
Existen cualidades muy importantes que deben practicarse, como son la autoconfianza sin egoísmo y la humildad, porque los que consiguen esas condiciones no destinan sus energías "a dominar su entorno" sino a encontrar una manera armoniosa de funcionar dentro de él.
Esto nos lleva a la conclusión de que es mejor no buscar los propios intereses exclusivamente sino estar dispuesto a implicarse en el entorno y pensar en el sistema global.
Esta visión global es especialmente importante para políticos y directivos de empresas, pero también para todos, pues nuestros actos influyen en la sociedad.
Esto no es un modo de pensar, sino una filosofía de vida, de forma similar a como muchas culturas han visto su relación con el entorno y la Naturaleza.
Por tanto, ese "sistema global" debe incluir también las situaciones sociales, políticas, económicas, medio ambientales... de forma que se piensen las consecuencias globales de cada uno de nuestros actos.