31/7/15
Claves para la motivación y vencer el negativismo que impera en la sociedad - Dr. Valentín Fuster
El círculo de la motivación de Valentín Fuster es un libro que nos descubre cómo transformar nuestras vidas manteniendo la motivación.
El Dr.Fuster expone acá los valores que deben guiar al individuo y a la sociedad a alcanzar estos objetivos.
Debemos dedicar tiempo para la reflexión.
Descubrir cuales son nuestros talentos.
Transmitir optimismo..
Promover la figura del tutor.
Ser auténticos.
Aceptar nuestras circunstancias.
Mostrar una actitud positiva
Apostar por altruísmo, ya que ellos nos ayuda a crecer como personas.
Lejos de ser una mera declaración de intenciones...El círculo de la motivación" nos demuestra con un centenar de casos que motivarnos y transformar nuestras vidas es posible.
3/8/13
Mensaje a los nuevos médicos - Dr.Jorge de Paula
Compartimos la alegría de Uds. por haber alcanzado el título de médico y ello nos recuerda a esa misma etapa que vivimos hace más de 25 años. Una alegría que se comparte en forma muy especial con cada uno de vuestro padres y demás seres queridos, y es en ese entorno tan especial en el cual deberán compartir estas lecturas, porque seguramente encontraran reflejada en ellas, todo que vuestros padres soñaron, desean y proyectan para vuestra vida futura como médicos. Considero un material de lectura impostergable para todo médico y una vez lo hayan leído, si les resultara de interés, sería bueno que lo compartieran con otros nuevos colegas para que pudiera llegar a la mayor cantidad de ellos. La primera es una conferencia de uno de los médicos más prestigiosos del mundo, el Dr.Valentín Fuster, dando su visión a los jóvenes universitarios recién egresados, resumiendo consejos en lo que enumera como "los 5 principios básicos" o regla de las 5 "T"s que les ayudarán a alcanzar el equilibro personal y profesional. Tiempo, Talento, Tutor, Tabular y Transmitir. 1) Tiempo: La “plenitud” personal, u objetivos personales, a menudo toman mucho tiempo para desarrollarse o alcanzarse, frecuentemente marcado por periodos de frustración. Se aconseja afrontar el futuro con una actitud de aprendizaje constante y casi vitalicio, sobre todo, con una norma de tenacidad y persistencia.. 2) Talento: Cada uno de nosotros ha nacido con ciertas cualidades o talentos; no obstante, muchas veces empleamos demasiada energía persiguiendo ambiciones por las que no tenemos el talento o carácter apropiados. Descubran sus propios talentos, aquello para lo que sirven y les gusta o entusiasma y, una vez descubiertos, persíganlos con alegría. Hagan esto independientemente de las presiones externas que se ejercen sobre ustedes y que les pueden llevar por derroteros lejanos a sus propias cualidades y carácter.3) Tutor: Buscar un tutor, un mentor. Alguien que les diga lo que están haciendo bien, pero especialmente lo que están haciendo mal. Cada uno de nosotros lo necesita ya que nunca estamos lo suficientemente preparados para juzgar aisladamente por nosotros mismos como tomar decisiones importantes. Este tutor, sin embargo, es particularmente esencial a niveles de pregraduado y postgraduado, tal como es su caso, ya que las decisiones a sus edades son más cruciales que más tarde. 4) Tabular o sea enfocarse en algo muy específico al inicio: Crítico y fundamental como es el que acepten el tiempo necesario para madurar en su formación y con los consiguientes periodos de frustración, como es el que descubran sus propias cualidades o talentos, y como es el que encuentren un tutor o tutores, en sus comienzos necesitaran, por encima de todo, tabular, priorizar o limitar su campo de acción y enfocarse, enfocarse, enfocarse y enfocarse en algo muy concreto. Tal actitud de profundidad y enfoque concreto es crítico, como decíamos, sobre todo en los estadios iniciales de sus carreras, ya que les proporcionara confianza.5) Transmitir ética, humanismo y responsabilidad: Una vez que se prosigue con paciencia, aceptando el tiempo necesario para la maduración personal, una vez que se descubre el talento o talentos personales y se persiguen con vigor, una vez que se tiene la fortuna de disponer de tutor o tutores, y una vez que se decide tabular o limitar las ambiciones a un enfoque muy concreto, al menos al comienzo de una carrera, estos cuatro principios contribuyen a una parte de aquella “plenitud” personal a que aludíamos al comienzo. Sin embargo, el quinto y último principio, tal vez el más importante, es el de alcanzar la máxima o total plenitud o felicidad tal como propugnó Aristóteles; esto es, el de poder transmitir el máximo bien a aquellos que nos rodean. Me atrevería a decir que tal generosidad es y será siempre la base de la felicidad. http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/02/etica-y-humanismo-en-la-universidad.html La segunda lectura aconsejada sería esta “Carta a los jóvenes que nos cuidarán de viejos” del Dr.Jorge Dietsch (médico de La Plata).... una carta muy sentida de la cual extraerán innumerables sabios pedidos, consejos y sugerencias: "sólo deseo quetengan en cuenta que nosotros, los que trabajamos con la enfermedad y la salud, como todos los seres humanos, nos constituimos como personas en nuestra relación con los demás. Que justamente estas profesiones nuestras, que nos enfrentan cotidianamente con el dolor, el sufrimiento y la muerte, tienen su contracara, esa inmensa felicidad, de darnos la posibilidad de comunicarnos con otros en su parte más sincera y más profunda, de tocarlos, de acariciarles la cara, de tomarles la mano. Esa es una gracia que nos fue dada y es la gran riqueza de nuestra tarea. Un médico trata con personas, con seres humanos. Y nos dice algo que no debemos olvidar: "Un ser humano es mucho más que una enfermedad o que un órgano enfermo", o sea que los pacientes no son diabéticos, hipertensos, fumadores, asmáticos o epilépticos, porque no son una enfermedad. Un paciente es portador de Diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo o asma bronquial, pero ello no lo debe transformar en una etiqueta con un adjetivo que se transforme en un rótulo de persona enferma. Los consejos del Dr.Jorge Dietsch los leerán en este post: http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/07/algun-dia-estare-en-vuestras-manos.html Una tercer sugerencia de lectura es que conozcan algo sobre la historia y la vida de Moisés Maimónides: el hombre, el médico, el sabio el humanista. Considerado una de las 10 personas más relevantes de la historia de la humanidad. Maimónides: excelso escriturista, científico, médico, sabio, filosofo y talmudista. Cordobés, por su patria nativa, o el sefaradí, (apelativo