25/9/09
EL CAMINO DE SANTIAGO
Carlos Paravís nació en Montevideo en 1938 pero es considerado un hijo de MINAS ciudad capital del departamento de Lavalleja donde vivió, cantó y ejerció la Medicina hasta que falleció a los 56 años de edad en 1994 víctima de un cáncer contra el cuál luchó sus últimos años.
Su nombre artístico Santiago Chalar lo inmortalizó como cantante de música folklórica del Uruguay con especialidad en los géneros de Milonga, Serranera y Valsesito criollo
Haciendo click en el link de abajo podemos escuchar una hermosa canción de Santiago Chalar, donde homenajea al caballo como símbolo de la tradición gaucha y su fiel compañero en la formación de la Patria.
http://www.youtube.com/watch?v=bMxhd2kK5s8&NR=1
No le gustaba la política, y dedicaba sus letras al hombre de campo y a las cosas cotidianas, siendo particularmente sensible a los problemas de su pueblo. Referido a la política dijo: “No es lo mío, yo hago arte, y canto el sentir del hombre de mi tierra, si todo el mundo puede expresarse que lo haga”.
CARLOS PARAVÍS EL MÉDICO:
Como médico, su afecto por los enfermos lo llevó frecuentemente a tomar su guitarra para darles recitales, sobre todo a los más deprimidos que convalecían en el Hospital de Minas (Lavalleja). A través de un Festival de música de Minas, impulsado por él y sus vecinos logra un gran éxito, por el cual se pudo remodelar el hospital de esa ciudad.
Su vocación médica le llevó a trabajar casi gratis varios años para el Hospital de Minas y cuando el Estado le otorgó un sueldo, auxilió con ese dinero a una familia carenciada con hijos pequeños sin que nadie se enterara del hecho, mientras que él, sobrevivía con sus ingresos de cantante.
DE CÉSAR DI CANDIA AL AMIGO:
Bajo el título “EL CAMINO DE SANTIAGO”, César di Candia (periodista y escritor uruguayo), escribe este emotivo recuerdo de la vida y los padecimientos de su amigo Carlos Paravís (Santiago Chalar):
En ocasiones, cuando la noche está muy oscura y el silencio de la playa se hace dulce y triste, me viene a buscar mi amigo Santiago Chalar y, como hace más de cuarenta años, me invita a bajar a la arena frente a la casa de su futura suegra, sobre la bahía de La Paloma. Sentados en la humedad volvemos a tomar mate al tanteo y mientras conversamos podemos escuchar al verano retozando en unas olitas que llegan con desgano a la orilla.
En aquellos años, Santiago era para todos Carlitos Paravís y caminaba trepando el cerro con la claridad sobre el rostro.
Estudiaba medicina, tenía por novia a una de las más lindas del balneario, cantaba muy bien y no le gustaba llevar la guitarra a la playa porque según decía el salitre del aire terminaba por dejarla afónica.
Sin embargo no podía dominar aquella compulsión por el instrumento que le retrasó la carrera, le provocó desencuentros con quién luego fue la madre de sus hijos e hizo rabiar a su padre.
Si sus mañanas eran revolear la zurda en la arena de la playa Anaconda y las tardes para unos libracos de medicina que leía al reparo de los árboles, Carlitos destinaba sus noches a la música y al canto y lo h acía en forma casi subrepticia porque viejas leyes no escritas imponían entonces que un artista nunca aporta prestigio a una buena familia. A la salida de una de aquellas temporadas de playa, ante su sorpresa unos amigos le propusieron grabar y tuvo que elegir un seudónimo para que ni la familia de su novia ni la suya propia tomaran conciencia de ese torcimiento que estaba adoptando su destino. Así nació Santiago Chalar. A su novia se lo confesó casi enseguida. Su padre lo supo un día en que venía en auto con otro de sus hijos y se topó con su voz en la radio.
“¿Quién es ese mozo que canta tan lindo? – preguntó-
- ¿No lo reconoces?, es Carlitos papá, acaba de grabar un disco”.
- Cuando terminó la canción, el hombre lanzó el rayo purificador: “nunca vayas a contarle que yo dije que cantaba bien”.
- Aquel médico viejo que había dejado de practicar su profesión para dedicarse a la política cumplió su promesa y murió sin admitirle a su hijo, que le gustaba como cantaba. Igual a los demás, también temía que dejara la carrera por la música. Los problemas de convivencia entre aquellas dos vocaciones tan distintas tuvieron de rehén toda la existencia de Carlos Paravís.
Existió un Carlitos juguetón y de risa pronta, que quedó para siempre en La Paloma. El otro se hizo traumatólogo, se casó, se instaló con consultorio en Minas y empezó a hacerse conocer como Santiago Chalar.
Con cierta inocencia pensó que unir en un solo haz una familia, una profesión recién iniciada y un artista, era una de esas dificultades que termina arreglándolas el tiempo. Su error se midió en depresiones y abatimientos. En una de esas aflojadas, por algún flanco desguarnecido se le empezó a escapar la alegría y a colársele el alcohol. De ese problema hablamos un día casi entero, en una casita de cantos, copas y asados que tenía en la parte más alta de Minas, empinada sobre el arroyo san Francisco, dominando sierras, valles y sembrados, a la que había bautizado El Mangrullo. Un lugar de esos que uno cree que no existen y son inventos de las tarjetas postales. Semanas después, un tumor cerebral de cuya existencia él mismo ya sospechaba acrecentó su bohemia, que a esa altura era irredimible. Para ventilarse los fantasmas se perdía jornadas enteras en el campo, atravesando sierras a caballo, al rumbo que saliera.
Por las noches pedía permiso para dormir en alguna estancia y se quedaba en los galpones compartiendo el guiso con la peonada. Las pocas veces que era reconocido, desataba de los tientos la caja de alguna de sus guitarras y cantaba para un público de seis u ocho personas, las que si averiguaban quién era, habrían de recordar el episodio por el resto de sus vidas. Siempre me había dicho que no le parecía bien cobrar por cantar, porque éste era un don que le había dado Dios.
Pero durante nuestro último encuentro hizo un largo silencio y fue todavía más lejos: “Suponiendo que este razonamiento fuera correcto, ¿te parece bien cobrar por curar a un ser humano?”. Dilemas como éste habían alimentado su bohemia, (y afectado grandemente su inmunidad reflexionamos quienes conocemos la integración psineuroinmunológica), una bohemia llena de preguntas sin respuestas.
Fue un hombre increíblemente auténtico. Ahora que no está, se lo he confesado alguna vez de esas que regresamos a tomar mate de noche a aquella playa perdida de La Paloma en Rocha, mientras volvemos a conversar mirando la fosforescencia corcovear sobre las algas. Probablemente en sus últimos meses, acosado por aquel mal sin retorno, haya vuelto a recordar otra sexteta del poema de Romildo Risso que había empezado a musicalizar años atrás en La Paloma y que resultó la perfecta parábola de su propia vida.
Refugiado en aquella mínima casita colgada sobre un valle desenfrenado de verdes, esperó sus días finales. Cuando llegó a la cumbre del cerro y sintió como en la poesía, que la luz comenzaba a llegarle desde atrás, no pudo con el peso de su mochila cargada de demonios. Inútilmente, había buscado en la bohemia la paz y la sabiduría. Al darse cuenta que habían quedado extraviadas por el camino, se entregó y dejó su dilema, sin resolver, en algún lugar pedregoso de las sierras de Minas.
SANTIAGO CHALAR EL CANTAUTOR: LA PATRIA SE HIZO A CABALLO
(Hermosa canción de homenaje al compañero del gaucho)
http://www.youtube.com/watch?v=bMxhd2kK5s8&NR=1&NR=1
Pida patron, no es un canto
Pida patron es un grito
Dolor simplemente escrito
Que pudo bien ser un llanto.
Rabia , pasion , desencanto
Sangrante rima que hallo
Cruda sentencia que fallo
Para el que pobre o no pobre
Por un puñado de cobres
Condene a muerte a un caballo.
Pida patron lo que quiera
Pida el galope más grande
Pida el aliento mas largo
Pero no venda mi carne.
Pida que nade los rios
Que cruce todos los valles
Que me deshaga en la sierra
Pero no venda mi carne.
Pida que embista en mi pecho
Las lanzas que embistió antes
Pida que vuele en pedazos
Bajo el rugir del combate
Pida que enriede en mis crines
La muerte que anda en el aire.
Pida que caiga envarado
Ahogando el relincho en sangre
Pida que agote mis fuerzas
Cuando en la paz cinche y are
Para trillar los veranos
Maduros en los trigales
Pida que seque las ubres
De las yeguadas que paren
Aunque apure los potrillos
Y asi los cristianos mamen.
Pídame bota de potro
Que por mi muerte le nacen
Para salvar en la muerte
La tradición del gauchaje
Pida todo lo que quiera
Del escudo desterrarme
Cinchar las cosas mas pobres
Basta que cien orientales
Sufrir sórdido desden
Pero no venda mi carne.
Olvide que hice la patria
En mi lomo con los grandes
Pida todo lo que quiera
Pero no venda mi carne.
http://www.youtube.com/watch?v=bMxhd2kK5s8&NR=1&NR=1
Su nombre artístico Santiago Chalar lo inmortalizó como cantante de música folklórica del Uruguay con especialidad en los géneros de Milonga, Serranera y Valsesito criollo
Haciendo click en el link de abajo podemos escuchar una hermosa canción de Santiago Chalar, donde homenajea al caballo como símbolo de la tradición gaucha y su fiel compañero en la formación de la Patria.
http://www.youtube.com/watch?v=bMxhd2kK5s8&NR=1
No le gustaba la política, y dedicaba sus letras al hombre de campo y a las cosas cotidianas, siendo particularmente sensible a los problemas de su pueblo. Referido a la política dijo: “No es lo mío, yo hago arte, y canto el sentir del hombre de mi tierra, si todo el mundo puede expresarse que lo haga”.
CARLOS PARAVÍS EL MÉDICO:
Como médico, su afecto por los enfermos lo llevó frecuentemente a tomar su guitarra para darles recitales, sobre todo a los más deprimidos que convalecían en el Hospital de Minas (Lavalleja). A través de un Festival de música de Minas, impulsado por él y sus vecinos logra un gran éxito, por el cual se pudo remodelar el hospital de esa ciudad.
Su vocación médica le llevó a trabajar casi gratis varios años para el Hospital de Minas y cuando el Estado le otorgó un sueldo, auxilió con ese dinero a una familia carenciada con hijos pequeños sin que nadie se enterara del hecho, mientras que él, sobrevivía con sus ingresos de cantante.
DE CÉSAR DI CANDIA AL AMIGO:
Bajo el título “EL CAMINO DE SANTIAGO”, César di Candia (periodista y escritor uruguayo), escribe este emotivo recuerdo de la vida y los padecimientos de su amigo Carlos Paravís (Santiago Chalar):
En ocasiones, cuando la noche está muy oscura y el silencio de la playa se hace dulce y triste, me viene a buscar mi amigo Santiago Chalar y, como hace más de cuarenta años, me invita a bajar a la arena frente a la casa de su futura suegra, sobre la bahía de La Paloma. Sentados en la humedad volvemos a tomar mate al tanteo y mientras conversamos podemos escuchar al verano retozando en unas olitas que llegan con desgano a la orilla.
En aquellos años, Santiago era para todos Carlitos Paravís y caminaba trepando el cerro con la claridad sobre el rostro.
Estudiaba medicina, tenía por novia a una de las más lindas del balneario, cantaba muy bien y no le gustaba llevar la guitarra a la playa porque según decía el salitre del aire terminaba por dejarla afónica.
Sin embargo no podía dominar aquella compulsión por el instrumento que le retrasó la carrera, le provocó desencuentros con quién luego fue la madre de sus hijos e hizo rabiar a su padre.
Si sus mañanas eran revolear la zurda en la arena de la playa Anaconda y las tardes para unos libracos de medicina que leía al reparo de los árboles, Carlitos destinaba sus noches a la música y al canto y lo h acía en forma casi subrepticia porque viejas leyes no escritas imponían entonces que un artista nunca aporta prestigio a una buena familia. A la salida de una de aquellas temporadas de playa, ante su sorpresa unos amigos le propusieron grabar y tuvo que elegir un seudónimo para que ni la familia de su novia ni la suya propia tomaran conciencia de ese torcimiento que estaba adoptando su destino. Así nació Santiago Chalar. A su novia se lo confesó casi enseguida. Su padre lo supo un día en que venía en auto con otro de sus hijos y se topó con su voz en la radio.
