MADRE, con solo escuchar esa palabra se nos activan aquellas memorias primigenias que nos transportan a una emocionalidad única e irrepetible, heredada seguramente desde el principio de los tiempos.
MADRE, tu nombre se relaciona con esa matriz generadora y regenerativa de la vida y de los más caros afectos, y será
por esa condición tan excelsa que tu amorosa dedicación a los hijos en esos primeros frágiles meses será total, pero por el resto de tu vida será incondicional enel compromiso del cuidado, de la presencia, del amor, y en el entramado de los afectos más genuinos y más profundos que simbolizan lo que es una Familia.
MADRE, eres ejemplo de entrega, abnegación y amor sublime, matriz acogedora, extraordinariamente luminosa, cálida, regenerativa y vivificante que nos ha sido legada desde una cultura matriarcal de la vieja Europa.
Así fueron, así son y así serán nuestras madres, las de Europa, de Asia, de África, y las nuestras de América, con algunos matices e improntas culturales, pero siempre asumiendo ese rol sublime que engloba la más linda de las palabras: MAMÁ ,
que en el fondo, representa lo más lindo, lo más puro y lo más sagrado que pueda haber en la vida.
MADRE, en este tu día tan especial, quienes aún te tenemos veneramos tu existencia, y tu recuerdo para quienes ya no te tienen físicamente, pero siempre, siempre, siempre, tu eterna presencia en el corazón de cada hijo.
