17/12/17
Importancia de las actitudes en el cambio personal - Victor Kuppers
Las personas somos como lamparillas, porque transmitimos. Hay personas que van por la vida a 30.000 Watios y hay personas van como fundidas.
Hay veces que conocemos a alguien y decimos... guau.... en cambio otras veces conocemos a alguien y al cabo de tres o cuatro segundos decimos ... uuufa.
Llamelo química, o llamelo feeling, pero existen estas sensaciones.
Los seres humanos transmitimos sensaciones, y captamos las sensaciones que transmiten los demás.
El problema es que estamos rodeados de personas que son correctas, serias y profesionales, pero por otro lado hay otras personas que además de ser correctas, serias y profesionales, te aceleran esta sensación de oleee, oleee, y olee.
Llevamos cuatro o cinco años, en que las cosas no van bien, con problemas de trabajo, de salud, de pareja, otros con el hijo en la edad del pavo, etc, y hablando de los problemas, y se nos van agotando las fuentes de alegría para ir transmitiendo, y entonces es normal que haya personas que están desanimadas, desquiciadas.
Hay una crisis espectacular de "estado de ánimo".
Y porqué es importante mantener el ánimo, y entonces vamos a ir a una fórmula. C + H x A
¿Cuánto vales tú como persona?: C + H x A
C: Es conocimientos. H: Es habilidad. A: Actitud.
Que es lo importante de la fórmula, es que la C y la H suman, pero la Actitud multiplica. La diferencia entre el crack y el chusquero no están ni en la C ni en la H, está en la A.
Tú eres una persona que te aprecian por tu manera de ser. A tí te van a apreciar, por tu manera de ser y todas las personas fantásticas tienen una forma de ser fantástica.
Todos los jefes fantásticos, tienen una forma de ser fantástica.
Claro que la C y la H son importantes, el conocimiento es importante, porque no hay nada más desgraciado que un INUTIL MUY MOTIVADO.
Como elegimos a nuestros amigos, es por la manera de ser, porque nadie elige a sus amigos por el curriculum. Y nuestros hijos también nos definen por nuestra manera de ser.
Y el problema es que cuando uno está desanimado, perdemos la manera de ser, perdemos lo más importante. No perdemos ni conocimiento ni experiencia. Y es es que estamos volviéndonos "tarados" (o sea que estamos perdiendo el juicio o el sentido común), y estamos rodeados de "tarados", y el problema es que cuando estamos muy tarados, y rodeados de tarados, no nos damos cuenta que estamos tarados, podía contar muchos ejemplos. Estamos en un entorno donde priva la rapidez: ... conducimos rápido, comemos rápido, caminamos rápido, hablamos rápido, leemos rápido, conferencias rápidas. Queremos un libro que nos cambie la vida, en 15 minutos.
Uno hace un curso de gestión del tiempo y lo primero que nos dicen es: "si te levantas media hora antes... tienes media hora de ventaja" y uno se pregunta: "y.... ¿contra quién?¡¡¡.
Y estás cansado de leer, y te dicen... si no adelantas ... retrocedes, y te pasas la vida adelantando.
Y de dicen que la vida es como ir en bicicleta, que si te paras, te caes... ¡¡ Cuántas veces lo hemos oído¡
Y hay que reinvindicar: LA PAUSA ... el PARAR ... porque uno PARA y REPARA. Porque no es verdad que uno no puede parar en bicicleta. Hay que para, porque entre otras cosas, si no paramos hasta nos podemos equivocar de camino. Y porque la bicicleta a veces hay que ajustar cosas. Pero nos dicen que hay que ir rápido y así vamos, acelerados, como "pollos sin cabeza".
Y es verdad que la vida tiene "cosas fantásticas" ... la vida tiene "momentos espectaculares" ... pero es verdad que la vida, y especialmente cuando te hacer mayor, pinta "más a drama que a comedia", y que hay muchos momentos durísimos que vamos a tener que vivir, muchos .... o ya los hemos vivido. Porque a veces las personas que queremos: tienen accidentes. O han perdido su trabajo, o tienen enfermedades amenazantes, o fallecen, y muchas veces sin previo aviso, repentinamente, y cuando la vida nos da un golpe de estos, entonces uno se da "como un golpe en la cabeza" y entonces sí se para a pensar. Y entonces ahí sí se da cuenta lo que es importante y lo que es menos importante. Por lo tanto, a veces hay que buscar y reinvindicar esa pausa, ese parar, ese salir del torbellino de la rapidez, del aceleramiento en el cual nos tienen envueltos. El darse cuenta que en la vida "lo más importante ... es que lo más importante, tiene que ser realmente lo más importante".
