Pablo Neruda no necesita presentación, pero para quienes viven fuera de Uruguay es importante hacer una reseña de la notable figura del Profesor Humberto Correa Rivero. Nacido en en 1936, en Rocha (Uruguay), emigró a Montevideo para estudiar en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Es especialista en Medicina Interna, Medicina Pulmonar y Medicina Intensiva.
Se inició en la docencia en medicina en 1958. Se desempeñó en todos los escalafones docentes en la institución, fue cofundador de la cátedra de Medicina Intensiva y profesor titular de la asignatura.
Fue director de los CTI del Hospital de Clínicas, del Hospital Italiano y del Sanatorio del Círculo Católico. Desarrolló actividades asistenciales como consultante y académicas en casi todo el país, realizó viajes por razones académicas y científicas a numerosos países de las Américas y de Europa. Ha sido expositor en cerca de doscientos eventos científicos.
Es autor de investigaciones clínicas originales, revisiones y capítulos de libros en Uruguay, Argentina, Brasil, Ecuador, Chile, España y Estados Unidos. Es coautor de tres libros de medicina intensiva y autor de uno sobre sepsis e infecciones graves en pacientes críticos, tema al que dedicó más de cuarenta años de su actividad asistencial y científica.
Ha sido integrante de sociedades científicas uruguayas, argentinas, chilenas, panamericanas y francesas. Es miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina de Uruguay.
Fue distinguido al ser nombrado para dictar la conferencia inaugural del Congreso Español de Medicina Crítica en 2004.
Recibió el Premio Morosoli de Plata en reconocimiento a su trayectoria, méritos y aporte a la cultura uruguaya. Una vez que tuvo que cesar en el año 2001 como Profesor Titular de Medicina Intensiva, emprendió la creación de la Primer Facultad de Medicina Privada en Uruguay, siendo entonces Cofundador de la Facultad de Medicina del CLAEH y su primer decano (2006-2016). Desde entonces y hasta hoy sigue impartiendo la docencia en los cursos de Humanismo Médico en dicha institución.
Su libro Humanismo médico es una obra señera que establece las bases teóricas e históricas de la disciplina y en su otro libro sobre el mismo tema: Cerebro, emociones y desarrollo humano, nos complementa el" enfoque humanístico que ha desarrollado a través de sus más de 60 años como médico, investigador, consultante, docente y tutor de cientos de estudiantes de medicina.
Personalmente lo conocí en el año 1985 cuando empecé el postgrado de Medicina Intensiva en el Hospital de Clínicas y desde el primer momento lo reconocí como un docente excepcional, pasó a ser mi primer "MAESTRO".. (Después tuve en Valentín Fuster a mis otro Maestro)
Cuando en el año 1988 tuve el honor de dar el concurso de Jefatura Clínica en el CTI del Hospital de Clínicas, concurso en el cual obtuve el primer lugar con puntaje máximo, el Profesor Correa fue uno de los jurados, junto al Profesor Hernán Artucio y la Profesora Norma Massa. Yo estaba radiante porque se me abrían las puertas de la carrera docente, y nunca olvidaré un consejo que me dió Humberto unos pocos días después, "Jorge, te veo a tí y me veo a mí 20 años atrás, hasta tienes dos niñas pequeñas como tenía yo a tu edad, te felicito por la prueba que diste, pero si hay un consejo que te quisiera dar es: "no te cases con la Universidad, la Universidad te da muchísimo, pero también te quita mucho". Lo disfruté como Profesor durante más de 10 años, hasta que en 1995 abandoné la asidua concurrencia a la Cátedra de Medicina Crítica para vincularme de lleno a la Cátedra de Cardiología. La vida nos volvió a reunir en el año 2019 en el CLAEH en uno de sus cursos de Humanismo Médico, que nos permitió retomar ese privilegia vínculo en virtud de la formación de un equipo que Formó Humberto que gracias al ZOOM nos hemos estado reuniendo desde entonces junto a los Dres: Eduardo Mizraji, Daniel Machiavello, Analía Wilkins y Mariela Grosso.
Y ha sido en esa privilegiada tertulia que tenemos gracias al whatsapp y al zoom, que surgió esta respuesta de Humberto Correa a Pablo Neruda.
Pablo Neruda un grande en la lírica escribió "Para nacer he nacido":Sin intelectualismo, con sabiduría natural, utilizando un lenguaje en prosa único e inconfundible, Neruda nos revela su propia búsqueda del equilibrio en medio de corrientes contradictorias. Su vasta experiencia del universo, de la naturaleza y la cultura se traducen en un renacimiento continuo.
Y así siguió naciendo hasta morir. Sin embargo también dijo que "los años pasados, ya no los tengo". Y acá es donde el también genial
Y Humberto Correa le responde:
Se equivoca acá el genial Pablo Neruda, porque no pudo ver algo que es evidente. Los años que transcurrieron hasta el día en que escribe eso, JAMÁS los perdió, esos años son EL MISMO, son los elusivos ladrillo con los que está construído el edificio que es "el mismo", porque sin ellos "el" no sería ahora lo que es, sin ellos no habría mejorado cada vez más su profunda poesía, porque el madurar y ser otro más rico (en mente, en relaciones y en sabiduría), es solo hijo del paso del tiempo. Y ese tiempo que llamamos PASADO, está solo dentro nuestro y afuera, está en cada célula, en cada red neuronal construída de continuo en cada tripa, en cada sangrante o gozoso corazón de hoy.
Mi Presente (hoy) es una foto móvil del resultado de todos mis años pasados que le dieron vida; mi presente hoy es la flor que ha brotado porque la sostiene y alimenta el tallo vigoroso (verde o rugoso pero nutriente) de nuestro querido PASADO, que es/soy yo mismo AHORA.
Mi observación a través de estas más de ocho décadas de vida me permiten ubicar al PASADO (tan lamentado, nostalgiado y evocado por el común de la gente como "un muerto que vive"), en una construcción que tiene vida en mi presente.
De ahí lo del comienzo: "Mi Presente (hoy) es una foto móvil del resultado de todos mis años pasados que le dieron vida; mi presente hoy es la flor que ha brotado porque la sostiene y alimenta el tallo vigoroso (verde o rugoso pero nutriente) de nuestro querido PASADO".
Y en relación a esta reflexión de Humberto Correa, Daniel Machiavello nos aporta que en cierta ocasión le preguntaron a Eric Kandel sobre memoria, y si hubiera un mecanismo para borrar las memorias, especialmente las traumáticas y otras como las que él mismo vivió en Viena con su familia, si él lo haría. Y Kandel fue categórico en afirmas que NO LO HARÍA. porque eso soy yo dijo.
A lo que Humberto Correa agregó: Genial el querido Kandel, es así, yo soy mi memoria (la recordada y la no recordada), yo soy una onda de energía y una partícula al mismo tiempo, en un universo que existe por su trayectoria movimiento, y que no sería tal si no hubiera hecho un recorrido, porque TODO es movimiento.