que tenia a gala ostentar como glorioso blasón, desde su asentamiento en Oriente o más concretamente en Egipto).Pese a vivir hace más de 800 años, con las limitaciones tecnológicas y el oscurantismo científico que reinaba en el medioevo, fue un visionario y un médico adelantado para su época, de tal forma que puede ser considerado el "Padre de la Medicina Social". Maimonides clasificó a la Medicina en tres divisiones: la preventiva, la curativa, y la que se ocupa de los convalescientes, incluyendo los inválidos y los ancianos". Maimonídes entiende que la salud del cuerpo es la condición primera e indispensable para la integridad moral e intelectual del individuo, a tal punto que lo eleva a la categoría de un precepto religioso característico del judaísmo". "Su trabajo incorpora los principios higienistas de la medicina, instala un concepto revolucionario para su época cuando afirma en su Tratado sobre el régimen de la Salud que: "la salud de la persona sana es anterior al tratamiento de la enfermedad…por eso tan solo los necios creen que el médico es necesario únicamente en caso de enfermedad declarada". Nacen de esta forma los principios de prevención de la salud. Para él la idea de Salud no solo consistía en ausencia de debilidad y enfermedades, sino en una serie de factores anexos como ser el ambiente, las condiciones sociales adecuadas, la alimentación conveniente, el bienestar espiritual, etc. Por estos conceptos es que puede ser considerado como el inventor del concepto de Medicina Social, y dedujo, hace más de 800 años que todo lo que perjudica la felicidad del individuo es nocivo también para su salud y lo define: "todo enfermo tiene el corazón agobiado y todo sano rebosa de felicidad". Muchas enfermedades han desaparecido por el solo efecto de la alegría", sostenía.
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/02/el-medico-el-paciente-y-la-enfermedad.htmlPor último insistir siempre en una capacidad que aprendemos a desarrollar desde la temprana infancia en el seno de nuestro hogar y que debemos seguir desarrollando y aplicando a lo largo de toda la vida, LA EMPATÍA, una condición que es básica e imprescindible en toda persona que desee alcanzar una vida plena y feliz, pero especialmente en aquellos profesionales de la salud (sean médicos, enfermeras, asistentes sociales, psicoterapeutas o trabajadores de cualquier área asistencial). toda persona que dedica su vida a las ciencias de la vida y de la salud. Francisco Varela un médico chileno que pasó por situaciones muy duras de enfermedad e internación en áreas de medicina intensiva, y que reflexiona sobre cuánto se pierde en esa relación con el otro al no desarrollar esta maravillosa capacidad, que la que nos hace realmente humanos: El poder constitutivo de la empatía. Con esa capacidad podemos trascender lo que aparece como nuestro límite personal o nuestro territorio para ponernos en el lugar del otro o de los otros y por lo tanto poder sentir o experimentar lo que será ya no solo mi posición sino también la posición de los otros. Esa sería la base de la empatía y esa es una cualidad tan humana que se debería enseñar desde la infancia, así como aprendemos geografía, historia o matemáticas, deberíamos aprender "EMPATÍA". Constitiye una condición básica y fundamental en todo ser humano pero es imprescindible para toda aquella persona que hace de la medicina y todas sus disciplinas asociadas su profesión, y será especialmente en un médico, o en una enfermera o en un psicoterapeuta donde si no se desarrolla nos llevará a perdernos lo mejor de nuestra profesión. Escuchar en el minuto 36 la exposición del Dr.Francisco Varela sobre "la empatía"http://www.youtube.com/watch?v=3-VydyPdhhgOtras títulos aconsejados:1) Estudiar Medicina y Ser Médico. ¿cómo se siente y qué sacrificios han pasado?http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/02/estudiar-medicina-y-ser-medico-como-se.html2) Panorama de la medicina actual y nuestra sociedad - Dr.René Favalorohttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/11/panorama-de-la-medicina-actual-y-de.html3) Problemas de la medicina actual: relación médico-paciente, insatisfacción y los límites entre la enfermedad y la salud - Dr.Daniel Flichtentrei http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/12/problemas-de-la-medicina-actual-la.html4) Pasar de la enfermedad a la salud será el futuro de la medicina - Dr.Valentín Fusterhttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/07/pasar-de-la-enfermedad-la-salud-sera-el.html5) Imágenes que revolucionarán la medicinahttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/12/imagenes-que-revolucionaran-la-medicina.html6) Cómo piensan lo médicos: Desde Sherlock Holmes a Dr.House - Dr.Alberto Agresthttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2013/04/como-piensan-los-medicos-entre-sherlock.html7) El empacho desde la óptica académica: ¿qué efecto tiene "tirar el cuerito" http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/04/sirve-para-algo-tirar-el-cuerito.html8) Influencia de las cualidades positivas en el manejo de las crisis y en la lucha contra la adversidad - Dr. Luis Rojas Marcoshttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2013/04/influencia-de-las-cualidades-positivas.html9) Nuevas enfermedades de la sociedad actual: listado de "no-enfermedades" - Paco Traverhttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/11/nuevas-enfermedades-de-la-sociedad.html10) La increíble máquina humana - NatGeohttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/02/la-increible-maquina-humana-national.html11) Cómo prevenir el cáncer: Emociones e inmunidad - Dra.Candace Perthttp://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/10/emociones-12) Porqué el éxito del Dr.House
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/04/porque-el-exito-del-drhouse-publicado.htmle-inmunidad-dra-candace-pert.html
13/4/10
Los secretos de la vocación médica: Dr.Gregorio Marañón

"En la vocación médica se entremezcla un gran amor al prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males, un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre".
Gregorio Marañón, (Madrid 19/5/1887 - Madrid 27/3/1960): Su vocación humanista, su medicina y su historia, sus ensayos sobre innumerables temas de la gran actualidad científica, literaria y social y su labor pedagógica, creadora de una gran escuela de médicos e investigadores, lo convirtieron en el único caso en la historia de España, en que una misma persona fuera miembro activo de 5 Reales Academias. La Real Academia Española, la de Medicina, la de Historia, la de ciencias y la de Bellas Artes.
