Mostrando entradas con la etiqueta telefonía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta telefonía. Mostrar todas las entradas

3/12/10

CYBERBULLYING: Acoso psicológico y humillaciones por vía telemática, entre menores de edad.

¿Qué es el Ciberbullying?: Es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen.

En los últimos años, padres, profesorado y sociedad en general hemos tomado conciencia de la dimensión y de las graves consecuencias del acoso entre iguales, un problema que adquiere una nueva dimensión de manera paralela al gran desarrollo de las TIC, en particular Internet y la telefonía móvil, tan presentes durante la infancia y la adolescencia. En efecto, el anonimato, la no percepción directa e inmediata del daño causado y la adopción de roles imaginarios en la Red hacen del ciberbullying un serio problema. Se trata de un desafío colectivo que esta guía práctica pretende contribuir a afrontar. Texto de la contratapa del

¿Qué tiene que ver el ciberbullying con el bullying o acoso escolar?

No son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre iguales pero poco más tienen que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying atiende a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que el ciberbullying pueda acabar también en una situación de bullying, pero desde luego esto último sí que es poco probable.

¿Cómo se manifiesta el ciberbullying?: Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:

Paso a paso
  1. Paso 1Información comprometida: Colgar en internet una imagen comprometida, datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.
  2. Paso 2Rankings negativos: Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente... y cargarle de "puntos" o "votos" para que aparezca en los primeros lugares.
  3. Paso 3Información personal falsa.

    Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales...

  4. Paso 4Suplantación de personalidad.

    Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.

  5. Paso 5Utilizar la dirección de correo electrónico de manera desleal.

    Dar de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos...

  6. Paso 6Cambiar la clave de correo electrónico.

    Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando s intimidad.

  7. Paso 7Forzar comportamientos negativos.

    Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales...) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.

  8. Paso 8Sembrar rumores falsos.

    Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.

  9. Paso 9Acosar a la víctima a través de las nuevas tecnologías.

    Enviar mensajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los que se relaciona de manera habitual, provocándole una sensación de completo agobio.

  • Cita extraída de la Guía:
  • El ciberbullying puede llevar a una denuncia judicial por ciberacoso, o si el niño tiene cierta edad, a una acusación de delincuencia juvenil.Parry Aftab


    Diez consejos básicos contra el ciberbullying

    1. No contestes a las provocaciones, ignóralas. Cuenta hasta cien y piensa en otra cosa.
    2. Compórtate con educación en la Red. Usa la Netiqueta.
    3. Si te molestan, abandona la conexión y pide ayuda.
    4. No facilites datos personales. Te sentirás más protegido/a.
    5. No hagas en la Red lo que no harías a la cara.
    6. Si te acosan, guarda las pruebas.
    7. Cuando te molesten al usar un servicio online, pide ayuda a su gestor/a.
    8. No pienses que estás del todo seguro/a al otro lado de la pantalla.
    9. Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito.
    10. Si hay amenazas graves pide ayuda con urgencia. Sitios de referencia: http://www.pantallasamigas.net/otros-webs/ciberbullying-net.shtm

    El protocolo de actuación escolar ante el ciberbullying es el resultado del trabajo de un conjunto de profesionales que, agrupados bajo el nombre de EMICI, tratan de dar respuesta a este problema que se manifiesta día a día en las aulas.

Peligros del sexo y la Internet: Sexting, la nueva moda de los adolescentes - Jorge Flores Fernández