“¿Quién es ese mozo que canta tan lindo? – preguntó-
- ¿No lo reconoces?, es Carlitos papá, acaba de grabar un disco”.
- Cuando terminó la canción, el hombre lanzó el rayo purificador: “nunca vayas a contarle que yo dije que cantaba bien”.
- Aquel médico viejo que había dejado de practicar su profesión para dedicarse a la política cumplió su promesa y murió sin admitirle a su hijo, que le gustaba como cantaba. Igual a los demás, también temía que dejara la carrera por la música. Los problemas de convivencia entre aquellas dos vocaciones tan distintas tuvieron de rehén toda la existencia de Carlos Paravís.
Existió un Carlitos juguetón y de risa pronta, que quedó para siempre en La Paloma. El otro se hizo traumatólogo, se casó, se instaló con consultorio en Minas y empezó a hacerse conocer como Santiago Chalar.
Con cierta inocencia pensó que unir en un solo haz una familia, una profesión recién iniciada y un artista, era una de esas dificultades que termina arreglándolas el tiempo. Su error se midió en depresiones y abatimientos. En una de esas aflojadas, por algún flanco desguarnecido se le empezó a escapar la alegría y a colársele el alcohol. De ese problema hablamos un día casi entero, en una casita de cantos, copas y asados que tenía en la parte más alta de Minas, empinada sobre el arroyo san Francisco, dominando sierras, valles y sembrados, a la que había bautizado El Mangrullo. Un lugar de esos que uno cree que no existen y son inventos de las tarjetas postales. Semanas después, un tumor cerebral de cuya existencia él mismo ya sospechaba acrecentó su bohemia, que a esa altura era irredimible. Para ventilarse los fantasmas se perdía jornadas enteras en el campo, atravesando sierras a caballo, al rumbo que saliera.
Por las noches pedía permiso para dormir en alguna estancia y se quedaba en los galpones compartiendo el guiso con la peonada. Las pocas veces que era reconocido, desataba de los tientos la caja de alguna de sus guitarras y cantaba para un público de seis u ocho personas, las que si averiguaban quién era, habrían de recordar el episodio por el resto de sus vidas. Siempre me había dicho que no le parecía bien cobrar por cantar, porque éste era un don que le había dado Dios.
Pero durante nuestro último encuentro hizo un largo silencio y fue todavía más lejos: “Suponiendo que este razonamiento fuera correcto, ¿te parece bien cobrar por curar a un ser humano?”. Dilemas como éste habían alimentado su bohemia, (y afectado grandemente su inmunidad reflexionamos quienes conocemos la integración psineuroinmunológica), una bohemia llena de preguntas sin respuestas.
Fue un hombre increíblemente auténtico. Ahora que no está, se lo he confesado alguna vez de esas que regresamos a tomar mate de noche a aquella playa perdida de La Paloma en Rocha, mientras volvemos a conversar mirando la fosforescencia corcovear sobre las algas. Probablemente en sus últimos meses, acosado por aquel mal sin retorno, haya vuelto a recordar otra sexteta del poema de Romildo Risso que había empezado a musicalizar años atrás en La Paloma y que resultó la perfecta parábola de su propia vida.
Refugiado en aquella mínima casita colgada sobre un valle desenfrenado de verdes, esperó sus días finales. Cuando llegó a la cumbre del cerro y sintió como en la poesía, que la luz comenzaba a llegarle desde atrás, no pudo con el peso de su mochila cargada de demonios. Inútilmente, había buscado en la bohemia la paz y la sabiduría. Al darse cuenta que habían quedado extraviadas por el camino, se entregó y dejó su dilema, sin resolver, en algún lugar pedregoso de las sierras de Minas.
SANTIAGO CHALAR EL CANTAUTOR: LA PATRIA SE HIZO A CABALLO
(Hermosa canción de homenaje al compañero del gaucho)
http://www.youtube.com/watch?v=bMxhd2kK5s8&NR=1&NR=1
Pida patron, no es un canto
Pida patron es un grito
Dolor simplemente escrito
Que pudo bien ser un llanto.
Rabia , pasion , desencanto
Sangrante rima que hallo
Cruda sentencia que fallo
Para el que pobre o no pobre
Por un puñado de cobres
Condene a muerte a un caballo.
Pida patron lo que quiera
Pida el galope más grande
Pida el aliento mas largo
Pero no venda mi carne.
Pida que nade los rios
Que cruce todos los valles
Que me deshaga en la sierra
Pero no venda mi carne.
Pida que embista en mi pecho
Las lanzas que embistió antes
Pida que vuele en pedazos
Bajo el rugir del combate
Pida que enriede en mis crines
La muerte que anda en el aire.
Pida que caiga envarado
Ahogando el relincho en sangre
Pida que agote mis fuerzas
Cuando en la paz cinche y are
Para trillar los veranos
Maduros en los trigales
Pida que seque las ubres
De las yeguadas que paren
Aunque apure los potrillos
Y asi los cristianos mamen.
Pídame bota de potro
Que por mi muerte le nacen
Para salvar en la muerte
La tradición del gauchaje
Pida todo lo que quiera
Del escudo desterrarme
Cinchar las cosas mas pobres
Basta que cien orientales
Sufrir sórdido desden
Pero no venda mi carne.
Olvide que hice la patria
En mi lomo con los grandes
Pida todo lo que quiera
Pero no venda mi carne.
http://www.youtube.com/watch?v=bMxhd2kK5s8&NR=1&NR=1
21/9/09
Vocabulario en Psiquiatría y Psicología - Pablo Cazau - Universidad Autónoma de Madrid
VOCABULARIO EN PSIQUIATRIA Y PSICOLOGÍA -
DESARROLLO DE LA NEUROPSIQUIATRIA Y LA PSICOLOGÍA:
LETRA A: Abulia - Aburrimiento - Acatamiento - Acatisia - Acoso moral - Acting out - Actitud - Adaptación - Adicción - Adicción a internet - Adicción no tóxica - Adicción psicológica - Adicción tecnológica - Adolescencia - Afasia - Afectividad - Afecto - Afecto inducido - Aferente - Afrontamiento, estrategia de - Agitación psicomotora - Agnosia - Agorafobia - Agramatismo - Agresión - Aislamiento - Alcoholismo - Alexia - Alexitimia - Alfa - Algolagnia - Alianza - Alocutario - Alocutor - Aloplástica - Altruísmo - Alucinación - Alucinosis - Ambiente - Ambisexualidad - Amnesia anterógrada - Amnesia funcional - Amnesia retrógrada - Amnesia transitoria - Amor - Análisis organizacional - Análisis socioinstitucional - Análisis transaccional - Analizador - Analogía - Anamnesis - Ancianidad - Androginia - Angustia - Anhedonia - Anima/Animus - Anorexia - Anorexia nerviosa - Anorgasmia - Anormalidad criterio - Ansiedad - Ansiedad de castración - Ansiedad depresiva - Ansiedad paranoide - Ansiedad psicótica - Anulación - Apatía - Apercepción - Apraxia - Aprendizaje - Aprendizaje por observación - Aprendizaje social - Aprendizaje vicario - Aprosexia - Aprosodia - Arco reflejo - Arquetipo - Asertividad - Asociación - Atención - Atención alteraciones - Atmósfera delirante - Atribución - Audimutismo - Ausencia mental - Autoconcepto - Autoerotismo - Autoestimulación - Autoplástica – Autorrealización
Ir al diccionario Letra A:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra.html
LETRA B Y C:
Biblioterapia - Bioenergética - Biofeedback - Bruxismo - Bulimia nerviosa - Burnout - Cambio - Cambio social - Campo - Cannabis - Caracteropatía - Casuística - Catalepsia - Cataplexia - Catarsis - Catatonia - CI - CIE - Clase institucional - Cleptomanía - Climaterio - Clivaje - Coalición- Cocaína - Cohesión - Color - Comorbilidad - Competencia - Competencia comunicativa - Competencia discursiva- Complejo - Complejo autónomo - Complejo de Edipo temprano - Compulsión - Comunicación - Conciencia - Condicionamiento clásico - Condicionamiento operante - Condicionamiento retrógrado - Conducta - Conducta colectiva - Conducta prosocial - Conductismo - Confianza - Conflicto - Congénito / Hereditario - Congruencia - Consideración positiva - Control omnipotente - Craving - Creatividad - Criminología - Crisis - Culpa – Cunnilingus
Ir al diccionario Letra A:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra.html
LETRA B Y C:
Biblioterapia - Bioenergética - Biofeedback - Bruxismo - Bulimia nerviosa - Burnout - Cambio - Cambio social - Campo - Cannabis - Caracteropatía - Casuística - Catalepsia - Cataplexia - Catarsis - Catatonia - CI - CIE - Clase institucional - Cleptomanía - Climaterio - Clivaje - Coalición- Cocaína - Cohesión - Color - Comorbilidad - Competencia - Competencia comunicativa - Competencia discursiva- Complejo - Complejo autónomo - Complejo de Edipo temprano - Compulsión - Comunicación - Conciencia - Condicionamiento clásico - Condicionamiento operante - Condicionamiento retrógrado - Conducta - Conducta colectiva - Conducta prosocial - Conductismo - Confianza - Conflicto - Congénito / Hereditario - Congruencia - Consideración positiva - Control omnipotente - Craving - Creatividad - Criminología - Crisis - Culpa – Cunnilingus
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-b-c.html
LETRA D:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-d.html
Defensa - Defensa esquizoide - Defensa maníaca - Defensa obsesiva - Deficiencia mental - Deja vu - Delincuencia juvenil - Delirio - Delirio primario - Delirio secundario - Delirium tremens - Demencia - Dependencia - Dependencia cruzada - Dependencia física - Dependencia psicológica - Depresión - Depresión senil - Desarrollo - Desarrollo emocional - Desarrollo proximal - Desarrollo psicosexual - Desensibilización sistemática - Desinformación - Despersonalización - Desplazamiento - Desrealización - Destrudo - Detector de mentiras - Disartria - Discapacidad - Discurso - Discurso ideológico - Disforia - Disgrafia - Dislalia - Dislexia - Dislexia específica - Dismegalopsia - Dismorfopsia - Disociación - Disonancia cognitiva - Distimia - Distorsión aperceptiva - Distorsión cognitiva - Dominancia - DSM - Duelo patológico
LETRA E:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-e.html
Edad Mental - Eferente - Elación - Emoción - Emoción negativa - Empatía - Empatía terapéutica - Encuadre - Endogrupo - Energía psíquica - Ensayo de conducta - Entrevista - Entrevista clínica - Entrevista laboral - Enuresis - Envidia temprana - Epidemiología - Epinósico - Escena temida - Escisión - Espacio transicional - Espejo síndrome - Esquema - Esquema cognitivo - Esquema disfuncional - Esquema emocional - Estandarización - Estereognosis - Estereotipo - Estilo de vida - Estímulo - Estímulo condicionado - Estímulo incondicionado - Estrés - Estresor - Estructura - Etnocentrismo - Etografía - Etograma - Etología - Excitación - Exito – Exogrupo
LETRAS F-G Y H:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letras-f-g-h.html
Fachada - Falso recuerdo - Familia - Fantasía- Fase oral sádica - Feighner, criterios - Fellatio - Fenómeno transaccional - Filogenia - Fobia - Fobia social - Formación reactiva - Frontera - Fronterizo, caso - Frustración - Función paterna - Funcionalismo - Género - Genio - Gerstmann, síndrome de - Gestalt - Globo Histérico - Grupo - Grupo superpuesto - Habitus - Habla privada - Háptico - Hermafroditismo - Hic Et Nunc - Hiperprosexia - Hipersomnia - Hipervigilancia - Hipnagógico - Hipnoanálisis - Hipnopómpico - Hipnosis - Hipocondría - Hipótesis - Historia clínica - Holón - Homogamia - Homosexualidad - Hospitalismo - Hostigamiento sexual – Humor
LETRAS I-J-Khttp://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letras-i-j-k.html
ICD - Idea delirante - Idea sobrevalorada - Idealización - Identidad - Identidad laboral - Identidad ocupacional - Identidad sexual - Identificación - Identificación con el agresor - Identificación introyectiva - Identificación proyectiva - Ideología - Idiot savant - Ilusión - Ilusión grupal - Imagen alucinoide - Imagen eidética - Imaginario social - Imago - IMC - Implicación - Implosión - Impotencia - Inconciente - Inconciente cognitivo - Inconciente colectivo - Inconciente personal - Indice Apgar - Individuación - Infancia - Inferencia inconciente - Inferioridad - Inhibición - Insight - Insomnio - Institución - Intelectualización - Inteligencia - Intento de suicidio - Interaccionismo simbólico - Interés - Interés social - Internalización - Interpretación - Intervención verbal - Intoxicación aguda - Intoxicación alcohólica - Intuición delirante - Inundación cognitiva - Isakower fenómeno de –
