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11/8/13

12 consejos para retrasar el envejecimiento (aprendizaje, memoria, conducta y procesos mentales) - Dr.Francisco Mora en Nunca es Tarde de TVE

La revolución cognitiva sigue su avance imparable. Cuanto más profundizan las neurociencias en el conocimiento de nuestro cerebro, órgano completamente desconocido hasta hace solo unas pocas décadas, más se pueden aprovechar otras disciplinas de estos conocimientos y, a su vez, desarrollar su propio camino.
En esta ocasión, el catedrático en Fisiología Humana Francisco Mora (Granada, 1945) publica el ensayo divulgativo ‘Neuroeducación: sólo se puede aprender aquello que se ama’ (Alianza, 2013, disponible en FantasyTienda) con la intención de mostrarnos cómo orientar el aprendizaje educativo en el aula desde el funcionamiento del cerebro; integrando para ello enfoques de la psicología, la sociología y la medicina.
  El punto de partida para la mejora de la educación está en la superación de los “neuromitos”: ideas sobre el aprendizaje o la enseñanza o el desarrollo cognitivo de las personas a lo largo del tiempo falsas, cuya instalación en el acervo popular, y aplicación en los modelos de aprendizaje, quitan espacio (e incluso llegan a perjudican) a un proceso de educación más rico y efectivo.
Por ejemplo, es falso que para aprender una segunda lengua primero haya que saber bien una primera: los niños absorben estructuras gramaticales durante un aprendizaje bi- o trilingüe que, aunque sí pueden llegar a confundir en una primera fase, con el tiempo llegarán a distinguir perfectamente en un uso suficiente de cualquiera de las lenguas aprendidas.
A partir de ideas falsas, el sistema educativo puede seguir evolucionando hacia el desastre. De acuerdo con las investigaciones del Dr. Mora “la letra con sangre no entra”.
Y mientras la educación reglada siga incorporando en su metodología y técnica pedagógica este tipo de ideas, nuestra educación no podrá mejorar substancialmente, y avanzar hacia un nuevo estadio de calidad educativa aplicada a todo el proceso de aprendizaje continuo de la persona: desde la infancia o la escuela, el instituto o la universidad, llegando incluso a edades avanzadas –para las cuales el sistema educativo lleva lustros desenvolviendo contenidos de actualización, reciclaje o capacitación. Nos ha abierto el apetito de la curiosidad, ha conquistado toda nuestra atención y, por supuesto, hemos memorizado la importancia que para la educación del presente y el futuro tiene cómo aprendemos y nos desarrollamos en un mundo repleto de tentadores estímulos a los que prestar (o no) atención.
 El cerebro de la persona se desarrolla durante toda su vida. Aunque es en la más tierna edad cuando el cerebro experimenta las mayores modificaciones relativas a la personalidad, el aprendizaje permite cambios a lo largo de toda la vida del cerebro. Pues la capacidad de aprender no está tanto en el genoma, en el desarrollo determinista del ADN para la construcción de las estructuras cerebrales, como en el ambiente: la interacción con el entorno y cómo ese entorno favorece o perjudica a la capacidad para aprender de la persona. De esta forma, el Dr. Mora en ‘Neuroeducación. Sólo se puede aprender aquello que se ama’ (Alianza, 2013) se centra en un triunvirato de factores decisivamente influidos por el ambiente y que, en su opinión, el sistema educativo tiene que tener mucho cuidado en considerar si quiere mejorar: la curiosidad, la atención y la memoria. Tanto la atención como la memoria se ven influidos por la capacidad del educador en despertar la curiosidad en el estudiante.
De aquí nace el sugerente subtítulo del libro: solo se aprende aquello que se ama, y para definir ese amor resulta importante el tener curiosidad, hambre de conocimiento, necesidad de saber. Cuando mediante métodos y técnicas pedagógicas comiencen a consideren este triunvirato se empezará, progresivamente, a mejorar la calidad de la educación.
