El analfabetismo, la incultura, la ordinariez y la chabacanería están pasando a ser la clase dominante y así nos va - Jesús Quintero

Siempre ha habido analfabetos pero la incultura y la ignorancia siempre se habían vivido como una vergüenza. Pero nunca en la historia de la humanidad como ahora, tanta gente había presumido de no haberse leído un solo libro en toda su vida, de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura o que exija una inteligencia mínimamante superior a la del primate.

Los analfabetos de hoy son los peores,  porque en la mayoría de los casos, han tenido acceso a la educación, saben leer y escribir pero no ejercen.

Cada día son más, y cada día el  mercado los cuida más y piensa más en ellos. La televisión se hace cada día más a “ su medida”… 

Las parrillas de los distintos canales compiten en ofrecer programas pensados para una gente que “no lee … que no razona … que no entiende … que solo quiere que la diviertan o que la distraigan,  aunque sea con los crímenes más brutales, con la más sucios trapos de portada, con las más groseras expresiones apelando a la guaranguería, a la estupidez, a la ordinariez y a la procaz exposición de la intimidad. 

El mundo entero se está creando a la medida de esta nueva mayoría ... por lo que todo se vuelve superficial, frívolo, elemental, primario, chabacano, pueril, escatológico o sexual, para que ellos puedan entenderlo y digerirlo. 
Ellos son la nueva clase dominante, aunque siempre serán la clase dominada precisamente por su analfabetismo y su incultura y es la que impone su falta de gusto y sus morbosas reglas.

Y así nos va a quienes no nos conformamos con tan poco, a quienes queremos un poquito más de profundidad, a quienes queremos ser cada día un poquito mejor que ayer, así nos va.