En esta entrevista que reproducimos, el Dr. José Ma. Reverte Coma visita y entrevista al Dr. Gregorio Marañón:
UN EJEMPLO DEL BIEN HACER Y DEL BUEN SABER: JMR: Al llegar a su casa de Madrid en Paseo de la Castellana No.53, se apreciaba un ambiente acogedor. La bien ordenada Biblioteca estaba templada por una calefacción invisible que la hacía más agradable. A un lado, una gran mesa de trabajo, llena de papeles y de libros, dominaba la escena. Detrás, un balcón que daba a la plaza que hoy lleva el nombre del gran maestro de la Medicina que tenía ante mí. Todo mostraba la permanente actividad del hombre que había formado a tantas generaciones de médicos y escritores dentro y fuera de España, del hombre que había dedicado tantas horas de su vida a investigar los entresijos de la Historia y los rasgos de los más importantes personajes que intervinieron en ella.
JMR: "Mi primera pregunta Don Gregorio, si me lo permite, es: ¿Cuál es el secreto de su vocación?"
GM: "¡Mi vocación!"
En el tono de voz con que repitió aquellas dos palabras, comprendí que había un contenido de inmensos horizontes. Me miró profundamente.
GM: "¿Usted cree que tenemos una vocación?... No... Usted y yo y otros muchos, tenemos muchas vocaciones, a veces muy escondidas. Las circunstancias de la vida, de cada vida personal, nos empujan en una u otra dirección. Todo, hasta aquello tan aparentemente insignificante como el correr de mi pluma, tiene un sentido providencial.
JMR: "En Usted se ha visto claro que la vocación médica iba de la mano con la histórica".
- "Entre nosotros, creo que la Historia fue primero. La Biblioteca de mi padre era una fuente inagotable en la que bebía con abundancia. Me gustaba leer los clásicos y especialmente unas colecciones que tenía de "La Ilustración Española y Americana" y "El Mundo Universal". Aquellas revistas eran para mí como una selva encantada. Aquellas lecturas me apasionaban. Pero siempre creí que mi inclinación se dirigía hacia la Psicología y más tarde hacia la Neuropsiquiatría. Pero mi viaje a Alemania y especialmente cuando conocí a Ehrlich, me hizo comprender lo que era la vocación médica".
"En la vocación médica se entremezcla un gran amor al prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males, un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre".
Siempre he tenido muy presente la obra de Cajal "Reglas y Consejos sobre la Investigación Científica". "Cuéntele todo eso a sus lectores jóvenes. Quizás algo les pueda ser útil. No hay ningún secreto en mi vocación como ve, excepto la pluralidad de caminos y formas en que esta vocación llegó a concretarse. Es preciso anotar que el que quiere estudiar, salvo raros casos de vocación muy temprana y muy definida, ha de elegir la profesión a una edad en que la vocación, que es en su fondo biológico, aptitud, no ha madurado todavía. Así, en plena nebulosidad de la adolescencia, ha de ser decidido nuestro futuro social sin aparente razón de peso. A veces será la tradición familiar, o por hacer lo mismo que hace un amigo o bien el mandato de un padre cuando la genuina vocación está aún dormida".
JMR: "¿Cuándo salió Usted al extranjero Don Gregorio?"
"Cuando terminé en España, fuí a Alemania, Francia e Inglaterra, donde aprendí con los mejores maestros. En aquellos días, la investigación de las secreciones internas había comenzado, y dadas las circunstancias, pensé que sería una nueva y espléndida especialidad en nuestro país, desconocida por entonces. Por otra parte, España no estaba todavía preparada para este tipo de investigaciones. En Alemania encontré lo mejores laboratorios. Es todo lo que necesitaba para decidirme. Trabajé intensamente y ya no lo dudé. Aquella sería mi especialidad".
JMR: "¿Cuánto tiempo estuvo Usted en el extranjero?"
"Cuatro años en Alemania, tres en Inglaterra y Francia. En todos estos países hice excelentes amistades".
JMR: "¿Y a su llegada a España?"
"Comencé a trabajar inmediatamente. Los pacientes empezaron a llegar después de instalarme. Mi suegro, el famoso periodista Miguel Moya, me dió la oportunidad de escribir artículos literarios en la Prensa y el público empezó a conocerme. Trabajaba cada día desde muy temprano (siempre fuí muy madrugador) hasta la noche. Con cinco horas de sueño he tenido siempre suficiente tiempo para el descanso".
JMR: "Su obra, que puede calificarse de impresionante, le habrá exigido muchas horas restadas al descanso".
"En todo momento he tenido dos grandes ayudas, la de Lolita, mi esposa, que ha sido la que ha mantenido mi archivo en orden y la de mi hermano José María, gran conocedor del Archivo de Simancas. Otra gran ayuda fue la paz que encontré en mi finca de Toledo "El Cigarral de Menores", donde he escrito la mayor parte de mis libros. En "El Cigarral" han transcurrido mis mejores horas, las más fecundas. Allí, en un hueco que hay debajo de la escalera, me ha gustado siempre refugiarme para leer o escribir (sonrió al decir esto). En la paz q ue allí se respira, mi alma siempre se ha serenado, todo mi ser se restauraba, comprendía el pasado y pensaba en el futuro. Por las tardes, siempre me ha gustado dar un paseo por Toledo, esa ciudad maravillosa por cuyas viejas y estrechas calles, llenas de escudos señoriales, siempre está uno esperando que aparezca un viejo caballero vestido a la antigua usanza con capa, espada, botas de espuelas y chambergo con una pluma".
HE SIDO MUY FELIZ ALLÍ EN TOLEDO, CON LOLITA, LA COMPAÑERA DE MI VIDA DE VIAJES Y DEL VIAJE DE MI VIDA: "He sido muy feliz, muy feliz allí, con Lolita, la compañera de mi vida de viajes y del viaje de mi vida como un día le escribí en una dedicatoria". Y al decir esto sus ojos despedían una luz que parecía iluminar la Biblioteca. "Sí, Lolita ha sido mi gran colaboradora", insistió Don Gregorio. "Si no se riegan las flores, mueren, se agostan. Es muy importante regar a la mujer que le acompaña a uno toda la vida y la mejor forma de hacerlo es darle participación en el propio trabajo".