Este fenómeno se ha puesto de rabiosa actualidad porque, además de estar creciendo de forma intensa en otras latitudes de las que cada vez nos separan menos aspectos, en julio de 2008, se produjo el sonado suicidio de la estadounidense Jessie Logan. Su madre, ya con fuerzas, recorre hoy en día los medios de comunicación intentando que no se produzca otro caso similar.
¿QUÉ ES EL SEXTING?: El sexting es el envío de imágenes (fotografías o vídeos) con contenido sexual por medio del móvil. Su nombre deriva de la palabra Sexo y Texting. Así visto, es un concepto sencillo, pero conviene ver qué matices existirían en tan amplio espectro:
El origen de la imagen: puede ser producida por el propio protagonista, por otras personas de forma consciente y consentida por aquel o, en último caso, robadas. Una cuestión paralela a considerar es si las imágenes eran preexistentes y entraron en el ‘circuito del sexting’ provenientes de otras fuentes de acceso público, como Internet, o privado, como dispositivos de almacenamiento digital de información (pendrive, teléfono móvil, PDA…). El contenido de la imagen: en ocasiones no es fácil definir la carga sexual de una imagen y calificarla de inocente, atrevida, erótica o pornográfica.
La identificabilidad: si la imagen permite o no identificar de forma inequívoca a la persona que en ella figura.
La edad de quien protagoniza la imagen: en caso de anonimato, hay ocasiones en que no resulta fácil definir la minoría o mayoría de edad de quien aparece.
La edad y circunstancias del resto de intervinientes: receptores, emisores y redistribuidores de la imagen.
En los EE UU y el Reino Unido se ha convertido ya en un fenómeno que alarma a los padres
Todos estos factores pueden influir tanto en el daño potencial que sufra la protagonista de la imagen como en las responsabilidades de quienes, de una u otra manera, participan en el proceso.


