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25/1/24

No es que mientras hay vida hay esperanza, en la Cordillera de los Andes aprendimos que mientras había esperanza, había vida: Gustavo Zerbino

Este sábado 13/1/2024 tuvimos el privilegio de compartir esta reunión que nos regaló Alejandra Forlán junto a toda su familia.


Tanto Alejandra como Gustavo Zerbino son dos extraordinarios ejemplos de vida, ejemplos de lucha ante la adversidad y ejemplos de no dejarse doblegar ni ante las circunstancias más difíciles . (Y vaya si Alejandra no la tiene que estar remando desde hace más de 32 años).
Cuando se tiene la oportunidad de poder compartir relatos, y vivencias de estos dos extraordinarios gladiadores de la vida, es momento de escuchar con atención, de poder retener lo máximo y de tomar apuntes.
Gustavo Zerbino es reconocido como un ser humano excepcional, por su generosidad, por su solidaridad, por su capacidad de organizar y realizar y por su compromiso.

Por su parte Alejandra Forlán Alejandra es también un verdadero ejemplo de vida, un ejemplo de los valores que debemos incorporar y atesorar desde muy temprana edad, un espejo en el cual reflejarnos, un ejemplo de cuál debe ser la actitud ante la vida y muy especialmente ante las adversidades, infortunios o golpes que nos pueda deparar.



Tenemos mucho que aprender de seres como Alejandra (quién pese a presentar una secuela motriz severa desde los 17 años y hace ya más de 32 años), nos ilumina con su fuerza de voluntad, con su fuerza interior, con su capacidad resiliente, con su constante peregrinar en busca de mejorar las condiciones de aquellas personas que han sufrido siniestros de tránsito y también abogando por mejorar las condiciones de salud en el tránsito, a través de múltiples campañas de prevención.
Siempre se ha dicho que … “Mientras hay vida hay esperanza”, pero nosotros en la montaña aprendimos que era al revés, o sea que “mientras había esperanza, había vida”, porque sin esperanza la muerte era segura, sin esperanza la montaña nos fagocitaba en pocas horas. (GUSTAVO ZERBINO).
" La vida es un milagro, la muerte es un misterio y en el medio hay que vivir".
"Gustavo Zerbino tuvo la sensibilidad en medio de toda esa tragedia y desolación de haber pensado en el duelo de las familias de los que fallecieron, y visitarlos luego a cada uno para llevarles un reloj, una estampita, una carta, o algo que les sirviera para elaborar el duelo"

"Aprendimos mucho en la montaña, pero hay personas que viven los 365 días una cordillera, en una adversidad permanente y esa gente también tiene mensajes para transmitir".
El amor es la energía más grande que existe.
Cuando el yo se transforma en nosotros la conciencia se expande y los seres humanos son capaces por amor, con compromiso y actitud, lograr objetivos a veces imposibles. Pero primero hay que creer que se puede hacer.

"Todos los días me despierto y salgo de mi casa con alegría, con gratitud, con esperanza y con optimismo, y no permito que nada ni nadie me saque estos tesoros", y si algo o alguien me lo saca, que rápidamente vuelva a recuperarlos. (Gustavo Zerbino).


Aún en los escenarios más difíciles, la vida te dará motivos para agradecer” (Alejandra Forlan).
Alejandra nos habla de los valores, valores como la gratitud, siempre repetimos que cada vez que vayamos a criticar o señalar algo que nos falta, obligarnos a hacer una lista de 5 cosas por las que debemos estar agradecidos.  




Los secretos de "La Sociedad de la Nieve" contados por su creador: Juan Antonio (Jota) Bayona


Quienes aún no han visto La Sociedad de la Nieve, no deberían ver este video.
Pero quienes la hayan visto deben escuchar al director Juan A Bayona describir los detalles increíbles que nos describe.
Algunos por su complejidad, otros por su dificultad, otros porque nos introduce en las diferentes profesiones del mundo del cine, que con su creatividad, su talento y con los avances que la tecnología ha creado, nos permite bajo el talento de este extraordinario director, crear una película que marcará un hito en la historia del cine.

26/7/23

"La Belle Epoque" vive aún en el Sofitel Casino Carrasco de Montevideo - Jorge de Paula

https://www.youtube.com/shorts/dWMLIbpJiTI


EL MAJESTUOSO SOFITEL HOTEL CASINO CARRASCO inaugurado en el año 1921 frente a las costas del Río de la Plata ha sido desde entonces un emblema de la "Belle Epoque en Uruguay". Un ícono del glamour que su coqueta capital Montevideo supo tener por algunas décadas. 
El majestuoso edificio se constituye desde sus orígenes en un centro de reunión de las altas clases y medias de Montevideo gracias a su situación privilegiada, a su magistral arquitectura, a sus materiales de primera calidad y a su diseño europeo. 

En el Carrasco de las calles intrincadas, de los bosques de frondosos pinos, de los cipreses calvos y de las grandes mansiones, uno podría perderse si no fuera porque desde todos los lados se pueden apreciar las cúpulas del majestuoso Hotel.

El visionario Alfredo Arocena compró estas tierras a principios del siglo XX con la intención de hacer de esta zona una Saint Tropez de Sudamérica.

En poco tiempo el Hotel se inauguró para beneplácito del barrio y de una pujante capital. Los Bon Vivants de varias generaciones, así como artistas y personalidades se han hospedado en el mítico HOTEL y se sabe que el mismísimo Albert Einstein así como Federico García Lorca fueron huéspedes de honor. 
En sus primeros años el Hotel fue sede del Gran Premio José Pedro Ramírez porque desde sus terrazas era el mejor mirador para ver la carrera por la playa. 

Actualmente en la década de los 20 pero de este siglo XXI y a 100 años de su inauguración, el Hotel ha vuelto a recrear su icónico estilo, para que nuevos VipLanders puedan revivir y disfrutar de la atmósfera de la Belle Epoque en la muy fiel y reconquistadora ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo .

https://www.youtube.com/shorts/dWMLIbpJiTI




27/9/22

La imaginación es la mitad de la enfermedad, la tranquilidad es la mitad del remedio y la paciencia el comienzo de la sanación: Avicenas

 En una entrevista reciente Gustavo Zerbino nos recordaba esta frase de Avicena (médico y filósofo persa del siglo X): “la imaginación es la mitad de la enfermedad, la tranquilidad es la mitad del remedio y la paciencia el comienzo de la sanacion”.