Entonces, ¿está nuestro sistema educativo esforzándose en despertar esa curiosidad?
No solo no está haciendo todo lo que debería, sino que estaría aplicando todavía en muchas partes una pedagogía totalmente contraria a los descubrimientos de la “neurocultura”.
Francisco Mora aboga por comenzar a sustituir el pensamiento mágico de antaño, basado en creencias poco o mal fundadas, por el pensamiento analítico y el pensamiento crítico, basados en los descubrimientos y evidencias surgidos de la investigación científica y el contraste de hipótesis.
Así será cómo, por ejemplo, se empiecen a introducir en el sistema educativo las evidencias disponibles sobre la importancia del ambiente de aprendizaje y el ambiente de estudio para una mejor educación –con importantes consecuencias incluso en el diseño arquitectónico de las aulas o las escuelas o las facultades.
Una consideración de las actitudes orientadas al aprendizaje, y que afectan al cerebro en cuanto el desarrollo de las habilidades y capacidades de la persona en el aula, permitiría una atención personalizada capaz de tener efectos sobre el rendimiento.
Una influencia positiva conseguida también cuando diseñamos aulas bien iluminadas y con luz natural, o establecemos horarios educativos que sitúan las materias o actividades más complejas cuando el cerebro rinde más (a mediodía o a primera hora de la tarde), o formamos a maestros y/o profesores con una capacidad comunicativa suficiente como para desarrollar técnicas de transmisión del conocimiento que fomenten la curiosidad –y con ella también la atención y la memoria.
Un campo tan reciente como este posee, sin embargo, una creciente atención a nivel mundial.
Cada vez más congresos particulares tratan sobre la “neuroeducación”, e incluso los pedagogos, los maestros o profesores de distintas áreas de conocimiento, o los decisores públicos, comienzan a considerar cada vez más los aportes de estos conocimientos.
Pero para el Dr. Mora el desarrollo está todavía en una fase muy inicial, teniendo incluso pendiente la incorporación reglada de estos conocimientos y, más importante todavía, la elaboración de un perfil profesional de “neuroeducador” capaz de dirigir la toma de decisiones y la formación de terceros, complementando in situ en su trabajo a los maestros o los profesores o los decisores con la aportación de estos conocimientos y su aplicación a la labor educativa.
Un asesor en tiempo real para una mejora más rápida y sólida de todo el sistema educativo. ‘Neuroeducación. Sólo se puede aprender aquello que se ama’ (Alianza, 2013) tiene un perfil central de lectores bastante evidente: docentes, pedagogos, gestores educativos o decisores públicos de este ámbito. Pero también tiene interés para las madres y padres, para los médicos interesados en este campo o, por supuesto, para cualquier lector curioso de conocer cuáles son los avances de la revolución cognitiva respecto al “aprendizaje cerebral” y su aplicación general.
La lectura es accesible, a la altura de cualquier persona, y con contenidos muy bien estructurados a partir de capítulos que tienen forma de ficha temática: con una presentación, desarrollo y conclusión que permiten sin problemas de comprensión su lectura independiente.
El tema es apasionante quizás por su inmediata aplicación, quizás por la necesidad de avanzar en esta dirección, o quizás porque el Dr. Mora nos presenta conocimientos de forma sencilla e interesante, ‘Neuroeducación. Sólo se puede aprender aquello que se ama’ (Alianza, 2013) nos ha abierto el apetito de la curiosidad, ha conquistado toda nuestra atención y, por supuesto, hemos memorizado la importancia que para la educación del presente y el futuro tiene cómo aprendemos y nos desarrollamos en un mundo repleto de tentadores estímulos a los que prestar (o no) atención.

