la mitocondria para generar energía y aumentar la capacidad defensiva de la célula. Así pues, conforme se eleva el estrés oxidativo y la inflamación, y se daña la función mitocondrial, la célula produce melatonina para contrarrestarlos; pero en esta lucha se consume melatonina, lo que, junto con la propia reducción de la producción de melatonina con la edad, lleva a un desequilibrio que va en favor del envejecimiento.

 

¿Podemos usar la melatonina frente al envejecimiento? En efecto, la melatonina administrada exógenamente tiene las mismas potentes propiedades que la endógena. Sin embargo, debido a que necesitamos que la melatonina exógena llegue al interior de la célula en concentraciones suficientes (ya hemos dicho que la melatonina intracelular es mucho más alta que la plasmática), las dosis que debemos usar son mucho mayores que aquellas que habíamos indicado para tratar problemas de alteración de los ritmos.

 Se han hecho y publicado numerosos estudios en los que se han usado dosis altas de melatonina, estudiando sus efectos tanto en sujetos sanos como en diferentes patologías. En modelos animales hemos frenado el envejecimiento con dosis de 10 mg de melatonina/día, lo que equivale en el ser humano a unos 50 mg/día

Para contrarrestar efectos antioxidantes y antiinflamatorios una vez estos están ya presentes, hemos usado en diferentes ensayos clínicos, dosis de hasta 1,5 g/día, restaurando el daño celular sin ocasionar ningún efecto secundario. 

Incluso en deportistas, que están sometidos a un elevado daño oxidativo e inflamatorio, dosis de 100 mg/día han mostrado una elevada eficacia. 

Por otro lado, la melatonina normalmente no presenta interacciones con otros medicamentos.

31/5/21

La COVID -19 produce una disfunción endotelial y daño mitocondrial como mecanismos patógenos principales y la Melatonina tiene su indicación - Dr.Jorge de Paula

 Cuando la infección por Sars Cov-2 se complica desarrollando la COVID 19 grave, lo hace a través de una Lesión del endotelio vascular (capa interna de los vasos sanguíneos), que podrá afectar en distinto grado los vasos del pulmón, riñón, cerebro, corazón o de la piel.

La función endotelial es clave para regular distintos procesos como la inflamación, el tono vascular o la inmunidad, y su afectación por el virus desarrollará trastornos en esas áreas.
A su vez el virus no solo dispara procesos inflamatorios, tromboticos y vasomotores a través de la disfunción del endotelio, sino que al entrar a la célula produce DAÑO MITOCONDRIAL.
Las mitocondrias son la usina energética de la célula, y cada célula tiene sus mitocondrias y tienen una particularidad y es que todas derivan del ovulo materno y que el espermatozoide al fecundar al ovulo solo lo hace con el núcleo y en el núcleo no hay mitocondrias. De manera que la usina energética de cada ser vivo la aporta la madre.
Volviendo al tema, si la COVID 19 a través de la DISFUNCIÓN ENDOTELIAL se caracteriza por INFLAMACIÓN, TRASTORNOS VASOMOTORES y DESTRUCCION MITOCONDRIAL, se vuelve muy racional la indicación de un fármaco como LA MELATONINA que tiene marcadas propiedades antiinflamatorias, inmunoprotectoras y antioxidantes con la consiguiente protección de la destrucción MITOCONDRIAL.
“Pensar que la MELATONINA sirve solo para el sueño, es como pensar que el agua sirve solo para calmar la sed.
La Melatonina se posiciona como un fármaco de primera línea para fortalecer la inmunidad y combatir al virus. Dosis de 5-6 o 10 mg de noche desde las etapas más tempranas del contagio o su administración endovenosa en pacientes críticos son necesarias (como lo demuestra este estudio).

30/7/12

Jet Lag y Déficit de Sueño: Dos asesinos de la salud de ejecutivos y empresarios - Charles A. Czeisler


Déficit de sueño: el asesino del desempeño

Publicado en Harvard Business Review. ISSN 0717-9952, Vol. 85, Nº. 5, 2007. , págs. 64-69
Una conversación con el profesor de Harvard Medical School
Actualmente las empresas glorifican al ejecutivo con semanas laborales de 100 horas, al guerrero del camino que vive con una maleta mientras atraviesa husos horarios y al negociador que toma un vuelo nocturno para llegar a una reunión a las 8 a.m.
Para el Dr. Charles A. Czeisler, Professor of Sleep Medicine en Harvard Medical School, esta clase de conducta corporativa es la antítesis del alto desempeño. De hecho, dice, pone en peligro tanto a los empleados como a sus empresas.