Y Esta reflexión me viene a la mente cada vez que se reiteran los mensajes catastróficos que se ha propuesto enviar el SMU en forma sistemática. Un gran error por donde se lo mire, primero porque desde fines de noviembre todos ya venís como se está complicando la pandemia, en segundo lugar porque desde hace un año todo el mundo sabe o debería saber lo que debe hacer cada uno y en tercer lugar porque se reiteran en darle consejos al gobierno sobre lo que tiene que hacer, lo cual no es competencia médica.Y es una pena porque algunos de esos médicos son verdaderos héroes cuando están en los CTI o en las ambulancias o en las emergencias, pero cuando se dejan llevar por los miedos, las emociones o las ideologías... cometen esos errores y en lugar de ayudar y dar tranquilidad, se transforman en verdaderos vehículos de iniquidad.
Porque aumenta la imaginación catastrófica (y aumenta la carga potencial de enfermedad) y porque no dan tranquilidad (disminuyen las defensas y las reservas anímicas e inmunológicas de la población), y porque debilitan la confianza que tiene la población en los médicos y que es tan necesaria y crítica en estos momentos.
Por eso debemos ser tan cuidadosos con nuestras palabras y nuestros mensajes, porque cada uno de nosotros podemos generar inquietud, inseguridad y hacer más olas en medio de un tiempo o podemos transmitir información medida y equilibrada. Cada uno de nosotros podemos generar incertidumbre, sensacionalismo o pánico con nuestras opiniones o podemos informar con conocimiento del tema, con sensatez y ponderación (como lo hacen por ejemplo nuestro Presidente, el Dr. Alvaro Delgado o el Dr. Rafael Radi, o Alejandro Chabalgoity o Alejandra Rey o Julio Medina.
En mi caso que soy médico Intensivista puedo opinar de salud, de medicina o de enfermedades, pero no puedo cometer la irreverencia de opinar en los medios de comunicación sobre lo que debería hacer el Presidente o su equipo con la economía, con el gobierno o con la pandemia.
Hace unos años escuché al Dr. Hector Abecassis afirmar que “los médicos somos responsables por los fármacos que indicamos y por las palabras que usamos”. De ahí que debemos ser tan cuidadosos con cada palabra que decimos y más aún con aquellas que no deberíamos decir.
Y eso es porque, las palabras son el vehículo de contacto de nuestra alma con la realidad.
En su libro MEDICINA PRÁCTICA, el escritor Victor Gómez Rodriguez se refiere al poder de la palabra en la salud de las personas:
Una voz amable, serena y sincera puede resultar más terapéutica que cualquier medicamento.
"Un gesto tierno o agradable y una voz adecuada pueden cambiarnos el ánimo en un instante".
Las palabras nos llevan a la risa, a la alegría, a la ternura y al humor como algo inesperado.
Las palabras sorprenden, emocionan, enternecen y conmueven.
Pero el mayor milagro que nos puede suceder con las palabras, es que lleguen a curar.
Con la palabra podemos hacer nuestra alquimia interior y particular: aliviar dolores, lidiar con nuestras dudas, rabias, superar o concluir duelos, sanar viejas heridas, trascender miedos, aligerar pesadas mochilas de nuestra conciencia y terminar así con esclavitudes del alma. En definitiva liberar y liberarnos. Y más aún en momentos de crisis mundial por una pandemia que a un año de comenzada sigue sin poder ser controlado.
Las palabras del médico son vida o son muerte para el enfermo y en esto estriba gran parte de la responsabilidad de los médicos, para que se emplee el verbo con fines constructivos y no destructivos, con un fin de esperanza y no de desazón. Sin tensionar aún más un sistema de salud que está sobrepasado de tensión.
Por eso es bueno volver a ver y tener presente el mensaje de los sobrevivientes, porque en estos tiempos al Uruguay entero le ha tocado tener que vencer una cordillera, y solo se podra vencer si trabajamos en equipo, si nos preparamos. si tenemos disciplina y si somos solidarios y resilientes ante todas las adversidades que se han presentado, que se presentan y las que vendrán.
Cada uno de nosotros podemos elegir los pensamientos y las palabras que nos construyen, o los pensamientos o las palabras que nos destruyen.... es esa nuestra gran opción, nuestra gran prerrogativa, nuestra elección.

28/2/22

Nada bueno se consigue con la queja, el pesimismo, el rencor, el tedio, la venganza o la victimización - Dr.Jorge de Paula

30) Pasé junto al campo del perezoso, junto a la viña del falto de entendimiento,

31) y vi espinos por todas partes; las ortigas cubrían toda la superficie y la cerca de piedras estaba por los suelos.
32) Miré esto, y lo guardé en mi memoria; lo vi, y aprendí una lección.
33) Un poco de dormir, un poco de soñar, un poco de cruzarse de brazos para descansar.
34) Así vendrán tu necesidad y tu pobreza. (Libro de los Proverbios 24: 30-34).

Es muy interesante volver a estas milenarias escrituras, una y otra vez, especialmente en estos tiempo donde se multiplica el culto a la victimización, donde se justifica la holgazanería, donde se reinvindica a la pobreza como una condición de orgullo socia. La pobreza (tanto económica como moral) es siempre una tragedia, una desgracia y una constante interpelación a las sociedades y a nuestra civilización.
Promovamos, desarrollemos y cultivemos entonces el valor del esfuerzo, del sacrificio, del posponer gratificaciones en pos de aquellos nobles propósitos, porque nada se logra con la queja, con la descalificación del otro ni con la victimización y menos con quedarnos de brazos cruzados , porque las cosas no nos caerán de arriba por solo desearlas, hay que enfocarse, prepararse, estudiar y trabajar para conseguirlas.
Lo que hace grande a las personas y a las sociedades y a los países son la cultura, la educación y la actitud de las personas.
Cuando se estudia la conducta de las personas en sociedades que crecen y progresan se observan que gran parte de los habitantes siguen las siguientes reglas:
- La moral como principio básico.
- La honradez.
- La puntualidad.
- El orden y la limpieza.
- La responsabilidad.
- El deseo de superación.
- Respeto a la Ley y a los reglamentos.
- Respeto por el derecho de los demás.
- Amor al trabajo.
- Afán de ahorro e inversión.