2/2/09

NEUROCIENCIA Y NEUROCULTURA: No linealidad e impredecibilidad de la enfermedad - Dr.Francisco Traver

Hace pocos días he tomado contacto con el blog de este Médico Psiquiatra y Escritor español, Francisco Traver, quién ejerce y conduce el Instituto de Psiquiatra de la ciudad de Castellón.
Ha sido un descubrimiento fantástico en virtud de los temas que aborda y la profundidad y el enfoque docente que le da a los mismo.
Para incorpor su link, subo su dirección y adjunto uno de los cientos de artículos que ha estado escribiendo en estos últimos años.

NEUROCIENCIA Y NEUROCULTURA: No linealidad e impredecibilidad de la enfermedad - Dr.Francisco Traver

http://pacotraver.wordpress.com/tag/psiquiatria/

berrios

Hace algunos años asistí a una conferencia que pronunciaba el Dr German Berrios a propósito de la anhedonia, un curioso síntoma que pertenece tanto a la esquizofrenia como a la depresión mayor y durante aquella conferencia oí por primera vez la idea: los sintomas son fractales. Como es sabido German Berrios es un decidido defensor de una nueva psicopatologia y además de ello un erudito en la tárea de buscar, perseguir y encontrar el origen y el desarrollo histórico que los síntomas mentales recorren en función de los distintos contextos y culturas en los que se desarrollan. Pero de aquella conferencia es aquella frase la que me ha venido persiguiendo durante años: los sintomas psiquiátricos son fractales, es una idea que si bien no alcanzaba a entender en aquel entonces resonaba en mi, sabía que era verdad.

Pero en realidad un fractal es una figura geométrica, ¿es que los sintomas psiquiátricos tienen forma?¿Se pueden dibujar?¿no sería aquella frase de Berrios una metáfora poética?

Pero antes de entender esa idea tuve que documentarme acerca de otros conceptos que desarrollé en una serie de cuatro post y que titulé “El caos explicado a un psicólogo“. En esa serie trataba de articular distintos conceptos del caos y ordenarlos de manera práctica ilustrándolos con ejemplos de la vida cotidiana. Antes de entender la frase de Berrios tuve que comprender:

  • ¿Que es el caos?
  • ¿Qué es la no linealidad?
  • ¿Qué es un atractor?
  • ¿Qué es una estructura disipativa?

Cuando ya supe bien qué significaban estos conceptos me encontré de bruces con la Teoria biocognitiva de Mario Martinez que pretendía y seguramente es, una de esas neoteorias que tratan de desenredar la madeja determinista en que nos encontramos entrampados tanto los psiquiatras como los psicólogos, por no hablar de los que se dedican a estudiar las ciencias sociales. Todos pertenecemos a un vasto campo de conocimiento que llamamos ciencias de la complejidad y que tienen que ver con procesos caóticos. La psicologia y la psiquiatria nos ocupamos de eso: de los procesos caóticos que constituyen eso que llamamos mente pero lo hacemos con instrumentos del determinismo y de la linealidad, por eso hablamos de psicofármacos, autoestimas y serotoninas. Este post persigue precisamente llamar la atención sobre esta cuestión e iluminar qué es el caos y qué tiene que ver el caos con la mente humana. De eso se trata.

Para entender de un vistazo el concepto de caos en psicologia les pondré un ejemplo: supongamos que un niño tiene a un padre borracho y a una madre depresiva, que se trata de una familia de esas que llamamos desestructuradas, que son pobres y que viven de la asistencia social. ¿Como influirán estos factores en la personalidad de este chico?

El sentido común nos parece llevar de la mano a pensar que este chico tiene poco futuro, la delincuencia, las drogas, la marginalidad o la locura le acechan, es cierto, verosimil y probable. ¿Y si les dijera que podría contar en estos momentos una treintena de genios que se criaron en un ambiente asi? Es tambien posible desde luego, porque no existe una relación lineal entre el tipo de crianza y sus resultados. Lo que existe es una relación no-lineal es decir caótica, o dicho de otra manera impredecible.

