Pensar en MedicinaDr. Alberto Agrest Introducción
Pensar sobre el pensar
Pienso en el pensar como un juego de la conciencia, un juego de preguntarse y contestarse, preguntarse comos y porqués.
La intención pareciera ser excluir el azar y también excluir el caprichoso "porque sí".
En este juego se trata de: dado un efecto descubrir una causa (reconstrucción histórica de hechos consumados) y si la causa está presente predecir un efecto (creación probabilística).
Una acrobacia de la mente, pasar del pasado al futuro.
En medicina se trata de pasar del tiempo del diagnóstico al tiempo del pronóstico y de ahí a la decisión y a la acción.
Parecen ser actividades de la conciencia: el percibir, el recordar, el imaginar y el relacionar Para mí relacionar con palabras es pensar (equivalente de razonar). Como todo juego esto tiene reglas y resultados.
Tengo la impresión que también se puede relacionar sin palabras y esto me parece que se da en el mundo emocional. Relacionar sin palabras no es razonar.
Pensar sin y sentir simultáneamente, quizás podrían hacerlo psicópatas y seguramente los robots si se excluye a Sonny, el sensible Yo, Robot de la película basada en el libro de igual título de Isaac Asimov, para el resto de nosotros es inevitable sentir cuando se piensa.
Las reglas del pensar son las de la lógica de la inferencia: la deducción, la inducción y la abducción o retroducción y las de la gramática con sus sujetos y predicados. Los resultados son las conclusiones y las conclusiones pueden ser falsas o verdaderas, aceptables o inaceptables.
Pensar parece ser, simplemente, dialogar consigo mismo.
Se puede pensar bien o mal, creativamente o para activar la memoria, se puede pensar desde algo consciente o desde la nada, una nada que algunos suponen que está en el subconsciente o en el inconsciente. Se piensa pues para crear o recrear.
Son elementos básicos del pensar las percepciones de la observación, la memoria del conocimiento y la imaginación, pensar es relacionar las 3 cosas.
Quizás se pueda pensar sólo con imágenes, sin palabras, como transitar un atajo en lugar del camino del razonar con palabras, quizás sea esto reconocer modelos y esto subyace lo que llamamos intuición.
Los resultados del pensar, las conclusiones, pueden ser aceptables o inaceptables para el pensador y esto se llama reflexión que es pensar sobre las conclusiones del pensar y buscar las fallas del proceso.
Las conclusiones pueden ser verdaderas o falsas. La verdad que está en la lógica se supone eterna, la verdad que está en las cosas a las que se accede por la imaginación y la investigación, esta verdad, es siempre provisoria.
El pensar, sin embargo, no es un proceso lineal y continuo. Interrumpen esta linearidad, como interferencias, los olvidos el agotamiento y las distracciones. Para pensar analíticamente hay que estar alerta a ello. Quizás para pensar creativamente hay que permitirse la irrupción del desorden en el pensar. Es del caos que parece surgir la oportunidad de la creación. Hay por cierto también un peligroso hacer sin pensar.
¿Qué ocurre con el pensar en medicina? ¿Cómo se piensa en medicina?
En medicina pensar es interpretar lo que se oye del relato de los pacientes, tanto el relato espontáneo, como el de las respuestas a preguntas, es interpretar lo que se observa desde el comienzo de la entrevista, lo que se palpa, lo que se percute y lo que se ausculta.
El relato es el directo del paciente o de quien asuma su representación, parientes, colegas y personal auxiliar.
Interpretar es relacionar lo que se observa con lo que se sabe, es poner en juego una inteligencia naturalista que reconoce categorías e incluye dentro de una categoría el producto de su interpretación.
Interpretar es, a su vez, hallar la metáfora adecuada, una expresión de significado no literal pero capaz de movilizar la imaginación y mejorar así la interpretación para ser docente consigo mismo o con el otro, el otro es cualquier otro: el paciente o su “subrrogante”, el colega o quien corresponda.
Hallar e interpretar (decodificar) es una tarea de arqueólogos, esta etapa del pensar médico podría llamarse arqueológica.
¿Cuántas propiedades faltan para completar la categoría y cuántos elementos sobran para la categoría elegida?;
¿cuánto apartamiento es aceptable para conservar una categorización que siempre será hipotética?; Comienza así un algoritmo, los caminos del pensar plantean alternativas y elecciones, este es un pensar filosófico, ¿es así el pensar médico?, ¿es tan metódico y sistemático?, diría que no.
Es difícil tener la información completa para que la elección sea tan racional en un lapso tan limitado como es el de una consulta médica, aunque ese tiempo puede extenderse postergando la conclusión.
En el pensar del médico influyen sus conocimientos, sus experiencias más recientes con aciertos o errores, su valoración de las consecuencias del error en la elección de una u otra alternativa, la premura para activar la respuesta a una elección, la auto evaluación y el grado de confianza en las propias capacidades en una u otra elección.
Se trata de un pensar práctico, esto es la fronesis aristotélica (algo así como la prudencia)Sus conocimientos son por un lado su ciencia y por otro lado su experiencia, esta última reúne cuentos con moraleja que generan reglas, máximas y aforismos, con la débil pero movilizadora pretensión de ir de lo particular a lo general.
Tan movilizadora como peligrosamente alejada de la realidad.
En el pensar médico existe una manipulación cerebral de una información asequible como tal o ya transformada en conceptos dirigida a resolver problemas, razonar y tomar decisiones.
El pensar puede ser un proceso destinado a reconocer una verdad sometiendo los conceptos al análisis lógico y a informaciones demostradas.
Intervienen en el análisis lógico la deducción, la inducción, la abducción y las reducciones al absurdo y son informaciones demostradas las que surgen de la lógica y de evidencias experimentales. Esta es una etapa de inferencias, del pensar médico similar al pensar de un detective, la llamaría etapa detectivesca . Arqueólogo y detective el médico se convierte en una mezcla de Champollion y Sherlock Holmes.
El problema del pensar médico es que puede destinarse a persuadir más que a informar y utilizar para ello silogismos incompletos. Son entimemas esos argumentos retóricos para persuadir mientras que los silogismos son los utilizados para demostrar, el pensar médico entra así en el terreno de la ética.
En la relación médico-paciente hay mucho de intención de persuadir para reducir temores y ansiedad, para conseguir adherencia al tratamiento o a procedimientos diagnósticos y para fortalecer el grado de dependencia médica del paciente. Para esto el médico adopta una imagen real o simulada de confianza en sus conclusiones. El problema de la confianza real puede representar una intolerancia a la incertidumbre con el riesgo de no tomar conciencia de la probabilidad de error. Es la convicción lo que socava la tolerancia a la incertidumbre y hay que reconocer que esa convicción es más veces producto de la ignorancia que del conocimiento.