La actitud de las personas es lo que marca la diferencia. El luchar contra el fuerte victimismo que nos imponen ciertas ideologías que promueven el resentimiento social, el odio y la lucha de clases es fundamental para hacer crecer en las personas, todos aquellos principios que los llevarán a una vida más armoniosa y feliz.
Valores como la honradez, la puntualidad el respeto, el amor al prójimo, el amor al trabajo y a la Patria, el respeto y la veneración hacia aquellos seres que nos han legado ejemplos de vida y superación son fundamentales para el crecimiento personal.
Vivir con gratitud y con esperanza nos aleja de sentimientos negativos como el rencor, el resentimiento, la envidia o tantos otros que nos cargan la mochila de la vida que debemos cargar diariamente de elementos que solo sirven para perturbar nuestra paz interior.
Hay que viajar livianos nos dice Paulo Coelho en Diario de un Mago: de viajar y de vivir sin cargas emocionales negativas. Viajar liviano, tener un objetivo y estar atento a las necesidades del prójimo.
En su Carta a los Jóvenes, Carlos Slim nos recuerda:
Vivan con sentimientos y emociones positivas como el amor, la amistad, la lealtad, el valor, la alegría, el buen humor, el entusiasmo, la paz, la serenidad, la paciencia, la confianza, la tolerancia, la prudencia y la responsabilidad.
Los opuestos que no invadan el alma, y ​​si lo hicieron que duren poco en su ánimo, no los dejen se quedaron, aléjenlos.
Muchas veces cometerán errores, es usual y humano, traten siempre que sean menores, acéptenlos, corríjanlos y olvídenlos.
Vivan sin miedos y sin culpas; los miedos son los peores sentimientos del hombre, lo debilitan, lo inhiben a la acción y lo deprimen, y las culpas son un lastre enorme en nuestro pensar, al actuar y en la vida.
Hacen dificil el presente y obstruyen el futuro.
De los fracasos, aprender y los éxitos deben ser estímulos llamados. Actúen siempre conforme les dicte su conciencia, pues a ésta nunca se le engaña.
Los miedos y las culpas, entonces serán mínimos.
No se encierren, ni arruinen su vida, vívanla con la inteligencia, el alma y los sentidos despiertos y alertas.
El trabajo bien hecho no es sólo una responsabilidad adquirirse a sí mismo y con la sociedad, sino que también es una necesidad emocional.
Recuerdo que cuando era niños, los adultos me preguntaban una y otra vez sobre mis estudios, sobre mis planes:
- “¿en qué clase estás?”;
- ¿como te va en los estudios?.
- ¿sabes ya que vas a estudiar cuando seas grande?)
Esa sana costumbre de los adultos era además de una expresión de interés por los planes y el futuro de nosotros, una especie de incentivo para estimularnos y empujarnos hacia el esfuerzo, el sacrificio, o la responsabilidad. No perdamos esa sana costumbre con los niños o adolescentes de ahora.
Hace unos meses en uno de esos encuentros semanales que tengo el privilegio de compartir con mi querido amigo Gustavo Zerbino, me dejó algunas reflexiones, que las grabé en mi memoria y luego me llevaron a escribir algo sobre ellas.
"Cada uno de nosotros tenemos la opción o quizá la obligación de vivir con gratitud, y cada día al levantarme lo vuelvo a tener muy presente. Vivir con gratitud y con esperanza, y si nosotros no queremos... nadie nos lo puede quitar”.

31/5/21

Dos armas poderosas contra la Pandemia de COVID-19: la gratitud y la esperanza - Gustavo Zerbino y Jorge de Paula

 La cifra que nos traerá la tranquilidad de que esta verdadera catástrofe quede bajo control serán los 2.000.000 de vacunados.