Hay que matizar que no todas las prácticas de sexting acaban generando consecuencias negativas. Una imagen tomada consentidamente y distribuida de forma controlada no tiene por qué causar problemas si hablamos de personas adultas.
Eso sí, cuando intervienen menores de edad en algún punto de la cadena, el asunto se complica. Veamos un par de ejemplos:
Si entre menores y de forma consentida intercambian sus fotografías explícitas, podía hablarse de ilícitos como creación, posesión y distribución de pornografía infantil.
Si un adulto envía a un menor una imagen propia, habría que referirse a términos como corrupción de menores.
Puede suponer el inicio de una situación de acoso y hostigamiento público, en muchos casos acompañada de prácticas de ciberbullying
Como puede verse, son muchas las posibles combinaciones y no es tema menor la importancia de cada uno de los parámetros que intervienen.
ASPECTOS LEGALES: El sexting, cuando implica de alguna manera a menores, puede causar muy diferentes problemas con la ley, principalmente:
- La producción, posesión y distribución de pornografía infantil.
- Los delitos contra la intimidad por uso de datos personales o revelación de secretos.
- Delitos contra la libertad sexual y corrupción de menores.
Sin embargo, el daño más profundo causado por el sexting es que puede suponer el inicio de una situación de acoso y hostigamiento público, en muchos casos acompañada de prácticas de ciberbullying de las que se derivan, claro está, otro tipo de responsabilidades legales.
DE LA COMUNICACIÓN PRIVADA A LA HUMILLACIÓN PÚBLICA
Los casos de sexting más nocivos son aquellos que se convierten en una cuestión de dominio público. La imagen robada o, por ejemplo, entregada en el seno de una pasada relación ya rota, comienza a circular, se extiende… incluso puede llegar a saltar a Internet. A la vista de ello, la víctima pasa a sentir una gran desprotección y vulneración de su intimidad y privacidad. Si, además, recibe burlas, comentarios lesivos u otro tipo de agresiones psicológicas, el sufrimiento puede ser insostenible. Eso debió ocurrir a Jessie Logan, que no pudo soportar el linchamiento al que fue sometida debido a unas fotos donde aparecía desnuda y que envió a un novio tiempo atrás.
LAS IMÁGENES COMO RECLAMO, OTRA VERTIENTE DEL PROBLEMA
Además del menoscabo de la imagen pública y el hostigamiento, no es nada exagerado pensar que determinadas imágenes pueden llamar la atención de adultos que crean identificar como potenciales víctimas de acoso sexual a esos menores que interpretarán como descuidados, atrevidos, precoces y desafiantes. En definitiva, pueden llamar la atención de depredadores sexuales que fijen su atención y, lo que es peor, sus deseos, sobre un menor que ya se encuentra en una situación de debilidad y desprotección.
La imagen robada o, por ejemplo, entregada en el seno de una pasada relación ya rota, comienza a circular, se extiende… incluso puede llegar a saltar a Internet
EL MÓVIL, MUCHO MÁS QUE UN DISPOSITIVO AUDIOVISUAL
La intervención del terminal móvil o celular en los casos de sexting no se limita a su uso como creador, reproductor y transmisor de imágenes. Tiene otras dos connotaciones no menos poderosas.
Se puede llevar siempre encima, con lo que la potencial humillación puede ser permanente, en cualquier lugar y a cualquier hora. Alguien se toma un refresco mientras saca su móvil y ‘degusta’ la imagen o, por qué no, la disfruta entre risas con un grupo de amistades.
Es algo más personal, muy dirigido, porque se distribuye de manera selectiva a algunos números de cada agenda… o a todos. La imagen se expande en círculos de relación concéntricos y adyacentes a la víctima. Quizás no se cuelgue en Internet, pero… ¡qué más da! ¿Acaso es peor que esté online a que la hayan visto en su móvil todas las personas con las que se tiene relación cada día? Al igual que ocurre con las redes sociales, el móvil actúa como catalizador y concentrador del daño cuando hay un incidente. Es una bomba inteligente porque afecta al núcleo de la vida social, toca de lleno a nuestro grupo de relación principal porque, de hecho, para eso son los móviles y las redes sociales, para crear y fidelizar lazos, para estrechar relaciones.
Por otro lado, el sexting no tiene por qué empezar y acabar en el teléfono móvil. La imagen comprometida pudo nacer fuera del celular e, igualmente, acabar siendo publicada online.
¿UNA MODA DURADERA?: Ciertas tendencias tienen una explicación muy poco racional; basta remitirse a algunas formas de vestir lejos de toda bondad estética o funcional. Sin embargo, esta moda sí parece tener su lógica: ligan y se divierten, o eso dicen que les parece que hacen. Por desgracia, dos razones muy poderosas a esa edad como para que se priven de su práctica.
SEIS MENSAJES CONTRA EL SEXTING: Detrás del sexting no hay nada nuevo que añadir en materia de riesgos asociados a la TIC que no se haya dicho para evitar el grooming o el ciberbullying. Si acaso enfatizar la asimilación por parte de los menores de estos seis mensajes:
1. Piénsatelo antes de enviar: Lo que publicas online o sale de tu propio móvil se convierte en irrecuperable, escapa para siempre de tu control y puede llegar a cualquiera en cualquier momento. Lo que ahora quieres mostrar de ti, mañana puede que no te guste. A quien se lo envías hoy, quizás mañana no sea tu amigo.
2. Desnudez y minoría de edad, delito de pornografía infantil:
La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye. Se considera pornografía infantil la protagonizada por quien no ha cumplido los 18 años. Si te llegan este tipo de imágenes, bórralas de inmediato. Si crees que su difusión está dañando a alguien, ponlo antes en conocimiento de una persona adulta.
3. La imagen es un dato personal cuyo uso está protegido por la Ley: La imagen de alguien no se puede utilizar sin el consentimiento de la persona implicada. En ciertos casos hace falta incluso otro tipo de autorizaciones. No lo olvides. Si hay problemas, esto puede ponerse sobre la mesa y comprometerte.
4. Recibir o tomar una imagen de una persona no te da derecho a distribuirla: El hecho de contar con una imagen (fotografía o vídeo) en tu teléfono móvil no significa que tengas derecho a hacer con ella lo que quieras. Son cosas diferentes. Incluso si te dieron permiso para tomar la imagen, no significa que la puedas enviar a terceros.
5. La Ley actúa siempre, también para los menores, con Internet y los móviles: Que todo el mundo lo haga, que consideres que no van a poder identificarte, o que seas menor de edad no te libra del peso de la justicia. Las leyes están para protegerte y por eso actúan en todos los ámbitos. También protegen a los demás, y te pedirán cuentas si no respetas las reglas.
6. No participes con tu acción, tu risa o tu omisión: Cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, la víctima sufre un daño enorme, un sufrimiento extremo. Si lo promuevas y lo jaleas, eres responsable. Si te callas, tu silencio ayuda a quien acosa y hiere a la víctima.
Jorge Flores Fernández - Director de PantallasAmigas

Página de salud: http://www.salud.es