La OCDE, que agrupa a los países desarrollados, habla de ella como "enemigo público número uno". La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que ha alcanzado cotas de pandemia (no infecciosa) y que afecta a casi todos los países occidentales. La obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas sanitarios de los países industrializados. Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela que más del 50% de la población de sus países miembros padece sobrepeso, y que uno de cada seis es obeso. Las cifras son aún mayores en Estados Unidos y México, donde uno de cada tres adultos tiene obesidad. En España hay un dato especialmente preocupante: uno de cada tres menores de entre 13 y 14 años está por encima de su peso, un dato que ha convertido a este país en el tercero de la OCDE con mayor sobrepeso infantil. Es alarmante, porque un niño gordo se convertirá, con toda probabilidad, en un adulto enfermo de obesidad.Y de momento, nada de lo que se está haciendo parece atajar el problema. La OCDE sostiene que las políticas desarrolladas por los gobiernos para frenar la pandemia son "insuficientes". Los ministros de Sanidad de los países de esta organización analizarán el estudio a principios de octubre en París. Mientras, los expertos proponen más educación, políticas sanitarias tajantes y medidas fiscales que graven los alimentos más dañinos. Sin un paquete de medidas completo, afirman, dos de cada tres personas pueden llegar a padecer obesidad en los próximos 10 años.
Las consecuencias serían muy graves económica y socialmente. "Las personas obesas mueren entre ocho y diez años antes que las que tienen un peso normal. Además, cada 15 kilos de más aumenta el riesgo de muerte temprana un 30%", apunta el economista especializado en sanidad y director del estudio de la OCDE La obesidad y la economía de la prevención, Franco Sassi. Esta enfermedad está muchas veces acompañada de otras evitables como la diabetes, los problemas cardiovasculares o incluso algunos tipos de cáncer. Además, apunta la OCDE, la obesidad es una enfermedad cara. Los gastos de atención médica para personas obesas son, al menos, un 25% mayores que para gente de peso normal. En España, por ejemplo, esta enfermedad representa, según el Ministerio de Sanidad, el 7% del gasto sanitario español, unos 2.500 millones de euros. Una cifra nada desdeñable.
Esta situación, que según la radiografía de la OCDE ha ido aumentando sin descanso desde los años ochenta, no tiene visos de cambiar. Es más, los expertos de la organización alertan de que, si las cosas siguen así, de aquí a 10 años la proporción de adultos con sobrepeso habrá aumentado, como mínimo, un 10% de media en todos los países.
Del informe destacan las cifras de EE UU. Sin embargo, sus porcentajes, aunque alarmantes, no sorprenden mucho a los especialistas. La obesidad en ese país lleva aumentando sin freno desde hace décadas. Saltan a la vista, por contra, los datos de España o Italia, que han hecho de su alimentación tradicional, la dieta mediterránea, su bandera. "El problema es que la dieta mediterránea ya no se sigue", apunta Roberto Sabrido, director general de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan), dependiente del Ministerio de Sanidad. "Ha cambiado nuestra manera de comer al igual que nuestra manera de vivir. Las pautas sociales y familiares", dice. Sassi comparte la opinión: "La variación se ve sobre todo en los niños. Todo ha cambiado, ya no se come en familia y los alimentos y el tiempo dedicado a la comida no es el mismo. La obesidad y el sobrepeso han aumentado a niveles sin precedentes", afirma el director del informe.
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