Estamos hoy en la mitad de esa cifra.
Estamos en un momento critico.
Los ingresos a CTI que habían empezado a bajar desde principios de mayo, no han consolidado ese descenso y en estos 3 últimos días nuevamente subieron a 52-48 y hoy 58 pacientes ingresaron a CTI.
Veníamos de 3 días con 42-39 y 41 y estábamos ilusionados en que se cristalizara esa caída en los ingresos.
En realidad es el número de ingresos diarios a CTI el que tenemos que seguir muy de cerca, más que la cantidad de contagios diarios, ya que debido a que esta variante P1 que es la que ahora predomina es casi 3 veces más contagiosa que la anterior, y que debido a que la vacuna no protege tanto contra contagio sino que protege de que la enfermedad sea grave, y debido a que la sugerencia del uso de doble tapabocas no ha prendido como debería, no esperemos entonces que los contagios diarios vayan a disminuir pronto.
Lo que tenemos que esperar y lo que nos merecemos es que bajen los ingresos diarios a CTI, y que bajen los ingresos a sala y que unas semanas después también bajen la cantidad de fallecidos por día.
Estamos pagando el precio de:
1) Estar en el planeta Tierra que está sufriendo una pandemia Mundial;
2) De estar entre Argentina y Brasil y haber sido invadidos ahora por una variante P1, que es mucho más contagiosa;
3) Quizá también de no haber implantado la cuarentena como lo hicieron Israel, Reino Unido o Chile y solo nos jugamos a un agresivo plan de vacunación y a la libertad responsable, y eso quizá no haya sido suficiente.
La Libertad Responsable hizo agua el año pasado en forma inconsciente pero también en forma conciente, y también hoy hace agua por varios frentes.
Tenemos muchas contras, entre otras la de mucha gente que perfora los cuidados en forma displicente y otros que la perforan en forma inconsciente y otros en forma irresponsable.
Y como analizábamos hace unos días, casi todos nosotros en algún momento del día cometemos algún error, que no necesariamente nos cueste caro o le cueste caro a alguien, pero muchas otras veces si.
Pero en estos momentos críticos nunca perdamos la FE ni la Esperanza.
No perdamos de vista que Estamos viviendo una catástrofe mundial y todos la sufrimos en alguna medida, y no hay catástrofes sin pérdidas, y cuando la situación se vuelve prolongada como está sucediendo ahora, llega un momento en que hay que tomar decisiones y llega un momento en que arriesgarse y salir a pelearla para traer el pan a la mesa. Así lo han hecho nuestros antepasados de generación en generación, luchando contra los peligros que fueron variando de época en época.
Pero en ninguna época de la historia de la humanidad los hombres se quedaron en la caverna porque estaba el tigre diente de sable afuera y no se animaban a salir.
Y a nadie se le ocurría pedir desde la caverna que le trajeran la comida. Que tenían Derecho a recibir el sustento. No señor, tuvieron nuestros antepasados que salir a pelearla corriendo todos los riesgos, y se ganó y se perdió y así se fue escribiendo la historia de la humanidad, con victorias y con tragedias, desde épocas ancestrales hasta épocas más recientes.
Los enemigos o las adversidades fueron cambiando, pero la lucha siempre estuvo en los diarios desafíos. Solo recordar que las 5 principales causas de mortalidad en el año 1900 eran todas infecciosas.
Y en esta nueva catástrofe mundial deberíamos ya saber que podemos pasar épocas de bonanza y de tranquilidad pero siempre han venido épocas de plagas, de inclemencias, de conflictos o de incertidumbres y siempre tuvimos que sufrir consecuencias de esas tragedias y siempre corriendo riesgos
Este jueves 26 de mayo de 2021 tuve nuevamente la suerte y el privilegio de compartir un buen rato con mi querido amigo Gustavo Zerbino, y me dejó algunas reflexiones, una de ellas ha sido esta:
Cada uno de nosotros tenemos la opcion o quizá la obligación de poder vivir en gratitud y con esperanza, y si nosotros no queremos ... eso nadie nos lo puede quitar.
Un gran desafío que existe hoy, es que tenemos ideologías muy fuertes y muy difundidas que promueven y contagian la Ingratitud y la desesperanza. (Entre otros males).
Y si caemos en esas perversas, maquiavélicas e inhumanas redes estamos perdidos ... perdidos como personas, como sociedad y perdidos como nación.
COMO SIENTO HOY ESA GRATITUD EN MEDIO DE ESTA PANDEMIA QUE NOS HA ROBADO TANTO:
La gratitud hoy la siento hacia la ciencia que nos ha provisto de vacunas en un tiempo impensado.
Solo recordar la indefensión que sentíamos todo el año pasado luchando en los hospitales contra este virus y contando solo con los equipos de protección especial.
En menos de un año la ciencia ha creado vacunas muy eficientes que nos han permitido hoy 29 de mayo acá en Uruguay, que 1.000.000 de personas ya tengan las 2 dosis.
¿Y Qué quedan más de 1 millón que aún no las tienen?...si es verdad.
Yo mismo estoy en esa lista, y también tengo una hija que aún no le ha llegado. Y sufrimos por ello, pero con esperanza de que cada día nos falta menos.
Y desde hoy ya sabemos que hay un millón de uruguayos que se han vacunado por ellos, por nosotros que aún no lo estamos, y por quienes no se pueden vacunar por distintas razones.
Pues ese millón de uruguayos nos están protegiendo, como nosotros también lo haremos cuando completemos las dos dosis y pasen esos 15-20 días más.
También Siento Gratitud hacia todo el personal sanitario (médicos, enfermeros, técnicos, auxiliares, radiólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, camilleros, choferes, vigilantes, etc, que nos está dando día a día un ejemplo de entrega, sacrificio y lucha ante la diaria adversidad en escenarios que ... muchas veces reproducen literalmente los infiernos del Dante;
Siento una enorme gratitud hacia los integrantes del GACH liderados por el Dr. Rafael Radi, Henry Cohen y Fernando Paganini y todo ese equipo que ha llevado durante estos 15 meses de pandemia una conducción que es ejemplo en el mundo, ellos son parte de nuestro Dream Team;
Siento gratitud hacia nuestro Gobierno que nos ha llevado con muchos aciertos en contextos muy desfavorables y complejos. Y han acertado en difíciles decisiones donde la mayoría de los gobiernos han fallado, y les agradezco y los admiro porque se que están dejando “el alma en la cancha”, contra todo tipo de adversidades: adversidades biológicas, materiales, económicas y lamentablemente también de humanos, de ese de ese sector de la población que ha estado poniéndole palos en la rueda desde los primeros días, cuando se vio rápidamente que no digerían nada bien el éxito del Presidente en la conducción inicial de la crisis.
Y Siento gratitud hacia nuestro Uruguay, porque de solo ver cual ha sido el impacto de la pandemia en países vecinos, cual han sido las decisiones de sus gobernantes con nefastas consecuencias y peor aún viendo las imágenes de países como la India que nos llegan, no dejo de agradecer vivir en Uruguay.
Por otro lado trato siempre de vivir y de transmitir mensajes esperanzadores, de hacer lecturas reales y positivas de la realidad, y lo hago porque quizá he nacido con confianza o me la supieron transmitir muy tempranamente y llevo el optimismo y la confianza a flor de piel, pero también porque he aprendido “la lección de la esperanza”, y en mis 64 años de vida y en mis 35 años de médico de CTI he visto, veo y sufro tragedias y veo también los estragos que producen las malas vibras, las malas ondas, la mala energía o las malas noticias transmitidas como un puñal.
Y ahora con las malas noticias de la pandemia hay gente que no oculta su satisfacción por las mismas. Otros las transmiten sin digerir la paja del trigo y lo harán por falta de tacto, pero otros no dejan de expresar su regocijo al transmitir, exagerar o inventar malas noticias y lo hacen como parte de un plan fratricida y de siembra de la desesperanza, del desaliento y de un pesimismo que nos lleve al descontento, la desconfianza, la insatisfacción y el malestar, todos ellos muy malos compañeros de viaje de la vida.
Así que luchemos cada día para que nada ni nadie nos robe ni la gratitud, ni la esperanza .... porque la ingratitud es una sordera espiritual y una muy desagradable condición humana, y la desesperanza es muy desagradable y nos llena también de insatisfacccion.
Nunca permitamos que nada ni nadie nos robe la gratitud, ni la Esperanza, ni la alegría de vivir.

16/4/20

La única vacuna contra el coronavirus que puede parar la enfermedad: Dr. Gustavo Zerbino


Queridos Uruguayos:
Hoy el mundo entero está alineado en una guerra global contra el coronavirus. En solo 3 meses y medio desde que China declaró las presencia del virus Covid19, más de 150 países ya se encuentran infectados.
El gran desafío hoy para Uruguay (en este mundo globalizado) es poder controlar y enlentecer el contagio de esta pandemia a la gente que vive en este país.
Es difícil pero posible, si lo enfrentamos todos juntos y unidos, como una política de estado y con el apoyo de toda la población del país, para cumplir con lo que nos piden.
Hoy estamos frente a una situación similar a cuando en la cordillera escuchamos por radio, (10 días después de la caída del avión), que se había suspendido la búsqueda, que nos habían abandonado y daban por muertos. Y hoy 47 años después estoy hablando con ustedes y solo tengo gratitud por todo lo que aprendimos.
En ese momento dejamos de esperar el rescate de afuera (una vacuna) y nos dimos cuenta que sobrevivir y salir adelante dependía solo de nosotros. Nos conectamos entonces con nuestro máximo potencial físico, mental, emocional y espiritual y nos dimos cuenta de que no podíamos gastar nuestra energía hablando de cosas que no podíamos cambiar, que no dependían de nosotros y nos deprimían (como la queja y el miedo), que nos paralizaba y nos consumía toda nuestra energía, que era muy poca y había que usarla muy eficientemente.
Aprendimos que las cosas que ocurren en la vida no son ni buenas ni malas, son solo hechos, y las tenemos que aceptar, no con la mente sino con el corazón aunque duela.
Cuando se acepta la realidad tal cual es, se deja de sufrir y de pelear la mente con la realidad. Se empieza a ser parte de la solución y no del problema. Y ahí aparecen muchas posibilidades. Se aprende también que lo importante no es lo que pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa.
En la cordillera aprendimos muy rápido que teníamos que trabajar en equipo para construir una sociedad solidaria, donde los bienes pertenecían a la comunidad; donde las normas aparecían cuando eran necesarias, y la primera fue que estaba prohibido quejarse! 