En esta entrevista, Czeisler describe cuatro funciones neurológicas que afectan la duración y la calidad del sueño, así como el desempeño individual.
Cuando esas funciones se desalinean a causa de la falta de sueño, las personas operan con un nivel de desempeño muy inferior al que tendrían si descansaran apropiadamente. Czeisler continúa con la observación de que las corporaciones tienen todo tipo de políticas para proteger a sus empleados ¿reglas contra el tabaquismo y el acoso sexual, entre otras¿ pero empuja a su gente al borde de la autodestrucción al esperar que trabajen demasiado duro, durante demasiadas horas y con muy poco tiempo para dormir.
Los efectos negativos en la cognición, dice Czeisler, pueden ser similares a los de beber demasiado alcohol: ¿Ahora sabemos que pasar 24 horas sin dormir o una semana durmiendo cuatro o cinco horas por noche produce una deficiencia que equivale a un nivel de alcohol en la sangre de 0,1%.
Nunca diríamos: ¿¡Éste es un gran trabajador! ¡Está borracho todo el tiempo!¿, pero seguimos felicitando a las personas que sacrifican horas de sueño por el trabajo¿.

Czeisler recomienda que las empresas instituyan políticas corporativas para el sueño que desincentiven el trabajo por más de 16 horas consecutivas, así como el trabajar o conducir muy tarde en la noche o después de un vuelo nocturno.
LA FALTA DE SUEÑO CRÓNICA NO SE RECUPERA CON MUCHO DESCANSO:

Dormir poco causa estrés, falta de memoria y déficits inmunológicos
Artículo publicado por Nuria Baena en El Mundo de España en octubre/2010.
Dormir poco de forma continuada o someterse habitualmente a largos periodos de vigilia causa disfunciones en el rendimiento de nuestro cerebro que perduran incluso después de muchas horas de descanso, tal y como expone un estudio publicado en la revista 'Science of Translational Medicine'.

La capacidad de mantenernos alerta o atentos es esencial para nuestra supervivencia, pero es un recurso finito, que decae progresivamente a medida que aumentan las horas que llevamos despiertos.
Sin embargo, determinar cuántas horas de sueño son necesarias para que logremos un estado de atención y rendimiento satisfactorios continúa siendo objeto de debate.

Esta cuestión adquiere una especial importancia en el día a día de algunos profesionales como médicos, enfermeros o conductores cuyos turnos de trabajo a veces no respetan el reloj biológico ni el ritmo circadiano, que se distribuye en ciclos de unas 24 horas y en los que el sueño tiene lugar durante la noche.
Algunas investigaciones han señalado que quienes 'engañan' a su cuerpo respecto al descanso son más vulnerables a la enfermedad, al estrés, a sufrir problemas de memoria y aprendizaje, a tener accidentes de tráfico, e incluso, a ganar peso.

