31/8/10

El camino de la ciencia y la búsqueda de DIOS - Leonardo Boff

EL CAMINO DE LA CIENCIA Y

LA BÚSQUEDA DE DIOS:

El universo como una sinfonía de sonidos, colores, movimiento y energía - Leonardo Boff
EL CAMINO DE LA CIENCIA: La teoría de la relatividad de Einstein, dejó bien en claro que materia y energía son equivalentes. La materia es energía altamente condensada que puede ser liberada, como lo mostró lamentablemente la bomba atómica. El camino de la ciencia ha hecho más o menos el siguiente recorrido:
- de la materia llegó al átomo,
- del átomo a las partículas subatómicas,
- de las partículas subatómicas a los «paquetes de onda energética» ,
- de los paquetes de onda a las supercuerdas vibratorias en once dimensiones o más, representadas como música y color.
Así un electrón vibra más o menos quinientos billones de veces por segundo. La vibración produce sonido y color. El universo sería, pues, una sinfonía de sonidos y colores.
- y de las supercuerdas se llegó, finalmente, a la energía de fondo, al vacío cuántico.
UN VACÍO CUÁNTICO QUE REPRESENTA "LA PLENITUD": En este contexto, recuerdo siempre una frase dicha por W.Heisenberg, uno de los padres de la mecánica cuántica, en un semestre que dio en la Universidad de Munich en 1968 en el que pude participar, y que todavía suena en mis oídos:
«El universo no está hecho de cosas sino de redes de energía vibratoria, emergiendo de algo todavía más profundo y sutil».
Por lo tanto, la materia perdió su foco central en favor de la energía que se organiza en campos y redes.
¿Qué es ese «algo más profundo y sutil» de donde emerge todo?. Los físicos cuánticos y astrofísicos lo llaman «energía de fondo» o «vacío cuántico», expresión inadecuada porque dice lo contrario de lo que la palabra vacío significa. El vacío cuántico representa la plenitud de todas las posibles energías y sus eventuales densificaciones en los seres. De ahí que hoy se prefiera la expresión pregnant void «vacío preñado» o la «fuente originaria de todo ser».
No es algo que pueda ser representado en las categorías convencionales de espacio-tiempo, pues es algo anterior a todo lo que existe, anterior al espacio-tiempo y a las cuatro energías fundamentales, la gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la débil.
Algunos astrofísicos lo imaginan como una especie de vasto océano, sin márgenes, ilimitado, inefable, indescriptible y misterioso en el cual, como en un útero infinito, están hospedadas todas las posibilidades y virtualidades de ser.
De allí emergió, sin que podamos saber cómo ni por qué, aquel puntito extremadamente lleno de energía, inimaginablemente caliente que después explotó (big bang) dando origen a nuestro universo.
Nada impide que de aquella energía de fondo hayan surgido otros puntos, gestando también otras singularidades y otros universos paralelos o en otra dimensión.
Con la aparición del universo, irrumpió simultáneamente el espacio-tiempo. El tiempo es el movimiento de la fluctuación de las energías y de la expansión de la materia. El espacio no es el vacío estático dentro del cual todo sucede, sino aquel proceso continuamente abierto que permite que las redes de energía y los seres se manifiesten. La estabilidad de la materia presupone la presencia de una poderosísima energía subyacente que la mantiene en este estado. En realidad, nosotros percibimos la materia como algo sólido porque las vibraciones de la energía son tan rápidas que no alcanzamos a percibirlas con los sentidos corporales. Pero para eso nos ayuda la física cuántica, justamente porque se ocupa de las partículas y de las redes de energía, que nos abren esta visión diferente de la realidad.
LA ENERGÍA ES Y ESTÁ EN TODO: La energía es y está en todo. Sin energía nada podría subsistir. Como seres conscientes y espirituales, somos una realización complejísima, sutil y extremadamente interactiva de energía.
¿Qué es esa de energía de fondo que se manifiesta bajo tantas formas? No hay ninguna teoría científica que la defina. Además necesitamos de la energía para definir la energía. No hay como escapar de esta redundancia, observada ya por Max Planck.
Esta Energía tal vez sea la mejor metáfora de lo que significa Dios, cuyos nombres pueden variar, pero señalan siempre la misma Energía subyacente. Ya el Tao Te Ching (§ 4) decía lo mismo del Tao: «El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas y unifica el mundo».
La singularidad del ser humano es poder entrar en contacto consciente con esta Energía. Él puede invocarla, acogerla y percibirla en forma de vida, de irradiación y de entusiasmo.

28/8/10

Los riesgos de la tecnoinformática y la manipulación genética - Dra. Paula Sibilia