El único objetivo era sobrevivir, no yo, todos! ... Sin excusas.

Nuestra historia, es una historia de uruguayos. No es una tragedia (aunque tiene mucho de tragedia), ni un milagro (aunque tiene muchísimo de milagro).
Es una historia de amor, solidaridad, humildad, amistad y vocación de servicio que aprendimos en este país.
Con humildad aceptamos que solos no podíamos y transformamos el yo en nosotros, demostrando cómo a pesar de la diversidad se podía lograr la unidad detrás de un objetivo común.
Ahora estamos en el momento en que todos los uruguayos tenemos que aceptar el desafío y demostrarnos a nosotros mismos y al mundo por qué este maravilloso país va a salir adelante utilizando la única vacuna que hoy funciona y que puede parar la enfermedad: La vacuna de la obediencia y solidaridad de todos los uruguayos.
La única manera de ganarle al coronavirus y detener su expansión ...  es confiando, trabajando ordenadamente, todos juntos, en equipo. Depende 100% de nosotros y del compromiso para lograrlo, asumiendo cada uno lo que le corresponde."Siendo obedientes, haciendo lo que nos piden y quedándonos en casa". Y hoy no es tanto lo que nos piden, nosotros tuvimos que estar 73 días en los restos de un avión en un espacio de 30 m2 un total de 29 personas, todos apilados, sin ropa adecuada, sin comida, abandonados en el medio de la nada, a 4.000 metros de altura y con 30 grados bajo cero. 

Fue durísimo, pero posible. Había algo más que tenemos que aprender para mirar al de al lado: ser más solidarios, y aceptar definitivamente que no podemos con todo. Que somos vulnerables y que solos no podemos.  Hoy vivimos como locos corriendo para todos lados para poder ganar más plata y comprar cosas que nos impone la sociedad de consumo. Hoy estamos solos en casa rodeados de cosas materiales que para comprarlas o pagarlas dejamos de ver a nuestra familia. Entramos en un círculo vicioso sin salida: primero nos venden la necesidad y después el producto que la satisface. La insatisfacción y la queja son permanentes
A los 5 minutos dejamos de leer el manual que explica todos los atributos de lo que compre y veo que al lado mío hay una persona con uno más lindo, mejor y más barato y pienso "me cagaron".
Lo compramos en cuotas y pasamos años para pagarlos. La insatisfacción y la queja son permanentes.  Ayer nos quejábamos de que no teníamos tiempo para nada; y hoy que nos sobra es el tiempo, no sabemos qué hacer con el.
La abundancia y la carencia están en la mente. Las cosas que realmente valen, como la familia y los amigos, están en el corazón.
En Los Andes aprendí que si no soy feliz con lo que tengo tampoco voy a ser feliz con lo que me falta.
Ojalá todo esto sirva de algo. No hay crecimiento sin dolor, en las crisis individuales o de los países es cuando aflora lo mejor de cada uno.
Y recuerden: 
"La imaginación es la mitad de la enfermedad.
La tranquilidad es la mitad del remedio
Y la tranquilidad es el comienzo de la cura"
Quedémonos en casa, se puede y  Vamos Uruguay. 

15/10/12

La Tragedia de los Andes: el accidente, la supervivencia, la increíble hazaña de Fernando Parrado y Roberto Canessa .