Por si esto fuera poco se ha llegado a la conclusión de que permanecer despierto durante 24 horas puede disminuir tanto nuestras habilidades en forma similar a quienes presentan un tasa de alcohol en la sangre del 0,10%.
A la vista de estos datos un grupo de investigadores encabezados del Centro Médico Beth Israel Deaconnes, en Boston (EEUU), decidió comprobar los efectos en el rendimiento de una privación de sueño continuada y de la distorsión de los ritmos de descanso naturales.
Para ello contaron con una muestra de nueve individuos sanos cuyos ritmos de descanso y vigilia fueron controlados a lo largo de 38 días. Durante tres semanas los sujetos durmieron sólo 10 horas de cada 43, lo que equivale a 5,6 horas de sueño diarias.
A lo largo de este periodo el ritmo circadiano de los individuos, la privación aguda de sueño (en una jornada concreta), y la restricción crónica del descanso (acumulada a lo largo de los días) ejercieron su acción de forma separada. Para valorar cuál de los tres factores afectaba más a la capacidad de reacción de los sujetos y en qué momentos ejercían su acción, los participantes fueron sometidos a diferentes exámenes.
Los datos de este experimento revelan que las personas pueden desarrollar un déficit de sueño crónico, aún aparentando recuperarse totalmente de una falta de sueño aguda. Es normal que los individuos tengan episodios relativamente largos de sueño durante el fin de semana y las vacaciones, pero cortos durante los días laborales o escolares. Bajo estas condiciones, los sujetos que sufren restricciones crónicas de sueño pueden tener una falsa sensación de recuperación de su déficit de sueño previo como resultado de rendir bien durante las primeras horas del día tras un periodo de sueño normal", explican los autores.
A la vista de estas conclusiones, los resultados de la investigación son de especial importancia para quienes trabajan en turnos muy largos, sobre todo si no respetan los ritmos circadianos, ya que estas personas pueden no ser conscientes de su vulnerabilidad y de que están acumulando un déficit de sueño crónico, por lo que corren el riesgo de quedarse dormidas de repente en medio de la noche.

16/8/11

Desde el diván al scanner cerebral: Sueño, insomnio, jet lag y melatonina - Dra. Teresa Bonet Luz


BASES ANATOMICAS Y FISIOLOGICAS DEL SUEÑO: DRA. TERESA BONET LUZ
1. INTRODUCCIÓN
El sueño es un estado fisiológico en el que el nivel de vigilancia está disminuido y el individuo reposa o descansa.
En realidad, la fisiología del sueño es tan compleja como la de la vigilia en su regulación neurológica, endocrina, metabólica o cardiorrespiratoria.
El estado de sueño puede sufrir alteraciones por motivos físicos o psíquicos, que ocasionen trastornos potencialmente graves.
En el sueño se precisa de un ambiente y una postura adecuados, que son variables en distintas especies: hay animales que pueden dormir de pie, y otros que pueden hacerlo con los ojos abiertos.
En contraposición al coma, el estado de sueño es reversible en respuesta a estímulos adecuados y genera cambios electroencefalográficos que lo distinguen del estado de vigilia.
El sueño es periódico y en general espontáneo, y se acompaña en el hombre de una pérdida de la conciencia vigil.
Sin embargo, aun cuando el hombre tenga sueño, puede, voluntariamente, no dormir (privación de sueño).
El sueño tiene distintos grados de profundidad, y se presentan modificaciones fisiológicas concretas en cada una de las etapas del mismo.
Para el estudio de los cambios funcionales que se dan durante el sueño se atiende a unas variables que se denominan indicadores del sueño:
· El electroencefalograma (EEG)
· Los movimientos oculares
· El tono muscular
La polisomnografía es el registro de los tres indicadores

2. ETAPAS DEL SUEÑO
Según estos indicadores, se distinguen varias etapas en el sueño:
La etapa I, de somnolencia o adormecimiento, en que tiene lugar la desaparición del ritmo alfa del EEG (típico del estado de vigilia), hay tono muscular y no hay movimientos oculares o, si los hay, son muy lentos
La etapa II - III, de sueño ligero, se caracteriza por una disminución aún mayor del ritmo electroencefalográfico, con la aparición de los típicos husos de sueño y sigue existiendo tono muscular, y no hay movimientos oculares
La etapa IV, de sueño profundo, presenta un ritmo electroencefalográfico menor, no hay movimientos oculares y el tono muscular se mantiene o puede estar muy disminuido