Juego - Juego compulsivo - Juego patológico
LETRAS L Y M:http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letras-l-m.html
Laguna temporal - Lámina en blanco - Lenguaje - Lenguaje trastorno - Libertad - Lo instituído/lo instituyente - Logoclonia - Ludopatía - Madre - Madre fálica - Madre suficientemente buena - Maduración - Madurez - Manía - Manierismo - Masoquismo - Maternaje - Maternalización - Megabrain - Melancolía - Memoria - Memoria a corto plazo - Memoria a largo plazo - Memoria procedimental - Memoria declarativa - Memoria episódica - Memoria operativa - Memoria semántica - Menopausia - Mentira - Metaforización - Metamorfopsia - Migraña - Mito de Edipo - Modelo médico - Modularidad - Monogamia - Mórtido - Motivación - Mutismo - Mundo interno - Mutismo selectivo
LETRAS N-Ñ Y O:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-n-o.html
Narcisismo - Narcolepsia - Necesidades básicas - Negación - Negativismo - Neoconexionismo - Neoestructuralismo - Neuropsicología - Neuropsicología del lenguaje - Neurosis - Neurosis orgánica - Ninfomanía - Norma - Normalidad - Nosología - Obesidad - Objeto bizarro - Objeto bueno - Objeto extraño - Objeto ideal - Objeto interno - Objeto libidinal - Objeto malo - Objeto parcial - Objeto perseguidor - Objeto total - Objeto transicional - Obsesión - Oniromancia - Ontogenia - Orético - Organicidad - Organicismo - Organización - Organizador - Orientación sexual - Orientación vocacional - Originalidad - Otro generalizado
LETRAS P Y Q:
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Paciente designado - Padres combinados - Paradigma sistémico - Parafilia - Parafrenia - Paralenguaje - Parálisis cerebral infantil - Paramnesia - Paratimia - Patobiografía - Patológico - Patoneurosis - Pensamiento - Pensamiento automático - Percepción alteraciones - Percepción delirante - Persona - Personalidad - Persuasión - Perversión sexual - Pitiatismo - Poder - Portavoz - Posición - Posición depresiva - Posición esquizo-paranoide - Praxia - Precocidad - Prejuicio - Prejuicio étnico - Preobjeto - Preocupación por el otro - Prevención primaria - Proceso psíquico - Prodigio - Programación neurolinguística - Profecía autocumplidora - Prosoagnosia - Proyección - Proyecto identificatorio - Prueba mental - Prueba psicométrica - Pseudoalucinación - Psi - Psicastenia - Psicoanálisis - Psicodiagnóstico - Psicofarmacología geriátrica - Psicofísica - Psicofonía - Psicógeno - Psicogeriatría - Psicología - Psicología ambiental - Psicología cognitiva - Psicología criminal - Psicología de la gestalt - Psicología del deporte - Psicología educacional - Psicología existencialista - Psicología forense - Psicología humanista - Psicología jurídica - Psicología social - Psicopatología - Psicopedagogía laboral - Psicoprofilaxis - Psicosomático - Psicoterapia - Psicoterapia cognitiva - Psicoterapia conductista - Psicoterapia existencialista - Psicoterapia guestáltica – Psique
LETRA R:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-r.html
Racionalización - Racismo - Rapport - Rasgo - Rasgo de carácter - RDC - Reactancia - Realidad - Realidad psíquica - Realidad, sentido de - Reatribución - Recuerdo delirante - Recurrencia - Red - Red social - Redefinición - Reflejo condicionado - Reflejo retardado - Reforzador - Refuerzo - Regresión - Reparación - Representación social - Represión - Resignificación - Resiliencia - Responsabilidad - Respuesta - Respuesta condicionada - Respuesta incondicionada - Respuesta operante - Retest - Retraso mental - Retroactividad - Role Playing - Ritual - Rol - Rol social
LETRA S:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-s.html
Sabiduría - Sadismo - Salud - Salud mental - Salvaje de Aveyron - Sanitarismo - Screening - Selección de personal - Secreto profesional - Self - Sensación - Sentido común - Sentimiento - Servidumbre sexual - Seudodemencia - Sexo - Sexualidad - Sí mísmo - Signo - Signo gestalt - Simbólico - Sincronización cerebral - Síndrome - Síndrome amnésico - Síndrome de abstinencia - Síndrome de abstinencia agudo - Síndrome de abstinencia condicionado - Síndrome de abstinencia tardío - Síndrome de dependencia - Síndrome de Down - Síndrome de Korsakoff - Síndrome esquizo-límbico - Sinestesia - Síntoma - Sobreaprendizaje - Socialización - Sociobiología - Sociograma - Sociolinguistica - Sociometría - Soledad - Solipsismo - Sombra - Somniloquio - Status - Sublimación - Sueño trastornos - Sufrimiento - Superdotación – Superyo
LETRAS T-U-V-W-Z
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologa-letra-t-u-v-w.html
Taquifemia - Taquitoscopio - Tartajeo - Tartamudez - Técnicas proyectivas - Telescopaje - Tema delirante - Temperamento - Tendencia antisocial - Teorías psicológicas - Terapia cognitiva - Terapia conductual - Terapia racional emotiva - Tercera ola – Test - Test de apercepción temática de Murray (TAT) - Test de relaciones objetales de Phillipson (TRO) - Test proyectivo - Tics - Tipo psicológico - Tolerancia - Tolerancia cruzada - Toxicofilia - Trabajo - Trance - Transexual - Transexualidad - Transexualismo - Transferencia - Transferencia negativa - Transferencia positiva - Trastorno - Trastorno antisocial de la personalidad - Trastorno corporal dismórfico - Trastorno de conversión - Trastorno de dolor - Trastorno de personalidad - Trastorno del control de impulsos - Trastorno del estado de ánimo - Trastorno dual - Trastorno obsesivo-compulsivo - Trastorno por ansiedad de separación - Trastorno por somatización - Trastorno psicomotor - Trastorno sexual - Trastorno somatoforme - Trastorno somatoforme indiferenciado - Trauma - Travestismo - Triangulación - Vaginismo - Validez - Vejez - Vida cotidiana - Viejismo - Vínculo - Vínculo terapéutico - Violencia - Violencia simbólica - Virtual - Voyeurismo - Yo - Yo creativo - Zurdera
LETRA D:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-d.html
Defensa - Defensa esquizoide - Defensa maníaca - Defensa obsesiva - Deficiencia mental - Deja vu - Delincuencia juvenil - Delirio - Delirio primario - Delirio secundario - Delirium tremens - Demencia - Dependencia - Dependencia cruzada - Dependencia física - Dependencia psicológica - Depresión - Depresión senil - Desarrollo - Desarrollo emocional - Desarrollo proximal - Desarrollo psicosexual - Desensibilización sistemática - Desinformación - Despersonalización - Desplazamiento - Desrealización - Destrudo - Detector de mentiras - Disartria - Discapacidad - Discurso - Discurso ideológico - Disforia - Disgrafia - Dislalia - Dislexia - Dislexia específica - Dismegalopsia - Dismorfopsia - Disociación - Disonancia cognitiva - Distimia - Distorsión aperceptiva - Distorsión cognitiva - Dominancia - DSM - Duelo patológico
LETRA E:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letra-e.html
Edad Mental - Eferente - Elación - Emoción - Emoción negativa - Empatía - Empatía terapéutica - Encuadre - Endogrupo - Energía psíquica - Ensayo de conducta - Entrevista - Entrevista clínica - Entrevista laboral - Enuresis - Envidia temprana - Epidemiología - Epinósico - Escena temida - Escisión - Espacio transicional - Espejo síndrome - Esquema - Esquema cognitivo - Esquema disfuncional - Esquema emocional - Estandarización - Estereognosis - Estereotipo - Estilo de vida - Estímulo - Estímulo condicionado - Estímulo incondicionado - Estrés - Estresor - Estructura - Etnocentrismo - Etografía - Etograma - Etología - Excitación - Exito – Exogrupo
LETRAS F-G Y H:
http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letras-f-g-h.html
Fachada - Falso recuerdo - Familia - Fantasía- Fase oral sádica - Feighner, criterios - Fellatio - Fenómeno transaccional - Filogenia - Fobia - Fobia social - Formación reactiva - Frontera - Fronterizo, caso - Frustración - Función paterna - Funcionalismo - Género - Genio - Gerstmann, síndrome de - Gestalt - Globo Histérico - Grupo - Grupo superpuesto - Habitus - Habla privada - Háptico - Hermafroditismo - Hic Et Nunc - Hiperprosexia - Hipersomnia - Hipervigilancia - Hipnagógico - Hipnoanálisis - Hipnopómpico - Hipnosis - Hipocondría - Hipótesis - Historia clínica - Holón - Homogamia - Homosexualidad - Hospitalismo - Hostigamiento sexual – Humor
LETRAS I-J-Khttp://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letras-i-j-k.html
ICD - Idea delirante - Idea sobrevalorada - Idealización - Identidad - Identidad laboral - Identidad ocupacional - Identidad sexual - Identificación - Identificación con el agresor - Identificación introyectiva - Identificación proyectiva - Ideología - Idiot savant - Ilusión - Ilusión grupal - Imagen alucinoide - Imagen eidética - Imaginario social - Imago - IMC - Implicación - Implosión - Impotencia - Inconciente - Inconciente cognitivo - Inconciente colectivo - Inconciente personal - Indice Apgar - Individuación - Infancia - Inferencia inconciente - Inferioridad - Inhibición - Insight - Insomnio - Institución - Intelectualización - Inteligencia - Intento de suicidio - Interaccionismo simbólico - Interés - Interés social - Internalización - Interpretación - Intervención verbal - Intoxicación aguda - Intoxicación alcohólica - Intuición delirante - Inundación cognitiva - Isakower fenómeno de –
Juego - Juego compulsivo - Juego patológico
LETRAS L Y M:http://unsa-psicologia.blogspot.com/2008/03/vocabulario-de-psicologia-letras-l-m.html
Laguna temporal - Lámina en blanco - Lenguaje - Lenguaje trastorno - Libertad - Lo instituído/lo instituyente - Logoclonia - Ludopatía - Madre - Madre fálica - Madre suficientemente buena - Maduración - Madurez - Manía - Manierismo - Masoquismo - Maternaje - Maternalización - Megabrain - Melancolía - Memoria - Memoria a corto plazo - Memoria a largo plazo - Memoria procedimental - Memoria declarativa - Memoria episódica - Memoria operativa - Memoria semántica - Menopausia - Mentira - Metaforización - Metamorfopsia - Migraña - Mito de Edipo - Modelo médico - Modularidad - Monogamia - Mórtido - Motivación - Mutismo - Mundo interno - Mutismo selectivo
LETRAS N-Ñ Y O:
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Narcisismo - Narcolepsia - Necesidades básicas - Negación - Negativismo - Neoconexionismo - Neoestructuralismo - Neuropsicología - Neuropsicología del lenguaje - Neurosis - Neurosis orgánica - Ninfomanía - Norma - Normalidad - Nosología - Obesidad - Objeto bizarro - Objeto bueno - Objeto extraño - Objeto ideal - Objeto interno - Objeto libidinal - Objeto malo - Objeto parcial - Objeto perseguidor - Objeto total - Objeto transicional - Obsesión - Oniromancia - Ontogenia - Orético - Organicidad - Organicismo - Organización - Organizador - Orientación sexual - Orientación vocacional - Originalidad - Otro generalizado
LETRAS P Y Q:
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Paciente designado - Padres combinados - Paradigma sistémico - Parafilia - Parafrenia - Paralenguaje - Parálisis cerebral infantil - Paramnesia - Paratimia - Patobiografía - Patológico - Patoneurosis - Pensamiento - Pensamiento automático - Percepción alteraciones - Percepción delirante - Persona - Personalidad - Persuasión - Perversión sexual - Pitiatismo - Poder - Portavoz - Posición - Posición depresiva - Posición esquizo-paranoide - Praxia - Precocidad - Prejuicio - Prejuicio étnico - Preobjeto - Preocupación por el otro - Prevención primaria - Proceso psíquico - Prodigio - Programación neurolinguística - Profecía autocumplidora - Prosoagnosia - Proyección - Proyecto identificatorio - Prueba mental - Prueba psicométrica - Pseudoalucinación - Psi - Psicastenia - Psicoanálisis - Psicodiagnóstico - Psicofarmacología geriátrica - Psicofísica - Psicofonía - Psicógeno - Psicogeriatría - Psicología - Psicología ambiental - Psicología cognitiva - Psicología criminal - Psicología de la gestalt - Psicología del deporte - Psicología educacional - Psicología existencialista - Psicología forense - Psicología humanista - Psicología jurídica - Psicología social - Psicopatología - Psicopedagogía laboral - Psicoprofilaxis - Psicosomático - Psicoterapia - Psicoterapia cognitiva - Psicoterapia conductista - Psicoterapia existencialista - Psicoterapia guestáltica – Psique