Y cuando uno en su vida, lo más importante está en su sitio, ese está eufórico, está alegre y optimista y va por la vida, repartiendo esos 30.000 watios de energía. Y que se puede hacer cuando estamos en la otra situación de "no hacer nada a toda pastilla". Porque hay mucha gente que se llena de cosas que hace desde la 07 a las 23, pero no es lo mismo "hacer cosas" que "hacer cosas importantes". Y es que a veces perdemos el tiempo y la vida ... "corriendo". Muchas personas ... Nacen, crecen, se reproducen, discuten y mueren. Es que no se han enterado que la vida pasa muy rápido.
Entonces que se puede hacer para ir desparramando 30.000 wattios ... son cosas básicas:
1) Aprender a ser agradecidos. Porque si no somos agradecidos por las cosas básicas y aparentemente sencillas o comunes de la vida uno no sabe lo que tiene ... hasta que lo pierdes. Y no es demagogia. En la vida damos muchas cosas por normales. Uno está acostumbrado a tener a su esposa al lado, a tener una familia, a tener sus hijos sanos. Y es cierto que la vida tiene dramas, y hay gente que sí tiene dramas... fallecimientos, enfermedades incurables, pérdida de trabajo a edades difíciles. Y desgraciadamente los "dramas no tienen solución", los dramas hay que sufrirlos, y el paso del tiempo ayuda a atenuar el dolor. Ahora bien lo que no tiene perdón es que los que no tienen dramas nos quejemos. Los que no tenemos dramas estaríamos:
1) para ayudar a los que están padeciendo dramas, y
2) lo mínimo es ser agradecidos y valorar las cosas que funcionan.
En Andorra deberían estar dando botes de alegría por la calle. Y no vemos esa actitud. Y vemos a personas quejándose porque en vez de Ventanilla le ha tocado Pasillo. Pero vaya que problemón de categoría mundial. Y tenemos que ser conscientes que muchas veces nuestro problema mayor, lo transformamos en problema mayor de categoría mundial.
La vida tiene dramas, y cuando no tenemos dramas, podemos tener "circunstancias a resolver", y cuando tenemos solo "circunstancias a resolver", no tendríamos derecho a perder la alegría. Es un problema de justicia. El día que estemos muy tocados, tenemos que tomar un papel y una lapicera y hacer una lista de las 20 cosas fantásticas que tenemos. Todos tenemos 20 cosas fantásticas en la vida. Y también tenemos 20 o 30 problemas. Pero es que la mente siempre nos lleva a los problemas, porque el cerebro racional está diseñado para eso. Pero es que la vida es muy simple, no fácil, simple, pero nos gusta complicárnosla o que nos la compliquen. Tienes una familia sana, no sabes lo que tienes. Vives en España este País fantástico, no sabes lo que tienes. Y entonces debemos hacer esa lista.
2) Ponerse ilusiones. Los seres humanos funcionamos con ilusiones, con esperanzas. Cuando alguien no tiene ilusiones, está apagado. Y si uno no tiene ilusiones. se las tiene que poner, porque el entorno no se las va a poner. Pero es que no se trata de hacer cosas extraordinarias, sino se trata de disfrutar de las pequeñas cosas ordinarias. El desayuno de la mañana. El tomarse una cervecita cuando nos apetece. Y hay gente que ya la disfruta a la cerveza a los 30 metros, cuando está por llegar.
No hay que ser iluso, pero tampoco se puede estar 24 horas escuchando los informativos, o los periódicos que solo cuentan lo que va mal.
Uno tiene que entender que en la vida las cosas son como son, no como nos gustaría que fueran.
Nosotros no repartimos la baraja, Dios las baraja y reparte las barajas, y a nosotros nos caen, pero nosotros jugamos, y la grandeza se demuestra jugando. Eso diferencia a los grandes de los mediocres. Nosotros no podemos cambiar las circunstancias, nunca podemos devolver las cartas.
¿Quién ha elegido esta crisis? .. ¿quién ha elegido las enfermedades?. Pero siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, podemos elegir nuestra actitud. Esa es la última libertad que tenemos los seres humanos. Es verdad que las circunstancias influyen y el entorno condiciona, muchisimo, pero siempre hay ese pequeño espacio donde nosotros podemos elegir nuestra actitud y como afrontarlo. Y esto es lo que separa a los grandes de los mediocres, y en cada instante podemos elegir nuestra actitud, y por eso en cada instante podemos acercarnos un poquito más a la grandeza, o un poquito más a la mediocridad.
Y el mayor objetivo de nuestra vida, es sumar instantes fantásticos .... y mucho dependerá ello de nuestra actitud.
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