El conocimiento y manejo de la función de las células madres está en pleno desarrollo con expectativas que por ahora han superado largamente a los resultados.
La nanotecnología y su aplicación a la medicina (nanomedicina) promete nuevos recursos terapéuticos inimaginables hasta hace muy poco tiempo.
Disponemos de tecnología de imagen que permiten estudiar y conocer zonas del cerebro cuyas funciones desconocíamos y esa tecnología se puede aplicar “en vivo y en humanos”.
Conocemos cada vez más de diabetes, cada vez más de hipertensión arterial, cada vez más de las enfermedades coronarias, conocemos cada vez más acerca del funcionamiento del cerebro humano; disponemos de mejores recursos tecnológicos y más potentes fármacos para tratamientos en estas y otras áreas, sin embargo cada vez tenemos más personas enfermas de estas patologías.
Cada vez conocemos más de las enfermedades y cada vez tenemos mejores fármacos, pero cada vez tenemos mayor cantidad de personas enfermas. Algo no está funcionando bien con este modelo de encarar la medicina.
Pero hay otros problemas que se presentan en este escenario actual, el grado de disconformidad de los pacientes y el grado de frustración de los profesionales está progresando a un ritmo similar al de esta tecnificación de la medicina, lo cual plantea también nuevas interrogantes hacia un modelo que está cada vez más cerca del conocimiento profundo de las enfermedades pero cada vez más lejos de las personas enfermas.
Un modelo de abordaje extremadamente organicista y muy influenciado por el paradigma tradicional actual surgido a través del dualismo cartesiano mente-cuerpo, enfoque que en su momento hace tres siglos, fue muynecesario, muy eficaz y que permitió el avance de las ciencias, pero que a la luz de los conocimientos actuales resulta insuficiente, incompleto y reduccionista y está operando como un freno en las mentes de científicos, médicos y público en general.
Un nueva disciplina se ha instalado en el universo científico, que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, las emociones, la mentalidad y las creencias sobre la fisiología del ser humano, tanto en los procesos de salud como de enfermedad.
El pensamiento, la palabra, las redes de sostén, los proyectos de vida y las inquietudes existenciales son generadoras de una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios bio-psico-sociales muy profundos.
Constituye una nueva línea de pensamiento, una nueva forma de abordar el estudio del ser humano que promueve la necesidad de integrar a los aspectos físicos, orgánicos o somáticos de la medicina actual tradicional, aquellos aspectos psico-emocionales, los socio-ecológicos y las inquietudes espirituales, llevándolos a un plano de relevancia y presencia permanente y no de simple enunciado.
Para estos nuevas patologías por saturación como se han denominado, el enfoque PNIE abarcae valiosas herramientas al tomar en cuenta los aspectos psico-emocional-vincular y los aspectos trascendentales o de sentido de vida que han sido descuidados por el enfoque tradicional, y que una vez atendidos, promovidos y practicados serán fuente de bienestar no solamente físico y mental, sino que promueven la activación de los circuitos neuroquímicos del bienestar como los ha estudiado y comprobado Candace Pert ya en la década de los años 70 del pasado siglo XX
Candace Pert: Neuroquímica de las emociones
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/10/las-moleculas-de-las-emociones.html
La sociedad competitiva actual no lleva a la felicidad, sino que nos lleva al estrés, la ansiedad y la depresión como lo muestran las cifras de la OMS, por lo que un nuevo enfoque que contemple estos aspectos tan tangibles como los físicos, se hace imperioso a esta altura, hasta hace poco tiempo lo decían los iluminados, los meditadores, los monjes y los sabios, pero ahora también lo afirma la ciencia: son nuestros pensamientos, nuestras cogniciones, nuestros sentimientos y nuestro sentido de vida los que en gran parte han creado y crean continuamente nuestro mundo, y en cada momento son múltiples los factores que estamos alineando hacia la protección y otros tantos los que se están alineando hacia la agresión de nuestro cuerpo, muchos los conocemos, otros aún no, pero integrando la multidimensionalidad del ser humano, contemplando la convergencia temporal, teniendo en cuenta la no linealidad y la impredecibilidad de las enfermedades y sabiendo que la medicina es una ciencia de probabilidades y un arte de manejar las incertidumbres, estaremos acercándonos mucho hacia la comprensión de la complejidad del organismo humano.
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2011/04/la-sociedad-competitiva-actual-nos.html
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