"Sus mejores triunfos han sido sus libros, ¿no es cierto?".
"Mi mayor triunfo han sido mis hijos y luego, esos hijos espirituales que son los libros. Amo a mis libros como amo a mis hijos... "Biopatología de Antonio Pérez", "El Greco y Toledo", "Elogio y nostalgia de Toledo", "Ideas biológicas del P. Feijóo", "El Conde-Duque de Olivares", "Los Tres Vélez" y todos los demás. No sabría decidirme por ninguno en especial si tuviese que elegir".
"Perdóneme si le estoy quitando mucho de su tiempo. Pero, tengo aún un par de preguntas que me gustaría hacerle si me lo permite".
"Dígame".
"¿Podría saber la razón de que entrase en el camino de la política? ¿No tenía bastante con la Ciencia, la Literatura y la Historia?".
- "Es una larga historia. No soy sabio, ni filósofo, ni gracias a Dios político. Soy sólo un hombre de acción. Como sabe seguramente, fui un buen amigo del Rey Don Alfonso XIII, pero también fui uno de los que trajeron la República a España. Se me ha llamado cariñosamente "El partero de la República". Sería largo de contarle todo lo que me llevó a esto que es un aparente contrasentido, pero varios meses después de la proclamación, después del año 1931, con Alfonso XIII fuera de España, pude comprender y otros muchos conmigo, que habíamos cometido una gran equivocación. Vimos, demasiado tarde por desgracia, que aquello nos conducía a la guerra civil y fué entonces cuando oímos aquellas horribles expresiones de: "¡Abajo los traidores! ¡A muerte con ellos! ¡Que se vayan!". Y las muchedumbres, desatadas, empezaron a quemar iglesias, saqueándolo todo, asesinando indiscriminadamente sacerdotes, monjas y seglares. Durante la guerra civil viví en Francia con mi familia, en Inglaterra y en Argentina". "Los años que viví en París, durante la guerra, fueron fundamentales en mi vida. Trabajé mucho, libre de ataduras sociales. Viví, a la fuerza, modestísimamente, y tuve también tiempo, que antes no había tenido, para conocerme a mí mismo".
EL ESPAÑOL QUE VIVE EN AMERICA, INCORPORA PARA SIEMPRE A SU CORAZÓN LA NOSTALGIA DE AQUELLAS TIERRAS: "Y conocí América y puede creerme que el español que ha estado en América, incorpora para siempre a su corazón un elemento perdurable que es la nostalgia de aquellas tierras, la irremediable nostalgia de América que no nos abandonará jamás". Un velo de melancolía cubrió el rostro del maestro... Parecía estar profetizando sobre mi propia vida. Y muchos años más tarde, después de mis largas estancias y expediciones por diversos países de América y otras partes del mundo recordaría siempre aquellas palabras que reflejarían exactamente mi propia situación y mi propio estado de ánimo y como diría también Don Gregorio en repetidas ocasiones, llegaría a experimentar ese agridulce sentimiento que es "la nostalgia de la nostalgia", algo así como un no estar nunca plenamente a gusto ni aquí ni allá, por haberse dividido nuestro espíritu que vaga simultáneamente por lugares muy alejados uno de otro.
"En sus obras, Don Gregorio, se aprecia que es Usted un gran amante del Arte".
"Mucho, en efecto. Especialmente de la pintura. Si ha leído Usted mi obra sobre El Greco, observará que dediqué muchos días a estudiar sus pinturas. He dedicado otras muchas horas a estudiar a Goya, Velázquez, Murillo, Picasso... Vea esta bellísima talla de la Purísima, obra del propio Greco, la única talla conocida de él y que es un obra de arte que conservo con mucho cariño, o este cuadro en que posé para Zuloaga y que es una de las mejores obras de este gran pintor".
-"¿Y de los pintores de fuera de España, cuáles le gustan más?"
- "Me encantan Tiziano, Rafael, Miguel Angel, Rubens, Teniers, Van Dyck, Mannet, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y tantos otros cuyas obras he admirado en Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y aquí mismo en España. Pero le diré un secreto. Eche una mirada a ese cuadrito que está ahí medio escondido entre los libros de la Biblioteca... No tiene precio... Pues lo compré por 30 libras en Londres, en Portobelo. Si va Usted por Londres, no deje de dar una vuelta por aquel "Rastro" donde encuentra de todo. ¡Esta pintura es un Wilcox! Admiro enormemente el arte de Lucía Wilcox, extraordinaria mujer. La ceguera q ue le afectó durante los últimos años de su vida, hace que sus obras finales sean particularmente interesantes. Exposiciones de sus cuadros se han llevado a cabo por todas las galerías del mundo artístico. Su ceguera fué repentina, aunque no totalmente inesperada. Fue ocasionada por un tumor cercano al quiasma óptico. Después de quedar ciega, exclamaba que veía mejor que antes. La visión de su mente estaba libre de distorsiones estáticas. Su estilo cambió desde siluetas energéticas a amplios cañamazos en un estallido de fulgurantes colores. Estas visiones de su periodo de ceguera han sido imitadas posteriormente por muchos conocidos artistas".
REFLEXIÓN FINAL: Era demasiado abusar de mi maestro y su valioso tiempo. Decidí no molestarle más."Todo cuanto me ha dicho, Don Gregorio, es maravilloso. Le agradezco mucho su ayuda hacia un discípulo y periodista novel. Estoy seguro de que esta entrevista permitirá a muchos lectores conocer la faceta más humanística del Profesor Gregorio Marañón".
Nos levantamos. Su robusta figura parecía llenarlo todo. Un fuerte apretón de manos con su cálida sonrisa puso fin a nuestro encuentro. Me deseó mucha suerte, y me acompañó delicadamente hasta la puerta donde esperaba la sirvienta impecablemente vestida. Allá quedaba el maestro entre sus libros, sus papeles, sus nostalgias y los miles de imágenes de una vida vivida en plenitud por el hombre más humano q ue he conocido.