NO TENDREMOS RESPUESTAS PARA TODAS LAS PREGUNTAS, NI PODREMOS SALVAR A TODOS NUESTROS PACIENTES:
El estremecimiento de las grandes preguntas: Paula Sibilia es antropóloga, argentina, docente en la Universidad de Río de Janeiro. Con el rigor y el punto de vista que le aporta su profesión, pero con la lucidez y el talento para la escritura ensayística que le son propios, ha producido una obra trascendente.
Produce en el lector el estremecimiento que proviene del tratamiento de temas que abordan la propia condición humana y el antiguo regocijo de la lectura de un texto bellamente escrito.
Inmersos en el vertiginoso universo del conocimiento científico, aislados en la imposible carrera de apropiarnos de las novedades que no cesan de aparecer, no resulta infrecuente que dejemos de lado las preguntas fundamentales.
La alienación que una formación enfática y restringida suele ocasionar en quienes, de un modo más o menos directo, estamos involucrados en el campo de la ciencia nos priva a menudo de la oportunidad de interrogarnos por el “sentido” de aquello que perseguimos.
Vértigo, alienación, formación profesional fragmentaria, ausencia de diálogo interdisciplinar y un mundo que relativiza los valores son algunos de los condicionantes de un encierro epistemológico del que la mayoría somos víctimas.
La “naturalización” del conocimiento, la pérdida de la dimensión histórica de los contenidos y la carencia de herramientas analíticas específicas nos entorpece la perspectiva de aquello a lo que hemos entregado nuestra propia existencia.
¿Qué podrá ocasionar en un lector como este un texto que desnuda aspectos no visibles de su práctica cotidiana?
¿Qué secretos deseos de interrogación o de rechazo podrá suscitar una obra que cuestiona nuestros propios fundamentos?
¿Seremos capaces de afrontar una lectura que nos desaloje de la inercia de una perspectiva única?
¿Podremos soportar el peso de una pregunta para la que en general no tenemos respuesta?
¿Podremos afrontar el reto de la incertidumbre y las grietas de nuestras frágiles certezas?
¿Seremos capaces de detener el vértigo neoplásico de la información y encontrar la pausa y la apertura para reflexionar sobre sus propios fundamentos?
EL HOMBRE POSTORGANICO de Paula Sibilia:
“El Hombre Postorgánico” aborda de un modo a la vez contundente y fundado, pero perfectamente comprensible para un lector no especializado, las complejas relaciones entre cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales. La propuesta de Paula Sibilia es de una apertura tal que rescata al lector del reduccionismo y de la ingenuidad de las certezas sin fisuras.
La Biología y la Medicina se presentan insertas en un proyecto cultural y social que les imprime significado y las transformaciones que se registran se analizan en el devenir de las nuevas perspectivas.
Sobre la distinción básica de una “ciencia prometeica” empeñada en mejorar las condiciones de la existencia y luchar contra las fuerzas hostiles de la naturaleza y una “ciencia fáustica” orientada a trascender la propia condición humana, la autora se interna en los laberintos de los fundamentos que la sostienen.
La era digital concibe a los organismos como meros conjuntos de informaciones y ofrece la posibilidad concreta de un “upgrade” de las personas. Los riesgos, los límites – o su ausencia – los mitos y las falsificaciones de un conocimiento que se independiza de los valores y se concibe a si mismo como pura información desustancializada aparecen en un libro apasionante y conmovedor.
Cuestiones como el genoma humano, la salud como imperativo, la enfermedad como error en el código, la prevención como gestión de los riesgos y tantas otras amplían nuestras perspectivas y nos aportan herramientas infrecuentes para la reflexión sobre nuestra propia práctica.
Es inquietante percibir el modo en que aquel hombre del proyecto humanista que se construía “tallando esa sustancia dócil mediante la educación y la cultura” comienza a reconfigurarse en una modelo que lo transforma mediante la reprogramación genética o la bioingeniería. Queda implícito el riesgo de ingresar en una era de “formateo de cuerpos y almas cuya meta es la productividad”.
Jamás podremos escapar a la tentación de un determinismo genético, a la trivialidad de una biologización radical del hombre si no somos capaces de formularnos las preguntas fundamentales.
Ninguna formación académica en ciencias nos protege de la banalización de los saberes en la medida en que estos quedan suspendidos en una atmósfera de datos puros y obturado el arduo camino hacia los subsuelos del sentido.
No parece razonable que el acceso al conocimiento factual clausure las vías de acceso al universo siempre inestable de los fundamentos y los principios.
Es siempre una aventura del pensamiento y un viaje reconfortante la lectura de un texto inteligente. No es necesario el acuerdo o la conformidad con sus planteos para reconocer un trabajo realizado con solvencia y una actitud de franca honestidad intelectual.
La travesía de un libro que nos involucra, que nos sacude del letargo conceptual, que nos devuelve aquella vitalidad olvidada de un ser que tiene preguntas y nos rescata del asentimiento ciego del que habita un mundo saturado de respuestas.
No tenemos los profesionales de la salud las competencias necesarias como para juzgar un trabajo que nos excede en términos de conocimiento disciplinar. Pero si podemos agradecer la oportunidad de abrirnos las puertas a otras perspectivas y también somos capaces de reconocer el placer que siempre produce el maravilloso espectáculo de una inteligencia desplegada en toda su plenitud.
Entrevista de Intramed publicada en la red el 26 de enero de 2006:
¿Cuál es la especificidad de la mirada antropológica?
La mirada antropológica puede ser muy rica, porque nos permite entender mejor lo que somos en contraste con otras formas de ser humanos, desarrolladas en otras culturas no occidentales y en otros momentos históricos de nuestra propia tradición.
De esa forma, contrastando ciertos aspectos de nuestro mundo con lo que ocurría (o aún ocurre) en otros contextos, resulta más fácil comprender que nuestras verdades no son universales.
Al contrario: al suscitar esa extrañeza con respecto a nuestro mundo presente, esas verdades que nos constituyen aparecen como meras construcciones históricas. Por tal motivo, pueden (y yo creo que deben) ser cuestionadas, ya que podrían ser diferentes. O sea: es posible cuestionarlas y cambiarlas. De modo que la mirada antropológica ayuda a “desnaturalizar” ciertas verdades que se cristalizan en el sentido común, poniéndolas en perspectiva y examinándolas como lo que realmente son: poderosas invenciones culturales.
¿Tu descripción de "nuevas metáforas" implica una crítica al uso de las metáforas como organizadoras de la experiencia o, por el contrario entiendes, que no nos es posible aprehender lo real sin apelar a ellas?
Creo que no es posible (ni tampoco deseable) aprehender lo real sin apelar a la riqueza explicativa de las metáforas. Sin embargo, considero que es fundamental no olvidar que se trata de metáforas.
Los problemas surgen cuando esas imágenes se naturalizan y se transforman en verdades incuestionables, perdiendo toda la plasticidad y la fuerza polisémica de las metáforas para petrificarse en su significado unívoco. De ese modo, impiden los cuestionamientos y paralizan los dinamismos históricos.
¿Tu idea de metáforas les asigna un rol estructurante en el sentido en que Lakoff y Johnson lo emplean?
Sí, pero el problema es cuando esa rigidez estructurante las vuelve incuestionables, adquiriendo una dureza poco propicia al juego lúdico del pensamiento. Como decía Nietzsche: aquello que se considera la verdad fue originalmente postulado como una metáfora, como ilusiones con fuertes potencias expresivas. Sin embargo, ese origen metafórico de la verdad suele olvidarse rápidamente, como podría ocurrir con una moneda que perdió su efigie y pasara a considerarse como puro metal, y no más en su calidad de moneda que simbolizaba un determinado valor.
Lo importante, entonces, es no olvidarnos que se trata de metáforas, para poder rescatar el vigor de esas figuras retóricas en la construcción del pensamiento, en vez de quedarnos aprisionados en su contenido ilusorio y suspender la valiosa labor del pensamiento.
El paso de la idea del "hombre máquina" al "hombre digital, postorgánico" "vida como información": ¿Qué implicancias tiene respecto del modo en que la representación del hombre se construye en el imaginario contemporáneo?
A partir del siglo XVII y hasta muy poco tiempo atrás, los engranajes y poleas de las fábricas que vertebraban la sociedad industrial se convirtieron en analogías útiles, capaces de explicar el mundo como un mecanismo de relojería y el cuerpo humano como una máquina de huesos, músculos y órganos. Digo que eso ocurría hasta hace poco tiempo atrás porque en los últimos años ha ido surgiendo todo un conjunto de nuevas imágenes y metáforas, que emanan del universo digital e informático, y comienzan a impregnar nuestros cuerpos y subjetividades.
En este nuevo contexto, la vieja naturaleza desencantada y mecanizada del mundo industrial se ve desafiada, de modo que sus mecanismos deben ser actualizados y reconfigurados.
Así, con la teoría molecular del código genético, la vida se ha convertido en información y la naturaleza se ha vuelto programable. De ese modo, tanto la vida como la naturaleza han ingresado en el proceso de digitalización universal que marca nuestra era.
La tecnociencia más actual ha inaugurado una promesa tan fascinante como aterradora: la posibilidad de efectuar modificaciones en los códigos informáticos que animan a los organismos vivos (tanto vegetales como animales, incluso humanos).
Basta observar los discursos mediáticos que constantemente divulgan estas investigaciones y descubrimientos, para intuir que se trata de una operación comparable a la edición de software por parte de los programadores de computadoras.
Esta ambición de reprogramar el genoma de cada especie biológica (incluso la humana) o el código genético de cada individuo en particular, con el fin de corregir sus “fallas” o “errores” como si fueran programas de computación, forma parte de una nueva utopía: el sueño de trascender nuestra limitada condición biológica con la ayuda de las herramientas tecnocientíficas. Esos instrumentos suelen provenir de las áreas más privilegiadas de la tecnociencia contemporánea: las nuevas ciencias de la vida y la teleinformática, ambas hermanadas por una especie de horizonte digitalizante que las reúne y las guía. Su propuesta más fabulosa consiste en recurrir a la “evolución postbiológica” o “postevolución” para crear un tipo de hombre “postorgánico”, cada vez más inmune a las enfermedades y al envejecimiento, un cuerpo refractario a la finitud.
Tu mención a conceptos como: tiranía, no neutralidad, no inocencia, etc ¿implican una crítica o un juicio de valor?
Implican la necesidad de mantener al pensamiento crítico en estado de alerta. Mi idea es retomar la “filosofía de la sospecha” que proponía Nietzsche: esa saludable tarea de hacer como si nada fuera evidente y desconfiar de todo, para tratar de enunciar nuevas preguntas capaces de abrir el campo de lo pensable y de lo posible. Si la verdad es “una especie de error” —como decía Foucault siguiendo a su maestro, el filósofo alemán— que tiene a su favor el hecho de no poder ser refutada “porque la larga cocción de la historia la ha vuelto inalterable”, también es cierto que cada época tiene las verdades que se merece, y que corresponde a los jóvenes la tarea de descubrir “para qué se los usa”, como decía otro discípulo nietzscheano, Gilles Deleuze. Yo diría que el pensamiento de todos estos autores —con los cuales elijo alinearme y de los cuales retomo varias herramientas teóricas para analizar el mundo contemporáneo— sigue muy vivo hoy en día, justamente por ese motivo: porque incitan al cuestionamiento permanente y estimulan las bellas artes de la sospecha. Las verdades vigentes en cada época deben ser cuestionadas y reinventadas. Y en esa tarea no hay lugar para los “análisis objetivos” o las “posiciones neutras”. Solamente recurriendo a la audacia teórica, artística o filosófica —es decir: osando, tomando partido— será posible constatar que no hay nada de inevitable, neutral o “natural” en el mundo en que vivimos. Por eso es tan importante asumir esa tarea crítica, tan creativa como política: definir lo que somos y lo que queremos ser.
¿No crees que es imposible no depender de alguna representación para construir la imagen del hombre y que esta es histórica y, muchas veces, más efímera de lo que secretamente quisiéramos?