EL ACCIDENTE:
El 12 de octubre el avión Fairchild Hiller FH-227 perteneciente a la Fuerza Aérea Uruguaya partió del Aeropuerto Internacional de Carrasco transportando al equipo de rugby del club de ex alumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo, que se dirigía a jugar un partido contra el Old Boys de Santiago de Chile.
El mal tiempo les obligó a detenerse en el aeropuerto El Plumerillo, en la ciudad de Mendoza, Argentina, donde pasaron la noche. Al día siguiente, el frente persistía, pero debido a la premura del viaje y hechas las consultas pertinentes, se esperó sólo hasta la tarde, cuando amainaron levemente las condiciones de tormenta. El vuelo continuó por la tarde del 13 de octubre despegando a las 14:18 (hora local) con destino a Santiago de Chile.
EL ACCIDENTE:
Partió desde Mendoza y adoptó rumbo Sur, hacia Malargüe, en un trayecto que le insumiría unos 45 minutos de vuelo. Alcanzó su altitud de crucero de 15.000 pies y a las 15:08 hs. reportaron su posición a Malargüe, estimando El Planchón a las 15:21 hs. La ruta estaba cubierta por un manto nuboso compacto que impedía tomar contacto visual con cualquier referencia exterior. Tras esa comunicación el FH-227 viró hacia el noroeste directamente hacia la cordillera sobre la aerovía G17.
Puntualmente a las 15:21 toma contacto con Santiago de Chile, informa encontrarse sobre el Paso del Planchón y estimaban alcanzar Curicó un minuto más tarde.
A las 15:24 hrs nuevamente se comunican con Santiago informando que tenían a la vista Curicó y que adoptaban curso norte por lo cual se les autorizó el descenso a los 11.500 pies (3.500 metros) para iniciar el descenso gradual hasta el aeropuerto Pudahuel distante a unos 170 km (25 minutos de vuelo aproximadamente).
Sin embargo el FAU-571 se encontraba en una posición muy diferente a la reportada y al iniciar el descenso comenzó a acercarse a los principales picos montañosos de la zona sumándose a ello la existencia de turbulencia moderada a severa en dicho trayecto. Así la aeronave comenzó a perder altitud y según los testigos, el avión en un momento volaba dentro de un cañón montañoso bastante cerrado, observándose bastante proximidad de los extremos de las alas con la ladera de las montañas. Seguramente ésta visión no fue observada por los pilotos por cuanto en tales circunstancias deberían haber aplicado máxima potencia e iniciar un rápido ascenso. Todo indica entonces que la visibilidad hacia delante era nula pero al cabo de unos instantes se despejó y para sorpresa de los pilotos tenían directamente enfrente un murallón que unía dos picos. En una maniobra heroica el Comandante Ferradas le imprime máxima potencia y se intentó superar dicho obstáculo. El golpe de la nariz del avión contra el banco de nieve resultó fatal para los tripulantes de cabina. La fuerza del golpe hizo que el tren de aterrizaje delantero, todavía en su pozo, comprimiera fuertemente la cabina del avión hacia atrás, atrapando a sus ocupantes contra el panel de instrumentos. Lagurara quedó con su cabeza fuera de la ventanilla y con su pecho comprimido contra el fuselaje en el interior. Los pasajeros que quedaron dentro del fuselaje, por la inercia, fueron comprimidos en sus asientos hacia la parte frontal de éste, que se elevó hasta casi tocar el techo. Algunos de los fallecidos quedaron comprimidos entre asientos o atrapados por ellos mismos. Algunos pasajeros sufrieron traumatismo craneoencefálico (TCE), lo que provocó su muerte, mientras que otros quedaron atrapados en sus asientos sin posibilidad de zafarse.
Para el resto, el golpe fue amortiguado. Increíblemente, algunos pasajeros resultaron ilesos o con tan sólo heridas leves. Hubo otros pasajeros con heridas internas graves que fallecieron en horas posteriores.
De inmediato, Marcelo Pérez, el capitán del equipo de rugby, organizó a los ilesos para ayudar a liberar a los que seguían atrapados y a los heridos, despejando el fuselaje para prepararse para la noche.
Uno de los sobrevivientes salió por atrás del fuselaje y a tientas entre la nieve y el fuselaje se acercó al piloto agonizante.
Lagurara solicitó agua, a lo que el sobreviviente le acercó nieve a la boca. Entonces, empezó a decir: «Anota, estamos en Curicó, anota...».
 Entonces, Lagurara le pidió tomar el revólver de la cabina y que le disparara, cosa que no ocurrió. El piloto Julio Ferradas murió víctima de un Traumatismo Craneo Encefálico y el copiloto Dante Lagurara murió tras agonizar toda la noche, al amanecer del día siguiente.
SUPERVIVENCIA DE 72 DÍAS:De las 45 personas en el avión, trece murieron en el accidente o poco después (entre ellos 4 de los 5 miembros de la tripulación); otros cuatro habían fallecido a la mañana siguiente, y el octavo día, murió Susana Parrado debido a sus lesiones.
Los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a duras condiciones ambientales (-25 a -42 °C) de supervivencia en las montañas congeladas, aún en plena época de nevadas, en medio de la primavera austral.
Durante varios días las partidas de rescate intentaron localizar los restos del avión sin éxito. Incluso algunos aviones estuvieron cerca del lugar, pero muy alto para poder encontrarlos.
Muchos de los sobrevivientes habían sufrido diversas lesiones cortantes o moretones y carecían de calzado y ropa adecuada para el frío y la nieve. Se organizaron para resistir las duras condiciones imperantes.
A pesar de las condiciones y el grado de debilidad y aletargamiento, los sobrevivientes liderados por el estudiante de medicina, Roberto Canessa, quien propuso soluciones para todo, fabricó además elementos y utensilios ingeniosos tales como alambiques, guantes (con los forros de los asientos del avión, que se desprendían con facilidad), botas (con los cojines de los mismos) para evitar hundirse en la nieve al querer trasladarse, y anteojos (con el plástico tintado) para resistir el frío y el encandilamiento de la nieve.
La mayoría de los sobrevientes dormían con un par de pantalones, tres o cuatro suéteres, tres pares de calcetines, y algunos se tapaban la cabeza con una camisa para conservar el aliento. Para evitar la hipotermia, en las noches más frías, se daban masajes para reactivar la circulación e intentaban mantener la temperatura corporal en contacto entre sí.
Algunos preferían dormir descalzos para evitar golpear a alguien con sus zapatos. La búsqueda se suspendió ocho días después del accidente. En el undécimo día en la montaña los supervivientes escucharon por una radio de pilas, con consternación, que se había abandonado la búsqueda.
ALUD MORTAL LA NOCHE DEL 29 DE OCTUBRE: La noche del 29 de octubre, a 16 días ya de la caída, una nueva tragedia se cernió sobre el resto del avión y sus ocupantes.
En la noche, a eso de las 23:00 un alud se deslizó y sepultó los restos del Fairchild FH-227D, ingresando por el boquete de la parte posterior, arrasando el muro provisional y sepultando a quienes dormían en su interior, salvo a un joven, Roy Harley, quien desesperadamente comenzó a cavar en busca de los que yacían bajo la nieve. Pese a los desesperados intentos de rescate por sus compañeros, ocho personas murieron asfixiadas bajo la nieve, incluyendo al capitán del equipo Marcelo Pérez y al último pasajero de sexo femenino, Liliana Navarro de Methol.
No obstante, el enterramiento del fuselaje permitió al resto de los sobrevivientes no morir congelados más adelante. En esta nueva situación las condiciones de supervivencia se endurecieron aún más.