LETRA R:
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Racionalización - Racismo - Rapport - Rasgo - Rasgo de carácter - RDC - Reactancia - Realidad - Realidad psíquica - Realidad, sentido de - Reatribución - Recuerdo delirante - Recurrencia - Red - Red social - Redefinición - Reflejo condicionado - Reflejo retardado - Reforzador - Refuerzo - Regresión - Reparación - Representación social - Represión - Resignificación - Resiliencia - Responsabilidad - Respuesta - Respuesta condicionada - Respuesta incondicionada - Respuesta operante - Retest - Retraso mental - Retroactividad - Role Playing - Ritual - Rol - Rol social
LETRA S:
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Sabiduría - Sadismo - Salud - Salud mental - Salvaje de Aveyron - Sanitarismo - Screening - Selección de personal - Secreto profesional - Self - Sensación - Sentido común - Sentimiento - Servidumbre sexual - Seudodemencia - Sexo - Sexualidad - Sí mísmo - Signo - Signo gestalt - Simbólico - Sincronización cerebral - Síndrome - Síndrome amnésico - Síndrome de abstinencia - Síndrome de abstinencia agudo - Síndrome de abstinencia condicionado - Síndrome de abstinencia tardío - Síndrome de dependencia - Síndrome de Down - Síndrome de Korsakoff - Síndrome esquizo-límbico - Sinestesia - Síntoma - Sobreaprendizaje - Socialización - Sociobiología - Sociograma - Sociolinguistica - Sociometría - Soledad - Solipsismo - Sombra - Somniloquio - Status - Sublimación - Sueño trastornos - Sufrimiento - Superdotación – Superyo
LETRAS T-U-V-W-Z
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Taquifemia - Taquitoscopio - Tartajeo - Tartamudez - Técnicas proyectivas - Telescopaje - Tema delirante - Temperamento - Tendencia antisocial - Teorías psicológicas - Terapia cognitiva - Terapia conductual - Terapia racional emotiva - Tercera ola – Test - Test de apercepción temática de Murray (TAT) - Test de relaciones objetales de Phillipson (TRO) - Test proyectivo - Tics - Tipo psicológico - Tolerancia - Tolerancia cruzada - Toxicofilia - Trabajo - Trance - Transexual - Transexualidad - Transexualismo - Transferencia - Transferencia negativa - Transferencia positiva - Trastorno - Trastorno antisocial de la personalidad - Trastorno corporal dismórfico - Trastorno de conversión - Trastorno de dolor - Trastorno de personalidad - Trastorno del control de impulsos - Trastorno del estado de ánimo - Trastorno dual - Trastorno obsesivo-compulsivo - Trastorno por ansiedad de separación - Trastorno por somatización - Trastorno psicomotor - Trastorno sexual - Trastorno somatoforme - Trastorno somatoforme indiferenciado - Trauma - Travestismo - Triangulación - Vaginismo - Validez - Vejez - Vida cotidiana - Viejismo - Vínculo - Vínculo terapéutico - Violencia - Violencia simbólica - Virtual - Voyeurismo - Yo - Yo creativo - Zurdera
PUBLICADO EN EL BLOG DE LA ESCUELA DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE SAN AGUSTÍN:
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18/9/09
SER MADRE: La verdadera "profesión" más antigua del mundo: Celina Cortez
MATERNIDAD RESPONSABLE:
Tiempo atrás la madre de una compañera de colegio de mi hija concurrió a renovar su licencia de conducir en la oficina de tránsito y cuando la oficial que tomaba los datos le preguntó cual era su ocupación, ella no supo que responder. Al percatarse de esto la oficial le dijo: "Me refiero a que si Ud. trabaja o es simplemente una ama de casa"
- "Claro que tengo un trabajo, le contestó la señora...
!soy una mamá!"
La oficial le respondió: No ponemos mamá como profesión, por lo que vamos a ponerle "ama de casa".
Al día siguiente cuando concurre a retirar a sus hijos del colegio, me pregunta muy indignada: ¿"Sabes lo que tú y yo somos"? ... y antes que yo esbozara una respuesta, agregó...para las autoridades, no somos madres, somos simplemente "amas de casa".
Había olvidado por completo esta historia hasta que un día a mi me pasó exactamente lo mismo, solo que esta vez, en la oficina del ayuntamiento.
La funcionaria era obviamente una mujer de carrera, eficiente, de mucha postura y tenía un título muy despampanante que decía "Interrogadora Oficial".
- "Cual es su ocupación?", me pregunto ella.
-¿Que me hizo contestarle esto?, no lo se, pero las palabras simplementesalieron de mi boca:
-"Soy una Investigadora Asociada en el campo del desarrollo Infantil y Relaciones Humanas".
La funcionaria se detuvo, el bolígrafo quedo congelado en el aire y me miró como si no hubiese escuchado bien.
Repetí el título lentamente, poniendo énfasis en las palabras más importantes. Luego, observe asombrada como mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario oficial.
"Me permite preguntarle" -dijo la funcionaria, con un aire de interés- ¿que es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?.
Con una voz muy calmada y pausada comencé a contestarle: "Tengo un programa contínuo de investigación (qué madre no lo tiene) en el laboratorio y en el campo (normalmente me hubiera referido a lo anterior como adentroy afuera). Estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya tengo cuatro créditos (todas mis hijas).
Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de humanidades (¿alguna madre está en desacuerdo?) y usualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad son más, y lo percibo como que fueran 24).
Pero el trabajo tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo y, las remuneraciones más que solamente económicas están ligadas al área de la satisfacción personal.Se podía sentir una creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria mientras completaba el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y personalmente me acompañó a la puerta.
Al llegar a casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salieron a recibirme tres de mis asociadas al laboratorio, de 13, 7 y 3 años de edad.
Arriba podía escuchar a nuestro nuevo modelo experimental, en el programa de desarrollo infantil (de 6 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en vocalización. Me sentí feliz!. Le había ganado a la burocracia!.
Había entrado en los registros oficiales como una persona más distinguida e indispensable para la humanidad que sólo "una ama de casa más".
La maternidad..., que carrera más gloriosa, especialmente, cuando tiene un título en la puerta.
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13/9/09
Estar enfermo cuesta dinero - Dr.Fabio Celnikier
LA EPIGENETICA Y UN ABORDAJE INTEGRATIVO, DE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD:
Los conocimientos vertidos en http://www.epigenetica.org/ tienen la enorme capacidad de impactar sobre todos los aspectos de nuestra vida y nos invitan a pensar y reflexionar sobre la complejidad y la trascendencia humana, no solamente deste un punto de vista filosófico o religioso tradicional, sino realmente desde una perspectiva multidimensional.
Las enfermedades cuestan dinero, porque nos impiden trabajar y desarrollar todo nuestro potencial, pero también son onerosas por los gastos que el sistema de salud y los medicamentos nos obligan.
Cuando el Ing. Carlos Slim desde una perspectiva económica escribió sus consejos para tiempos de crisis no olvidó este importante detalle que termina siempre afectando nuestras finanzas.
Es necesario entonces no solamente desde un enfoque médico-preventivo conocer las causas que nos llevan a enfermar más tempranamente, sino también desde un punto de vista de nuestra planificación económico-financiera.
Por si no lo han hecho alguna vez, es interesante preguntarse
¿ porqué conociendo la importancia de no fumar, de hacer ejercicio, de comer con moderación, de descansar diariamente, tenemos tantas dificultades para adherirnos a los hábitos saludables de alimentación y de vida?
TRILOGIA ESENCIAL PARA UN ABORDAJE MEDICO INTEGRAL:
La PNIE (psiconeuroinmunoendocrinología), la consiliencia y la epigenética constituyen una trilogía esencial en la que se apoyarán la medicina y la psicología integrativas para su efectivo desarrollo. El futuro circula entre nosotros.
Y estos conocimientos compartidos son tan impactantes, tan revolucionarios, que ayudarán a responder preguntas tan ancestrales como: ¿Qué es un ser humano? o
¿Cómo se construye la subjetividad?
Qué podemos empezar a entender a partir de la epigenética
1) Qué el debate Natura/Nurtura está pasado de siglo.
2) Que si bien compartimos un 98% de identidad genética con los grandes monos, hay algo que escapa a los 30.000 genes de nuestra base de datos que hace que hoy yo pueda estar contándoles esto.
3) Por qué gemelos idénticos pueden pensar y vivir tan diferentemente.
4) Que el cáncer, la diabetes, la depresión y la ansiedad (y tantas otras enfermedades) son fenómenos multidimensionales y no unicausales.
5) Entender mas precisamente los mecanismos íntimos del crecimiento y el envejecimiento celular.
6) Como se genera la identidad celular.
¿Porqué una neurona sabe que lo es y se comporta en consecuencia?
Bruce Lipton, en sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford entre 1987 y 1992, revela que el medio ambiente, que opera a través de la membrana celular, controla el comportamiento y la fisiología de la célula, apagando y encendiendo a los genes (como lo haría con un interruptor de luz).
Nos habla de las membranas de las células, la epigenética y la nueva biología. Mientras que la biología celular tradicional se ocupaba de las moléculas físicas que controlan la biología, Lipton se enfocó en los patrones químicos y electromagnéticos a través de los cuales la energía en la forma de nuestros pensamientos y creencias puede afectar nuestra biología, incluyendo el genoma humano.
LA GENETICA NO CONTROLA NUESTRA BIOLOGIA:
A diferencia de lo que se creía hasta hoy, el ADN no es precisamente el que controla la biología de las células, sino precisamente la funda de proteínas que lo cubre, y que es la responsable del encendido o apagado de los genes. Y esta funda depende más de las señales del medio ambiente que se dan afuera y adentro de la membrana celular, que de la información genética en sí misma.
Ver en este artículo: Porqué hoy sabemos que NO SOMOS VÍCTIMAS DE NUESTROS GENES:
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/06/somos-victimas-de-nuestros-genes-dra.html
Dr.Fabio Celnikier -Médico Especialista Universitario en Psiquiatría -Magister en PNIE - Psicoterapeuta Integrativo.
http://www.psicoterapiaintegra.com.ar/
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11/9/09
OSAMA BIN LADEN Y EL ATENTADO AL WORLD TRADE CENTER: UN GRITO DE VERGUENZA - Lincoln Maiztegui Casas
Un Grito de Vergüenza - Lincoln Maiztegui Casas: Publicado en El Observador de Montevideo 15 de setiembre de 2001:
En el sitio exacto de Nueva York en que hoy se abre un hueco de horror, cargado de escombros, cadáveres y angustia, se alzaban, hasta el martes 11 de setiembre por la mañana, las Twin Towers, las torres gemelas, un gigantesco centro comercial cuyo nombre oficial era World Trade Center.
UNICAS EN EL MUNDO: Eran únicas en el mundo, y por ello, en tiempo récord, se convirtieron en uno de los principales símbolos de Nueva York. Junto a la estatua de la Libertad, mucho más vieja, las Twin Towers se constituyeron en la neoyorquinidad esencial, en la imagen for export de la ciudad, al igual que la torre Eiffel, la Sirenita de Copenhague o el Big Ben de Londres.
Su vocación de doble bandera cantaba a las glorias de la opulencia, testimoniaba la riqueza y la capacidad realizadora del más importante centro urbano del planeta, se vinculaba a la Nueva York de las finanzas, del comercio y del resplandeciente porvenir.