Claro, estoy firmemente convencida de que las imágenes y las definiciones del hombre son construcciones socioculturales, que se van modificando en los diversos momentos históricos. Creo que es primordial tener esto en cuenta, porque esas definiciones históricas suelen constreñir el campo de lo pensable y de lo posible. Por eso es importante desafiar sus rigideces, discutir su estatuto de verdades incuestionables y estimular la formulación de nuevas definiciones.
¿Será la ciencia quien hoy construye, sin saberlo, esta nuevas cosmologías, estas narraciones que den sentido al hombre contemporáneo? Si así fuese: ¿No estaremos produciendo el más ingenuo y reduccionista relato cosmogónico de la historia de la humanidad?
Hoy en día, la tecnociencia desempeña un papel fundamental en la construcción de nuestras visiones del mundo, las maneras cómo definimos a la naturaleza, la vida, y el ser humano (y las formas en que somos seres vivos y humanos). Yo no sabría decir si estos relatos actuales son los más ingenuos y reduccionistas de la historia, pero sí creo que nos convendría estar alertas y tratar de evitar toda ingenuidad y todo reduccionismo, para intentar entender mejor qué es lo que somos o en qué estamos convirtiéndonos, con el fin de ejercer el pensamiento crítico y tomar las decisiones más adecuadas.
¿El impacto de la tecnología sobre las culturas es homogéneo o, como suele mencionar García Canclini, nuestro países, en los arrabales del mundo, "resignifican" estas experiencias en sus propios contextos?
Es evidente que hay fuertes diferencias culturales entre los distintos países, pero el veloz proceso de globalización de los mercados que está afectando al mundo contemporáneo aglutina a todas las naciones, y cada vez más parece suscitar una especie de fuerza concéntrica tendiente a reducir esas diferencias. De modo que no se trata de un impacto en bloque homogéneo y completamente unívoco, pero sí creo que podemos constatar varios factores importantes que se están universalizando; es decir, que más allá de pequeños detalles locales, están volviéndose hegemónicos en todo el planeta.
¿Tu descripción de la genetización determinista de la existencia o la biologización radical de la idea de hombre traducen una perspectiva que detecta una reducción respecto del peso de lo ambiental y cultural como moduladores de la experiencia humana?
Yo no creo que el peso de lo ambiental y lo cultural como moduladores de la experiencia humana se esté reduciendo de hecho, pero sí considero que las grandes narraciones hegemónicas de la actualidad tienden a biologizar todos los conflictos humanos, tanto colectivos como individuales. Como consecuencia de esa visión del mundo, tienden a ofrecer soluciones técnicas que recurren a la medicalización de esas “fallas” inscriptas en los organismos.
Esta tendencia se percibe fácilmente en el determinismo genético más grosero y en el auge de las explicaciones neurológicas del comportamiento humano, por ejemplo, que pasan a impregnar el sentido común a partir de su constante diseminación por los medios de comunicación, y que suelen despreciar la importancia del ambiente, el peso de la historia y de la cultura.
¿Cuál es tu perspectiva respecto de análisis como los de Evelyn Fox Keller respecto de la genética y sus relaciones con el lenguaje y las representaciones?
Evelyn Fox Keller es una autora muy interesante, creo que su obra es importante para pensar lo que está sucediendo en la sociedad contemporánea, también enfocando las metáforas emanadas de los discursos científicos que se hacen carne en el mundo.
¿Cuando hablás de representaciones lo hacés desde ideas como las de Moscovici o desde otros marcos teóricos? ¿Qué es un representación cultural?
Yo prefiero no hablar de “representaciones”, ya que se trata de un término demasiado cargado en nuestra tradición filosófica. Por eso me refiero a todo un conjunto de metáforas, imágenes, ideas y nociones que pasan a impregnar el sentido común y a configurar nuevas narraciones cosmológicas, que contaminan y alteran nuestras definiciones de vida, muerte, naturaleza y ser humano.
¿Es posible que, ante la caída de los grandes relatos totalizadores la Medicina, como hija putativa de la ciencia, se haya visto en la obligación de tomar el relevo de aquellos medicalizando cada vez más áreas de la vida?
Sí, creo que esa es una explicación posible de lo que está sucediendo hoy en día. Al disgregarse aquellas grandes narraciones cosmológicas, todos aquellos grandes relatos, sueños y utopías que organizaban la vida individual y colectiva durante la Modernidad y que en los últimos años han perdido fuerza y quedaron desacreditados, esa tarea terminó reposando casi exclusivamente en manos de la tecnociencia. En ese cuadro, la medicina pasó a desempeñar un papel fundamental, ya que la salud y el cuidado del cuerpo se han convertido en valores supremos... quizás los únicos valores universales aún vigentes en nuestra sociedad (junto con la preeminencia del mercado como institución omnipresente, y el dinero como principal organizador de la vida y fuente de sentido universal).
¿Cuál es tu visión de la Medicina en la época actual?
Creo que es un cuadro muy complejo, donde no caben los reduccionismos y las respuestas demasiado simples. Observada desde el punto de vista antropológico, la medicina occidental contemporánea engloba una gran diversidad de prácticas, creencias y rituales. Sin embargo, podríamos decir que hay una fuerte tendencia en crecimiento y en vías de tornarse hegemónica, que tiende a considerar la cura de enfermedades como una tarea de corrección de “fallas” puntuales, disfunciones inscriptas como “errores” en los códigos genéticos de los organismos humanos (o en sus circuitos neurológicos). Pero la meta primordial de este tipo de medicina no es la cura de enfermedades, sino la prevención de riesgos, tendencias y propensiones. Paradójicamente, para realizar esa meta, antes ese tipo de saber hegemónico debe redefinir a todos los seres humanos como “virtualmente enfermos”. En esa condición, los sujetos se ven condenados a ser eternos consumidores de servicios médicos; por tal motivo, deben abonar una cuota mensual a las empresas de salud, más allá de que sufran o no una patología de hecho. Ese impulso privatizante (en contraste con el perfil público que envolvía a las políticas de salud en la Modernidad) y patologizante se percibe fácilmente en las tendencias contemporáneas de cierta medicina en auge.
¿La idea de Foucault de cuerpos disciplinados o la Medicina como agente de control social está aún vigente?
Yo creo que muchas de las ideas de Foucault son de enorme importancia para comprender lo que está ocurriendo en nuestro presente, quizás más aún que para entender lo que sucedía algunas décadas atrás. Un buen ejemplo es el concepto de “biopoder”, que yo retomo en mi libro: un tipo de poder que apunta directamente a la administración de la vida, y que hoy se ha sofisticado hasta alcanzar el nivel molecular para alterar sus características con fines utilitarios. Pero Foucault murió en 1984, y a lo largo de varios años se dedicó a analizar los mecanismos disciplinarios y las biopolíticas que articularon a las sociedades industriales, detectando varias semejanzas y muchas diferencias importantes con respecto a las sociedades premodernas. Aunque él mismo llegó a constatar una crisis de ese modelo industrial y moderno, su intención no era examinar los cambios más recientes, muchos de los cuales fueron posteriores a su fallecimiento.
Quien hizo eso fue Gilles Deleuze en su “Posdata sobre las sociedades de control”, un ensayo tan breve como fértil, redactado poco antes de su propia muerte: en 1990. Deleuze retoma y actualiza las herramientas teóricas legadas por su colega Foucault, y constata que en los últimos años se fue adensando la trama de las redes de poder. Como resultado, hoy vislumbramos una intensificación y una sofisticación de los dispositivos desarrollados en las sociedades industriales. Pulverizadas en redes flexibles y fluctuantes, las relaciones de poder contemporáneas están irrigadas constantemente por las innovaciones tecnocientíficas, y tienden a envolver todo el cuerpo social sin dejar nada fuera de control. El rol de la medicina en este nuevo contexto es fundamental. Para comprobarlo, basta observar las fáusticas ambiciones de la biología molecular y la ingeniería genética, que pretenden reprogramar las instrucciones presentes en los códigos que animan los organismos y crear vida.
Con respecto a los sujetos disciplinados, aquellos cuerpos “dóciles y útiles” analizados por Foucault, yo creo que también están en plena mutación. Pareciera que las actuales condiciones socio-políticas, económicas y culturales han vuelto “obsoleto” a este tipo de hombre, fruto de una cierta definición de lo que es el ser humano (una definición históricamente datada). En este nuevo contexto que estamos viviendo hoy en día, los tipos de cuerpos y subjetividades que servían a los intereses del capitalismo industrial del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, hoy estarían volviéndose “obsoletos” porque han dejado de ser “útiles” a los intereses del capitalismo contemporáneo.
Aquel régimen histórico demandaba grandes contingentes de sujetos disciplinados, especialmente entrenados para saciar los voraces mecanismos de la sociedad industrial con su capacidad productiva, y subjetividades compatibles con toda aquella maquinaria (como bien ilustraba el personaje de Charles Chaplin en la película Tiempos Modernos, aquel cuerpo que adquiría gestos mecanizados y era literalmente compatible con los engranajes de las fábricas). Pero esta nueva torsión del capitalismo anclado en el consumo parece solicitar otras subjetividades y otros tipos de cuerpos: sujetos ávidos, ansiosos, creativos, flexibles. Sin embargo, estas nuevas configuraciones corporales parecen ser igualmente “dóciles y útiles”, aunque respondan a otros intereses históricos.
¿El Modelo Médico Hegemónico propuesto por Eduardo Menéndez forma parte de tus supuestos básicos?
No es un autor cuya obra yo retome explícitamente en este libro, pero sí creo que estamos indagando cuestiones semejantes y partimos de varias constataciones en común.
¿Qué razones encontrás para creer que un diálogo entre Médicos y Antropólogos es posible y enriquecedor para ambos?
Yo creo que un diálogo de ese tipo puede ser sumamente enriquecedor para ambos lados, y considero que es perfectamente posible. Un buen ejemplo es esta entrevista, ¿no? Mi libro también intenta caminar por ese sendero. La propuesta es suscitar nuevos interrogantes, que ambos podamos cuestionar nuestras verdades más petrificadas por el uso habitual, que generalmente es acrítico y reacio al pensamiento. De esa forma, quizás podamos abrir el campo de lo posible: engendrando nuevas preguntas.
¿Cuáles son los obstáculos que impiden que ello suceda?
Yo creo que todo enfrentamiento con lo desconocido es un verdadero desafío, que sin duda vale la pena afrontar. Porque nos sentimos a gusto entre las verdades del sentido común, aquello que todo el mundo admite como siendo “la verdad”. Como nos sentimos cómodos en un mundo estable, donde todo ya ha sido pensado y no hay novedades perturbadoras o preguntas sin respuestas (pero que solicitan la acción del pensamiento), una desestabilización de ese tipo causa incomodidad y sufrimiento. En cierto sentido, es más fácil no pensar, es más cómodo evitar esos embates y mantenerse en el orden tranquilizador de lo que ya ha sido pensado. Sin embargo, yo creo que rasgar ese velo y dejar que irrumpa el caos de lo impensado es una tarea urgente, que corresponde tanto al arte como a las ciencias y a la filosofía. En vez de disfrutar de la seguridad que ofrecen las certezas absolutas, el desafío consiste en enfrentar el abismo de lo desconocido y luchar contra las verdades anquilosadas para cuestionarlas y crear nuevos mundos.
¿Por qué un médico encontraría interés en la lectura de tu libro, de qué modo estimularías a nuestros lectores del campo de la salud para encarar esa apasionante lectura?
Por lo mismo que decía recién: para ver las cosas desde otro punto de vista, observar desde otro ángulo sus conceptos y prácticas más cotidianas y naturalizadas. Si se logra esa extrañeza capaz de promover los cuestionamientos, un desconcierto que lleve a preguntarse sobre el sentido de lo que hacemos y lo que somos, entonces la meta ha sido alcanzada: el diálogo se ha establecido y probablemente será fecundo.
Referencias:
"El hombre postorgánico", cuerpo subjetividad y tecnologías digitales. Paula Sibilia.
http://www.fce.com.ar/fsmostrar.asp?IDL=5678
http://www.fce.com.ar/fsfondo.htm