Es la fase del sueño más reparadora. Hay movimientos organizados del dorso; el individuo da vueltas en la cama, cambia de postura. Esta fase dura aproximadamente un 25% del total del tiempo del sueño.
Las etapas I a IV se denominan en su conjunto sueño NO REM (NREM).
Etapa V: Sueño Profundo, sueño REM o sueño paradójico: La siguiente etapa es la de sueño paradójico, que se caracteriza por una actividad EEG que recuerda al estado de vigilia (por eso se habla de sueño paradójico), debida a una activación cortical por parte de estructuras encefálicas profundas, como es la formación reticular activadora. Fue descubierto en los años cincuenta del siglo pasado. Hay una desincronización del EEG, que se asemeja a una situación de vigilia, de alerta.
Se observan movimientos oculares rápidos (también se habla de sueño MOR, de movimientos oculares rápidos o sueño REM, de rapid eye movements), dependientes de la actividad de estructuras profundas tales como la formación reticular pontina.
Se produce una atonía (desaparición del tono muscular), aunque el músculo diafragma sigue manteniendo el tono, y contrayéndose, permitiendo la respiración.
3. REGULACIÓN DE LA VIGILIA Y EL SUEÑO
La regulación de la vigilia y del sueño implica al conjunto del SNC, aunque ciertas áreas tienen una importancia crítica.
El proceso del ciclo vigila-sueño está regulado por una red neuronal compleja en la que intervienen diversas zonas del sistema nervioso central, a base de activaciones y de inhibiciones, cuyo resultado es la vigila o el sueño. Una explicación simplificada no es posible
La regulación del sueño REM es aún más compleja, pues en él se producen al mismo tiempo fenómenos fisiológicamente antagónicos, como la disminución profunda de la vigilancia con un estado de activación del EEG o la intensa inhibición motora con hipotonía generalizada junto con movimientos rápidos oculares y otras actividades motoras fásicas (distintas en las diferentes especies). Todos estos fenómenos están regulados por diferentes núcleos del tronco cerebral:
Aún se ignora en gran medida cuál es la finalidad fisiológica última que impone la necesidad que tienen todos los animales de dormir a pesar de que ello los expone a múltiples riesgos.