Acceda al texto completo del Dr. Alberto Agrest en formato pdf haciendo click aquí
FRÓNESIS ARISTOTÉLICA: Frónesis
De Wikipedia, la enciclopedia libre: Frónesis (del griego: Φρόνησις phronesis), en la Ética a Nicómaco, de Aristóteles, es la virtud del pensamiento moral, normalmente traducida como 'sabiduría práctica', a veces también como 'prudencia' (en cierto sentido se contrapone a la hybris o desmesura).
A diferencia de la sofía, la frónesis es la habilidad para pensar cómo y por qué debemos actuar para cambiar las cosas, especialmente para cambiar nuestras vidas a mejor.
Prudencia viene del latín prudentia, y esta del griego phronesis. Su definición era 'conciencia', o sea comprender la diferencia entre el bien y el mal. La palabra phronesis viene de phroneo, que significa 'comprender'. (Véase también providentia, 'ver antes, anticiparse'). |
23/4/13
Como piensan los médicos: Entre Sherlock Holmes y el Dr.House - Dr.Alberto Agrest - INTRAMED
24/7/10
Pasar de la enfermedad a la salud, será el futuro de la Medicina - Dr.Valentín Fuster

El Dr.Valentín Fuster dirige dos centros cardiológicos de primer nivel mundial: el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en España y el Instituto Cardiovascular del Centro Médico Monte Sinai en Nueva York. Su intensa actividad en investigación, docencia, conferencias, viajes y libros nos sugiere rápidamente que estamos frente a una persona de características excepcionales. Luego del éxito de sus tres primeros libros de divulgación general: "La ciencia de la salud", «La ciencia y la vida» (http://www.librosnavlan.es/product_info.php?products_id=3314;
y Corazón y mente, está escribiendo un nuevo libro sobre salud y nutrición junto a Ferran Adrià. Luego de su último curso impartido en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander hace exactamente un mes ha manifestado el incentivo que le significa ver a los jóvenes tan entusiasmados por las ciencias y la investigación. Elena Hidalgo desde Santander ha publicado en el Diario El País de España una nueva entrevista a Valentín Fuster (21/7/2010).
Elena Hidalgo: ¿Qué destaca de los últimos hallazgos en imagen cardiovascular?
Valentín Fuster: En los dos últimos años se ha trabajado en lo que se llama imagen de tipo molecular. Miramos procesos muy específicos del corazón en humanos con tecnologías en donde visualizamos directamente cosas que antes no era posible. Me refiero a la enfermedad de las arterias y del músculo del corazón. Creo que la genética y las tecnologías de la imagen serán los puntos clave de la cardiología en los próximos años.
P. ¿Cuáles son las líneas de investigación más prometedoras en las que trabaja el CNIC?
R. Estudios que vamos a hacer utilizando tecnología de imagen, para poder identificar a individuos que tienen la enfermedad y no lo saben. También hay proyectos basados en el estudio de los distintos mecanismos moleculares en la vida fetal, que nos ayudarán a entender y manejar a los adultos; aquí entra la regeneración cardiaca. Pero la prevención es fundamental, por eso se necesita la imagen, para identificar riesgos y entender procesos cardiacos desconocidos hasta ahora porque no teníamos estas técnicas.
P. ¿En qué fase del desarrollo de la prevención estamos?
R. Es la pregunta que se nos hizo en EE UU y que trata de responder el documento Promoting cardiovascular health globally, que acaba de salir. Primero, no hay conocimiento de lo que está pasando con la enfermedad cardiovascular, no solo es una epidemia en todo el mundo, sino que es carísimo tratarla; segundo, existe un sentido de que no hay responsabilidad a ningún nivel para que esto sea una prioridad y, por último, no hay incentivo para la gente joven, que es el futuro.
P. ¿Cómo y cuándo llegarán esos resultados de prevención cardiovascular a la calle?
R. Muy pronto, porque los Gobiernos ya se están dando cuenta de que el gasto es insostenible. El documento Promoting cardiovascular health globally explica que el cambio debe hacerse a distintos niveles. Hay que mejorar la comunicación entre grupos que trabajan en salud, Gobiernos, industria alimentaria, etc. Además, la enfermedad crónica debe ser una prioridad, hasta ahora solo lo era la aguda o la infecciosa.
P. Hace años que habla de la epidemia cardiovascular. ¿Ha ido a peor? ¿Cuál es el coste económico?
R. Se prevé que va a aumentar porque la esperanza de vida crece y la población aumenta. En 2006 el tratamiento de la enfermedad cardiovascular costó 368 billones de dólares en EE UU, tres veces lo que se gastó diez años antes.
P. ¿Cómo va la investigación con células madre?
R. Creo que la regeneración celular va a avanzar en combinación con la genética. El problema de la regeneración es que las células que se inyectan no tienen permanencia, pero si se transforman genéticamente, tal vez funcionen permanentemente. Por otro lado, la genética puede modificar un corazón que no funciona, dando fuerza a ciertos mecanismos para que pueda contraerse.
P. ¿Qué novedades hay en la investigación de la polipíldora?
R. La polipíldora es una única píldora pensada para sustituir a las tres diarias que deben tomar los enfermos que han tenido un infarto de miocardio. Ahora estamos haciendo un estudio en EE UU sobre cuán efectiva es. Es posible que esté en la calle pronto.
P. ¿Qué momento atraviesa la investigación en España, con los recortes presupuestarios que ha sufrido?
R. El problema es cómo motivar al talento que hay en España. No es cuestión de un solo cerebro, se trata de incentivar al equipo para que haga un trabajo de alto nivel, y en el CNIC tenemos muchos programas en este sentido. Por otro lado, los jóvenes deben salir a investigar fuera, pero luego deben volver. Por ejemplo, en Singapur pierden el pasaporte si no regresan. Me parece una medida oportuna, siempre que cuando vuelvan tengan trabajo.
P. Entre los programas de formación del CNIC se plantean estancias en el Monte Sinai de Nueva York. ¿Qué acogida tienen por parte de los estudiantes?
R. Muy buena. Llevan dos años funcionando y ahora creo que hay ocho estudiantes allí. Aprenden otras maneras de trabajar y manejan las tecnologías más punteras.
P. ¿Qué persiguen los programas para niños de la Fundación She?
R. Enseñar que la salud es una prioridad. Promocionamos la educación física, la nutrición, la importancia de conocer la propia fisiología y de evitar el consumo de drogas. Tratamos de transmitirles que están aquí para contribuir a la sociedad. A la fundación la llamé She - las siglas de ciencia, salud y educación en inglés- porque a la mujer no se le ha dado toda la importancia que se debería en temas de salud cardiovascular; hay mucho que hacer en este terreno.
P. ¿Por ejemplo?
R. Es complejo. La mujer sufre más enfermedades cardiovasculares que el hombre. En cambio, el hecho de que se creyera que no era una prioridad, ya indica un fallo educacional y del sistema. A esto se suma que la mujer es más estoica que el hombre y que la enfermedad se presenta en ella de una manera menos clara. También es posible que mundialmente haya habido cierta discriminación.