Cuando descendía las escaleras, me parecía escuchar como un eco interior las palabras que alguna vez le había oído pronunciar refiriéndose a sí mismo:
"Soy un viajero que pasea por el mundo su ilusión de libertad y jerarquía"...
"Es joven de espíritu quien se siente capaz de crear..."
Leer también conferencia del Dr.Gregorio Marañon en Montevideo: Soledad y Libertad
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/04/soledad-y-libertad.html
LO QUE SE DIJO Y ESCRIBIÓ SOBRE EL GRAN SABIO ESPAÑOL, GREGORIO MARAÑON:
RAMÓN PEREZ DE AYALA: En el curso de mi larga vida conocí personas buenísimas Mejor que el ninguno. He tratado con hombres inteligentísimos, mas inteligentes que el ninguno. La eminencia a que desde el primer vuelo se eleva Marañon se debió a la grandeza en grado eminente de las dos alas del espíritu : bondad e inteligencia. La una, articulada en el corazón; la otra, extendida desde el cerebro. Además un trabajo incesante. Sus arreos fueron todos los medios de hacer el bien o descubrir la verdad, su descanso el trabajar.
Azorin: Comprendía el mar y comprendía la montaña. Estaba en su centro, junto al Tajo, y lo estaba junto al Sena; Cuadrábale el severo paisaje del cigarral y le cuadraba la selva inextricable de América. Le querían los bien hallados y le querían los menesterosos
Federico García Lorca: Querido Marañon. Le ruego atienda en consulta del Hospital a... padre de mi querido amigo Martin... Salude cariñosamente a su familia y usted sabe que le quiere y admira profundamente.
Juan Ramón Jiménez: "Gregorio Marañón: Hombre-pino":
Llega uno a él como a esos parajes gratos donde es bueno reposar. Desde él se ve el mar y el día azul está sobre nosotros, fijo, seguro de que no nos va a dejar.
¿Es un pino —hombre— el que nos habla, arraigado firmemente, con nidos en su copa? Ahora, de pronto —tal es su realidad—, no sabemos si la imagen es real o pintada por un gran pintor exaltador de lo real, realidad doble.
Asepsia y poesía se han hecho aquí suelo firme y hermosura de vivir —ma ravilloso encerramiento de ambas en una jaula de libertad—. Es como si las dos —anverso y reverso de una medalla de oro— se diesen a gusto, generosamente, en salud y paz.
Entonces, después de haber bebido un sorbo de agua clara y fresca en el manantial que está en el pino, con la seguridad de que está allí Minerva, seguimos el camino, una flor en la mano, una flor suya, cantando jubilosos que, a ve ces, la naturaleza se complace en acusar lo natural de toda en ella en un tipo o muestra.
Tipo, muestra, ejemplo de lo natural mejor, de lo completo suficiente, este Gregorio Marañón hombre-pino.
Severo Ochoa: De Don Gregorio dos cualidades que se reflejaban visiblemente en su fisonomía me han impresionado siempre profundamente: la inteligencia y la bondad. Estoy viendo aquel hombre cordial, bondadoso, y acogedor, y admiro profundamente en él una cualidad que no he conocido mas que en otra persona, Xabier Zubiri, de hablar o discutir son sus amigos o interlocutores, no de arriba abajo, como lo hace la mayoría de los maestros grandes o pequeños, sino de abajo a arriba o dando cuando menos la impresión de que lo hacían así. Una rara y para mi sublime cualidad humana en ese tipo de superhombres. Creo discernir en escritos sobre Albert Einstein que dicha cualidad adornaba también a aquel coloso del intelecto humano.
Carlos Jiménez-Díaz: Ha sido Marañón, al lado de un hombre de ciencia, un espíritu del Renacimiento. Inquieto, apasionado, de sentimientos nobles y elevados, han promovido durante cincuenta años, en la vida española, interés sus opiniones médicas, ar tísticas, críticas y literarias; y en todos los campos de su actividad ha sabido abrir horizontes (...). Amó y entendió a España como pocos, y contribuyó a hacerla amar y comprender con el esfuerzo tenaz de esa vida que acaba de extinguirse.
Dámaso Alonso: Me preguntó qué poderosa organización de su talento le permitía atender a la bibliografía médica, contribuir a la literatura científica médica, velar por su «servicio» del hospital, ver a sus enfermos particulares, hacer sus investiga ciones históricas, organizar y redactar obras monumentales que habrían consumido una vida (Antonio Pérez, El Conde-Duque, El Greco y Toledo, etcétera), multiplicar sus ensayos literarios y médico-literarios, asistir a las Academias (ante todo, a los jueves de la Española, a los que nunca faltaba), Y colaborar allí en los trabajos, escribir discursos, contestar a recepciones públicas, redactar prólogos innumerables para libros de escritores, ya famosos, ya desconocidos (pues todo el mundo quería su espaldarazo), cumplir con infinitos deberes sociales, pues su bondad y su cortesía nunca rehuyó el hacerlo, contestar a cualquier libro, folleto o mínima carta que le enviábamos...»
WEB FUNDACION GREGORIO MARAÑON:
http://www.fund-gregorio-maranon.com/
7/2/09
Etica y humanismo en la Universidad - Dr.Valentín Fuster

Creo fervientemente que son las nuevas entidades jóvenes y las nuevas generaciones con tal doble perspectiva técnico-profesional y ética-humanitaria las que más pueden influenciar y contribuir para un mundo mejor y más justo.
Trataré de ser preciso:
Primero: intentare definir brevemente lo que hoy se entiende como misión institucional de progreso y de éxito futuro (en el mundo agitado que vivimos)
Segundo: con más detalle, ofreceré a ustedes estudiantes, cinco consejos de cómo perseguir con éxito, la doble misión personal técnica-profesional y ética-humanitaria, en base a las opciones, oportunidades y responsabilidades que el mundo de hoy les depara.
En un mundo tecnificado, pero caracterizado por una gran inestabilidad socio-cultural, económica y política, una Universidad que potencia la misión que decíamos, de formar excelentes y prácticos técnicos profesionales, debe al mismo tiempo potenciar más y más el desarrollo de individuos con valores éticos-humanísticos y de responsabilidad, y por tanto líderes para un mundo mejor y globalmente más justo.