22/8/10

Take me a chance again - Barry Manilow (Dame una nueva oportunidad)

Dame una nueva oportunidad (Barry Manilow)
Tú me recordaste, que vivo en un caparazón.
A salvo del pasado y haciendo lo correcto.
Pero no muy bien.
Sin sustos, sin sorpresas, no se presentan crisis.
Mi vida va sola por así decirlo,
todo es muy bello pero no muy bueno.
Y estos listo para tener una oportunidad más.
Lista para poner mi amor en línea contigo,
Estando vivo sin nada que demostrar por eso.
Consigues lo que me recordaste que vivo en un caparazón.
a salvo del pasado y haciendo lo correcto.
Pero no muy bien.
Sin sustos, sin sorpresas, no se presentan crisis.
Tú me recordaste, que vivo en un caparazón.
protegido del pasado, y lo hago bien, pero no muy bien.
Sin sustos, ni sorpresas, no se presentan crisis.
Mi vida avanza como debería, todo es muy agradable,
pero no muy bueno.
Y estoy Listo a Arriesgar Otra vez.
Listo para poner mi amor en línea contigo,
Estando vivo sin nada que demostrar por eso.
Consigues lo que me recordaste que vivo en un caparazón.
a salvo del pasado y haciendo lo correcto.
Cuando ella me abandonó en mi desesperación,
Sólo me sostuve.
Todas mis esperanzas se fueron.
Entonces te encontré allí.
Y estoy Listo a Arriesgar Otra vez.
Listo para poner mi amor en línea contigo,
Viviendo la vida sin nada para mostrarles;
Consigues lo que quieres cuando lo buscas,
y estoy listo para tomar la oportunidad de nuevo contigo
Y estoy Listo a Arriesgarme Otra vez,
Listo de Arriesgarme Otra vez contigo, contigo, contigo.