P. ¿Y se están poniendo medios para remediar este atraso?
R. En She llevamos programas de estudio del infarto en mujeres jóvenes y vamos a crear nuevos programas relacionados con la salud cardiovascular de la mujer.
P. ¿Falta flexibilidad en España para compatibilizar la investigación en el campo de la cardiología y la atención real al paciente?
R. Sí, y es fundamental. Los investigadores clínicos han de respetar a los básicos y viceversa. En España solo hay un tipo de investigador, el básico. En EE UU, los equipos formados por básicos y clínicos son algo diario. Esta fusión es parte de lo que quiere conseguir el CNIC y ya empieza a verse, porque cuando yo llegué no había cultura en este sentido y ahora se ha creado.
P. ¿Qué papel juegan y cuál deberían jugar los fondos privados en la investigación?
R. El mecenazgo es fundamental. Creo mucho en la responsabilidad privada para contribuir tanto a la investigación como a los proyectos de tipo social. En nuestro caso, She es el elemento social -financiado con inversión privada- y el CNIC es el de investigación, donde la inversión privada también es importante: un 70% es pública y un 30% privada.
1) Porque no solo de fútbol vive el hombre - Dr. Valentín Fuster
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/06/la-competitividad-y-el-consumismo.html
2) La telemedicina anticipará a la enfermedad - Dr.Francisco
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/06/la-telemedicina-anticipara-la.html
3) Uno será tan joven como lo sea su endotelio vascular - Dr. Jorge de Paula
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/04/uno-es-tan-joven-como-lo-es-su_22.html
4) Los secretos de la vocación médica - Dr. Gregorio Marañón
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/04/secretos-de-vocacion-medica-un-gran.html
5) Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable Dr. Bruce Lipton
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2010/03/en-la-naturaleza-se-da-la-supervivencia.html
6) Si un médico no muestra compasión o aparece altivo, está perdido - Dr. Valentín Fuster
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/05/si-un-medico-no-muestra-compasion-o.html
13/4/10
Los secretos de la vocación médica: Dr.Gregorio Marañón

"En la vocación médica se entremezcla un gran amor al prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males, un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre".
Gregorio Marañón, (Madrid 19/5/1887 - Madrid 27/3/1960): Su vocación humanista, su medicina y su historia, sus ensayos sobre innumerables temas de la gran actualidad científica, literaria y social y su labor pedagógica, creadora de una gran escuela de médicos e investigadores, lo convirtieron en el único caso en la historia de España, en que una misma persona fuera miembro activo de 5 Reales Academias. La Real Academia Española, la de Medicina, la de Historia, la de ciencias y la de Bellas Artes.
En esta entrevista que reproducimos, el Dr. José Ma. Reverte Coma visita y entrevista al Dr. Gregorio Marañón:
UN EJEMPLO DEL BIEN HACER Y DEL BUEN SABER: JMR: Al llegar a su casa de Madrid en Paseo de la Castellana No.53, se apreciaba un ambiente acogedor. La bien ordenada Biblioteca estaba templada por una calefacción invisible que la hacía más agradable. A un lado, una gran mesa de trabajo, llena de papeles y de libros, dominaba la escena. Detrás, un balcón que daba a la plaza que hoy lleva el nombre del gran maestro de la Medicina que tenía ante mí. Todo mostraba la permanente actividad del hombre que había formado a tantas generaciones de médicos y escritores dentro y fuera de España, del hombre que había dedicado tantas horas de su vida a investigar los entresijos de la Historia y los rasgos de los más importantes personajes que intervinieron en ella.
JMR: "Mi primera pregunta Don Gregorio, si me lo permite, es: ¿Cuál es el secreto de su vocación?"
GM: "¡Mi vocación!"
En el tono de voz con que repitió aquellas dos palabras, comprendí que había un contenido de inmensos horizontes. Me miró profundamente.
GM: "¿Usted cree que tenemos una vocación?... No... Usted y yo y otros muchos, tenemos muchas vocaciones, a veces muy escondidas. Las circunstancias de la vida, de cada vida personal, nos empujan en una u otra dirección. Todo, hasta aquello tan aparentemente insignificante como el correr de mi pluma, tiene un sentido providencial.
JMR: "En Usted se ha visto claro que la vocación médica iba de la mano con la histórica".
- "Entre nosotros, creo que la Historia fue primero. La Biblioteca de mi padre era una fuente inagotable en la que bebía con abundancia. Me gustaba leer los clásicos y especialmente unas colecciones que tenía de "La Ilustración Española y Americana" y "El Mundo Universal". Aquellas revistas eran para mí como una selva encantada. Aquellas lecturas me apasionaban. Pero siempre creí que mi inclinación se dirigía hacia la Psicología y más tarde hacia la Neuropsiquiatría. Pero mi viaje a Alemania y especialmente cuando conocí a Ehrlich, me hizo comprender lo que era la vocación médica".
"En la vocación médica se entremezcla un gran amor al prójimo, con un deseo de curar o al menos de aliviar sus males, un afán de investigar, de correr en pos de la verdad y el deseo de enseñar lo que se ha aprendido sobre el conocimiento del hombre".
Siempre he tenido muy presente la obra de Cajal "Reglas y Consejos sobre la Investigación Científica". "Cuéntele todo eso a sus lectores jóvenes. Quizás algo les pueda ser útil. No hay ningún secreto en mi vocación como ve, excepto la pluralidad de caminos y formas en que esta vocación llegó a concretarse. Es preciso anotar que el que quiere estudiar, salvo raros casos de vocación muy temprana y muy definida, ha de elegir la profesión a una edad en que la vocación, que es en su fondo biológico, aptitud, no ha madurado todavía. Así, en plena nebulosidad de la adolescencia, ha de ser decidido nuestro futuro social sin aparente razón de peso. A veces será la tradición familiar, o por hacer lo mismo que hace un amigo o bien el mandato de un padre cuando la genuina vocación está aún dormida".
JMR: "¿Cuándo salió Usted al extranjero Don Gregorio?"
"Cuando terminé en España, fuí a Alemania, Francia e Inglaterra, donde aprendí con los mejores maestros. En aquellos días, la investigación de las secreciones internas había comenzado, y dadas las circunstancias, pensé que sería una nueva y espléndida especialidad en nuestro país, desconocida por entonces. Por otra parte, España no estaba todavía preparada para este tipo de investigaciones. En Alemania encontré lo mejores laboratorios. Es todo lo que necesitaba para decidirme. Trabajé intensamente y ya no lo dudé. Aquella sería mi especialidad".
JMR: "¿Cuánto tiempo estuvo Usted en el extranjero?"
"Cuatro años en Alemania, tres en Inglaterra y Francia. En todos estos países hice excelentes amistades".
JMR: "¿Y a su llegada a España?"