Creo que las dos vertientes técnica-profesional y ética-humanitaria, son el sello educativo fundamental de progreso y de futuro.
En un sentido más global, tal concepto de progreso y de futuro creo que se ajusta plenamente a la definición que se dio en los Foros o convenciones sobre el futuro mundial celebrados en Porto Alegre (Brasil) en el 2001. En sus definiciones, el progreso se entendía como la orientación de los grandes avances técnicos hacia los intereses sociales colectivos, por ejemplo, los sistemas médicos y de sanidad, la educación, la justicia e incluso la política. Ello supondría intentar poner al día o cambiar las instituciones, algunas anticuadas o caducas, para conseguir un mundo de mayor bienestar. Por lo tanto la misión del progreso sería social y colectiva, lo cual no excluye otra dinámica distinta social y colectiva promulgada casi simultáneamente en las Naciones Unidas, en el año 2000, y ratificada en la Asamblea Mundial en Nueva York hace escasamente dos semanas, y definida como Declaración del Milenio. En esta declaración la orientación de la tecnología está particularmente enfocada hacia una integración o globalización económica a escala mundial, la cual, como ejemplo, se considera instrumento esencial para haber conseguido hacia el año 2015, una reducción del presente estado de pobreza mundial a más de la mitad. Pero esta integración o globalización técnico - económica se ha cuestionado porque se cree motivada e instrumentada solamente por las economías dominantes.
Por ello creemos crítico o fundamental que, sea una u otra la orientación de la tecnología, bien como instrumento de progreso de bienestar social de la comunidad o bien como instrumento económico de bienestar global a nivel mundial, las nuevas generaciones requieran una doble misión, científica-técnica y al mismo tiempo humanística o éticamente responsable. Creo que ello es, hoy en día, el reto más importante para toda Universidad, sobre todo joven y técnico-progresista, el educar y preparar a los estudiantes para ser instrumentos ejecutivos prácticos de tal loable y deseada doble misión.
Ello nos lleva a desglosar el segundo aspecto. Partiendo de esta doble misión de progreso que hemos definido para la Universidad, el reto está también en el desarrollo de tal misión en nosotros mismos, a un nivel más personal e individual. Ustedes, estudiantes, algunos recientemente graduados y doctorados, independientemente de su base económica, social, cultural y religiosa, e independientemente de su profesión técnica, en un momento u otro estarán en contacto con las zonas más profundas del alma humana individual o colectiva, las zonas del sufrimiento, algunas veces del desespero, las zonas de la injusticia; zonas que sin ser médicos pueden transformar en luz, esperanza y optimismo basados en su formación técnica-profesional y ética-humanizante. Bajo este contexto más personal o individual, me gustaría hacerles participes de algunas de mis experiencias vividas durante los últimos treinta años, ocupando varias posiciones académicas y docentes, así como las vividas como médico clínico, investigador, y previamente como estudiante tal como ustedes. Con ello, trataré de desarrollar como una receta de cinco principios fundamentales que tal vez pudieran servirles para alcanzar su éxito personal. Y me refiero a un éxito basado menos en la posición especifica profesional que logren en la sociedad que en la percepción o la sensación de una “plenitud personal” o, como decimos en ingles, “personal fulfillment,” o lo que se ha definido como un estado de “paz interior”.
En realidad, hace veintitrés siglos, Aristóteles ya decía que “el fin de todas las acciones del hombre es hacer el bien de cara a los demás y que el fin supremo del hombre es la plenitud o felicidad” En el contexto de la celebración de hoy, desglosemos lo que pudiéramos definir como aquellos cinco principios u obligaciones personales o individuales a perseguir como estudiantes y graduados y luego como graduados:
Primer Principio. La “plenitud” personal, u objetivos personales, a menudo toman mucho tiempo para desarrollarse o alcanzarse, frecuentemente marcado por periodos de frustración. Se aconseja afrontar el futuro con una actitud de aprendizaje constante y casi vitalicio, sobre todo, con una norma de tenacidad y persistencia.
Como ejemplo personal, yo recuerdo que en 1972, tras completar mi formación como médico en la Universidad de Barcelona y como especialista en enfermedades cardiovasculares en la Universidad de Edinburgh, me propuse como objetivo exponerme a la medicina tal como se practicaba en los Estados Unidos. Para lograr este objetivo tuve que empezar de nuevo como interno en el servicio de urgencias de la Clínica Mayo, en Minnesota, y me gradué por segunda vez como Cardiólogo especialista tres años más tarde. Durante este tiempo, pasé periodos de frustración como consecuencia de las repeticiones. Pero tal experiencia fue finalmente muy positiva, pues me dio la oportunidad de introducirme y familiarizarme en el sistema académico del país y satisfacer así mi pasión por la medicina cardiovascular e investigación en los Estados Unidos. Debemos dar tiempo al tiempo, ya que el desarrollo lento pero tenaz conlleva madurez. Además, y en general, los primeros puestos de trabajo son generalmente experiencias difíciles.
Uno de los grandes maestros de la prosa del siglo XX, Josep Pla, es testimonio de tales comienzos. En su autobiografía “el cuaderno gris” escribía “comencé en Barcelona con pequeñas tareas periodísticas muy poco retribuidas. No solamente no sirvo para nada preciso sino que padezco todas las penas del mundo cuando tengo que escribir unas de estas cosas absurdas llamadas gacetillas”. Comienzos difíciles son habituales para todos, pero de nuevo, el tiempo cuando se aprovecha bien y con tesón, y la paciencia son aliada incondicionales de madurez personal y profesional.