Apenas disponían de espacio en el interior, contando con menos de un metro hasta el techo solo en la parte delantera del fuselaje.
Se percataron suficientemente a tiempo de la carencia de oxígeno al ver que la llama de un mechero tendía a apagarse. Nando Parrado, localizó un vara con la que golpeó el techo del fuselaje hasta conseguir hacer un agujero, pero la capa de nieve por encima del fuselaje le obligó a seguir perforando hasta llegar a la superficie por donde finalmente pudo entrar el oxígeno que necesitaban. Podían sentir como en el exterior se estaba desarrollando un duro temporal del cual se protegerían en el interior del fuselaje, sin embargo carecían del alimento que almacenaban fuera del mismo. Esto les obligó a hacer uso de alguno de los cuerpos de sus compañeros fallecidos en el alud que se encontraban en el interior. Este hecho les condicionó en el modo en que posteriormente ubicarían a los cuerpos, tendiendo en cierta medida a dispersarlos pensando que así facilitarían más su disponibilidad ante situaciones inadvertidas.
A mediados de noviembre, fallecieron dos jóvenes más, (Arturo Nogueira y Rafael Echevarren), a causa de la infección de sus heridas, gangrena.
El 11 de diciembre, moriría la 29º y última víctima del accidente por la misma causa (Numa Turcatti). Los supervivientes disponían apenas de alimentos.
LA FALTA DE ALIMENTO Y EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA: A pesar de que durante los días posteriores al accidente racionaron la comida disponible, pronto se mostró insuficiente.
En el lugar donde se habían estrellado no había vegetación ni animales de los que pudieran alimentarse, el terreno era suelo desnudo de nieves perpetuas. El grupo pudo sobrevivir durante 72 días y no morir por inanición gracias a la decisión grupal de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos (práctica denominada antropofagia), quienes estaban enterrados en las afueras del fuselaje.
No fue una decisión fácil de tomar, y en un principio algunos rechazaron hacerlo, si bien pronto se demostró que era la única esperanza de sobrevivir, muchas consideraciones pasaron por el tema religioso católico. Pronto se impuso la regla (o exigencia), de no utilizar como alimento a ningún familiar cercano, ni tampoco a algún fallecido de sexo femenino, como el caso de las dos mujeres.
INTENTOS DE COMUNICARSE: En un primer momento quisieron utilizar la radio de la cabina para pedir auxilio, pero carecía de energía, pues la batería estaba en la cola que ellos habían creído divisar 2 km más arriba.
Varios de los supervivientes intentaron localizar la sección de cola que había sido arrancada a raíz del primer impacto, esperando poder recuperar las baterías que se encontraban en esa parte del avión.
Cuando por fin llegaron a la sección de cola, ubicada a la distancia que habían supuesto, vieron que las baterías resultaban excesivamente pesadas (cerca de 23 kg cada una), para trasportarlas hasta el fuselaje del avión, por lo que decidieron desmontar la radio de la cabina y llevarla hasta la cola del avión; la batería estaba en buen estado.
Además en algunas valijas hallaron chocolates y licores. A pesar de todos sus esfuerzos no lograron comunicarse con el exterior pues un cortocircuito originado debido al desconocimiento, dañó irreparablemente la radio. Junto con el hallazgo de la cola, también hallaron los cuerpos de dos pasajeros enterrados y aún unidos a sus asientos por los cinturones de seguridad.
El extremo frío de la alta montaña era el peor enemigo que debían afrontar los sobrevivientes, sin embargo, gracias a estas temperaturas se podía conservar adecuadamente la carne y se impedía por completo el desarrollo de las infecciones que podrían haber producido los microorganismos que estaban en ese momento ausentes debido a estas condiciones, aún ya habiendo comenzado el verano austral en la última etapa.
LA HEROICA TRAVESÍA DE FERNANDO PARRADO Y ROBERTO CANESSA CRUZANDO PICOS DE 5.500 metros DE LA CORDILLERA DE LOS ANDES:
Para comienzos de diciembre de 1972, el deshielo dejó al descubierto el fuselaje nuevamente y los sobrevivientes pudieron disfrutar de días soleados, bañados con los cálidos rayos del sol. Los supervivientes finalmente vieron que su única esperanza consistía en ir a buscar ayuda.
El 12 de diciembre de 1972, Nando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín parten en busca de ayuda.
Al creer en todo momento que se encontraban ya en territorio chileno, es decir, en el lado occidental de la cordillera andina, tomaron la errada decisión de caminar rumbo al poniente, teniendo que encarar el cruce del encadenamiento principal de los Andes sin medios, preparación, ni fuerzas adecuadas.
Si la marcha se hubiese efectuado hacia las pampas argentinas, el esfuerzo habría sido muy inferior, pues allí el terreno rápidamente desciende hacia el oriente, logrando arribar a los primeros criadores de cabras y ovejas en un recorrido mucho más acotado y asequible.
En particular a unos 21 kilómetros en línea recta se encuentra el Hotel Termas del Sosneado que en aquellos días albergaba víveres y se encontraba custodiado por una persona con ayuda de la cual probablemente les hubiera sido mucho más fácil encontrar la civilización. La gran altitud del cerro Sosneado y la ubicación errónea facilitada por el miembro de la tripulación moribundo en la cabina, les desorientó completamente.
El tercer día de marcha, Antonio resbala y se crea una lesión, por lo que deciden enviarlo de vuelta. También le pidieron dejar su ración de carne, ya que el trayecto sería más largo de lo calculado.
Diez días después de partir de los restos del fuselaje, y habiendo caminado unos 55 km aproximadamente, llegan a la precordillera curicana del sector de Los Maitenes. Recorren un río para vadearlo por casi día y medio y no pueden lograrlo por la crecida del deshielo. Canessa comienza a sentirse enfermo, por lo que Nando debe llevar las dos mochilas. La carne que llevaban consigo comenzó a descomponerse rápidamente debido al aumento significativo de la temperatura de la precordillera.
Al amanecer del día siguiente, ven en la otra orilla a un ARRIERO CHILENO que los observa. Nando intenta comunicarse con el pero el fragor del río no lo permite, entonces el arriero ata hojas de papel y un lápiz a una piedra y la lanza sobre el río, Nando a duras penas, por su debilidad, logra hacerle llegar el mensaje que recorrió el mundo entero:
"Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo.
Hace 10 días que estamos caminando.
Tengo un amigo herido arriba.
En el avión quedan 14 personas heridas.
Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo.
No tenemos comida. Estamos débiles.
¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?”
Al reverso, una última nota, con lápiz labial: ¿Cuándo viene?