"Comencé a trabajar inmediatamente. Los pacientes empezaron a llegar después de instalarme. Mi suegro, el famoso periodista Miguel Moya, me dió la oportunidad de escribir artículos literarios en la Prensa y el público empezó a conocerme. Trabajaba cada día desde muy temprano (siempre fuí muy madrugador) hasta la noche. Con cinco horas de sueño he tenido siempre suficiente tiempo para el descanso".
JMR: "Su obra, que puede calificarse de impresionante, le habrá exigido muchas horas restadas al descanso".
"En todo momento he tenido dos grandes ayudas, la de Lolita, mi esposa, que ha sido la que ha mantenido mi archivo en orden y la de mi hermano José María, gran conocedor del Archivo de Simancas. Otra gran ayuda fue la paz que encontré en mi finca de Toledo "El Cigarral de Menores", donde he escrito la mayor parte de mis libros. En "El Cigarral" han transcurrido mis mejores horas, las más fecundas. Allí, en un hueco que hay debajo de la escalera, me ha gustado siempre refugiarme para leer o escribir (sonrió al decir esto). En la paz q ue allí se respira, mi alma siempre se ha serenado, todo mi ser se restauraba, comprendía el pasado y pensaba en el futuro. Por las tardes, siempre me ha gustado dar un paseo por Toledo, esa ciudad maravillosa por cuyas viejas y estrechas calles, llenas de escudos señoriales, siempre está uno esperando que aparezca un viejo caballero vestido a la antigua usanza con capa, espada, botas de espuelas y chambergo con una pluma".
HE SIDO MUY FELIZ ALLÍ EN TOLEDO, CON LOLITA, LA COMPAÑERA DE MI VIDA DE VIAJES Y DEL VIAJE DE MI VIDA: "He sido muy feliz, muy feliz allí, con Lolita, la compañera de mi vida de viajes y del viaje de mi vida como un día le escribí en una dedicatoria". Y al decir esto sus ojos despedían una luz que parecía iluminar la Biblioteca. "Sí, Lolita ha sido mi gran colaboradora", insistió Don Gregorio. "Si no se riegan las flores, mueren, se agostan. Es muy importante regar a la mujer que le acompaña a uno toda la vida y la mejor forma de hacerlo es darle participación en el propio trabajo".
"Sus mejores triunfos han sido sus libros, ¿no es cierto?".
"Mi mayor triunfo han sido mis hijos y luego, esos hijos espirituales que son los libros. Amo a mis libros como amo a mis hijos... "Biopatología de Antonio Pérez", "El Greco y Toledo", "Elogio y nostalgia de Toledo", "Ideas biológicas del P. Feijóo", "El Conde-Duque de Olivares", "Los Tres Vélez" y todos los demás. No sabría decidirme por ninguno en especial si tuviese que elegir".
"Perdóneme si le estoy quitando mucho de su tiempo. Pero, tengo aún un par de preguntas que me gustaría hacerle si me lo permite".
"Dígame".
"¿Podría saber la razón de que entrase en el camino de la política? ¿No tenía bastante con la Ciencia, la Literatura y la Historia?".
- "Es una larga historia. No soy sabio, ni filósofo, ni gracias a Dios político. Soy sólo un hombre de acción. Como sabe seguramente, fui un buen amigo del Rey Don Alfonso XIII, pero también fui uno de los que trajeron la República a España. Se me ha llamado cariñosamente "El partero de la República". Sería largo de contarle todo lo que me llevó a esto que es un aparente contrasentido, pero varios meses después de la proclamación, después del año 1931, con Alfonso XIII fuera de España, pude comprender y otros muchos conmigo, que habíamos cometido una gran equivocación. Vimos, demasiado tarde por desgracia, que aquello nos conducía a la guerra civil y fué entonces cuando oímos aquellas horribles expresiones de: "¡Abajo los traidores! ¡A muerte con ellos! ¡Que se vayan!". Y las muchedumbres, desatadas, empezaron a quemar iglesias, saqueándolo todo, asesinando indiscriminadamente sacerdotes, monjas y seglares. Durante la guerra civil viví en Francia con mi familia, en Inglaterra y en Argentina". "Los años que viví en París, durante la guerra, fueron fundamentales en mi vida. Trabajé mucho, libre de ataduras sociales. Viví, a la fuerza, modestísimamente, y tuve también tiempo, que antes no había tenido, para conocerme a mí mismo".
EL ESPAÑOL QUE VIVE EN AMERICA, INCORPORA PARA SIEMPRE A SU CORAZÓN LA NOSTALGIA DE AQUELLAS TIERRAS: "Y conocí América y puede creerme que el español que ha estado en América, incorpora para siempre a su corazón un elemento perdurable que es la nostalgia de aquellas tierras, la irremediable nostalgia de América que no nos abandonará jamás". Un velo de melancolía cubrió el rostro del maestro... Parecía estar profetizando sobre mi propia vida. Y muchos años más tarde, después de mis largas estancias y expediciones por diversos países de América y otras partes del mundo recordaría siempre aquellas palabras que reflejarían exactamente mi propia situación y mi propio estado de ánimo y como diría también Don Gregorio en repetidas ocasiones, llegaría a experimentar ese agridulce sentimiento que es "la nostalgia de la nostalgia", algo así como un no estar nunca plenamente a gusto ni aquí ni allá, por haberse dividido nuestro espíritu que vaga simultáneamente por lugares muy alejados uno de otro.
"En sus obras, Don Gregorio, se aprecia que es Usted un gran amante del Arte".
"Mucho, en efecto. Especialmente de la pintura. Si ha leído Usted mi obra sobre El Greco, observará que dediqué muchos días a estudiar sus pinturas. He dedicado otras muchas horas a estudiar a Goya, Velázquez, Murillo, Picasso... Vea esta bellísima talla de la Purísima, obra del propio Greco, la única talla conocida de él y que es un obra de arte que conservo con mucho cariño, o este cuadro en que posé para Zuloaga y que es una de las mejores obras de este gran pintor".
-"¿Y de los pintores de fuera de España, cuáles le gustan más?"
- "Me encantan Tiziano, Rafael, Miguel Angel, Rubens, Teniers, Van Dyck, Mannet, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y tantos otros cuyas obras he admirado en Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y aquí mismo en España. Pero le diré un secreto. Eche una mirada a ese cuadrito que está ahí medio escondido entre los libros de la Biblioteca... No tiene precio... Pues lo compré por 30 libras en Londres, en Portobelo. Si va Usted por Londres, no deje de dar una vuelta por aquel "Rastro" donde encuentra de todo. ¡Esta pintura es un Wilcox! Admiro enormemente el arte de Lucía Wilcox, extraordinaria mujer. La ceguera q ue le afectó durante los últimos años de su vida, hace que sus obras finales sean particularmente interesantes. Exposiciones de sus cuadros se han llevado a cabo por todas las galerías del mundo artístico. Su ceguera fué repentina, aunque no totalmente inesperada. Fue ocasionada por un tumor cercano al quiasma óptico. Después de quedar ciega, exclamaba que veía mejor que antes. La visión de su mente estaba libre de distorsiones estáticas. Su estilo cambió desde siluetas energéticas a amplios cañamazos en un estallido de fulgurantes colores. Estas visiones de su periodo de ceguera han sido imitadas posteriormente por muchos conocidos artistas".
