31/5/21
La marcha de la pandemia en Uruguay al 31 de mayo de 2021 - Dr.Jorge de Paula
En realidad resulta muy difícil mantener un equilibrio en medio de esta tragedia que ha llegado a nuestras costas, pero es muy importante intentarlo, buscando tener presente aquellas cosas por las cuales sentir GRATITUD así como también buscar aquellos elementos que nos permiten una mirada de esperanza y no de frustración, como se ocupan ciertos medios y sectores de promover con una maquinaria muy aceitada.
Cada uno de nosotros en diferente grado, estamos cansados, tensionados, agobiados, estresados, contrariados, susceptibles y en estas circunstancias es muy importante tratar de “no hacer aún más olas” en medio de un temporal.
Una pandemia, es algo terrible que nuestras generaciones nunca habíamos vivido y jamás imaginábamos que lo íbamos a padecer.
Es algo muy doloroso, muy triste, muy trágico, trae enfermedad, sufrimiento, muertes, perdidas de todo tipo .... y cómo toda tragedia nos debería unir a todos y nos debería hacer salir fortalecidos a todos aquellos que logremos sobrevivir o que logren sobrevivir, porque nadie está a salvo.
Los que trabajamos en CTI, así como los que trabajamos en las ambulancias, o en las puertas de urgencia o salas, etc, tenemos una carga extra de angustia , ansiedad e incertidumbre porque los números de infectados, fallecidos y enfermos graves siguen altos, (se habia insinuado una disminución en ingresos diarios a CTI que no se ha cristalizado aun)... hoy fueron 48’ los que ingresaron a CTI y el promedio semanal bajó un poquito.
La angustia y frustración cada vez que los nuneros no mejoran También la tienen quienes desde hace un año están encerrados o limitados.
También la tienen los que les ha tocado dirigir esta tragedia mundial recién llegados al gobierno. La tensión, las angustias, las incertidumbres y el cansancio también lo tiene el Presidente y todo su equipo de gobierno. Al igual que todos nosotros, ellos también. Esperan cada día que los números dejen de crecer.
Pero el mayor sufrimiento siempre golpea a quienes menos tienen y más necesitan, porque a las incertidumbres con la salud agregan la diaria preocupación de cómo llenar la olla, o con que dinero comprar un remedio, o con que abrigarse cuando llegue el frío, una terrible realidad que la padecen aún cientos de miles de compatriotas.
Cuando la flota aérea nazi venía a bombardear Londres, el Primer Ministro Winston Churchill habló a su pueblo y les dijo: “Solo les puedo prometer ...SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS”.
Y toda una nación se unió para resistir y terminar resistiendo y venciendo meses y meses después de sufrimiento, sacrificio y muertes, pero también después de miles de actos de heroísmo por todos lados. ¿Podremos los uruguayos unirnos de manera similar, o el alto grado de politización, encono y emocionalidad destructiva podrá más que la heroicidad que el momento histórico hoy nos pide?.
Que podemos hacer cada uno de nosotros para sumar y no para restar.
Cada uno sabrá lo que hacer.
En mi caso que vivo las tragedias de agravación o muerte de pacientes, que recibo decenas de llamadas de amigos y colegas que me dicen que tienen COVID o que un amigo lo tiene, y quieren que les haga seguimiento, que tengo como tienen todos familiares enfermos, o hijos que aún no se han podido vacunar y esperan ansiosos el llamado, trato de estimular la resiliencia y trato de despertar las fibras heroicas, anímicas y de sacrificio que tenemos como humanos que hemos sobrevivido a otras plagas o como orientales que sentimos que tenemos que agigantarnos ante la adversidad y no ponernos operar politícamente como lo hacen algunos periodistas, INFORMATIVISTA, médicos, políticos, influencers, sindicalistas, etc.
No es una respuesta asertiva en medio de una tragedia ponerse a protestar, ni lamentarnos, ni victimizarnos, ni buscar culpables donde no los hay.
En mi caso trato de ser agradecido y buscar los elementos que nos ayuden a mantener la esperanza de que vamos a triunfar y vamos a salir de esto, y lo hago por naturaleza, y porque sé que tranquilizando mejoro la parte anímica y mejoro la inmunidad de mis pacientes, de mis amigos y de quienes me escuchan o leen. Y se que con noticias fatalistas, dramatizando o victimizándonos conseguimos todo lo contrario, disparamos la Cadena del estrés que baja la inmunidad.
Se también que dependiendo de lo que pienso, lo que siento y lo que escucho puedo estimular la cascada neuroquimica de protección o la de agresion a nuestro organismo.
Se qué hay cientos de sustancias que generan protección
(UP REGULATION) y hay otras cientos que nos generan indefensión DOWN REGULATION), y como conozco eso, trato de estimular en la gente lo primero y contrarrestar lo segundo.
Y en esta tragedia que ha llegado ahora an nuestro suelo y que recién empezó, va a suceder lo mismo. Cada uno de nosotros podrá elegir del lado que se pone.
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