Periodista:. Las situaciones apremiantes de trabajo y las nuevas tecnologías nos llevan a vivir cada vez más aislados. Se tienen mil ‘contactos’, pero acaso menos ‘comunicación’. ¿Cómo reaccionar ante estos nuevos hábitos?.
Joaquín Fuster: Con educación, prudencia y sentido común. Vivimos tiempos interesantes y hay que sacarles jugo, sobre todo cuando el innegable progreso que hacemos nos sirve para ayudar de algún modo al prójimo. Aproveche ese progreso, siga su corriente sin hundirse en él.
Deje la revolución de las masas para eso: "las masas". Y no se preocupe si le llaman "elitista", cada uno da lo que lleva en la mochila. Quién lleva una mochila cargada de odio, de ignorancia, de resentimiento, envidia, de rabia, de violencia o agresividad, encontrará a cada momento a quién darle su merecido con lo que carga en ella. No es sano para el cuerpo, ni para la mente, ni para el alma, ni para quienes nos rodean, ni para la sociedad, vivir en la violencia, en la hostilidad, en el odio, ni en la crítica destructiva e inconducente.
Valentín Fuster: Yo creo que es importante potenciar las cuatro T:
1) TIEMPO para reflexionar;
2) TALENTO: (no utilizar nuestro talento nos lleva a la neurosis y a la frustración);
3) TRANSMITIR POSITIVIDAD: (conceptos, sentimientos, proyectos e ideas a los demás), el que da siempre recibe.
4) TUTORIA: Significa en las etapas más jóvenes de la vida, tener alguna persona que sea un referente, y significa durante toda la vida, estar motivado por aprender algo nuevo. También involucrarse, ayudando y escuchando a las generaciones nuevas, ya que ellas son el futuro.
ES IMPORTANTE EVITAR EL SOBREPESO FISICO, PERO TAMBIÉN HAY QUE EVITAR EL SOBREPESO MENTAL:
Es importante incluir frutas y verduras en nuestra alimentación, sí, pero también respetar una dieta de felicidad para cuidar el alma: ser uno mismo, tener tiempo para uno mismo y para los demás, controlar nuestras vidas. Evitar el sobrepeso físico, pero también el mental.
Revista XL. La persona cardiovascular y cerebralmente saludable no fuma, bebe con moderación, practica deportes, habla idiomas, lleva una dieta equilibrada e hipocalórica, respeta unos horarios, evita situaciones de estrés y ansiedad... ¿Qué porcentaje aproximado de la humanidad puede vivir en estas condiciones?
J.F. Quizá, cero. Una cosa son los cánones y la otra, los fieles.
V.F. El perfeccionismo nos ata. No podemos convertirnos en prisioneros de la perfección. Si respetamos un plan de salud al 75 por ciento, podemos sentirnos satisfechos. Yo también me como una hamburguesa de vez en cuando.
Revista XL. Y así como existen los alimentos cardiosaludables, ¿hay pensamientos, ideas o hábitos neurosaludables?
V.F. Pensamientos positivos, creativos y solidarios. Y llevarlos a la práctica, sí.
Revista XL. Un corazón y un cerebro sanos, unos hábitos saludables, ¿acaban generando biológicamente felicidad?
J.F. Eso, eso. Probablemente generan cierta ‘felicidad’ por secreción de ciertos neurotransmisores. Pero más sana y genuina es la felicidad de hacer lo que está en nuestro poder para la felicidad de los demás.
Esto último es, en buena parte, lo que le permitió a nuestra buena madre vivir felizmente 101 años. Y, además, en nuestra profesión es necesario cultivar una autocrítica implacable, huyendo de la adulación como del diablo.
Por favor, no confunda el placer con la felicidad. El hedonismo moderno es antitético a la felicidad auténtica, como lo es al amor auténtico.
Valentín Fuster: La felicidad es dar, más que recibir. Tan simple como eso. Todas las demás felicidades son típicas de anuncios de televisión y promesas sintéticas. Ahora, el optimismo y la sensación de controlar nuestra vida tienen un impacto muy positivo en nuestra salud. También física, ya que por lo general la persona que tiene la sensación de control come mejor, encuentra tiempo para practicar ejercicio, se relaciona con los demás y tiene una autoestima más alta.
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