REFLEXIÓN FINAL: Era demasiado abusar de mi maestro y su valioso tiempo. Decidí no molestarle más."Todo cuanto me ha dicho, Don Gregorio, es maravilloso. Le agradezco mucho su ayuda hacia un discípulo y periodista novel. Estoy seguro de que esta entrevista permitirá a muchos lectores conocer la faceta más humanística del Profesor Gregorio Marañón".
Nos levantamos. Su robusta figura parecía llenarlo todo. Un fuerte apretón de manos con su cálida sonrisa puso fin a nuestro encuentro. Me deseó mucha suerte, y me acompañó delicadamente hasta la puerta donde esperaba la sirvienta impecablemente vestida. Allá quedaba el maestro entre sus libros, sus papeles, sus nostalgias y los miles de imágenes de una vida vivida en plenitud por el hombre más humano q ue he conocido.
Cuando descendía las escaleras, me parecía escuchar como un eco interior las palabras que alguna vez le había oído pronunciar refiriéndose a sí mismo:
"Soy un viajero que pasea por el mundo su ilusión de libertad y jerarquía"...
"Es joven de espíritu quien se siente capaz de crear..."
Leer también conferencia del Dr.Gregorio Marañon en Montevideo: Soledad y Libertad
http://drgeorgeyr.blogspot.com/2009/04/soledad-y-libertad.html
LO QUE SE DIJO Y ESCRIBIÓ SOBRE EL GRAN SABIO ESPAÑOL, GREGORIO MARAÑON:
RAMÓN PEREZ DE AYALA: En el curso de mi larga vida conocí personas buenísimas Mejor que el ninguno. He tratado con hombres inteligentísimos, mas inteligentes que el ninguno. La eminencia a que desde el primer vuelo se eleva Marañon se debió a la grandeza en grado eminente de las dos alas del espíritu : bondad e inteligencia. La una, articulada en el corazón; la otra, extendida desde el cerebro. Además un trabajo incesante. Sus arreos fueron todos los medios de hacer el bien o descubrir la verdad, su descanso el trabajar.
Azorin: Comprendía el mar y comprendía la montaña. Estaba en su centro, junto al Tajo, y lo estaba junto al Sena; Cuadrábale el severo paisaje del cigarral y le cuadraba la selva inextricable de América. Le querían los bien hallados y le querían los menesterosos
Federico García Lorca: Querido Marañon. Le ruego atienda en consulta del Hospital a... padre de mi querido amigo Martin... Salude cariñosamente a su familia y usted sabe que le quiere y admira profundamente.
Juan Ramón Jiménez: "Gregorio Marañón: Hombre-pino":
Llega uno a él como a esos parajes gratos donde es bueno reposar. Desde él se ve el mar y el día azul está sobre nosotros, fijo, seguro de que no nos va a dejar.
¿Es un pino —hombre— el que nos habla, arraigado firmemente, con nidos en su copa? Ahora, de pronto —tal es su realidad—, no sabemos si la imagen es real o pintada por un gran pintor exaltador de lo real, realidad doble.
Asepsia y poesía se han hecho aquí suelo firme y hermosura de vivir —ma ravilloso encerramiento de ambas en una jaula de libertad—. Es como si las dos —anverso y reverso de una medalla de oro— se diesen a gusto, generosamente, en salud y paz.
Entonces, después de haber bebido un sorbo de agua clara y fresca en el manantial que está en el pino, con la seguridad de que está allí Minerva, seguimos el camino, una flor en la mano, una flor suya, cantando jubilosos que, a ve ces, la naturaleza se complace en acusar lo natural de toda en ella en un tipo o muestra.
Tipo, muestra, ejemplo de lo natural mejor, de lo completo suficiente, este Gregorio Marañón hombre-pino.
Severo Ochoa: De Don Gregorio dos cualidades que se reflejaban visiblemente en su fisonomía me han impresionado siempre profundamente: la inteligencia y la bondad. Estoy viendo aquel hombre cordial, bondadoso, y acogedor, y admiro profundamente en él una cualidad que no he conocido mas que en otra persona, Xabier Zubiri, de hablar o discutir son sus amigos o interlocutores, no de arriba abajo, como lo hace la mayoría de los maestros grandes o pequeños, sino de abajo a arriba o dando cuando menos la impresión de que lo hacían así. Una rara y para mi sublime cualidad humana en ese tipo de superhombres. Creo discernir en escritos sobre Albert Einstein que dicha cualidad adornaba también a aquel coloso del intelecto humano.
Carlos Jiménez-Díaz: Ha sido Marañón, al lado de un hombre de ciencia, un espíritu del Renacimiento. Inquieto, apasionado, de sentimientos nobles y elevados, han promovido durante cincuenta años, en la vida española, interés sus opiniones médicas, ar tísticas, críticas y literarias; y en todos los campos de su actividad ha sabido abrir horizontes (...). Amó y entendió a España como pocos, y contribuyó a hacerla amar y comprender con el esfuerzo tenaz de esa vida que acaba de extinguirse.
Dámaso Alonso: Me preguntó qué poderosa organización de su talento le permitía atender a la bibliografía médica, contribuir a la literatura científica médica, velar por su «servicio» del hospital, ver a sus enfermos particulares, hacer sus investiga ciones históricas, organizar y redactar obras monumentales que habrían consumido una vida (Antonio Pérez, El Conde-Duque, El Greco y Toledo, etcétera), multiplicar sus ensayos literarios y médico-literarios, asistir a las Academias (ante todo, a los jueves de la Española, a los que nunca faltaba), Y colaborar allí en los trabajos, escribir discursos, contestar a recepciones públicas, redactar prólogos innumerables para libros de escritores, ya famosos, ya desconocidos (pues todo el mundo quería su espaldarazo), cumplir con infinitos deberes sociales, pues su bondad y su cortesía nunca rehuyó el hacerlo, contestar a cualquier libro, folleto o mínima carta que le enviábamos...»
WEB FUNDACION GREGORIO MARAÑON:
http://www.fund-gregorio-maranon.com/
5/3/10
La célula como elemento esencial de la vida: Dr. Rudoph Virchow y Dr.Federico Susviella Guarch

Conferencia Magistral pronunciada por el Dr.Federico Susviella Guarch en Rio de Janeiro en el año 1901, en homenaje a su maestro R.Virchow con motivo de cumplirse los 80 años de vida.
Si bien la reforma de las ciencias naturales data del siglo XVI y es contemporánea del movimiento religioso, luego de asimilar el sistema de Galileo, tuvieron que pasar tres siglos más para que la ciencia médica sentara las bases para los conocimientos que hoy hemos alcanzado.