Sus 110 pisos tenían vocación de cielos abiertos, y en las tardes brumosas del invierno se adornaban con una densa y gris cabellera de nubes que variaban de forma con la misma frecuencia con la que las mujeres coquetas cambian de peinado.
Y a través de sus ojos, que los tenían, era visible la inmensa colmena, en su espectacularidad y su grandeza, en su cromatismo y su poliformidad. La contracara —violencia, pobreza— quedaba cuidadosamente difuminada por la altura, el lujo y el movimiento.
Manuel Mujica Lainez hizo que una casa decimonónica de Buenos Aires, que pasó de mansión a conventillo, rememorase su existencia en un monólogo pergeñado la noche anterior a su demolición.
Las soberbias torres neoyorquinas, nacidas en 1970 con aspiraciones de perennidad, no tuvieron esa suerte. Fallecieron de muerte violenta, víctimas del más estúpido, cruel e irracional de los actos de terrorismo que la historia es capaz de registrar. Cayeron con su cabellera de nubes sustituida por la negra humareda de la gasolina, los escombros y la vergüenza, como si hubieran encanecido al revés. Cayeron sin agonía y sin grandeza, derrumbadas casi por implosión, como el gigante Anteo cuando Hércules separó sus pies de Gea, la madre tierra que le daba fuerza. Pero tal vez llegaron, en ese postrero y definitivo instante de caos, dolor y fuego, a pedir por su vida y la de las 55 mil personas que las visitaban diariamente. Acaso, en el idioma silencioso de los minerales, gritaron, como Dreyfuss, su desesperación de inocentes mal condenados, acaso se avergonzaron de haber cumplido tan mal su función de albergue indestructible, acaso llegaron a lamentarse de su destino.
Su vocación de doble bandera cantaba a las glorias de la opulencia, testimoniaba la riqueza y la capacidad realizadora del más importante centro urbano del planeta, se vinculaba a la Nueva York de las finanzas, del comercio y del resplandeciente porvenir.
Sus 110 pisos tenían vocación de cielos abiertos, y en las tardes brumosas del invierno se adornaban con una densa y gris cabellera de nubes que variaban de forma con la misma frecuencia con la que las mujeres coquetas cambian de peinado.
Y a través de sus ojos, que los tenían, era visible la inmensa colmena, en su espectacularidad y su grandeza, en su cromatismo y su poliformidad. La contracara —violencia, pobreza— quedaba cuidadosamente difuminada por la altura, el lujo y el movimiento.
Manuel Mujica Lainez hizo que una casa decimonónica de Buenos Aires, que pasó de mansión a conventillo, rememorase su existencia en un monólogo pergeñado la noche anterior a su demolición.
Las soberbias torres neoyorquinas, nacidas en 1970 con aspiraciones de perennidad, no tuvieron esa suerte. Fallecieron de muerte violenta, víctimas del más estúpido, cruel e irracional de los actos de terrorismo que la historia es capaz de registrar. Cayeron con su cabellera de nubes sustituida por la negra humareda de la gasolina, los escombros y la vergüenza, como si hubieran encanecido al revés. Cayeron sin agonía y sin grandeza, derrumbadas casi por implosión, como el gigante Anteo cuando Hércules separó sus pies de Gea, la madre tierra que le daba fuerza. Pero tal vez llegaron, en ese postrero y definitivo instante de caos, dolor y fuego, a pedir por su vida y la de las 55 mil personas que las visitaban diariamente. Acaso, en el idioma silencioso de los minerales, gritaron, como Dreyfuss, su desesperación de inocentes mal condenados, acaso se avergonzaron de haber cumplido tan mal su función de albergue indestructible, acaso llegaron a lamentarse de su destino.
Y se derrumbaron transformadas en una inmensa y duplicada caja de Pandora rezumante de dolor, desesperación y muerte, sin que ninguna esperanza yacente en su última entraña musitase una palabra de consuelo. Esta pudo haber sido que eran demasiado bellas, demasiado altas, demasiado augustas como para seguir existiendo en este mundo obsceno en el que puede convivir una subespecie de entes animados, capaz de invertir la ecuación darwiniana e involucionar hacia formas cada vez más bárbaras y absurdas de comportamiento.
"LA LAGRIMA": MONUMENTO A LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO MUNDIAL - Obsequio del pueblo ruso a los EE.UU.
Esta es “LA LAGRIMA” hecha e instalada por los rusos en honor a aquellos que murieron en el atentado de Setiembre, 11 y una declaración contra el terrorismo y está alineada con la Estatua de la Libertad.
Elevado por más de 30 metros, “A la Lucha contra el Terrorismo Mundial” honra a las victimas del 11 de Setiembre y los bombardeos al World Trade Center 1993 y sirve como un símbolo de solidaridad en la lucha contra el terrorismo mundial.Creado por el escultor Ruso Zurab Tsereteli, el memorial fue un obsequio del pueblo de Rusia. Dedicado el 11 de Setiembre del 2006, esta situado en vista directa de la Estatua de la Libertad y del antiguo World Trade Center.
La lagrima de níquel plateado montada en el monumento pesa 4 toneladas y mide aproximadamente 15 metros de altura.
El Artista Ruso Zurab Tsereteli caminaba por las calles de Moscu el día del atentado, golpeado por la pena que le causaron estos acontecimientos se le presento una imagen mental de una gran lágrima montada en un monumento. Poco después del ataque Tsereteli visito el lugar de los hechos y creyó apropiado el puerto de New Jersey como el mejor lugar para un monumento en honor a las victimas del ataque terrorista del Word Trade Center.
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4/9/09
ESTRÉS LABORAL CRÓNICO Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR ACELERADA - Dr.Jorge de Paula
ESTRÉS LABORAL CRÓNICO Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR:
Los compromisos de nuestra vida social, incluidos los laborales, deben estar sostenidos en un principio de reciprocidad entre el esfuerzo invertido y la recompensa recibida, recompensa que no debería ser evaluada exclusivamente en términos económicos.
Cuando existen marcados desequilibrios (reales o percibidos) en relación con altos esfuerzos y bajas recompensas, se pueden generar fuertes emociones negativas que condicionan un estrés laboral crónico.
Es importante precisar bien a qué aspectos emocionales nos referimos cuando hablamos de estrés, porque esta palabra que deriva del inglés, puede tener diferentes acepciones.
Por ejemplo una cosa sería un estrés vinculado a la necesidad de terminar un trabajo, o tener que rendir un examen, lo cual puede diferir según el tipo de personalidad, según el grado de compromiso, o según el grado de planificación previa que uno haya cumplido o no. En estas circunstancias "estrés" sería un equivalente a exigencia. De manera que un concepto del término estrés se puede corresponder con el de exigencia. Pero por otra parte hay situaciones en la vida que son atemorizantes, angustiantes, humillantes o deprimentes, que son generadoras también de "estrés", y que si bien al igual que las situaciones de exigencia tienen como determinante común la descarga de los ejes (cortisol y catecolaminas), tendrán otros elementos y otras activaciones que son más específicas por el grado de afectación en otras dimensiones.
Lo que últimamente se está descubriendo es que las situaciones de temores se vinculan más con la producción de arritmias y las situaciones de exigencia se vinculan más a generación de enfermedades cardiovasculares.
Distintas vías de respuesta de nuestro organismo ante situaciones estresante, son vehiculizadas a través de los ejes neurohormonales y podrán determinar la produción excesiva de coRRtisol (hormona corrosiva) y/o catecolaminas (sustancias vasoactivas y cardioactivas), que pueden volverse patógeneas en ciertas situaciones.
Ver claves para una vida saludable en:
El modelo conocido como DER - Modelo "Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa- se utiliza para identificar condiciones de desequilibrio la entrega y el retorno, y cuando se aplica al mundo laboral sirve para predecir grados de bienestar o malestar que funcionan como protectores de la salud o generadoras de enfermedad respectivamente.
SOBREPESO -SINDROME METABÓLICO Y SÍNDROME DE KAROSHI:
De manera que por este lado se encuentra un estrecho vínculo o relación entre el estrés, las situaciones demandantes o los conflictos de la vida con la aparición o agravación de patología en las esferas cardiovasculometabólicas, lo cual puede expresarse desde un simple sobrepeso, pasando por la hipertensión arterial, diferentes grados de ansiedad-depresión o el grado extremo conocido como Síndrome de Karoshi en los países asiáticos.
El Karoshi, o muerte por exceso de trabajo constituiría el grado extremo de afectación, y se ha descripto inicialmente en Japón, pero ya se ha instalado en China y en otros países. Literalmente se puede traducir como “Muerte por exceso de trabajo” y en su etiopatogenia se invocan como principal mecanismo de muerte los ataques cardíacos y cerebrales.
A nivel cardíaco se produce por infartos o por arritmias letales, y a nivel encefálico por derrame cerebral. Pero el mecanismo inicial por la vía de la cascada del estrés, el daño endotelial y el desarrollo de un proceso de ateroesclerosis acelerada en los principales vasos de la economía, es ahora muy bien conocido y de vital importancia por su potencial prevención.
ESTRÉS Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR:
Hay varios mecanismos que vinculan al estrés con las enfermedades cardiovasculares, los cuales están siendo estudiados con importantes avances, en las últimas decadas, comenzando por el Dr. Michael Marmot, quién ya en la década 90 publicó The whitehall study.
Otro investigador que ha publicado recientemente una revisión muy profunda sobre este tema, es el Dr. Andrew Steptoe (discípulo de Marmot), y cuyo comentario aparece acá:
En nuestra región el Dr. Bernardo Boskis ha sido de los pioneros en el tema, y ha escrito artículos y conferencias muy interesantes:
Estrés y enfermedad cardiovascular
La psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE), también ha demostrado como se produce esta relación en el estrés, la carga alostática, los conflictos de la vida y el debilitamiento de los factores protectores de la salud. Ver abordaje multidimensional de los procesos de salud y enfermedad
Modernas investigaciones en el área cardiológica han contribuído también a determinar como el estrés daña el endotelio vascular, y es este daño del endotelio el que comienza y acelera el proceso de ateroesclerosis en la pared de las arterias, ya que un endotelio dañado genera inflamación y un endotelio dañado genera trombosis, o sea que están las condicionantes para este cocktail letal que termina en ataque cardíaco o cerebral.
Ver.El infarto de miocardio se produce por una falla de los mecanismo de defensa o un predominio de los mecanismos de agresión - Dr.Valentín Fuster
También las situaciones de estrés como generadoras o perpetuadoras de hipertensión arterial, contribuyen a la agresión vascular debilitando la pared de los vasos, (por la lesión endotelial), lo que condiciona también un aumento de la prevalencia de hemorragias cerebrales.
CLAVES PARA UNA VIDA SALUDABLE:
EL DAÑO EMOCIONAL HABITUALMENTE NO VIENE DESDE AFUERA, SINO QUE SE GESTA Y DESARROLLA DENTRO DE NOSOTROS MISMOS
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Multifrenia: relaciones interpersonales en el mundo actual - el "yo saturado" y nuevos "constructos" bio-psico-sociales - Dr.Alberto Carreras
Autopercepción y terapia sistémica - Alberto Carreras. Universidad de Zaragoza
1. Las teorías sobre la construcción mental, lingüística, social... de la realidad han removido en el último cuarto de siglo la terapia familiar y otros ámbitos de la psicología. En consecuencia, la subjetividad misma, que hace parte de esa realidad construida, debe aparecer también como un producto que se elabora. Así como la autoconciencia, insigth, self y otros conceptos que se refieren a la percepción de nosotros mismos como unidad.
Bajo la idea construida de un "yo" unificamos seleccionadas experiencias internas, asignándoles un sentido coherente, distinguiéndolas así del resto de la realidad. Ahora bien, para el constructivismo, la pluralidad, la fragmentación de las experiencias, y su compleja elaboración estarán en el origen del self, en lugar de la simplicidad e inmediatez con las que Descartes concebía su "yo pienso". No se ve ya la conciencia como un jefe jerárquico o un piloto de la nave, pero tampoco se la considera subordinada al inconsciente; más bien el punto de partida es la coexistencia paralela, igualitaria y algo anárquica de muchos "yoes", no siempre conscientes; tantos como relaciones establecemos. Incluso se cuestiona su continuidad temporal (¿un self o muchos selves discontinuos, construidos a propósito para cada ocasión?).