16/8/10

Medicina bioenergética y enfermedades psico-emocionales - Dr. Jorge Carvajal Posada


Visión de la Medicina Bioenergética: Dr. Jorge Carvajal Posada - Medico Cirujano (Antioquía-Colombia) - Pionero de la Medicina Bioenergética
¿Qué es la enfermedad?
La enfermedad es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, a nivel emocional, a nivel mental y nivel espiritual.
¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, el alma evoluciona, aprende. En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.
¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 % de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, es el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos.
¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Tenemos que cuidarnos. Tenemos nuestros límites que debemos reconocer porque si no los reconocemos vamos a destruir nuestro cuerpo.
¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de un territorio, a defender lo que es de uno o lo que es justo... Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra uno, entonces afectará al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.
¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.
¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.
¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarnos a la depresión si nos envolvemos en ella y no la expresamos, pero también puede ayudarnos. La tristeza nos lleva a contactar con uno mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.
¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la mente. ¡Qué difícil! Sí, es muy difícil.. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto.. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.
Ver 2da parte de la conferencia en: La felicidad no es placer sino integridad
Dr. Jorge Carvajal Posada -
http://www.davida-red.gov/

15/8/10

La falta de tiempo: el primer indicio de que estamos matando nuestros sueños - Paulo Coelho


¿cómo entra la luz en una persona? ... si la puerta del amor está abierta. Paulo Coelho


Para que todo vaya mejor, es necesario que saber lo que se quiere. Paulo Coelho


Cuando buscamos el tesoro, nos damos cuenta de que el camino es el propio tesoro. Paulo Coelho


La razón teme la derrota, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos. Paulo Coelho


La gloria del mundo es transitoria, y no es ella la que nos da la dimensión de nuestra vida, sino la elección que hacemos de seguir nuestra leyenda personal, tener fé en nuestras utopías y luchar por nuestros sueños. Paulo Coelho


La locura es la incapacidad para comunicar tus ideas. Como si estuvieras en un país extranjero, viendo todo, entendiendo lo que pasa a tu alrededor, pero incapaz de explicarte y ser ayudado porque no entiendes la lengua que hablan allí. Paulo Coelho


Tengo que correr riesgos. No tengo que tener miedo de la derrota. Paulo Coelho


Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante. Paulo Coelho


Cada ser humano tiene, dentro de sí, algo mucho más importante que él mísmo: su don. Paulo Coelho


Siempre es más fácil escuchar una ofensa y no reaccionar que tener el coraje de enzarzarse en un combate con alguien más fuerte. Paulo Coelho


Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua y la justicia del viento, entonces eres libre. Paulo Coelho


Las cosas simples son las más extraordinarias y sólo los sabios consiguen verlas. Paulo Coelho


Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras. Paulo Coelho


No ofrezcas a Dios sólo el dolor de tus penitencias, ofrécele también tus alegrías. Paulo Coelho


Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir a la meta si no lo abandonamos hasta el final. Paulo Coelho


Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla. Paulo Coelho


Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Paulo Coelho


Cuando dios quiere enloquecer a alguien, satisface todos sus deseos. Paulo Coelho


Los errores son una manera de reaccionar. Paulo Coelho


Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquéllo que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer. Paulo Coelho


Sabiduría es conocer y transformar. Paulo Coelho


Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos. Paulo Coelho


El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Paulo Coelho


La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos. Paulo Coelho

El camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando.
Paulo Coelho


Ninguna persona es capaz de escoger sin miedo. Paulo Coelho


Cuando atrasamos la cosecha, los frutos se pudren, pero cuando atrasamos los problemas, no paran de crecer. Paulo Coelho


Todo está permitido, menos interrumpir una manifestación de amor. Paulo Coelho

Cuando se ama no tenemos ninguna necesidad de entender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros. Paulo Coelho


Cuánto más se aproxima uno al sueño, más se va convirtiendo la leyenda personal en la verdadera razón de vivir. Paulo Coelho


En todas las lenguas del mundo hay un mísmo dicho: ojos que no ven, corazón que no siente. Pues yo afirmo que no hay nada más falso que eso; cuánto más lejos, más cerca del corazón están los sentimientos que intentamos sofocar y olvidar. Paulo Coelho



Hay un momento para dejarlo todo. Paulo Coelho


El amor es arriesgado, pero siempre ha sido así. Hace millares de años que las personas se buscan y se encuentran. Paulo Coelho


Podemos cometer muchos errores en nuestras vidas, menos uno: aquel que nos destruye. Paulo Coelho


Dios juzga al árbol por sus frutos, y no por sus raíces. Paulo Coelho


Quienes no tienen nada que perder jamás piensan en la vida eterna. Paulo Coelho


Hay probabilidad de que ocurran cosas inesperadas en cada segundo de nuestra frágil existencia. Paulo Coelho


http://www.literato.es/autor/paulo_coelho/

13/8/10

Presión arterial "nerviosa" o por somatizar ¿es realmente peligrosa? - Dr. Jorge de Paula

Pregunta realizada en el Foro de Salud Mental de Yahoo respuestas por Alejandro:

Pregunta: Tengo 45 años de edad y 20 kilos de exceso de peso. No hago ejercicio, padezco de ansiedad y tengo hipertensión arterial, ya el cardiólogo me ha medicado pero también me mandó al psicoterapeuta. Actualmente tomo cardevidol 25mg y Enalapril 20 mg. ¿qué opinan los médicos de la comunidad?.