Segundo Principio: Cada uno de nosotros ha nacido con ciertas cualidades o talentos; no obstante, muchas veces empleamos demasiada energía persiguiendo ambiciones por las que no tenemos el talento o carácter apropiados. Descubran sus propios talentos, aquello para lo que sirven y les gusta o entusiasma y, una vez descubiertos, persíganlos con alegría. Hagan esto independientemente de las presiones externas que se ejercen sobre ustedes y que les pueden llevar por derroteros lejanos a sus propias cualidades y carácter. El joven pintor Joan Miró, nacido en Barcelona en 1893, ya a los catorce años expresó su deseo de matricularse en la escuela de Bellas Artes. Su padre le inculcaba la necesidad de estudiar comercio, ya que veía la parte artística con recelo, poco lucrativa y excesivamente insegura. Eventualmente, la vocación artística de Miró se sobrepuso al ambiente de la pequeña burguesía de su entorno, y su práctica artística estuvo marcada por una inclinación a la lucha y ruptura de moldes a favor de la libertad y sobre todo a la plenitud personal de aquel que desarrolla su talento o vocación.Por otra parte, les daré un ejemplo de lo que puede ocurrir cuando se escoge el camino contrario al que uno pertenece, como pasa tan a menudo, cuando la ambición pasa por encima o se entremezcla con el verdadero talento personal. Hace unos dos años me vino a ver para pedir consejo un médico cardiólogo joven que se graduó de nuestro programa en el año 2001. Era un chico inteligente que en el año 2000 le aconsejamos que se dirigiera hacia una práctica medico-cardiológico general y no hacia una práctica intervencionalista-cardiológica muy cercana a lo que es cirugía cardiaca, económicamente lucrativa, pero para la cual él era mediocre. No compartió nuestro consejo original y durante la conversación reciente él fue muy crítico del sistema intervencionalista por el que trabajó dos años; en otras palabras, atribuyó su frustración al ambiente del personal que le rodeaba. La realidad es que había seguido una ambición por la que no servía ni en talento ni en carácter. Así pues, más que criticar al sistema que le rodeaba, le aconseje que se mirara críticamente a sí mismo. Por fortuna, hoy es muy feliz y personalmente se siente “lleno” en una práctica medico-cardiológica general aunque mucho menos remunerativa que su práctica anterior. De nuevo, el mensaje es descubrir o escoger el campo profesional que es más cercano al talento y carácter propios y no meramente seguir el camino de la ambición; en otras palabras, dejar que el talento defina la ambición y no lo contrario y, por cada opción escogida, eventualmente se presentaran nuevas opciones. La cuestión es como descubrir las cualidades y talentos de uno mismo. Esto nos lleva a definir el tercer principio.
Tercer Principio. Buscar un tutor, un mentor. Cada uno de nosotros lo necesita ya que nunca estamos lo suficientemente preparados para juzgar aisladamente por nosotros mismos como tomar decisiones importantes. Este tutor, sin embargo, es particularmente esencial a niveles de pregraduado y postgraduado, tal como es su caso, ya que las decisiones a sus edades son más cruciales que más tarde.
Pues bien, en 1968, poco después de haber obtenido el grado de Doctor en medicina, reconocí que pertenecía a la profesión adecuada, pero no sabia cual debería ser mi siguiente paso. ¿Cuales eran mis cualidades o talentos? Había una presión substancial en casa para que siguiera en la especialidad de Psiquiatría ya que mi padre era psiquiatra y lo mismo mi hermano mayor en UCLA, California. Tuve mucha suerte el que en aquella época había logrado tener el tutor ideal; él era considerado médicamente uno de los mejores clínicos del país y bien conocido por ser el autor del texto de medicina standard en lengua española; su nombre era Dr. Farreras Valentí. Yo le conocí porque coincidimos en un mutuo interés por el deporte y, de alguna manera, quiso ayudarme para forjar mi futuro profesional médico.
Dos necesidades absolutas de todo tutor es que él o ella este genuinamente interesado en usted y en su carrera y, además, sea participe profesionalmente y humanamente del mundo contemporáneo actual. Desgraciadamente, mientras yo debatía si debía o no seguir la especialidad de Psiquiatría, mi mentor tuvo un ataque cardiaco a la edad de 45 años. Pocas semanas mas tarde de esta terrible crisis, le recuerdo diciéndome algo parecido a esto: “mi mayor preocupación como médico general clínico es que mi conocimiento de las complejidades de la enfermedad cardiaca, creo que no es lo suficientemente bueno. Creo que tendrías que ser cardiólogo ya que te gusta la fisiología y la hemodinámica, mientras que las bases de la Psiquiatría son todavía intangibles”. Naturalmente, me estoy refiriendo al año 1968. La Psiquiatría es hoy en día mucho mejor entendida, a nivel fisiológico y molecular. Pues bien, me decidí seguir su consejo y eventualmente me gradué como especialista en corazón, especialidad que me apasiona. Es verdad que mi tutor se encontraba bajo la sombra de su propia enfermedad y por lo cual percibía el mejor conocimiento de la Cardiología como una prioridad personal. Pero tuve plena confianza en su consejo porque él poseía lo que decíamos son las dos necesidades fundamentales que hacen a un gran tutor: primero, me conocía bien y estaba genuinamente interesado en mí y en mi futura carrera profesional; y segundo, él era un brillante académico contemporáneo que conocía bien el momento de la medicina y de las diversas especialidades. Tristemente, el Dr. Farreras Valentí murió 10 años mas tarde, y hoy yo reconozco que él fue el cálido y apasionado tutor clave que me guió a enderezar mi futuro profesional clínico.Tengo la certeza, de que mentores con las dos características que yo he descrito están presentes en su Universidad. Pero también podrán descubrirlos en otras comunidades o instituciones, ya que con las posibilidades logísticas de comunicación que hoy disponemos, se han disuelto la mayoría de las barreras que impiden el acceso a tales tutores o consejeros más virtuales.
Debo constatar que, contrario a lo que a menudo se dice, creo que el problema de hoy no es la falta de tutores; el problema, en mi experiencia, es que la gente joven parece que no ven necesario tal ayuda o consejo ya que están expuestos a multitud de opciones u oportunidades. La realidad es lo contrario. En un mundo tan dinámico como el presente, con tantas opciones u oportunidades, aunque no necesariamente fáciles, todos, yo incluido, necesitamos el consejo periódico del tutor o tutores, para así poder enfocar o renovar periódicamente nuestros talentos y prioridades.
Cuarto Principio. Crítico y fundamental como es el que acepten el tiempo necesario para madurar en su formación y con los consiguientes periodos de frustración, como es el que descubran sus propias cualidades o talentos, y como es el que encuentren un tutor o tutores, en sus comienzos necesitaran, por encima de todo, tabular, priorizar o limitar su campo de acción y enfocarse, enfocarse, enfocarse y enfocarse en algo muy concreto. Tal actitud de profundidad y enfoque concreto es crítico, como decíamos, sobre todo en los estadios iniciales de sus carreras, ya que les proporcionara confianza.