Al sustituirse por la observación las ideas heredadas y por la medición exacta la apreciación aproximada, cada una de las ramas de las ciencias naturales, creó, primeramente en la física y en la astronomía, luego recién en las ciencias naturales y finalmente en la química, el método científico-natural que en el curso de los tres siglos modificó totalmente el concepto del Universo.
Entre tanto la Patología, asentada aún en fundamentos establecidos por Andreas Vesalio en el siglo XVI y William Harvey en el siglo XVII sobre anatomía y fisiología tan íntimamente unidas a la Patología, no consigue modificar su base científica.
Es cierto que en el siglo XVIII comenzó a considerarse mejor a la Patología, Morgagni en Italia recopiló las conquistas de la anatomía patológica, y John Hunter en Inglaterra, aplicó a la patología el método experimental de la fisiología.
Sin embargo esas dos ideas contribuirán singularmente a reforzar la patología humoral. Aceptando Hunter, como idea heredada, la opinión que todos los elementos de la vida estaban contenidos en la sangre, era lícito admitir que todos los procesos mórbidos se originaban de las cualidades plásticas de la sangre.
La orientación de la enseñanza de la anatomía patológica en París y Viena justificaba la concepción de mezclar especialmente la sangre, esto es, las discrasias.
Surge finalmente, el verdadero método, el método exacto y peculiar de las ciencias naturales con Johannes Muller en Alemania, único método según él, destinado a aclarar las oscuridades de la biología. No admite sistema o escuela que sea dogmática:
“La observación y la experiencia son nuestra única guía”.
La medicina es una ciencia natural y el médico un simple naturalista investigador. La inteligencia, la penetración y la ilustración no constituyen la observación. A su vez la experimentación, bien pensada y afirmada convenientemente procura las condiciones sobre cuya influencia exclusiva se reconocerá la causa intencionalmente encontrada.
Sin la investigación experimental deja de existir la ciencia médica.
Al tratar Virchow de aplicar estas reglas del método de su maestro, cuenta que en el año 1846 siendo entonces prosector de la “Charité”, estaba preocupado en estudiar la forma patológica del bazo llamado Baso Sagú (Sago Mitz) y recurrió a Johannes Muller presentándole como único resultado de sus observaciones, en vez de las vesículas esplénicas, gránulos constituídos por envolturas homogéneas. Muller no conocía dicha alteración y dudaba que ella tomara origen en los folículos. Dirigiéndose entonces a Virchow le dijo: esto es en efecto muy original; es conveniente que siga investigando. Replicando Virchow que ya lo había hecho; repitió Muller: debe continuar su investigación que será sin duda muy interesante.
Siete años después de ese diálogo, concluye Virchow: “me fue posible afirmar la reacción yódica de la sustancia referida en el seno de las sustancias amiloideas, posteriormente tan frecuentemente encontradas.
Por otro lado también decía Johannes Muller que la Patología digna de la medicina y de las ciencias naturales, no puede ser inicialmente un problema del anatomista o del fisiólogo. Gran parte de los problemas le pertenecen sin duda por lo cual sólo los podrá resolver quién, por sí mismo, fuera capaz de analizar los procesos patológicos por el método químico-anátomo-patológico y microscópico.
Ese fue el problema confiado a Virchow, que sometió al método, cuya iniciativa atribuyera por gratitud, al gran fisiólogo, su maestro. De allí en adelante, nos afirma Virchow, fue ese el método que precedió todas sus investigaciones relacionadas en cuestiones de patología.
BASES PARA LA TEORIA CELULAR:
Debe destacarse sin embargo que de todos los factores que influirán en las directivas especiales de la vida científica de Virchow, ninguna hubo más poderosa tal vez que la teoría celular, enunciada por Schleiden en 1838 en sus Beitraege zur Phytogenese y en la obra de Wchvann: Micropscopische Untersuchungen ubre die Uebereinslimmung in der Structur und der Waschtume der Thiere und Pflanzen” publicada en 1839, año en el que precisamente Virchow se inició en la enseñanza. La obra de Schvann representa el nacimiento de la teoría celular animal, así como la de Schleiden que la precedió marca la era de la teoría celular vegetal.
Por eso fue que se llamó a Berlín con razón, la patria de la teoría celular. Reconociendo tales influencias, Virchow en 1881 consagró a Schvann y a Schleiden las siguientes palabras:
“No deja de tener valor en nuestros tiempos de trabajo acelerado, en que tan rápidamente cae en el olvido, el pasado más próximo, renovar la corona de recuerdos que los representantes de todas las disciplinas biológicas deberían depositar en la tumba del eminente Schleiden. Es probable que, mismo sin su aporte se hubiera formulado la teoría celular animal; sin embargo, fue ella en efecto que la originó con su ejemplo. Ya en el tiempo en que yo y mis compañeros orientábamos nuestra investigación en el conceptos de la teoría celular, era tan evidente que muy frecuentemente tratamos de inspirarnos tanto en la botánica científica de Schleiden, como en las investigaciones microscópicas de Schwann. La idea de la unidad de la naturaleza orgánica se impuso de tal manera que hasta el principiante experimentaba íntimamente la necesidad de mantener en condiciones de perfecta igualdad sus conocimientos de anatomía y fisiología.
La teoría celular dominó Berlín en todo el curso del tercer y cuarto decenio del siglo XIX, y dos maestros como Johanne Muller y De Henle en su Algemeine Anatomie, le pasaron a sus discípulos difundiéndose por todas partes y Virchow exclama:
“Como extrañarse entonces que enseguida comenzáramos a enseñar, a pensar de una manera celular” (celular denkelernten).
Fue sobre estos antecedentes de método y observación que el joven preceptor y docente de 25 años asentó su fecunda labor. Profundizando el estudio de la inflamación venosa realiza el descubrimiento de la linfa. Da a sus corpúsculos blancos la interpretación de hoy en día, confirmó la hematopatología y la teoría de la inmunidad. A su experiencia sobre la coagulación de la sangre según sus estudios sobre la naturaleza de la fibrina, sobre la embolia de las venas pulmonares, sobre los pigmentos, sobre la infección séptica, sobre la inflamación de la pared interna, desprovista de vasos, de las arterias y venas, formando todo esto cmo los eslabones de una cadena, se termina en la teoría de la trombosis y la embolia.
Virchow nos da la verdadera interpretación de la teoría celular y de su aplicación a la Patología, teoría destinada a sepultar con la de Rokitanski los últimos vestigios de la era filosófica en la medicina.
Schwann también demostrará en es época la composición de los tejidos animales, lo cuales en su opinión se originana de una sustancia de nueva formación, el blastema o exudado. Vichow observa entre tanto, en al clínica de ojos que en el tejido cicatricial de la córnea enseguida de una lesión se forman una cierta cantidad de células, sin que previamente surgiese como origen de las mismas una sustancia o líquido plástico. En vano procuró encontrar depósitos en las túnicas vasculares o exudados, al cual se le daba entonces una importancia soberana.