RESPUESTA: Estimado Alejandro: tengo en mis manos un libro escrito hace un par de años por el Dr.Valentín Fuster y José Luis Sampedro, se llama "La ciencia y la vida", en este libro se relata lo conversado por estos dos sabios durante los 3 días que estuvieron reunidos en el Parador de Cardona en Catalunya, sobre temas de la vida y de la salud. Ambos temas están tan íntimamente relacionados que podemos entender a la salud como un estado de equilibrio corporal, emocional, de educación y de realización personal. Con esta introducción pasamos a analizar su situación (con los reparos que tiene el hacerlo desde la perspectiva tan limitada de datos que Ud. nos ha presentado), que si bien se reducen a pocos puntos, conociendo como se desarrollan determinadas patologías en el organismo humano, podemos inferir con elevado grado de aproximación muchas cosas más.
Cuando una persona tiene 20 Kilos de más, no es nada sorprendente que comience con hipertensión arterial, como tampoco sorprendería si dentro de un tiempito comenzara con una insulino-resistencia y con un hiperinsulinismo (estados de prediabetes), porque ello forma parte de todo un "combo" que se presenta con el nombre de Síndrome Metabólico.
SINDROME METABÓLICO: Comprender esta secuencia de fenómenos fisiopatológicos es clave para poder atacar la progresión de las enfermedades cardiovasculares en forma temprana como es el caso suyo ahora de la hipertensión arterial. Esta cadena de eventos son consecuencia del ritmo de vida en las grandes ciudades, generador de una carga de estrés psico-físico permanente que no todas las personas aprenden a reconocer y a manejar en forma adecuada. A ello se suman los malos hábitos de alimentación y la falta de actividad física en nuestro plan diario de vida. Cuando estas circunstancias se asocian (y de hecho lo hacen en forma frecuente) el camino conducirá a la acumulación de grasa en el cuerpo que primero será un inofensivo "rollito",pero luego será un "flotador" y si las cosas no se corrigen en algunos casos pueden terminar en un "Michelin".
CONSECUENCIAS DE LA OBESIDAD: La obesidad responde a la presencia de millones de células grasas" (adipocitos) hipertrofiados que se encuentran en el organismo, pero son los adipocitos del abdomen lo que son especialmente tóxicos para el organismo y son los culpables de que se desarrollen todos los factores que constituirán el síndrome metabólico. ¿Porqué?porque estos adipocitos segregan sustancias químicas llamadas citoquinas, que son extremadamente nocivas, agresivas... son GLUCOTÓXICAS, SON ATEROTÓXICAS Y SON HIPERTENSIVAS.
- 1) Porqué son glucotóxicas: porque estas citoquinas inflamatorias liberadas por los adipocitos del abdomen, van al higado y lo primero que producen es una resistencia a la acción de la insulina. Como consecuencia de este bloqueo del receptor de la insulina, la insulina circula en sangre pero no puede actuar (por aparece en los exámenes una dosificación elevada de insulina "hiperinsulinismo") hasta acá todavía hablamos de PREDIABETES, pero si la persona luego de años de este estado no corrige su obesidad, y no hace ejercicio, está en riesgo de progresar hacia una etapa de diabetes.
- 2) Porqué son hipertensivas: Porque estas citoquinas van a la circulación periférica, y producen a una vasocontrición, dando lugar a la hipertensión arterial. (otro factor de la definición del Síndrome metabólico)
- 3) Porqué son aterotóxicas: porque estas citoquinas liberadas por los adipocitos del abdomen, van al hígado, y hacen una transformación del metabolismo lipídico, disminuyendo el HDL (colesterol bueno) y aumentando los Trigliceridos, esto se evidencia por un patrón lipídico en sangre con triglicéridos elevados y colesterol HDL bajo (menor de 40). Es la llamada dislipidemia aterogénica del síndrome metabólico.
El síndrome metabólico se produce como consecuencia de la obesidad abdominal, del sedentarismo y del estilo de vida que llevamos en general en la actualidad, que está cargado de un estrés permanente. Y la obesidad que Ud. presenta es seguramente una consecuencia de la pérdida de esos equilibrios en la vida (emocional, corporal, de educación y de sentido de vida), probablemente esa ha sido la visión y la intención de su cardiólogo de enviarlo con un psicoterapeuta.
¿Porqué sobreviene la obesidad?. Cuando una persona tiene obesidad, lo primero que uno debe preguntarse es ¿porqué como en exceso?. ¿Como en exceso por ansiedad?. ¿Como en exceso por costumbres?. ¿Como en exceso por aburrimiento?. ¿como en exceso por buscar gratificaciones que no las encuentro en otras áreas de mi vida?. ¿o porque el estrés me tiene sobrepasado?. ¿O quizá porque cuando niño cada vez que comía recibía la aprobación y el afecto y eso es lo que intento encontrar ahora con el alimento?. ¿Como en exceso porque lo interpreto como un signo de poderío o fortaleza?. Y así podríamos seguir indagando en las posibles causas que llevan a la obesidad. La obesidad es probablemente la causa de la hipertensión arterial. Pero a su vez la obesidad es un epifenómeno de otro problema que hay que buscarlo en el área cognitiva (educacional), o en el área psico-emocional o en el contexto socio-ecológico-cultural o en todas esas áreas que conforman la vida de cada persona.
SI MULTIFACTORIALES SON LAS CAUSAS, MULTIDIMENSIONALES DEBEN SER LOS ABORDAJES TERAPEÚTICOS: Esto constituiría el verdadero abordaje multidimensional de su problema de salud. Si solamente nos orientamos a tratar la hipertensión arterial, con medicamentos que los está recibiendo y son de primera línea en el tratamiento actual de la hipertensión arterial, solamente seguiremos apagando un incendio pero no previniendo nuevos focos, ni cortando el suministro de combustible que es el que alimenta el incendio. Si además de fármacos, le estuviéramos indicando dieta y ejercicio, estaríamos mejorando el enfoque terapeútico pero igual estaríamos quedándonos a mitad de camino ya que apuntaríamos al área cognitiva-educacional, pero Ud. quedaría en esa lucha constante entre los que debería hacer y lo que su cuerpo le seguiría pidiendo o sea en esa lucha entre el "deber hacer" y lo que su cuerpo le "demanda", una lucha entre la mente y el cuerpo, que generalmente si no nos munimos de herramientas y recursos poderosos, terminaría generalmente dominando el cuerpo. Solamente cuando uno comprende que debe darle un nuevo sentido a su vida, y que ese sentido no debe estar orientado solamente hacia la búsqueda de gratificaciones externas, entonces recién ahí encontrará la solución integral para su hipertensión arterial, para su obesidad y para sus estados de ansiedad. Porque como ha afirmado recientemente el Dr.Valentín Fuster, el fracaso en el control y la prevención de la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad, se debe a que en el fondo es una falla de la conducta humana, en una sociedad de consumo que está completamente fuera de control.
Y para que Ud. entienda la sugerencia del cardiólogo de consultar a un psiquiatra o a un psicólogo o comenzar a realizar yoga, meditación, pilates o algún tipo de actividad que comience a equilibrar tantos desequilibrio, recuerde que todo está relacionado con todo como el mismo Gandhi lo había afirmado:
Tus creencias se convierten en pensamientos..
Tus pensamientos se convierten en tus palabras..
Tus palabras se convierten en tus actos..
Tus actos se convierten en tus hábitos...
Tus hábitos se convierten en tus valores..
Tus valores se convierten en tu destino...
Desandar todo ese camino en su totalidad será el único camino efectivo y duradero, los demás podrán ir apagando focos, pero no controlando el incendio en su totalidad.
1) Ansiedad ira y falsas ilusiones como causa de conflictos e infelicidad humana - Daniel Goleman
2) La biología de la creencia - Dr. Bruce Lipton: Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable
3) Como contrarrestar las emociones negativas - Dr. Antonio Damasio
4) Que hacer cuando la vida moderna ataca a la salud - Dr. Jorge de Paula
5) Síndrome metabólico - Dr. Jorge de Paula

11/8/10

Aprendiendo a ser padres: "la recompensa funciona mejor que el castigo - Dr. Jay Belsky


Redes 30: Aprendiendo a ser padres (30 minutos)