2. Según esto, los síntomas patológicos de la autopercepción no hay que considerarlos como efecto de una enfermedad destructiva, sino como defectos en la construcción unificada del "yo". Ya sean debidos a problemas orgánicos ya a la dificultad de integrar las variadas imágenes reflejadas de nosotros mismos.
Dado que la autoconciencia no es un espejo de nuestro interior, sino una construcción bio-psico-social, mediada por el lenguaje, la arbitrariedad será habitual. Por ello, habrá que considerar que solo existe una diferencia de grado entre la dinámica normal y la patología; una progresión desde los sesgos que constantemente caracterizan nuestra autopercepción y autovaloración cotidiana hasta los síntomas de la esquizofrenia o la demencia.
3. Los construccionistas han elaborado nuevas técnicas terapéuticas, muchas de las cuales influyen en la reconstrucción del "yo", y se han especializado en provocar cambios a través del lenguaje.
1. Las teorías sobre la construcción mental, lingüística, social... de la realidad han removido en el último cuarto de siglo la terapia familiar y otros ámbitos de la psicología. En consecuencia, la subjetividad misma, que hace parte de esa realidad construida, debe aparecer también como un producto que se elabora. Así como la autoconciencia, insigth, self y otros conceptos que se refieren a la percepción de nosotros mismos como unidad.
Bajo la idea construida de un "yo" unificamos seleccionadas experiencias internas, asignándoles un sentido coherente, distinguiéndolas así del resto de la realidad. Ahora bien, para el constructivismo, la pluralidad, la fragmentación de las experiencias, y su compleja elaboración estarán en el origen del self, en lugar de la simplicidad e inmediatez con las que Descartes concebía su "yo pienso". No se ve ya la conciencia como un jefe jerárquico o un piloto de la nave, pero tampoco se la considera subordinada al inconsciente; más bien el punto de partida es la coexistencia paralela, igualitaria y algo anárquica de muchos "yoes", no siempre conscientes; tantos como relaciones establecemos. Incluso se cuestiona su continuidad temporal (¿un self o muchos selves discontinuos, construidos a propósito para cada ocasión?).
2. Según esto, los síntomas patológicos de la autopercepción no hay que considerarlos como efecto de una enfermedad destructiva, sino como defectos en la construcción unificada del "yo". Ya sean debidos a problemas orgánicos ya a la dificultad de integrar las variadas imágenes reflejadas de nosotros mismos.
Dado que la autoconciencia no es un espejo de nuestro interior, sino una construcción bio-psico-social, mediada por el lenguaje, la arbitrariedad será habitual. Por ello, habrá que considerar que solo existe una diferencia de grado entre la dinámica normal y la patología; una progresión desde los sesgos que constantemente caracterizan nuestra autopercepción y autovaloración cotidiana hasta los síntomas de la esquizofrenia o la demencia.
3. Los construccionistas han elaborado nuevas técnicas terapéuticas, muchas de las cuales influyen en la reconstrucción del "yo", y se han especializado en provocar cambios a través del lenguaje.
Los antipsiquiatras ya habían hablado del efecto de las etiquetas verbales, las definiciones, los calificativos...; hoy los constructivistas trabajan además con las metáforas, los escritos, el contraste de opiniones y, sobre todo, las narrativas.
Mas hay que tener en cuenta que la transformación de nuestro lenguaje acerca de nosotros mismos se acompasa con el cambio de las relaciones interpersonales. En efecto, a la terapia familiar no sólo le interesa relativizar la realidad, sino también atender a los problemas de la autopercepción, combinando la atención a los aspectos conductuales y relacionales con el interés por los intrapsíquicos. Se postula una cierta correlación entre los problemas de la autopercepción y autoestima con los problemas de expresión y representación de las relaciones en el seno de la familia.
AUTOPERCEPCION Y TERAPIA SISTEMICA
En las últimas décadas las terapia sistémica ha asumido abundantemente las teorías postmodernas: ya no pretende describir con objetividad el mundo de las relaciones familiares y habla en cambio de muchas realidades subjetivas e intersubjetivas, llámense constructos mentales, metáforas, discursos, narraciones o escritos.
Mas hay que tener en cuenta que la transformación de nuestro lenguaje acerca de nosotros mismos se acompasa con el cambio de las relaciones interpersonales. En efecto, a la terapia familiar no sólo le interesa relativizar la realidad, sino también atender a los problemas de la autopercepción, combinando la atención a los aspectos conductuales y relacionales con el interés por los intrapsíquicos. Se postula una cierta correlación entre los problemas de la autopercepción y autoestima con los problemas de expresión y representación de las relaciones en el seno de la familia.
AUTOPERCEPCION Y TERAPIA SISTEMICA
En las últimas décadas las terapia sistémica ha asumido abundantemente las teorías postmodernas: ya no pretende describir con objetividad el mundo de las relaciones familiares y habla en cambio de muchas realidades subjetivas e intersubjetivas, llámense constructos mentales, metáforas, discursos, narraciones o escritos.
El terapeuta ya no es presentado como aquél que tiene la versión más correcta de la realidad o la mirada más profunda o el discurso más verdadero, sino que entra, como uno más, en el juego de las subjetividades.
En otras ocasiones (1) he criticado los excesos subjetivistas y antirrealistas de algunos constructivistas radicales, así como su cinismo al negar la verdad, aunque sea relativa o local. Pero estas críticas no han llevado a abandonar el sano constructivismo realista. Desde él quiero ahora dirigir la observación hacia nosotros mismos, hacia lo que podemos llamar autoconciencia, autopercepción, insigth, etc., conceptos que tienen que ver con el conocimiento reflexivo. Este es uno de los principales significados del término consciencia, que constituye una de mis líneas de investigación (2).
Pues igual que cualquier otra realidad, la del yo es una construcción mental y lingüística. No goza de ningún privilegio sobre otros constructos. La percepción que tenemos de nosotros mismos no tiene más garantías de acierto que cualquier otra percepción, a pesar de lo que digan los cartesianos o los fenomenólogos.
En otras ocasiones (1) he criticado los excesos subjetivistas y antirrealistas de algunos constructivistas radicales, así como su cinismo al negar la verdad, aunque sea relativa o local. Pero estas críticas no han llevado a abandonar el sano constructivismo realista. Desde él quiero ahora dirigir la observación hacia nosotros mismos, hacia lo que podemos llamar autoconciencia, autopercepción, insigth, etc., conceptos que tienen que ver con el conocimiento reflexivo. Este es uno de los principales significados del término consciencia, que constituye una de mis líneas de investigación (2).
Pues igual que cualquier otra realidad, la del yo es una construcción mental y lingüística. No goza de ningún privilegio sobre otros constructos. La percepción que tenemos de nosotros mismos no tiene más garantías de acierto que cualquier otra percepción, a pesar de lo que digan los cartesianos o los fenomenólogos.
Igualmente construidos, el yo y el no-yo se definen e implican mutuamente, como los conceptos de realidad "externa" e "interna". Este es el primer punto que podemos discutir.
Quiero ahora probar que las teorías constructivistas pueden ayudar a conocer mejor los mecanismos de nuestra autopercepción, así como los errores y patologías más habituales en este proceso. Además permiten tender nuevos puentes entre lo intrapsíquico (sentimientos, emociones, inconsciente) con lo ambiental, conductual y relacional.
La posibilidad de enlazar tales perspectivas de análisis y de terapias es uno de los actuales retos que tiene planteado el movimiento psicoterapéutico que hoy se reúne en este Congreso.
Teoría de la multifrenia y la conciencia como montaje.
Los terapeutas familiares ya están al corriente de la influencia de las teorías constructivistas sobre la terapia familiar. Por ello no me entretendré ahí y haré hincapié solamente en dos teorías "constructivistas" sobre el yo o la autoconciencia. Se trata de las teorías de Kenneth J. Gergen (3) y del cognitivista Daniel Dennett (4), que considero representativas de otras muchas (5).
Kenneth Gergen habla de un yo saturado en las múltiples relaciones que establece con los otros; un yo troceado, multifacético, producto de la vertiginosa multiplicación de las comunicaciones de la época actual. Su concepto de multifrenia evoca la pluralidad de aspectos y la dificultad de concluir un proceso de unificación de la personalidad, o de elaborar una única autoimagen; más bien renunciamos a ella y nos aceptamos como personalidades plurales en distintos contextos.
Frente a los mitos de personalidades íntegras, la postmodernidad presenta la personalidad multifacética. No cree en un yo formado por un núcleo inmutable y rodeado de una periferia versátil. No en una identidad personal profunda, diferente de las apariencias superficiales. Piensa, en contra, que en cada momento desplegamos unos rasgos del yo que en otros momentos quedan inhibidos o relegados por rasgos competidores. Algunos son congruentes entre sí, pero no siempre: podemos ser sumisos en unos momentos y altivos en otros; a veces somos responsables, comprometidos, exigentes, o todo lo contrario; en ocasiones somos capaces de expresar emociones sutiles mientras que en otros momentos somos impenetrables; podemos ser simpáticos y antipáticos, egoístas o solidarios, etc. según los contextos.
Quiero ahora probar que las teorías constructivistas pueden ayudar a conocer mejor los mecanismos de nuestra autopercepción, así como los errores y patologías más habituales en este proceso. Además permiten tender nuevos puentes entre lo intrapsíquico (sentimientos, emociones, inconsciente) con lo ambiental, conductual y relacional.
La posibilidad de enlazar tales perspectivas de análisis y de terapias es uno de los actuales retos que tiene planteado el movimiento psicoterapéutico que hoy se reúne en este Congreso.
Teoría de la multifrenia y la conciencia como montaje.
Los terapeutas familiares ya están al corriente de la influencia de las teorías constructivistas sobre la terapia familiar. Por ello no me entretendré ahí y haré hincapié solamente en dos teorías "constructivistas" sobre el yo o la autoconciencia. Se trata de las teorías de Kenneth J. Gergen (3) y del cognitivista Daniel Dennett (4), que considero representativas de otras muchas (5).
Kenneth Gergen habla de un yo saturado en las múltiples relaciones que establece con los otros; un yo troceado, multifacético, producto de la vertiginosa multiplicación de las comunicaciones de la época actual. Su concepto de multifrenia evoca la pluralidad de aspectos y la dificultad de concluir un proceso de unificación de la personalidad, o de elaborar una única autoimagen; más bien renunciamos a ella y nos aceptamos como personalidades plurales en distintos contextos.
Frente a los mitos de personalidades íntegras, la postmodernidad presenta la personalidad multifacética. No cree en un yo formado por un núcleo inmutable y rodeado de una periferia versátil. No en una identidad personal profunda, diferente de las apariencias superficiales. Piensa, en contra, que en cada momento desplegamos unos rasgos del yo que en otros momentos quedan inhibidos o relegados por rasgos competidores. Algunos son congruentes entre sí, pero no siempre: podemos ser sumisos en unos momentos y altivos en otros; a veces somos responsables, comprometidos, exigentes, o todo lo contrario; en ocasiones somos capaces de expresar emociones sutiles mientras que en otros momentos somos impenetrables; podemos ser simpáticos y antipáticos, egoístas o solidarios, etc. según los contextos.
Y afortunadamente, pues uno de los criterios de buena salud mental es el no ser rígidamente monofacético.
Gergen hace corresponder los rasgos de ese yo desmembrado con los de la realidad externa. En cocreto con las relaciones sociales que creamos y mantenemos a través de continuas interacciones. En cada relación nuestro yo se define de una manera diferente, creándose una nueva dimensión o un nuevo rasgo suyo.
Se inspira en James (1980), quien había hablado de la dimensión social (que no la única) del autoconcepto en términos plurales: "un sujeto tiene tantos mis sociales como personas hay con las que interactúa y que reaccionan ante él" (6). Si tenemos en cuenta la proliferación de las relaciones en el mundo actual, comprenderemos la dificultad que tenemos para unificarlas en un yo coherente. Como ejemplo, Gergen nos insta a pensar la cantidad de gente con la que el yo se relaciona a lo largo de un solo día: familiares próximos y lejanos de generaciones anteriores, posteriores o de la nuestra; compañeros de trabajo en el lugar de trabajo, por teléfono, correo, mails...; jefes y subordinados, colegas, amistades, vecinos y conocidos con los que nos comunicamos a distancia o en presencia, en nuestros trayectos, tiendas, lugares de reunión; alumnos, clientes que vemos a lo largo del día, etc.