No lineal no equivale al azar, no lineal significa que hay un orden escondido en el aparente desorden, de tal forma que ni podemos negar que una crianza asi suele tener lineales consecuencias para el desarrollo de la personalidad, ni tampoco podemos negar que a veces hay resultados paradójicos en este tipo de ambientes que pueden llegar a ser la cuna de un genio. Pero lo más importante es que no lo podemos predecir, ni saber cuando emergerán estas propiedades, cuantos genios o delincuentes habrán en esa familia o si habrá alguno, es decir solo podemos formular hipótesis probabilisticas. Eso es caos, una forma de causalidad que va más allá del determinismo puro pero que sigue siendo causalidad.

Obsérvese que el caos, al menos en lo que respecta a la psicología no reniega de la causalidad lineal sino que la trasciende, la complica y la hace impredecible, existe como una torsión de la causalidad. Todo pareciera apuntar en la dirección de que el desarrollo de la personalidad de ese niño hay un peso determinista (clase social, instrucción, ambiente, etc) y otro peso que va en la dirección opuesta y que de existir produciria efectos sorprendentes o paradójicos respecto a la expectativa habitual.

He dicho ya que la personalidad de ese supuesto niño sería impredicible, pero aun no he hablado de qué es eso llamado personalidad, ¿de dónde sale? ¿como se forma? ¿Es la consecuencia lineal de un cerebro con defectos congénitos o el resultado del ambiente?

Las teorias lineales tanto aquellas ambientalistas (conductistas) como las biologicistas le darian muchos boletos a este niño para dudar de su porvenir por razones distintas. Es por eso que no saben explicar el resultado contrario, ¿cómo explicar la emergencia de un genio en un entorno asi? ¿hay alguna teoria explicativa de este fenómeno?

No la hay en una mentalidad lineal, medicalista y estadística que opera con números y lo fia todo a las ecuaciones, en realidad la mente humana es un sistema abierto que emerge de condiciones materiales y biológicas y extrae de su medio ambiente los estimulos moduladores para adaptarse a la realidad. Pero las mentes humanas hacen algo mas que adaptarse. Más abajo lo veremos, ahora es el momento de explicar qué es una emergencia.

A mi me gusta más la explicación que dió Zubiri que la que dió el propio Broad en 1925 de qué es una emergencia. Para Zubiri una emergencia es un “brote”, algo que surge de algo y que además surge por “elevación”. En este sentido una emergencia podria definirise como un brote elevado, un cambio de nivel que reproduce las condiciones iniciales del lugar de donde procede pero que se sitúa en otro lugar, como esas ramas altas de los árboles que parecen reproducir el árbol entero en cada bifurcación o si se quiere como esas manitas que surgen de los dedos de la fotografia que acompaña este post.

El ejemplo no es baladí porque los árboles crecen de forma fractal, los árboles son fractales, lo que es lo mismo que decir que los árboles son emergencias (de las semillas que los contienen) y que además de eso, precisamente por ser emergencias son inciertas e impredecibles.

Observese un ejemplo de fractalidad extraido de la naturaleza, en este caso un brócoli, pueden notarse en la forma como crece la verdura las cualidades de la fractalidad:

  • autosimilitud
  • iteración
  • recursividad

Como vemos en la fractal de Lorentz hay algo que atrae a la figura hacia su centro y que la impide salirse de los bordes del papel, ese centro se conoce con el nombre de atractor.

Pues es precisamente esto lo que es un sintoma, una emergencia incierta que sigue precisamente las leyes de la fractalidad y que se organiza alrededor de un núcleo usualmente un leit-motiv, un patrón determinado que muchas veces hemos llamado en psicologia trauma y que en geometria llamamos atractor. En realidad el concepto de atractor, karma, retorno de lo reprimido o trauma son la misma cosa, es decir algo que organiza, atrae y configura el despliegue algoritmico de una cascada de cogniciones, percepciones, conductas y pensamientos que llamamos personalidad, enfermedad o estilo caracterólogico.