Entrevista de Eduard Punset con Jay Belsky, psicólogo del Bircbeck College de la Universidad de Londres, del 17 de mayo de 2009 - Redes No.30. Eduard Punset: Hace muy pocos años, nadie hablaba de a ver qué les pasaba a los niños o a los fetos, cuando estaban todavía en el vientre de su madre, para saber cómo se comportarían cuando fueran adultos. Nadie veía esta relación misteriosa entre la infancia y el comportamiento de los adultos. Jay, una de tus grandes contribuciones a este debate, a esta reflexión universal, tiene que ver con la necesidad de tener en cuenta no sólo a las madres sino a las madres y a los padres, y no sólo la relación con los niños sino la interrelación en las familias. De modo que, al fin y al cabo, lo que sugieres es que las cosas son más complicadas de lo que pensábamos, ¿verdad? Jay Belsky: Bueno, de hecho, sigue siendo la gran pregunta. Nadie se dio cuenta de que cuando se añadía un padre a una familia, de modo que ésta tenía una madre y un padre, se creaba otro tipo de relación obvia, la de padre-madre, como existía la de marido y mujer, pero se subestimó el impacto de esta relación en el desarrollo del niño, así como su impacto en la salud de los padres. Y lo que se creó al añadir al padre a la ecuación, fue un sistema familiar mucho más complejo. Eduard Punset: Entonces, es complicado saber por qué, cuando alguien es adulto, se comporta como se comporta... Toda la familia puede ser responsable de ello… En alguna investigación tuya, demuestras que cuando los padres están ausentes, las chicas tienden a empezar la pubertad antes. Jay Belsky: El hecho de que las relaciones durante la infancia podrían afectar el desarrollo físico y sexual, el momento de la pubertad en las chicas, ha sido un descubrimiento muy fascinante. Y esto nació de mi propia investigación sobre lo que ocurre con el desarrollo de un niño cuando lo vemos a través del prisma de la biología evolutiva, cuando planteamos la pregunta: ¿por qué el desarrollo se produce de esta manera?, y no simplemente: ¿cómo se produce?. Parece que lo que sucede es que ha evolucionado algo que estaba codificado en nuestro propio cerebro. Las mujeres tienen un sentido que las lleva a preguntarse: “¿Va a ser precario el futuro? ¿Van a estar ahí los demás y voy a poder confiar? ¿Se puede confiar en los hombres? ¿Van a estar ahí cuando me haga mayor? Pero también como pareja y, todavía más importante, alguien que se vaya a implicar en el cuidado de mis hijos.” La respuesta que reciben a estas preguntas parece que procede de su propia niñez y de la ausencia o presencia del padre. Y también de la calidad del padre. Y parece que, cuando el padre no está presente o cuando la calidad de la paternidad no es demasiado buena, lo que las chicas aprenden, tanto consciente como inconscientemente, es: “No puedo contar con él.” Y esto, biológicamente, las lleva a madurar antes. Y te preguntarás: “¿Por qué maduran antes?”. Porque, en cierto modo, les permite salir y ver, ir más allá antes que las demás, ser más promiscuas con sus parejas y tener más niños y ocuparse de ellos peor, cuidarlos peor. Y tú me dirás: “¿Y por qué querrían hacer esto?”. Y la razón es que si no puedes contar con los demás, sobre todo con los hombres, para tener tres, cuatro nietos en el futuro, quizás tengas que tener más hijos. En cambio, si puedes contar con un hombre en tu vida, si está ahí a tu lado, puedes retrasar la madurez, reunir los recursos físicos y psicológicos y después tener menos hijos, los cuales a su vez te darán pocos nietos porque la vida para ellos será menos precaria, menos arriesgada, más segura y más cierta. Eduard Punset: ¿Pero te das cuenta de lo que sugieres? Es que es muy importante. Sugieres, y por favor corrígeme si me equivoco, que el divorcio se transmite entre generaciones. Jay Belsky: Bueno, hay muchas pruebas de que hasta cierto punto, no del todo, pero sí hasta cierto punto, el divorcio se transmite entre generaciones, y la pregunta fundamental es: ¿por qué ocurre esto? En parte, tiene que ver con las expectativas de que los matrimonios no aguantan. Eduard Punset: Pero, ¿por qué esta ambivalencia es mayor en las mujeres que en los hombres?. Jay Belsky: Creo que una de las diferencias fundamentales entre hombres y mujeres, y es algo que perdemos de vista en el mundo moderno, es que el coste y el valor de cada niño es biológicamente mayor para una mujer que para un hombre, siendo iguales todas las demás condiciones. Los hombres tienen ilimitadas posibilidades de tener muchos hijos. Las mujeres, sin embargo, tienen un número mucho más limitado de posibilidades de tener muchos hijos, así que cada niño tiene un valor distinto; una psicología diferente que ha evolucionado de la mano de estas distintas ventanas de oportunidad en lo que respecta a tener hijos. Jay Belsky: No se sabe con precisión todavía, pero hay indicios de que hay un período sensible, que se produce durante estos tres, cinco o siete primeros años de vida; cuando esta niña codifica información fundamental sobre la disponibilidad de los hombres, la fiabilidad de los hombres, y recoge dicha información basándose en la presencia o no de su padre, en la calidad del tiempo y atención que le brinda... Eduard Punset: No se sabe con precisión todavía, pero hay indicios de que hay un período sensible, que se produce durante estos tres, cinco o siete primeros años de vida; cuando esta niña codifica información fundamental sobre la disponibilidad de los hombres, la fiabilidad de los hombres, y recoge dicha información basándose en la presencia o no de su padre, en la calidad del tiempo y atención que le brinda... Jay Belsky: Fue una investigación llevada a cabo por el Birkbeck College, donde trabajo, en Londres, y sí, lo que hicieron fue reunir a mucha gente mayor, algunos de los cuales fueron enviados al campo en los primeros años de su vida durante la segunda guerra mundial. Otros tenían más edad cuando se les trasladó y algunos nunca fueron trasladados. Y parece que los efectos negativos sobre los niveles de ansiedad y estrés eran mayores para las mujeres que habían sido trasladadas siendo más jóvenes... Sí… Eduard Punset: Con lo que hemos dicho hasta ahora, yo creo que hay datos suficientes para constatar una cosa importantísima, que no sabíamos antes, ¿no? Y es que tenemos que cuidar muchísimo más de lo que lo estamos haciendo, el aprendizaje social y emocional de los niños, y no sólo el aprendizaje cognitivo o de orden académico He oído, por ejemplo, o lo he leído en algún sitio, que cuando los niños son muy pequeños, es mejor felicitarlos que corregirlos. Y cuando ya están en la pubertad, es mejor decirles claramente: “No, te has equivocado”, en lugar de felicitarles. ¿Cuál es la situación? ¿Qué debería hacer con mis nietas? Jay Belsky: Podría decirse que es como si tuviéramos una zanahoria para conseguir lo que queremos, un premio. La idea es que al premiar, animar, apoyar, alabar, parece que se consiguen mejores resultados si esperamos que los niños se porten bien: que se coman los guisantes, que colaboren, que arreglen su cuarto, que esperen su turno, que escuchen atentamente… mejor que si nos enfadamos con ellos, los castigamos, los amonestamos. Pero esto no significa que los castigos adecuados no sean útiles. Es cuando se convierte en una excepción en nuestra estrategia con el niño cuando es útil, sobre todo cuando se acompaña de palabras como: “ah, muy bien, hiciste esto”, “ah, muchas gracias”, “ten esto”. Pero al mismo tiempo, es importante no recompensarlos todo el rato y por todo porque entonces devaluamos la moneda. Eduard Punset: Pero para complicar las cosas, en general hay dos personas, quiero decir, el marido y la mujer, y dices algo que es difícil de entender, dices que no debemos ser necesariamente un frente unido, en otras palabras, que deberíamos buscar formas de complementarnos, diferenciarnos pero esto no significa necesariamente que tengamos que decir lo que el marido o la mujer ha dicho antes. Jay Belsky: De lo que hablamos aquí es de la paternidad compartida. Y se puede pensar en la paternidad compartida como en algo bueno, cooperativo y positivo o como en algo malo, negativo y no cooperativo. Si tu mujer le dice al niño: “Vamos arriba que te toca el baño.” Tú, como marido, puedes decir: “Venga, Tomy, ve arriba con tu madre a bañarte”, y está bien pero es una simple reiteración o repetición. Es mucho más eficaz y mucho más satisfactorio para tu pareja e incluso para tu hijo decir algo que complementa y añade algo a lo dicho: “Venga, ve arriba con tu madre a bañarte y después te leeré un cuento.” De esta forma, aumenta la motivación y el deseo del niño. No digo que simplemente reiterar lo que tu mujer o pareja acaba de