El sueño es una necesidad absoluta y su supresión total durante suficiente tiempo produce graves trastornos e incluso la muerte en los animales de experimentación.
CUANTO TOLERA UN SER HUMANO SIN DORMIR:
Una supresión total de sueño en el hombre se tolera sólo si es breve, de 1-2 noches. Si persiste más tiempo aparecen trastornos progresivamente graves de la atención, la concentración y la memoria, rritabilidad, alucinaciones e incluso convulsiones.
Una supresión parcial de sueño puede tolerarse mucho tiempo, a veces a costa de fatiga crónica.
4. ORGANIZACIÓN DEL SUEÑO FISIOLÓGICO
Normalmente, en el adulto, el sueño nocturno de unas 8 horas se organiza en 4-5 ciclos de unos 90-120 min durante los cuales se pasa de la vigilia (estadio o fase I) a la somnolencia (fase II), al sueño lento (fases III y IV) y finalmente al sueño REM (fase V). Su distribución estándar en un adulto sano es aproximadamente la siguiente:
Fase I, 5 %
Fase II, 25 %
Fases III y IV, 45 %
Fase REM, 25 %
La necesidad de sueño en un adulto puede oscilar entre 5 y 9 horas. Asimismo, varía notablemente el horario de sueño entre noctámbulos y madrugadores. En épocas de mucha actividad intelectual o de crecimiento o durante los meses del embarazo, puede aumentar la necesidad de sueño, mientras que el estrés, la ansiedad o el ejercicio físico practicado por la tardecita pueden reducir la cantidad de sueño.
Las personas de edad avanzada tienen tendencia a aumentar el tiempo de permanencia en la cama. Muchas de ellas dormitan fácilmente durante el día varias siestas cortas.
5. RELOJES BIOLÓGICOS
El sueño es un estado dinámico, en el que se activan e inhiben distintas zonas del encéfalo, con las repercusiones funcionales que se han indicado. Obedece a un ritmo biológico, circadiano (cada 24 horas), relacionado con el ritmo día- noche, nictemeral, al que se ajusta el proceso
SUEÑO Y RITMOS CIRCADIANOS: Los ritmos circadianos dependen de la interacción de los estímulos externos, el más importante de los cuales es la luz, y de estructuras internas que actúan como marcapasos» de la entrada en juego de las diferentes funciones.
En el individuo completamente aislado de influencias exteriores (en una cueva) sin modificaciones de temperatura ni de luz y sin indicaciones externas de horarios convencionales (trabajo, comidas), los ciclos de sueño se van alargando a medida que entra en juego su «marcapasos» interno de manera autónoma.
En condiciones normales, el indicador externo más poderoso para sincronizar los ritmos circadianos es la hora de despertarse y levantarse, que puede fijarse estrictamente.
La hora de irse a la cama también es importante, pero la de dormir no puede fijarse a voluntad.
La hormona del crecimiento, el cortisol y otras hormonas se segregan durante la noche. Así ocurre también con la melatonina, cuya secreción por la glándula pineal es inhibida por la luz; al disminuir la luz se incrementa la liberación de melatonina
Ésta favorece la entrada en el sueño, quizá permitiendo el descenso de la temperatura corporal que va ligado a la entrada en sueño NoREM. La exposición prolongada a la luz, por ejemplo en los viajes transoceánicos en dirección oeste, inhibe la secreción de melatonina y puede ser la causa del síndrome del jet lag.
6. LOS ENSUEÑOS
Durante el sueño hay actividad mental: se trata de las experiencias oníricas, los ensueños, que pueden relatarse en una proporción del 80% al despertar al sujeto después de pasada una fase de sueño paradójico.
Por lo tanto, el sueño no significa falta de vida ni falta de actividad mental.
Los sueños de la fase REM son de tipo cinematográfico y en color.
Algunos piensan que el movimiento de los ojos en esta fase REM va en seguimiento de las imágenes visuales del ensueño.
También se sueña durante la fase de sueño profundo, pero estos sueños son más bien de tipo abstracto.
El procesamiento de las imágenes de los ensueños, según los hallazgos clínicos, se hace de forma preferente en la corteza occipitotemporal.
Las estructuras límbicas, tales como la amígdala y la corteza cingular, también estarían activadas, lo que explicaría los fenómenos emotivos durante la fase de sueño REM.
Los ganglios basales y el cerebelo, que regulan la motricidad, también activados, explicarían los movimientos ficticios de los sueños en la fase REM.
La corteza prefrontal, importante en los procesos mentales, está inhibida, lo cual puede explicar la falta de lógica en los razonamientos que se experimentan en el sueño. Precisamente, según Reinoso (2002), las mismas estructuras que son necesarias para la consolidación de la memoria, tales como el tálamo medial, la amígdala, el hipocampo, las estructuras parahipocampales, la corteza orbitofrontal y cortezas asociativas monomodales están activas en el sueño REM.
En el sueño NoREM, en cambio, hay una inhibición de las zonas que están activadas en el sueño REM y activación de las inhibidas, lo que puede explicar que en tal sueño NREM haya ensoñaciones más de tipo abstracto que en el sueño REM.
El despertar en esta fase da lugar a estados confusionales y un rápido retorno al sueño.
7. CONCLUSIONES
Se puede resumir que el sueño es un estado fisiológico activo, en que participan diversas estructuras encefálicas, formando una red neuronal, en que se dan activaciones e inhibiciones complejas, con una regulación cíclica, y sobre la que puede actuar la voluntad, modulando y estableciendo determinadas actitudes, comportamientos. Por ejemplo, cada persona tiene su "liturgia", sus hábitos para dormir: unos necesitan leer un poco antes de conciliar el sueño; otros han de tomar un vaso de agua; otros, precisan de una oscuridad total; otros, de cierto grado de luminosidad, etc. Los sueños son distintos de unas personas a otras; así por ejemplo, las personas creativas tienen sueños particularmente ricos, mientras que las más simples, los tienen más elementales. Por tanto, la impronta personal también deja su huella en estos procesos.
8. APÉNDICE LÉXICO
Apnea: Cese del flujo respiratorio durante un periodo superior a 10 segundos.
Cataplejía: Pérdida súbita del tono muscular, generalmente precipitada por una respuesta emocional.
Cronobiología: Estudio de los ritmos fisiológicos naturales.
Diurno: Variable conductal o fisiológica relacionada con el día.
Hipersomnia: Somnolencia excesiva. Propensión a quedarse dormido.
Hipopnea: Reducción del flujo aéreo menor del 50 % y de duración mayor a 10 segundos.
Insomnio: Dificultad para iniciar o mantener el sueño.
Mioclonia: Contracción bruca de un grupo muscular.
Parasomnia: Proceso conductual o fisiológico adverso que ocurre durante el sueño.
Polisomnograma: Registro electrofisiológico durante el sueño.
Ritmo circadiano: Patrón regular de fluctuación en la fisiología o en la conducta de 24 horas de duración.
Sueño REM: (rapid eyes movements): También conocido como sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos), sueño D (desincronizado o con ensoñación), sueño rápido, activo o paradójico.
Sueño NREM: (no rapid eyes movements): También conocido como sueño NMOR, sueño S (sincronizado), sueño de ondas lentas, tranquilo o sueño ortodoxo