Como ejemplo personal, acababa yo de decidir dedicarme a la especialidad de la Cardiología, y comenzaba a estudiar la patología del corazón, cuando otro gran mentor, el Honorable Profesor de Patología de la Universidad de Liverpool me mostró un corte histológico obtenido de un paciente que acababa de fallecer por un ataque cardiaco o infarto de miocardio. Miré al microscopio óptico y observé un tejido amorfo, homogéneo y sin ninguna particularidad estructural. El Profesor Sheehan entonces me comentó algo así como “si usted no ve nada bajo el microscopio óptico, pida al técnico que le prepare el mismo tejido para que lo valore con tecnología estructural más moderna o microscopio electrónico”. Pues bien, dos días más tarde pude responder al Profesor Sheehan que el tejido llenaba una arteria y contenía lo que me pareció ser un coágulo de sangre compuesto de células muy amontonadas unas con otras y que asumí eran plaquetas. Pensé, por tanto, que aquel coágulo de sangre ocluyendo una arteria coronaria había causado la muerte del paciente. El Profesor, con una gran sonrisa, me dijo “puede usted estar acertado pero tal vez el coágulo oclusivo que usted ve en el microscopio es simplemente un artefacto después de la muerte del paciente ya que entonces la sangre no circula y tiende a coagular” Y prosiguió, “¿por qué no lo investiga en los próximos años y hace su tesis acerca de su hipótesis?”. Aquella diapositiva histológica concreta fue el punto de partida de mi carrera en el campo de la investigación. Pensé con detenimiento que aquellas células pequeñísimas, agregadas unas con otras, denominadas plaquetas eran la posible causa del infarto de miocardio, no solamente de aquel paciente pero también del infarto que llevo al fallecimiento de mi previo tutor clínico el Doctor Farreras Valentí y de tantos otros enfermos. Durante tres años enfoque casi exclusivamente mi atención a este pequeño elemento celular o plaqueta. Recuerdo el trabajar muy enfocado, casi obsesivamente, en el laboratorio experimental de la Universidad de Edinburgh donde termine la tesis y obtuve el doctorado. Tal enfoque intelectual, concretizado en una sola célula del organismo humano, ciertamente fue el punto de partida educacional de una carrera de investigación eventualmente amplia, variada y muy estimulante. De interés, aunque no sea parte de mi mensaje sobre la necesidad del “enfoque”, hoy, 30 años más tarde, es abiertamente conocido que el coágulo de plaquetas ocluyendo una arteria es en verdad, una causa importante no sólo del infarto de miocardio, también de un gran número de accidentes cerebrales. Hoy es también ampliamente conocido que la aspirina puede prevenir la aglutinación de estas plaquetas y así reducir muy apreciablemente el número de tales accidentes cardiacos y cerebrales.
Quinto Principio: Una vez que se prosigue con paciencia, aceptando el tiempo necesario para la maduración personal, una vez que se descubre el talento o talentos personales y se persiguen con vigor, una vez que se tiene la fortuna de disponer de tutor o tutores, y una vez que se decide tabular o limitar las ambiciones a un enfoque muy concreto, al menos al comienzo de una carrera, estos cuatro principios contribuyen a una parte de aquella “plenitud” personal a que aludíamos al comienzo. Sin embargo, el quinto y último principio, tal vez el más importante, es el de alcanzar la máxima o total plenitud o felicidad tal como propugnó Aristóteles; esto es, el de poder transmitir el máximo bien a aquellos que nos rodean. Me atrevería a decir que tal generosidad es y será siempre la base de la felicidad. El arquitecto universal Antonio Gaudí es un modelo fiel de este quinto principio de transmisión o proyección personal, en su caso de proyección religiosa. Él fue un hombre profundamente religioso que basó su propia existencia en el trabajo como un sacrificio lleno de devoción, de ejemplo y de proyección personal. Con su poderosa imaginación y una ingenuidad muchas veces casi infantil, con una tenacidad sin fin y con un gran espíritu franciscano pleno de espiritualidad, construyó solamente una veintena de edificios que exaltan belleza y atraen a todos, grandes y pequeños, los cuales ven la obra de Gaudí con unos ojos llenos de inocencia y de proyección hacia ellos. Se ha dicho que la arquitectura del maestro entra por los ojos y va directamente al alma, no necesita explicaciones de los críticos ni estudios históricos.Es curioso, pero mi experiencia como médico y como investigador biomédico trabajando en muchos y diversos entornos me ha enseñado la gran semejanza caracterológica entre los humanos, independientemente de su situación económica, social, racial o religiosa. Pero también me ha enseñado que cada uno de nosotros podemos y tenemos mucho a ofrecer y transmitir, que cada uno de nosotros tenemos algo de Gaudí. Creo que es este aspecto positivo, humanístico-ético y transmisible de la individualidad humana lo que se debe descubrir y promocionar desde el nacimiento hasta la vejez y pasando por la Universidad. Así pues, desearía creer más globalmente, que es potencialmente posible, que cristianos, judíos, musulmanes y gentes de otras religiones, y que las tres grandes civilizaciones del Este, Islámica y del Oeste, puedan unirse bajo un principio moral común. Éste seria el de preservar, respetar y no destruir la vida humana; considerar la vida y la existencia humana como el valor más racional, sagrado e indestructible, ello independientemente de todo contenido ideológico.
Al concluir, mencionaré que hace unos meses, alguien me dijo que la lección magistral de graduación a final de curso, tiende a ser olvidada al cabo de unos diez minutos de terminarse, pero intento animarme cuando me comentó que la lección magistral de la ceremonia de apertura tiende a ser recordada casi palabra por palabra. Por último quiero reiterarles las cinco”T's” de las cuales hemos hablado:
1) Tiempo para madurar;
2) Talento a descubrir;
3) Tutor para aconsejar;
4) Tabular y enfocar;
5)Transmitir ética, humanismo y responsabilidad.
Creo que la misión y reto de todo Universidad es el intentar complementar tal doble perspectiva técnica-profesional y ética-humanitaria, y creo fervientemente que ello es clave para cada uno de ustedes, para el progreso y para el futuro.