El arriero quien resultó ser Sergio Catalán, entiende el mensaje, les lanza un poco de pan y queso y  se dirige al retén de Puente Negro a cargo de Carabineros de Chile con el capitán Courbis al mando, es el más próximo (a diez horas de marcha) y da la noticia. Luego de ello, una patrulla de Carabineros se dirige al sector y le brindan ayuda. En aquel día del 22 de diciembre, los pilotos chilenos Carlos García, Jorge Massa y Mario Ávila se preparaban para volar en un DC-6 a Punta Arenas entonces recibieron incrédulos la noticia de que habían aparecido sobrevivientes del avión uruguayo extraviado hace más de dos meses en la cordillera. Se habían realizado por parte de la FACH, hasta suspenderse la búsqueda, 66 misiones sin resultados. Carlos García, solicitó tres helicópteros Bell UH-1 e inmediatamente se trasladaron hacia el sector Los Maitenes de Curicó para organizar de inmediato el rescate. Había un gran inconveniente, se había levantado una densa niebla y eso en circunstancias normales habría frenado la tarea de rescate, pero se decidió proseguir a pesar de que la visibilidad no era mayor a 100 m. Una vez en Los Maitenes, los rescatistas interrogaron a Parrado y a Canessa. La niebla se levantó a eso de las 12:00 y Parrado sirvió de guía a los helicópteros, Parrado abordó el UH-89 con García al mando, y fue seguido por el UH-91 a cargo de Massa, con un equipo del SAR (Servicio Aéreo de Rescate). El tercer aparato quedó en reserva en el lugar que ya estaba siendo invadido por periodistas. El UH-89 y el UH-91 remontaron con gran dificultad las alturas debido a la escasez de corrientes cálidas y falta de aire suficiente para el correcto funcionamiento de los rotores.
Una vez a la vista el sitio del accidente, los pilotos chilenos comprendieron que el rescate iba a ser muy difícil debido a la pendiente del terreno, pero mientras los 14 sobrevivientes saltaban jubilosos y gritaban de alegría.
Cuando aterrizaron sobre un solo Skid para afirmarse en la nieve, los rescatistas del SAR descendieron mientras los sobrevivientes intentaban abordar los helicópteros, hubo instantes de angustia ya que el peso de los famélicos sobrevivientes excedía el peso de levante del diseño del UH-Bell, por lo que hubo que bajar a algunos llegando incluso a usarse la fuerza bruta para evitar un nuevo desastre en el lugar.
Se rescataron a siete de ellos en ambos aparatos, el resto se tuvo que quedar una noche más en compañía de los miembros del SAR. No pudieron ser transportados todos ellos debido a que el UH-Bell rescatista había llegado a su máximo peso, obligando a algunos supervivientes a pernoctar una vez más en la montaña.  Tras ser rescatados la totalidad por helicópteros son trasladados a Santiago para ser atendidos por médicos. Los rostros de los sobrevivientes muestran las penurias padecidas y un color amarillo-rosado extraño, con la piel pegada a los huesos.
Roberto Canessa describiría así el momento del impacto: -" Recuerdo un poco el impacto...Me golpeé la cabeza y además me quedó un ojo hinchado, el impacto no fue tan fuerte como debiera haber sido...el avión empezó a deslizarse y se fue frenando, así el golpe no fue tan intenso... Los supervivientes se vieron obligados a dar una conferencia de prensa para hablar del asunto. Agradecieron profundamente la comprensión de familiares de los fallecidos, quienes los apoyaron en todo momento: "Ellos (los familiares) dijeron que menos mal que había 45 para que podamos tener 16 hijos de vuelta. Nos quieren como hijos. Supongo que en su yo más íntimo cuando nos ven piensan por qué sobrevivimos nosotros y no sus hijos. Es un sentimiento humano lógico".
SEPULTURA DE LOS QUE NO VOLVIERON: 
Un mes más tarde, una expedición por tierra y aire llega al lugar del accidente. Los restos de los fallecidos fueron enterrados en un lugar situado a ochocientos metros del avión, sin riesgo de aludes. Sobre la tumba se colocó una cruz de hierro en honor de las víctimas.
Sobre ella, escrito en el metal, de un lado aún se puede leer: "El mundo a sus hermanos uruguayos", y por el otro: "Más cerca, oh Dios, de ti."
Supervivientes: 1) Pedro Algorta, 21 años al momento del rescate
Roberto Jorge Canessa Urta, 19
Alfredo Daniel "Pancho" Delgado Salaberri, 25, cumplidos en la cordillera
Daniel Fernández Strauch, 26
Roberto Fernando Jorge "Bobby" François Álvarez, 21, cumplidos en la cordillera
Roy Alex Harley Sánchez, 20
José Luis Nicolás "Coche" Inciarte Vázquez, 24
Álvaro Mangino Schmid, 19 Javier Alfredo Methol Abal, 38
Carlos Páez Rodríguez, 19, cumplidos en la cordillera
Fernando Seler "Nando" Parrado Dolgay, 23, cumplidos en la cordillera
Ramón Mario "Moncho" Sabella Barreiro, 21
Adolfo Luis "Fito" Strauch Urioste, 24
Eduardo José Strauch Urioste, 25
Antonio José "Tintin" Vizíntin Brandi, 19
Gustavo Zerbino Stajano, 19 
El recuerdo de los que no volvieron:
1) Francisco Domingo Abal Guerault, 21
Gastón Costemalle Jardi, 23
Rafael Echavarren Vázquez, 22
Coronel Julio César Ferradás Benítez, 39,
Guido José Magri Gelsi, 23 (Piloto)
Jorge Alexis Hounié Sere, 20
Teniente coronel Dante Héctor Lagurara Guiado, 41,
Felipe Horacio Maquirriain Ibarburu, 22
Graciela Obdulia Augusto Gumila de Mariani, 43
Julio Martínez Lamas, 24
Teniente Ramón Martínez Rezende, 30,
Daniel Agustín Maspons Rosso, 20
Juan Carlos Menéndez Villaseca, 22
Liliana Beatriz Navarro Petraglia de Methol, 34
Esther Horta Pérez de Nicola, 40 Francisco Nicola Brusco, 40
Gustavo Diego Nicolich Arocena, 20
Arturo Eduardo Nogueira Paullier, 21
Eugenia Dolgay Diedug de Parrado, 50
Susana Elena Alicia Parrado Dolgay, 20
Marcelo Pérez del Castillo Ferreira, 25
Enrique Platero Riet, 22
Sargento Ovidio Joaquín Ramírez Barreto, 26,
Sargento Carlos Roque González, 24,
Daniel Gonzalo Shaw Urioste, 24
Diego Storm Cornah, 20
Numa Turcatti Pesquera, 24
Carlos Alberto Valeta Vallendor, 18
Fernando Vásquez Nebel, 20
El recuerdo de los que no volvieron se centra en la obra fundada por sus madres, la "Biblioteca Nuestros Hijos" que tiene como lema: VALOR Y FE.
La Biblioteca surgió hace 39 años por iniciativa de las madres de los jóvenes que fallecieron en el accidente aéreo de Los Andes en 1972.
Estas 13 madres trabajaron en forma silenciosa y honoraria por la promoción de la lectura y la instrucción en Uruguay.
Trabajaron en nombre de sus hijos. De los jóvenes que no volvieron del accidente aéreo en la cordillera de Los Andes. El dolor por la pérdida de sus hijos las unió y su enorme generosidad las llevó a transformarlo en un motor para construir realidades positivas. Así fue como en 1973 decidieron fundar la Biblioteca Nuestros Hijos, con el objetivo de generar un espacio en el que todos tuvieran la oportunidad de acceder a la lectura.
FUNDADORAS DE LAS BIBLIOTECA NUESTROS HIJOS:
Sara Vázquez de Echavarren
María Susana Gelsi de Magri
Selva Ibarburu de Maquirriain
Nené Caubarrère de Martínez Lamas
Gladys Rosso de Maspons
Lita Petralgia de Navarro
Raquel Arocena de Nicolich
Raquel Paullier de Nogueira
Stella Ferreira de Pérez del Castillo
Hélida Riet de Platero
Bimba Cornah de Storm
Agnes Vallendor de Valeta
Ana María Nebel de Vázquez
Es una biblioteca que trabaja para promover la lectura, la formación académica y el desarrollo cultural de niños, adolescentes y adultos de Uruguay.
Cuenta con: •Club de la lectura para niños, jóvenes y adultos, quienes tienen acceso a más de 16 mil novelas en español, inglés y francés, biografías, libros infantiles, revistas especializadas y libros de arte. •Biblioteca estudiantil gratuita dirigida a escolares, liceales y universitarios.
•Becas estudiantiles anuales a adolescentes en situación de vulnerabilidad social.
La labor de la Biblioteca Nuestros Hijos se financia exclusivamente gracias a la cuota mensual que abonan nuestros socios y a las donaciones de empresas y particulares. "Para mantener vivo el recuerdo de los que no volvieron del accidente ocurrido el 13 de octubre de 1972 en la Cordillera de los Andes, sus madres fundamos esta biblioteca. Cada estudiante, cada lector, es recibido aquí, en nombre de nuestros hijos"