3/2/09

Que solución tengo para mis trastornos del sueño - Dr. Jorge de Paula


¿Que solución tengo para mis trastornos de sueño? - Dr. Jorge de Paula -
Los trastornos del sueño pueden enfermar a la persona y producen alteraciones en el normal funcionamiento quienes lo padecen.
Durante mucho tiempo en este pasado siglo 20 se ha ignorado la importancia del sueño como reparador y como elemento preventivo de diferentes enfermedades, algunas de las cuales se han vuelto muy prevalentes en nuestra sociedad.
También existen mitos y creencias absurdas sobre el sueño y uno de ellos es pensar que dormir es perder el tiempo o perder tiempo de vida.
Afortunadamente en los últimos años se ha redimensionado la importancia del sueño y una de las autoridades mundiales en el tema sueño el Dr.Daniel Cardinali quién es Profesor Titular de Fisiología, Facultad de Medicina de Buenos Aires y miembro de Academias Nacionales de Medicina de varios países de América y Europa ha realizado publicaciones muy importantes sobre este tema.
TENEMOS UN DEFICIT DE SUEÑO DE 2 HORAS DIARIAS:
En uno de sus libros cuyo link agrego, el Dr.Cardinali sostiene que existe un déficit de sueño en nuestra civilización, determinado por la existencia de la luz artificial que ha hecho que cambiemos nuestros hábitos de vida más rápidamente de lo que lo puede hacer nuestro sistema fisiológico de control de sueño, que sigue estando programado como cuando vivíamos en el siglo XVII o XVIII. Uno de los puntos importantes que sugiere para poder recuperar el sueño a su forma fisiológica es el de CAMINAR O HACER EJERCICIO EN LA MAÑANA TOMANDO SOL, o si Ud. camina para ir a su trabajo, si puede bájese 10 o 15 calles antes y camina por la vereda del sol.
Si Ud. quiere conseguir una buena noche de sueño, las siguientes estrategias le ayudarán a conseguirlo:
1) Trate de ir a la cama y levantar a la misma hora todos los días (inclusive los fines de semana), podrá Ud. entonces programar una agenda de sueño e su reloj biológico corporal).
2) Permitase tener tiempo suficiente cada día para dormir, el cual debe ser por lo menos de 8 horas.
3) Realice actividades de relajación antes de ir a la cama. Lea un libro. Escuche música lenta o haga ejercicios de relajación.
4) Use su cama solamente para dormir y tener sexo, de esta manera su mente asociará su cama con el sueño y la relajación.
5) Tome un vaso de leche descremada antes de ir a la cama. El ácido amino triptofano de la leche, le ayudará a tener un sueño profundo.
6) No lleve material de lectura relacionado con su trabajo a la cama.
7) No mire programas ni lea libro que estimulen la frición o la violencia antes de irse a la cama.
8) No realice ejercicio tarde en el día. El ejercicio aumenta el estado de alerta.
9) No tome alcohol en la noche ya que distorsiona el ciclo del sueño.
10) No tome nada que contenga cafían y no fume las últimas horas antes de ir a dormir. Tanto la cafeína como la nicotina son estimulantes del sistema nervioso central.
11) No vaya a la cama con hambre ni con estómago muy lleno. La sensación de hambre es un estimulante, mientra que el estómago repleto le dará a Ud. una sensación de disconfort.
1) Sueño normal y sueño patológico – Dr. Daniel Cardinali
http://74.125.45.132/search?q=cache:O8bxpXbLshUJ:www.melatol.com.ar/prof/pdf/sue_000e.pdf+%22cardinali%22+%22sue%C3%B1o%22&hl=es&ct=clnk&cd=2
2) Página web Dr.Daniel Cardinali
http://www.daniel-cardinali.medem.com/