Ahora bien existe algunas diferencias entre lo que sucede en la normalidad y lo que sucede en la patologia. En realidad la función del atractor es impedir que exista demasiada oscilación en un sistema dado asegurando al mismo tiempo que pueda existir la variabilidad adaptativa. Un ejemplo biológico de atractor simple es la molécula de la insulina. Su función es impedir que la glucosa circulante rebase determinados limites (entre 70-120 mg/l). Ese segmento de oscilación que llamamos homeostasis significa que los niveles de glucosa de la sangre dependen de las ingestas y los ayunos, pero a nuestro cuerpo lo que le interesa es mantener constante ese flujo de glucosa, de lo contrario moririamos, nos desmayariamos o no podriamos mantener actividad muscular alguna. Es necesario que la insulina atraiga a la glucosa hacia ese segmento homeostático pero tampoco seria deseable que la glucosa se mantuviera siempre en una cifra fija o determinada. Si la glucosa no pudiera ser flexible, es decir si no hubiera oscilación moririamos después de un banquete copioso o después de varias horas de ayuno. La evolución diseñó un segmento heuristico para la glucosa que llamamos oscilación homeostatica y que permite al organismo adaptarse tanto a la ausencia de alimento como a su abundancia. Esa es la función de la insulina, esa es la función de un atractor, permitir la adaptación, en este caso a la dispersión de recursos alimentarios .

¿Y que sucede en la patología?

Lo que sucede es un colapso del atractor o bien la aparición de atractores extraños que toman el mando del despliegue caótico de significados y generan significaciones extrañas y solo comprensibles en la clave del atractor extraño individual.

Es lo que sucede precisamente en los traumas emocionales ¿por qué las personas que han sufrido abusos sexuales en su infancia repiten constantemente una conducta que pareciera como si se hubieran hecho adictos al trauma? ¿por qué las mujeres abusadas por sus parejas parecen elegir siempre a abusadores? esta conducta es imposible de explicar en términos de una psicologia determinista y lineal y halla su explicación precisamente en términos de la no linealidad y con los conceptos arriba descritos como psicología del caos y atractores extraños.

Pero los seres humanos somos sobre todo plásticos, no estamos solo diseñados para la adaptación a determinadas condiciones ambientales sino para generarlas o crearlas, es por eso que la patologia tiene un cierto sentido de cambio, un cambio que opera a través de crisis.

Crisis (krinos en griego significa decisión) significa en la teoria del caos, el punto de máxima inestabilidad, el momento en que se produce una bifurcación. Y una bifurcación es un cambio de nivel en el sistema que puede identificarse con la enfermedad o con la curación, por eso en medicina siempre hablamos de dos tipos de curaciones:

  • Una curación por defecto, supresora de sintomas que considera al sintoma como la expresión de algo averiado y que hay que resolver siempre. Es el modelo médico determinista.
  • Una curación por disipación, es decir un movimiento antientrópico que lleva al organismo hacia un nuevo nivel de resolución y donde el síntoma opera como motor de cambio.

Aqui hay un post que habla de ello. Y aqui.

Dicho de otra manera las crisis son los momentos idóneos para provocar curaciones “por salto de nivel”, hablamos entonces de disolver problemas que es lo contrario a resolver problemas. En psicologia y en psiquiatria esta concepción de curación adquiere una gran importancia a partir de la implantación de nuevos modelos de comprensión de lo mental inspirados en la teoria del caos: la psicologia transpersonal con su noción de crisis emergente, asi como la comprensión de la crisis en su dimension espiritual guiarán en el futuro nuevos desarrollos y nuevas comrpensiones de lo psíquico alejadas del materialismo determinista que hasta el momento - y excluyendo al psicoanálisis- han propugnado la falta de sentido y de saber en el discurso de un paciente mental.

Hace falta un cambio de mentalidad y una nueva apertura entre los profesionales que logre implantar las concepciones caóticas en la psicopatología.