decir no sea bueno sino que no es tan hábil como complementarlo, añadir algo, contribuir con un poquito más. Lo que realmente no hay que hacer es contradecirlo. Eduard Punset: Parece que otra manera de utilizar la paternidad erróneamente, y sucede sobre todo con los maridos y los padres, es cuando intentan ser el colega o el compañero o el amigo del niño, hasta el punto de que realmente olvidan los objetivos de la paternidad. ¿Qué quieres decir con esto? Jay Belsky: El problema de querer ser amigo de tu hijo, es que puedes acabar anulando al padre responsable, al que tiene que decir que no, al que tiene que negar privilegios, al que tiene que castigar, al que tiene que poner normas, al que tiene que hacer que el niño se sienta responsable de sus actos. Y al niño puede resultarle difícil de entender; pensaría: “Pensé que eras mi amigo, pensé que eras mi colega. Mis amigos, mis compañeros no me dicen lo que tengo que hacer y lo que no tengo que hacer”. Por eso, lo que yo digo es que no debemos querer ser amigos de nuestros hijos, tenemos toda la vida para hacerlo y serlo, cuando sean jóvenes adultos y después. Eduard Punset: Jay, quizás la parte más explosiva de nuestra reflexión, me refiero a las guarderías, que se ocupan de los niños porque las mujeres están trabajando, por lo que no pueden ocuparse de sus hijos. Según los resultados que se desprenden de tus investigaciones, las guarderías no son buenas o no son tan buenas como pensamos que serían para el futuro de los niños. ¿Cómo podrías resumir la situación? Jay Belsky: Creo que en lo que respecta a las guarderías y a cualquier otro método de cuidado infantil no materno que utilizan las familias a menudo es realmente ambivalente. Cuando el niño empieza a pasar muchas horas en este tipo de ambiente, en sus tres, cuatro o cinco primeros años de vida, durante treinta o cuarenta horas por semana en la guardería, parece que esos niños son más agresivos y desobedientes cuando se hacen mayores. Sin embargo, también sería un error condenar a todas las guarderías o cuidadores infantiles como algo malo, porque no es cierto. Hay muchas pruebas, y hablo ahora de lo bueno, de que unos cuidados infantiles de calidad, que sean dispensados por un personal sensible y atento fomentan el desarrollo cognitivo y lingüístico del niño. De modo que, en mi opinión, la moraleja parece ser que si se van a utilizar estos servicios, si se puede, es mejor empezar después de los cuatro o cinco primeros años de vida del niño en lugar de empezar demasiado temprano. Tenemos que intentar que sean los mejores cuidados posibles. La triste verdad es que en algunos países pagamos más por aparcar el coche que por aparcar a nuestros hijos. Pero quiero que quede claro, no hay que dramatizar. Nadie está hablando aquí de que muchas horas en manos de cuidadores infantiles vaya a transformar a los niños en asesinos del hacha. Se produce un leve incremento de la agresividad y desobediencia. Pero ¿qué pasa con todos esos niños que se han pasado años con cuidadores, que son algo más agresivos y desobedientes, no mucho más pero un poco más, y que luego acaban en la misma clase? ¿Les costará más controlar esas clases a las maestras? ¿Podrían ser contagiosas esa agresividad y desobediencia y transmitirse a otros niños que no han estado con cuidadores? De hecho, hemos investigado el asunto y hemos descubierto que esto es exactamente lo que sucede. Por lo tanto, antes de que neguemos o desmintamos el hecho de que se trata de efectos leves - aunque no se acaba el mundo, no hablamos de ninguna tragedia- no deberíamos negarlo al decir: “bueno, no importa.”. Eduard Punset: Parece que si es cierto lo que estamos sugiriendo, estamos en una especie de prehistoria de lo que el Estado podría o debería hacer para cambiar todo esto. Ahora tenemos a las jóvenes generaciones que dicen que Europa se ha equivocado porque no han dado suficientes ayudas para que una mujer joven y con un hijo pueda estudiar. ¿Qué nos deparará el futuro? Jay Belsky: Lo que me gustaría que ocurriera en el futuro es que los gobiernos dejaran elegir a nuestras familias. Me siento consternado cuando veo que los gobiernos deciden subvencionar a las familias que dejan a sus hijos con cuidadores y hacen pagar más impuestos a las familias que deciden trabajar media jornada. A mí, esto no me parece igualitario, no me parece justo. ¿Por qué no darles recursos a las familias y decirles: qué queréis hacer con estas ayudas familiares o subsidios por hijo? ¿Queréis pagar las cargas sociales y que alguien esté en casa ocupándose de vuestro hijo? ¿O preferís salir y comprar algo en el mercado que se llama cuidador? Y al mismo tiempo, deberían asegurarse -de la misma forma que otorgan licencias a los restaurantes para garantizar que no sirven comida contaminada-, deberían asegurarse de que las guarderías no contaminan a nuestros hijos. Sabemos ahora que la familia es más importante que cualquier cuidador. Pero parece cada vez más evidente que todos los niños no responden igual a estas experiencias. De hecho, tiene sentido desde un punto de vista biológico Eduard Punset: Sí, y tenemos pruebas que creo que también mencionas en algún sitio: es el caso de los orfanatos rumanos que en una época fueron un lugar horrendo y cruel. Allí descubrimos que las carencias no afectaban por igual a todos los niños. Algunos se vieron afectados pero otros, te sorprendiste al descubrir que apenas había tenido ningún efecto para ellos. Jay Belsky: Es como si oyeran llover. Oímos hablar de ello constantemente. Llamamos a estas personas resilientes. Personas que sobreviven a las peores calamidades, que crecen en familias muy pobres, que han sido maltratadas por sus padres, que han crecido en viviendas horribles y, sin embargo, lo superan y les va bien. Mi hipótesis es que a estos niños las experiencias que han vivido no les influyen demasiado. Serían los mismos en un ambiente malo que en un ambiente bueno. Los demás, en cambio, si están en un ambiente malo se hunden, les va mal, pero si estuviesen en un entorno bueno, saldrían adelante y les iría bien. Los bebés y los niños pequeñitos, los que llamamos niños difíciles con temperamentos difíciles, que sabemos que corren el riesgo de sucumbir cuando reciben cuidados deficientes, cuando sus padres no son sensibles, cuando sufren abusos, cuando están expuestos al divorcio de sus padres, se demuestra que son vulnerables. Son los que más sufren los efectos negativos. Pero parece que esos mismos niños, cuando las cosas van bien, cuando los cuidados son buenos, cuando los padres son sensibles, cuando el matrimonio es sólido, sacan un partido inmenso de todo ello. Son maleables, reaccionan de muchas formas distintas. Son organismos plásticos. Eduard Punset: Sí, actualmente los neurólogos hablan de la plasticidad del cerebro. Jay Belsky: Así es. Pero creo que hay diferencias individuales en cuanto a la plasticidad, creo que, en función de sus experiencias, algunos niños son más plásticos y maleables que otros. ¿Es algo innato a la genética? ¿O acaso es algo inducido y configurado por el ambiente? Hay pruebas que demuestran que ambas posibilidades pueden ser ciertas. Yo creo que algunas de las variaciones de la plasticidad, algunas de las diferencias son genéticas. Pero también hay pruebas de que cuando las madres están muy estresadas durante el embarazo, los bebés acaban siendo más irritables, tienen un temperamento más complicado, y parece que se trata de un marcador de la sensibilidad al entorno, de la mayor plasticidad como he comentado. Si es un buen entorno, y quizás sea la excepción habida cuenta de lo que ocurrió antes del nacimiento, las cosas irán bien, pero si es un mal entorno, algo probable teniendo en cuenta lo que ocurrió antes, las cosas irán mal. Así que ambos casos son posibles: la plasticidad puede tener su origen en la naturaleza, en los genes, donde unos son más plásticos que otros. Pero también podemos tener un origen basado en el ambiente, en función de la programación manipulada y del estrés vivido durante el embarazo. Eduard Punset: Hemos descubierto cosas increíbles como que se comunican las distintas generaciones entre sí, de manera que las niñas que han vivido en una familia que ha sufrido un divorcio, pues son de mayores unas personas más dadas al divorcio y más inseguras, tienen una concepción del matrimonio distinta, hasta cierto punto, del resto. Lo que hemos descubierto, y esto todavía no se sabe en la calle de manera suficiente, lo que hemos descubierto es que, una gestión deficiente, privada de cariño y de inteligencia, de las emociones de un niño, en edades muy cortas, incide de manera muy directa en el comportamiento de este niño cuando es adulto, cuando es mayor.