Lentamente fue proponiendo y aclarando lo fundamental de la teoría de la generación, los procesos tanto activos como pasivos, la división del núcleo y la estructura y composición de todos los neoplasmas y tumores, así como su principio o génesis, la degeneración grasa de las células, el crecimiento y origen de los tejidos, hasta que pudo demostrar que todas las células nuevas proceden de células más viejas y que en el campo de los procesos plásticos, ninguna ley de formación subsiste a no ser la ley de herencia.
LA CELULA COMO ELEMENTO ESENCIAL DE LA VIDA:
Quedará así demostrado que la célula es el elemento propio esencial de la vida, la vida total del organismo depende de la vida de cada célula. Así como la higiene del organismo depende de la integridad de la célula y de su cuerpo protoplásmico, la enfermedad tendrá su existencia forzosamente ligada al estado de la célula. El vehículo de la vida lo será también de la enfermedad. El estudio, por lo tanto, de las enfermedades debe ser hecho en los lugares que ellas asientan, esto es, en los territorios dominados por las células.
Existe sin duda, dice Virchow, una verdadera entidad mórbida, pero esta no es, ni una sutancia simple, ni un espíritu o demonio, sino una parte vital del cuerpo.
La enfermedad por más chica que sea, tiene su asiento en la parte del cuerpo que menos parece: la célula, que esta célula existe como tal, que disponga de elementos externos, es decir agregados simplemente ala estructura elemental. Toda y cualquier enfermedad según la expresión ordinaria y técnica, representa la totalidad de los procesos en una verdadera suma de aquellas partes elementales. La enfermedad será verdaderamente comprendida y entendida cuando sea posible determinar el valor de la suma referida, la condición de las partes elementales y la naturaleza de sus alteraciones. He ahí el fin de la investigación y la primera exigencia de cualquier examen científico natural y claramente determinado.
Tales son los fundamentos de la Patología Celular basada en la fisiología y en la Anatomía Patológica, base segura de la patología y de los progresos médicos modernos. He ahí lo que la medicina debe en general a Virchow. Particularmente, entre tanto le debe la definición histológica del carcinoma y la demostración de su asiento primitivo, puramente local, derivándose de ahí los medios para combatirlo; los primeros trabajos sobre las transformaciones óseas, la tranformación del tejido cartilaginoso en el tejido óseo y su alteración en el raquitismo, la osteomalacia, la gran obra de clasificación histológica de los tumores y también otras conquistas.
No existe ningún campo en las ciencias biológicas en el que no fructifique íntegramente la teoría celular. La anatomía general o descriptiva, la fisiología, la propia historia de la creación no escapa a su influencia. Por todas partes la idea de continuidad de vida ilumina intensamente.
Fue una escena conmovedora cuando recientemente en ocasión de una brillante conferencia del Boveri, en Hamburgo, el autor de la Patología Celular se acercó a ella para observar mejor la forma por la cual el conferencista resolvió por la teoría de la división celular los secretos de la creación.
Coronando la vasta influencia médica y científica de Virchow, se destaca su actividad administrativa y parlamentaria, su lucha eficiente en pro de la moral y dignidad profesional médica, de la sociedad en general cuyo fines a su entender deben ser sostenidos en la más sana democracia. Todo esto ha sido comentado y no nos proponemos repetirlo ahora.
Hay además un hecho cuyo recuerdo no debemos olvidar, y es el profundo sentimiento humanitario de Virchow. Ante el enfermo, ante los humildes, sus ojos siempre brillantes se empañaban tristemente por el sentimiento purísimo de la compasión.
Representantes de todas las ciencias, de todos los pueblos, de todas las naciones y monarquías acaban de ofrecer a Virchow, en ocasión de su 80º aniversario, un ejemplo de dulce reconocimiento, de recompensa inesperada para los hombres de ciencia, para los obreros incansables de la humanidad, para los cuales la gratitud humana se traduce en un engañador espejismo en el desierto de la ingratitud.
Más allá de aquellas oraciones, la que cumple a sus discípulos hacer para ser dignos del gran maestro, que Bergmann aún hace poco decía; triunfar sobre todas las debilidades de la juventud con las garras poderosas del áquila
Seguir en la ciencia su método y encarar la medicina como la ciencia pura de la humanidad, dado que esta deber ser estudiada por aquella y como Virchow, debemos tratar, en la ciencia médica, todos los medios, que lleven al bienestar y a la felicidad que la humanidad anhela conquistar.
Habremos rendido así el mejor homenaje de sus discípulos para el maestro: cual es el de lograr la realización de sus ideas y aspiraciones.
1) La membrana celular es el cerebro de la célula
http://ns.ulatina.ac.cr/~carugaga/biolgen/memb.htm
16/11/09
Panorama de la medicina actual y de nuestra sociedad - Prof.René Favaloro

El legado de Paul Dudley White:
1) Primer mensaje: la historia clínica está por encima de cualquier avance tecnológico: Hacia1925, Paul D. White tenía dos intereses fundamentales: la práctica de la medicina y la investigación clínica. Estaba convencido de que la información obtenida a través de la historia clínica, que empezaba con un cuidadoso interrogatorio, estaba por encima de la que facilitaba cualquier avance tecnológico. Su modesto consultorio fue testigo de las innumerables horas que dedicaba a sus pacientes (en la sede de la American Heart Association de Dallas, se exhibe permanentemente su consultorio de Boston). No hay duda de que amaba a sus pacientes como seres humanos:
—Escuchen lo que dice el paciente: quizás sea lo más importante de su tarea—repetía a sus alumnos una y otra vez. Además de brindarle a los pacientes la posibilidad de describir su enfermedad y los síntomas en sus propias palabras, tenía la valiosa oportunidad de observar los cambios psicológicos y las características de cada personalidad. Sólo entonces comenzaba un cuidadoso y detallado examen clínico.
El doctor Royal Schaff, que había sido su alumno, veía cómo White le brindaba el mejor tratamiento a todos por igual, desde el Presidente de los Estados Unidos hasta la pobre mujer que llegaba a la clínica. Todos eran bien recibidos. Trataba a los pacientes como personas, no como reyes ni como mendigos, sino con un sentimiento humanitario que, sin duda, provenía de su corazón.

3) Tercer mensaje: el trabajo en equipo
4) Cuarto mensaje: respeto por los colegas, especialmente por el médico de cabecera: Durante toda su vida mantuvo muy buenas relaciones con los demás médicos. Su crítica era siempre constructiva. Como consecuencia de su experiencia y conocimiento sus colegas lo consultaban con frecuencia. El doctor Ernest Craige describió claramente la relación de White con los médicos que enviaban a los pacientes a la consulta: "Solía ocurrir que el caso no había sido interpretado en forma correcta o que, al menos, se habían indicado alteraciones drásticas en el programa de atención. En su conversación con el colega, White evitaba censurar lo que se había hecho con anterioridad. Iba guiando el análisis del caso con tal habilidad que al final era el propio médico el que proponía el curso correcto que había que seguir. Entonces, White manifestaba con entusiasmo que estaba de acuerdo con las conclusiones a las que el médico había llegado. El médico de cabecera siempre aprendía algo con la consulta y quedaba agradecido por la manera en que se había manejado la situación.