Ante esta dispersión no es la división del yo lo que parece problemático sino el camino hacia la unificación. No existe una autoimagen unificada y total. Lo único que tenemos siempre son imágenes parciales y momentáneas de nosotros mismos. Considerado como un constructo, el yo es variado y fragmentado, por ser distinto en cada momento. Autores como Strawson (1997) ven este concepto como el que unifica nuestra experiencia interna en un momento, pero niegan su continuidad en el tiempo. Al variar la autoimagen de un momento a otro, tenemos un nuevo self, por lo que debemos hablar(7) de muchos selves sucesivos. ¿Dónde queda la unidad del yo ?
El problema de la unidad es tanto mayor si, como Gergen y otros muchos constructivistas sociales, olvidamos la continuidad de nuestro organismo biológico y su consecuente conciencia corporal, uno de los engranajes más importantes de nuestra autoimagen y sostén de todos los demás rasgos de personalidad.
Gergen hace corresponder los rasgos de ese yo desmembrado con los de la realidad externa. En cocreto con las relaciones sociales que creamos y mantenemos a través de continuas interacciones. En cada relación nuestro yo se define de una manera diferente, creándose una nueva dimensión o un nuevo rasgo suyo.
Se inspira en James (1980), quien había hablado de la dimensión social (que no la única) del autoconcepto en términos plurales: "un sujeto tiene tantos mis sociales como personas hay con las que interactúa y que reaccionan ante él" (6). Si tenemos en cuenta la proliferación de las relaciones en el mundo actual, comprenderemos la dificultad que tenemos para unificarlas en un yo coherente. Como ejemplo, Gergen nos insta a pensar la cantidad de gente con la que el yo se relaciona a lo largo de un solo día: familiares próximos y lejanos de generaciones anteriores, posteriores o de la nuestra; compañeros de trabajo en el lugar de trabajo, por teléfono, correo, mails...; jefes y subordinados, colegas, amistades, vecinos y conocidos con los que nos comunicamos a distancia o en presencia, en nuestros trayectos, tiendas, lugares de reunión; alumnos, clientes que vemos a lo largo del día, etc.
Ante esta dispersión no es la división del yo lo que parece problemático sino el camino hacia la unificación. No existe una autoimagen unificada y total. Lo único que tenemos siempre son imágenes parciales y momentáneas de nosotros mismos. Considerado como un constructo, el yo es variado y fragmentado, por ser distinto en cada momento. Autores como Strawson (1997) ven este concepto como el que unifica nuestra experiencia interna en un momento, pero niegan su continuidad en el tiempo. Al variar la autoimagen de un momento a otro, tenemos un nuevo self, por lo que debemos hablar(7) de muchos selves sucesivos. ¿Dónde queda la unidad del yo ?
El problema de la unidad es tanto mayor si, como Gergen y otros muchos constructivistas sociales, olvidamos la continuidad de nuestro organismo biológico y su consecuente conciencia corporal, uno de los engranajes más importantes de nuestra autoimagen y sostén de todos los demás rasgos de personalidad.
Pues nuestro cuerpo, junto con la capacidad de nuestro cerebro para evocar situaciones y vivencias que han tenido lugar en tiempos y lugares diferentes, son los pilares de nuestra unidad mental.
El problema ahora sería el de probar que a cada organismo le corresponde un self o una autoimagen más o menos estructurada.
El problema ahora sería el de probar que a cada organismo le corresponde un self o una autoimagen más o menos estructurada.
Y Dennett nos recuerda que esto no es así en los casos de extrema patología. No hay correspondencia entre un cuerpo y una personalidad, pues se dan organismos con personalidades duales o múltiples, desconectas unas con otras. Y a la inversa, se dan personalidades compartidas, identificaciones con otros cuerpos del presente o del pasado.
Y ello es así porque, para Dennett, nuestro yo mental es una construcción realizada por un constructor tan poco fiable como es nuestra consciencia. De modo que para construir el self o otras representaciones no sólo partimos de la pluralidad de experiencias y de relaciones, como afirman James o Gergen, sino de múltiples y diferentes versiones de cada una de ellas; versiones o variaciones que constituyen nuestra conciencia en diferentes momentos.
Dennett elabora lo que yo denomino como teoría del "Montaje". Según ella, los contenidos de la conciencia serían, en cada momento, un montaje de fotogramas de diversa procedencia, originales y retocados, actuales y pasados, a los que intenta dar sentido. Y en este aspecto, la conciencia procede de la misma manera poco fiable que la memoria de momentos lejanos.
Pues ni una ni otra constituyen un reflejo fiel de nuestra experiencia interna, sino que resultan del juego competitivo de sinapsis neuronales, en las que se entremezclan activaciones sensoriales con expectativas, recuerdos evocados, imaginaciones, etc. El resultado de este juego competitivo no es más que una de las múltiples versiones que ofrece la conciencia en cada momento.
Por ello Dennett ha denominado su teoría como modelo de "Versiones Múltiples". Según él, no hay un fluyo de experiencias internas que la conciencia seleccione en cada momento, garantizando su verdad y su realidad. Pues la consciencia no es un espectador de lo que pasa dentro de nosotros, sino un constructor de versiones, que intentan dar sentido a multitud de "fotogramas" internos. Y el "yo" es uno de esos productos, del que constantemente se están produciendo nuevas versiones.
Equiparando los procedimientos deformadores de la conciencia y de la memoria, Dennett coincide con Greenwald (1980) (8), quien considera el yo como un historiador personal que pone en orden el conocimiento y manipula el pasado. De igual manera, Wixon y Laird (1976), lo habían considerado un historiador impreciso de nuestras vidas, semejante a los historiadores "revisionistas" que justifican el presente cambiando el pasado. En este sentido, Dennett nos habla de dos formas de manipular la historia: la staliniana y la orwelliana, según que la mistificación sea a priori (antes de su primera aparición a la consciencia) o a posteriori. Los de Michie y Jaynes antes citados van en la misma línea, considerando la consciencia como una constructora de historias y explicaciones post-factum; elaborando narraciones que dan sentido a nuestra experiencia interna, como las explicaciones que se monta el sujeto que ejecuta despierto órdenes que se dieron cuando estaba en estado hipnótico.
Hablar de montajes, conlleva hablar de falsedades y errores, en alguna medida. No sólo la memoria nos traiciona, como percibimos constantemente en nuestra vida, sino también la conciencia inmediata; no sólo hacemos montajes con los recuerdos de un pasado lejano, sino con los datos que creemos presentes. Estos siempre son introducidos dentro de esquemas que les dan sentido, y entremezclados con imágenes e ideas previas que vienen a añadirse o a sustituir a otras actuales dada su fuerza psicológica en cada momento. En resumen, nuestra conciencia no es una foto de nuestro interior, sino resultado de una pugna entre sinapsis neuronales, unas activadas in situ y otras evocadas o fabricadas por la imaginación o la propia dinámica del cerebro. Sólo algunas de ellas suben al podio de la conciencia.
Consecuencias terapéuticas.
1. Según esto, los síntomas patológicos de la autopercepción no hay que considerarlos como efecto de una enfermedad destructiva, sino como defectos en la construcción unificada del "yo". Ya sean debidos a problemas orgánicos, ya debidos a los sesgos y deformaciones habituales, ya a la dificultad de integrar las variadas imágenes reflejadas de nosotros mismos.
Puesto que la conciencia no es un espejo de nuestras experiencias, la autoconciencia no será una imagen fiel de nosotros mismos, sino una construcción bio-psico-social, mediada por el lenguaje. El influjo de la micro y de la macrocultura es fundamental en estas construcciones. Y las deformaciones, más o menos importantes, son habituales. Por todo ello, pude considerarse que solo existe una diferencia de grado entre la dinámica normal y la patología; esto es, una progresión de deformaciones, desde las formas inadecuadas de percibirnos y valorarnos cotidianamente, que no llegan a impedir una notable adaptación, hasta los síntomas extremos de la esquizofrenia o la demencia.
El objetivo de las terapias constructivistas será el de producir nuevas construcciones del self, para reemplazar a las anteriores, aprovechando la pluralidad de aspectos de cada yo y el carácter convencional de todas las construcciones. Se trata de lograr que las nuevas historias permitan una mayor adaptación.
2. ¿Se puede establecer una correspondencia entre problemas relacionales (que son conductuales, interpersonales) y problemas de autoconciencia (que son personales, subjetivos)? Desde la aparición de la terapia familiar se ha intentado tender puentes entre las estructuras y dinámicas de las familias -observables desde fuera- y los síntomas internos que caracterizan tradicionalmente la enfermedad mental. Por ejemplo, hacer corresponder una tipología familiar con una categorización de problemas individuales (alcoholismo, anorexia, maltrato...); o un tipo de doble vínculo comunicacional para cata tipo de psicosis, como pretendió el joven Sluzky.
La integración que propongo ahora como proyecto remonta a una investigación anterior sobre percepción y expresión de las relaciones familiares. Más concretamente, sobre cómo los diferentes miembros de la familia perciben y declaran sus propias preferencias y las de los demás hacia los otros miembros (9), expresándose de este modo también las alianzas y los rechazos.
Pues la forma en que percibimos y expresamos las relaciones constituye un tercer término, que media y modula los dos polos que Gergen, siguiendo a James, habían hecho corresponder: el polo de las relaciones (externo) y el de la autoconciencia (interno).
Cuando examinamos la percepción y expresión de las relaciones familiares -y de otras que nos importan en la vida- encontramos problemas como el de la indefinición de la relación o encubrimiento de las diferencias, y el de la incongruencia entre las declaraciones de los distintos miembros de la familia. Hallamos que una persona sobrevalora o infravalora su relación con otros miembros de la familia, en comparación con las valoraciones que los demás realizan. También hay personas que acumulan declaraciones de preferencia, mientras que otros se ven rechazados por sus preferidos o nadie declara su preferencia hacia ellos.
Dado que la relación con los demás condiciona nuestra interpretación de sus mensajes, parece lógico suponer que los problemas en la percepción y expresión de las relaciones pueden producir problemas a la hora de elaborar e integrar la imagen que los demás nos devuelven de nosotros mismos, es decir problemas en la autopercepción y autoestima.
Pienso que las dificultades para autoevaluarse y autodefinirse, las concepciones imprecisas de la personalidad, o las dificultades para unificar las imágenes e ideas de un yo, pueden derivarse bien de la indefinición de las relaciones entre los miembros de una familia, bien de la incongruencia entre estas definiciones. La benevolencia con nuestro yo, su embellecimiento y la megalomanía, o, por el contrario, la imagen depresiva de uno mismo, quedarían también relacionados con la sobrevaloración o infravaloración de las relaciones que los demás declaran haber establecido con nosotros.
Los géneros de atribución, la inculpación o exculpación, la sobrestimación o infraestimación de nuestra influencia en los acontecimientos puede depender de la influencia que los demás nos otorguen en ellos, aun teniendo en cuenta una tendencia a sobrestimarla por la dificultad de descentrarnos.
Finalmente, el "olvido" de aspectos fundamentales de nuestro "yo" puede tener relación con el olvido que los demás tienen de ellos en sus diferentes formas de comunicarse con nosotros.
Estos serían algunos ejemplos de cómo los problemas de comunicación familiar pueden originar autopercepciones poco adaptadas para nuestra vida.
NOTAS
1. "Las diferencias y mis diferencias con el constructivismo subjetivo", en A. Carreras (ed.): Conocimiento, ciencia y realidad, Mira editores, 1993.
2 A. Carreras: Tras la consciencia, Zaragoza, Mira editores, 1999.
3 K. J. Gergen (1991): El yo saturado, Barcelona, Paidós, 1992; K.J. Gergen (1994): Realidades y relaciones, Barcelona, Paidós, 1996: McNamee, S. y Gergen, K.J. (1992): La terapia como construcción social, Barcelona, Paidós, 1996.
4 La conciencia explicada, Barcelona, Paidós, 1995. D. Dennett (1991):
5 Desde la perspectiva del construccionismo social que representa Gergen pueden verse los artículos de D. Wheelwell (1997): "Origins and history of consciousness", en Journal of Consciousness Studies, 4 nº 5/6, pp. 532-40 y los de T. R. Burns: "The social construction of consciousness" part 1 & 2, en Journal of Consciousness Studies, 5, 1 y 2 , pp. 67-85 y 166-84. Sobre el papel de la consciencia como constructora de narraciones e historias explicativas, en la línea de D. Dennett, pueden verse también los artículos de Michie (1994 y 1995): "Consciousness as an engineering issue" en Journal of Consciousnees Studies 1, nº 2, pp. 182-95 y 2, nº 1, pp. 52-66, así como J. Jaynes (1976): The Origin of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind, Boston, Houghton Mifflin Co., a los que aludo en el capítulo "Unidad o pluralidad. Jerarquía o anarquía de la mente" de Tras la consciencia.
6 Dentro de la tradición de la conciencia como espejo de las miradas de los otros. Tradición que pasa por Hegel, para quien la autoconciencia sólo llega a ser en sí y para si en la medida en que lo es para otra autoconciencia. Después de James, Cooley (1902) consideró el aspecto social y especular como el único constructor de nuestra autoimagen. Para G. Mead nuestro self es consecuencia del reflejo que nos proporcionan los "otros significativos".
Sobre estos autores y la metáfora del self como espejo, ver el artículo de Monpeceres, M. Angeles: "El self", en J. Ramón Bueno (comp.): Psicología social, Edit. Gales, 1999.
7 STRAWSON, Galleen: "The self" en Journal of Consciousness Studies, 4, nº5/6, pp. 405-28. Con este artículo, Strawson inaugura una polémica sobre el self en la mencionada revista, que ya ha dedicado 5 números monográficos al tema Models of the Self.
8 Greenwald, Wixon y Laird ver el artículo de M.A.Monpeceres citado en la nota 6. Greenwald, A.G. (1980): "The totalitarian ego: fabrication and revision of personal history", en American Psychologist, 35, pp. 603-18; Wizon, D.R. y Laird, J.D. (1976): "Awareness and attitude change in the forced-compliance paradigm: the importance of when" en Journal of Personality and Social Psychology, 34, pp. 376-84.
9 ("Preferencias en el seno de la familia") en las Actas de las XIII Jornadas Nacionales de Terapia Familiar, publicadas por la FEATF en 1995, pp. 61-77.
Y ello es así porque, para Dennett, nuestro yo mental es una construcción realizada por un constructor tan poco fiable como es nuestra consciencia. De modo que para construir el self o otras representaciones no sólo partimos de la pluralidad de experiencias y de relaciones, como afirman James o Gergen, sino de múltiples y diferentes versiones de cada una de ellas; versiones o variaciones que constituyen nuestra conciencia en diferentes momentos.
Dennett elabora lo que yo denomino como teoría del "Montaje". Según ella, los contenidos de la conciencia serían, en cada momento, un montaje de fotogramas de diversa procedencia, originales y retocados, actuales y pasados, a los que intenta dar sentido. Y en este aspecto, la conciencia procede de la misma manera poco fiable que la memoria de momentos lejanos.
Pues ni una ni otra constituyen un reflejo fiel de nuestra experiencia interna, sino que resultan del juego competitivo de sinapsis neuronales, en las que se entremezclan activaciones sensoriales con expectativas, recuerdos evocados, imaginaciones, etc. El resultado de este juego competitivo no es más que una de las múltiples versiones que ofrece la conciencia en cada momento.
Por ello Dennett ha denominado su teoría como modelo de "Versiones Múltiples". Según él, no hay un fluyo de experiencias internas que la conciencia seleccione en cada momento, garantizando su verdad y su realidad. Pues la consciencia no es un espectador de lo que pasa dentro de nosotros, sino un constructor de versiones, que intentan dar sentido a multitud de "fotogramas" internos. Y el "yo" es uno de esos productos, del que constantemente se están produciendo nuevas versiones.
Equiparando los procedimientos deformadores de la conciencia y de la memoria, Dennett coincide con Greenwald (1980) (8), quien considera el yo como un historiador personal que pone en orden el conocimiento y manipula el pasado. De igual manera, Wixon y Laird (1976), lo habían considerado un historiador impreciso de nuestras vidas, semejante a los historiadores "revisionistas" que justifican el presente cambiando el pasado. En este sentido, Dennett nos habla de dos formas de manipular la historia: la staliniana y la orwelliana, según que la mistificación sea a priori (antes de su primera aparición a la consciencia) o a posteriori. Los de Michie y Jaynes antes citados van en la misma línea, considerando la consciencia como una constructora de historias y explicaciones post-factum; elaborando narraciones que dan sentido a nuestra experiencia interna, como las explicaciones que se monta el sujeto que ejecuta despierto órdenes que se dieron cuando estaba en estado hipnótico.
Hablar de montajes, conlleva hablar de falsedades y errores, en alguna medida. No sólo la memoria nos traiciona, como percibimos constantemente en nuestra vida, sino también la conciencia inmediata; no sólo hacemos montajes con los recuerdos de un pasado lejano, sino con los datos que creemos presentes. Estos siempre son introducidos dentro de esquemas que les dan sentido, y entremezclados con imágenes e ideas previas que vienen a añadirse o a sustituir a otras actuales dada su fuerza psicológica en cada momento. En resumen, nuestra conciencia no es una foto de nuestro interior, sino resultado de una pugna entre sinapsis neuronales, unas activadas in situ y otras evocadas o fabricadas por la imaginación o la propia dinámica del cerebro. Sólo algunas de ellas suben al podio de la conciencia.
Consecuencias terapéuticas.
1. Según esto, los síntomas patológicos de la autopercepción no hay que considerarlos como efecto de una enfermedad destructiva, sino como defectos en la construcción unificada del "yo". Ya sean debidos a problemas orgánicos, ya debidos a los sesgos y deformaciones habituales, ya a la dificultad de integrar las variadas imágenes reflejadas de nosotros mismos.
Puesto que la conciencia no es un espejo de nuestras experiencias, la autoconciencia no será una imagen fiel de nosotros mismos, sino una construcción bio-psico-social, mediada por el lenguaje. El influjo de la micro y de la macrocultura es fundamental en estas construcciones. Y las deformaciones, más o menos importantes, son habituales. Por todo ello, pude considerarse que solo existe una diferencia de grado entre la dinámica normal y la patología; esto es, una progresión de deformaciones, desde las formas inadecuadas de percibirnos y valorarnos cotidianamente, que no llegan a impedir una notable adaptación, hasta los síntomas extremos de la esquizofrenia o la demencia.
El objetivo de las terapias constructivistas será el de producir nuevas construcciones del self, para reemplazar a las anteriores, aprovechando la pluralidad de aspectos de cada yo y el carácter convencional de todas las construcciones. Se trata de lograr que las nuevas historias permitan una mayor adaptación.
2. ¿Se puede establecer una correspondencia entre problemas relacionales (que son conductuales, interpersonales) y problemas de autoconciencia (que son personales, subjetivos)? Desde la aparición de la terapia familiar se ha intentado tender puentes entre las estructuras y dinámicas de las familias -observables desde fuera- y los síntomas internos que caracterizan tradicionalmente la enfermedad mental. Por ejemplo, hacer corresponder una tipología familiar con una categorización de problemas individuales (alcoholismo, anorexia, maltrato...); o un tipo de doble vínculo comunicacional para cata tipo de psicosis, como pretendió el joven Sluzky.
La integración que propongo ahora como proyecto remonta a una investigación anterior sobre percepción y expresión de las relaciones familiares. Más concretamente, sobre cómo los diferentes miembros de la familia perciben y declaran sus propias preferencias y las de los demás hacia los otros miembros (9), expresándose de este modo también las alianzas y los rechazos.
Pues la forma en que percibimos y expresamos las relaciones constituye un tercer término, que media y modula los dos polos que Gergen, siguiendo a James, habían hecho corresponder: el polo de las relaciones (externo) y el de la autoconciencia (interno).
Cuando examinamos la percepción y expresión de las relaciones familiares -y de otras que nos importan en la vida- encontramos problemas como el de la indefinición de la relación o encubrimiento de las diferencias, y el de la incongruencia entre las declaraciones de los distintos miembros de la familia. Hallamos que una persona sobrevalora o infravalora su relación con otros miembros de la familia, en comparación con las valoraciones que los demás realizan. También hay personas que acumulan declaraciones de preferencia, mientras que otros se ven rechazados por sus preferidos o nadie declara su preferencia hacia ellos.
Dado que la relación con los demás condiciona nuestra interpretación de sus mensajes, parece lógico suponer que los problemas en la percepción y expresión de las relaciones pueden producir problemas a la hora de elaborar e integrar la imagen que los demás nos devuelven de nosotros mismos, es decir problemas en la autopercepción y autoestima.
Pienso que las dificultades para autoevaluarse y autodefinirse, las concepciones imprecisas de la personalidad, o las dificultades para unificar las imágenes e ideas de un yo, pueden derivarse bien de la indefinición de las relaciones entre los miembros de una familia, bien de la incongruencia entre estas definiciones. La benevolencia con nuestro yo, su embellecimiento y la megalomanía, o, por el contrario, la imagen depresiva de uno mismo, quedarían también relacionados con la sobrevaloración o infravaloración de las relaciones que los demás declaran haber establecido con nosotros.
Los géneros de atribución, la inculpación o exculpación, la sobrestimación o infraestimación de nuestra influencia en los acontecimientos puede depender de la influencia que los demás nos otorguen en ellos, aun teniendo en cuenta una tendencia a sobrestimarla por la dificultad de descentrarnos.
Finalmente, el "olvido" de aspectos fundamentales de nuestro "yo" puede tener relación con el olvido que los demás tienen de ellos en sus diferentes formas de comunicarse con nosotros.
Estos serían algunos ejemplos de cómo los problemas de comunicación familiar pueden originar autopercepciones poco adaptadas para nuestra vida.
NOTAS
1. "Las diferencias y mis diferencias con el constructivismo subjetivo", en A. Carreras (ed.): Conocimiento, ciencia y realidad, Mira editores, 1993.
2 A. Carreras: Tras la consciencia, Zaragoza, Mira editores, 1999.
3 K. J. Gergen (1991): El yo saturado, Barcelona, Paidós, 1992; K.J. Gergen (1994): Realidades y relaciones, Barcelona, Paidós, 1996: McNamee, S. y Gergen, K.J. (1992): La terapia como construcción social, Barcelona, Paidós, 1996.
4 La conciencia explicada, Barcelona, Paidós, 1995. D. Dennett (1991):
5 Desde la perspectiva del construccionismo social que representa Gergen pueden verse los artículos de D. Wheelwell (1997): "Origins and history of consciousness", en Journal of Consciousness Studies, 4 nº 5/6, pp. 532-40 y los de T. R. Burns: "The social construction of consciousness" part 1 & 2, en Journal of Consciousness Studies, 5, 1 y 2 , pp. 67-85 y 166-84. Sobre el papel de la consciencia como constructora de narraciones e historias explicativas, en la línea de D. Dennett, pueden verse también los artículos de Michie (1994 y 1995): "Consciousness as an engineering issue" en Journal of Consciousnees Studies 1, nº 2, pp. 182-95 y 2, nº 1, pp. 52-66, así como J. Jaynes (1976): The Origin of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind, Boston, Houghton Mifflin Co., a los que aludo en el capítulo "Unidad o pluralidad. Jerarquía o anarquía de la mente" de Tras la consciencia.
6 Dentro de la tradición de la conciencia como espejo de las miradas de los otros. Tradición que pasa por Hegel, para quien la autoconciencia sólo llega a ser en sí y para si en la medida en que lo es para otra autoconciencia. Después de James, Cooley (1902) consideró el aspecto social y especular como el único constructor de nuestra autoimagen. Para G. Mead nuestro self es consecuencia del reflejo que nos proporcionan los "otros significativos".
Sobre estos autores y la metáfora del self como espejo, ver el artículo de Monpeceres, M. Angeles: "El self", en J. Ramón Bueno (comp.): Psicología social, Edit. Gales, 1999.
7 STRAWSON, Galleen: "The self" en Journal of Consciousness Studies, 4, nº5/6, pp. 405-28. Con este artículo, Strawson inaugura una polémica sobre el self en la mencionada revista, que ya ha dedicado 5 números monográficos al tema Models of the Self.
8 Greenwald, Wixon y Laird ver el artículo de M.A.Monpeceres citado en la nota 6. Greenwald, A.G. (1980): "The totalitarian ego: fabrication and revision of personal history", en American Psychologist, 35, pp. 603-18; Wizon, D.R. y Laird, J.D. (1976): "Awareness and attitude change in the forced-compliance paradigm: the importance of when" en Journal of Personality and Social Psychology, 34, pp. 376-84.
9 ("Preferencias en el seno de la familia") en las Actas de las XIII Jornadas Nacionales de Terapia Familiar, publicadas por la FEATF en 1995, pp. 61-77.
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