5) Quinto mensaje: honorarios modestos: White siempre cobraba honorarios módicos. En sus registros se puede ver que, por ejemplo, el 6 de diciembre de 1943, los precios de la consulta variaban entre 15 y 35 dólares —sólo una vez cobró 50 dólares—. El 6 de diciembre de 1963 —veinte años más tarde— variaban entre 5 y 25 dólares. Eran tan bajos que algunos de sus jóvenes colaboradores se disgustaban. A los pacientes que tenían gran capacidad económica en general les sugería que realizaran donaciones para una causa médica importante.
6) Sexto mensaje: docencia e investigación clínicas: La vida de Paul D. White siempre estuvo ligada a sus pacientes. La práctica de la medicina constituía un prerequisito para su tarea de enseñanza y de investigación clínica. Sus obligaciones con la facultad de medicina de Harvard en las carrera de grado y posgrado le daban la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos en su extensa práctica clínica.
Enseñaba con la misma dedicación tanto al pie de la cama del paciente como en la sala de conferencia en el subsuelo del Edificio Bulfinch del MGH. Al principio, solamente asistían a sus clases médicos recién graduados de los Estados Unidos. Pero, a medida que fue creciendo su prestigio, comenzaron a llegar a Boston innumerables médicos de todas partes del mundo. Parte de su actividad docente comprendía la gran cantidad de conferencias que dio en Estados Unidos, fundamentalmente a través de la American Heart Association, además de las incontables obligaciones que tenía fuera de su país. Los libros que escribió también desempeñaron un papel significativo. El primero fue Heart Disease, publicado en 1931. El New England Journal of Medicine, una de las revistas especializadas en medicina de mayor jerarquía, comentó que, sin duda, esa era la publicación más importante con relación al conocimiento de las enfermedades del corazón que había aparecido en Estados Unidos en esas dos últimas décadas.
También dedicó gran cantidad de tiempo a la educación del público en general e incesantemente pedía apoyo para la causa de la American Heart Association a favor de la prevención de las enfermedades cardíacas. Era muy solicitado como conferencista.
"Así lo esperaban al doctor White y uno de los acompañantes hizo la observación de lo agradable que era tener un ascensor que estuviera listo para ellos. El doctor White echó un vistazo a la escalera y dijo: "—¿Y por qué no subimos a pie?
"Subió los trece pisos a zancadas mientras los demás lo seguían a duras penas y llegó al salón sin mostrar pizca de cansancio. Nuestros colegas se desplomaron en las sillas."
Su preferencia por caminar o utilizar la bicicleta en lugar del auto y las escaleras en lugar del ascensor, se convirtió en leyenda. También hacía hincapié en el valor del ejercicio como un antídoto para la ansiedad y el estrés emocional.
Si tenemos en cuenta que en su modelo de vida sana incluía el control de la hipertensión y la obesidad, la oposición al tabaquismo, y el uso moderado del alcohol, entenderemos que fue un pionero en el fomento de la prevención y la rehabilitación de los pacientes con enfermedades del corazón.
8) Octavo mensaje: el humanitarismo: Durante el Segundo Congreso Mundial de Cardiología (Washington DC, 1954), Sir John Parkinson tuvo que dar la Laubry Lecture —con el título "Liderazgo en Cardiología"— y definió a White como un "embajador de buena voluntad y esperanza para los cardiólogos de todo el mundo". Realizó innumerables viajes a distintos países con el pretexto de dar conferencias y enseñar. Sin embargo, el motivo real era promover la amistad y la comprensión entre los científicos de todas las partes del mundo y contribuir a mejorar el clima para lograr un progreso global en medicina y, al mismo tiempo, el mantenimiento de la paz en el mundo. En la sesión inaugural del Primer Congreso Mundial de Cardiología, llevado a cabo en París en 1950, expresó:
"Nosotros, los 'médecins du coeur', también queremos realizar el milagro de curar los grandes problemas del mundo de nuestros días a través de un vínculo universal de hermandad espiritual y medicina con el corazón."
"Desde los días de la Primera Guerra Mundial, cuando pude ver por mí mismo muchas de las tragedias y casi ninguna de las así llamadas 'glorias' de la guerra, estuve interesado en la paz mundial. Más recientemente sentí una gran consternación con los horrores de la Segunda Guerra Mundial y el período posterior con sus guerras frías y conflictos por todo el mundo. Por mucho tiempo atesoré la idea de que los médicos de todas las nacionalidades, con el único interés de la salud y la felicidad de sus pacientes, reunieran no sólo a sus colegas sino a todos sus pacientes, en una cruzada conjunta en contra de la enfermedad que promoviere la amistad internacional y, como consecuencia, la paz del mundo".
A pesar de que en muchos aspectos tenía grandes diferencias con los rusos, después de una serie de visitas los científicos de esa nacionalidad comenzaron a confiar en él. En 1961, fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias Médicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el primer estadounidense en recibir esa distinción. En julio de 1964, dijo en Leningrado:
"¿Por qué la URSS y los Estados Unidos no pueden firmar nuevos acuerdos, tal como lo hicieron en el sector de la salud y algunas de las artes y de las ciencias, —con cierto éxito, aunque a veces fueron escasos y tardaron en concretarse— contra otros enemigos comunes que existen en el mundo y que pueden conducir a la guerra como son el hambre, la pobreza, la ignorancia, y la infelicidad, sin imponer nuestra ayuda sobre personas que no la necesitan o no la quieren? Creo que si podemos hacer esto con el corazón abierto y desenvoltura podríamos evitarle al mundo años y años de Guerra Fría y cosas aun peores, y, si pudiera hacerse con el corazón abierto y se aceptara del mismo modo, sería realmente maravilloso."1(p257-8)
Por eso no sorprende que haya asistido al Congreso Mundial para la Paz y el Desarme General en Moscú a mediados de la década de 1960 y que haya viajado a China en 1971. Además de cumplir sus tareas como médico, Paul D. White dedicó su vida a soñar con un mundo en el que hubiera solidaridad y justicia social.
10) Décimo mensaje: el optimismo: El optimismo es el componente básico de una actitud positiva hacia la vida. En 1951, cuando Paul D. White hablaba de la importancia de este atributo para la medicina, mencionó: "Es totalmente cierto que la alegría, el optimismo, el valor y la dicha causan efectos biológicos en el organismo. Es posible contrarrestar los efectos perjudiciales del dolor, los disgustos y el enojo a través de una predisposición alegre. Sabemos que, desde el punto de vista clínico, con la aplicación de este concepto se logran claros resultados. La psicoterapia eficaz y la correcta práctica de la medicina dependen considerablemente de esta actitud optimista.